«Ya no sé si estoy fuera o dentro del radar de tu corazón»
Hay conversaciones se pasan por alto y es con el paso del tiempo, te das cuenta que una simple frase, cambió tu vida.
Hace unos días me comentaba Mónica Galan, en una de nuestras conversación:
¿Y si la clave es que el radar no te detecte?
Y estoy totalmente de acuerdo con ella.
Desde que nacemos nos pegamos con los demás, para que el radar de la sociedad, el de la aprobación, el de la aceptación, de nuestros padres, del éxito nos detecte. Y cuando llegamos a la edad «adulta» queremos que el radar de las Redes Sociales nos tengan en cuenta y nos lleve al éxito que dicen que hará que nuestra vida sea más fácil.
Hacemos TODO por y para que el radar en cuestión nos tenga en cuenta.
Si la moda es que tienes que hacer algo, tú lo haces…para que el radar te tenga en cuenta.
Si tus amigos van a un evento y tú no tienes un duro en tu cuenta….tú haces lo que sea, para que te vean junto a ellos.
Si la moda es hablar de algo o decir las mismas cosas que transmite el «guru» de turno, aunque realmente no sientas lo que dices, aunque hagas un «copy&past», lo haces para que el radar de la fama te detecte a ti y no al vecino de la derecha.
Vivimos pendiente de una manera u otra, de los radares que están sondeando todo lo que hacemos. Porqué queremos salir reflejados en él.
¿Qué significa todo esto?
- Depende más nuestra personalidad, nuestro éxito, de que nos vean los demás, de lo que realmente estamos haciendo.
- Nuestro talento genuino se pierde, solamente porque queremos salir en el radar que «triunfa» en la actualidad. Obviando que quizá nosotros podríamos crear nuestro propio radar con nuestro talento y no con el de los demás.
- Que nos pasamos la vida comparando. Que siempre estamos alcanzando cimas que en la mayoría de las veces ,están acorde con nuestros valores. Nos comparamos con los «gurús», con los «influencer», para hacer lo mismo que ellos y llegar a empezar a ser como ellos. NO como nosotros tendríamos que ser con nuestro talento. Y sin embargo, hacemos lo que sea, por salir reflejados en un radar, que no nos concuerda.
- Que vivimos en la plena frustración. Siempre comparándonos con los demás y al ver que no somos ni hemos llegado a lo que deberíamos llegar estamos, sólo conseguimos frustración, rabia , envidia al prójimo que ha si ha alcanzado lo que nosotros deseábamos.
En definitiva, estamos pendiente más de lo que puedan opinar los demás de nosotros, que el trabajo que realizamos y el motivo por qué lo realizamos.
¿Pero cómo son las personas que trabajan debajo del radar?
- Les importa su trabajo. La calidad del mismo, el propósito que tiene su actividad y de qué forma quiere influir en los demás. No les importa que sea un trabajo que no sea «cool» o ser una persona no conocida, les importa el porqué, no el cómo ni el qué
- No están pendiente de las redes sociales. Saben que su función es la de compartir el trabajo que hace uno. El ver el conocimiento de otras personas pero no estar pendiente de los dimes y diretes que se generan en ella, ni preocuparse si tal persona ha compartido su trabajo con nosotros o no. Su propósito va mucho más allá.
- Saben que la vida es caminar por el camino que sienten ELLOS que tienen que caminar. Y que el camino será duro, lleno de obstáculos, de miedos, dudas y satisfacciones. Pero es SU camino el que sienten que tienen que recorrer, no es el camino de «moda» o el impuesto por los demás para su bien. Será un camino más difícil, pero mucho más satisfactorio.
- Son personas mucho más experimentadas en su campo profesional. Han aprendido de todas las fuentes que podrían beber para desarrollar su futuro y no sólo ser una copia barata del «guru» de turno.
- La pasión es su guía, la confianza su motor y el trabajo su marca que la que da resplandor.
- Saben que no soy mejor que nadie. Y eso ya les hace ser mejor que muchos.
Estamos en una sociedad en la que queremos ser, pero aparentando ser, que no es lo mismo que siendo de verdad.
Vivimos pendientes del radar. Que nos vean en eventos. Que nos vean junto a gente importante. Que nos vean. Porque en este mundo visual, el efecto halo cada vez más importante.
Sabemos que si nos ven con gente importante. Si nos hacen fotos en los eventos de moda…la gente pensará que somos conocidos, que tenemos contactos y hasta que quizá podemos ser inteligentes.
Estamos en una sociedad en la que preferimos parecer y aparentar, que ser. Porque ser supone esfuerzo, dudas, miedo, caídas…Y si el radar nos enchufa, pudiendo aparentar algo que realmente no somos, ¿Para qué esforzarnos? ¿Para qué estar sin los focos cuando aún no sabemos si lo conseguiremos de verdad, y teniendo los focos ahí delante que calientan más y producen más satisfacciones aquí y ahora?
Recuerda:
- Quizá será más lento, pero más seguro ir por debajo del radar y los focos. Pero sobre todo será un trabajo más consistente.
- Los focos si los han puesto otros, se acabarán apagando cuando ellos quieran. Si los creas tú, se encenderán por tu trabajo, no por la amistad o peloteo con los demás.
- El éxito es ser ya uno mismo. Si quieres fama, ponte a la fila en un photocall, pero si luego preguntan ¿Quién eres?, dirás que eres el amigo del jefe, no hablaran de tu trabajo.
- No se trata de que el «radar» de la sociedad, te vea. Sino de hacer y que algunos radares, los importantes para ti, te descubran por tu trabajo, no por tu apariencia.