
«Si eres de los que dicen ver para creer…Mírate en el espejo y empieza a creer en ti» dice Ismael Cala.
Vemos a una persona en un programa de radio y ya lo catapultamos al olimpo del éxito sin preguntarnos cómo ha llegado hasta ahí.
Vemos a una persona con un número importante de seguidores en redes sociales y ya los consideramos unos «expertos» en su tema. Aunque no queramos darnos cuenta que son seguidores comprados.
Vemos fotos en redes sociales, y pensamos que esa persona tiene una vida llena, plena y con todos los lujos que nos muestran.
Vemos a gente haciéndose fotos con expertos, a los que alaban en los pies de foto y luego critican por detras.
Vivimos en una sociedad en la que creemos a pies juntillas todo lo que vemos.
Si nos dicen en un Tweet que ese gurú tiene el año cerrado con conferencias mientras los demás están viéndolas pasar, ¿Por qué no hacerle caso?
Nos creemos todo lo que vemos, porque principalmente si lo dice esa persona a la que le hemos dado cierto estatus, ¿Por qué no creerla?
A lo largo de todas las entrevistas que he hecho y el poder convivir con alguno de ellos, una de las creencias que más rápidamente se transformaron en mi vida, fue está:
NO CREER EN TODO LO QUE VES.
Estamos expuestos todos a una imagen, a una exposición ante los demás. ¿Pero lo que mostramos es verdad?
Pero ya no hablo a nivel profesional, sino también a nivel personal.
¿Qué nos pasa? Que nos gusta deslumbrarnos por un un mundo ideal , lleno de éxito, felicidad y amistad. Pero no solamente con la gente que sale en medios de comunicación, sino con las personas con las que nos encontramos en el día a día.
Vemos una sonrisa perfecta y ya nos dejamos llevar por la imaginación viéndonos con hijos con esa persona.
Pensamos que las instalaciones de esa empresa en la que hemos tenido una entrevista son ideales para trabajar y desarrollarnos
Cuando entramos a un curso que nos dicen que seremos felices nada más salir o con una conferencia que nos hará tener una vida sin miedo.
Y si hablamos cuando llegan las elecciones políticas en las que nos ofrecen un futuro increíble y al dia siguiente hacen lo contrario a lo que nos prometían..
Ése ver ya es creer sin un pensamiento crítico, sin una duda lo único que nos produce es frustración y caer en manipulación.
¿Y todo por qué?
Porqué queremos creer. Y lo peor de todo, si podemos dar envidia a los demás, lo haremos gustosamente. En definitiva, satisfacer nuestro ego antes lo hagan los demás.
Queremos creer los sueños son posible y si además los conseguimos de forma rápida y fácil…allá que vamos.
Queremos creer que la felicidad duradera y genuina está solamente a unos centímetros de nosotros. Y si además podemos darle en los «morros» a nuestras amigas fardando de novio, ¿Qué más podemos pedir?
A veces ocurre que lo que nos ofrecen es verdad, siendo felices para el resto de nuestra vida. Pero en un mundo de las redes sociales, de las fake news, de la manipulación y en definitiva en un mundo polarizado que se guía por sus intereses, ya no sabemos qué es verdad o quién está mintiéndonos en la cara.
Pero aunque no existiría todo lo comentado anteriormente, yo apuesto que ver no significa que debamos creer ya al 100%. Porqué si vemos y ya creemos estamos dando algo muy importante que todo ser humano tiene, la confianza.
Si ven que confiamos a la primera en esa persona, partido político o gurú de turno, ¿Qué pueden hacer con nosotros desde ese primer momento?
¡Lo que quieran! Porqué sabrán que confiaremos en ellos hagan lo que hagan, digan lo que digan. Y luego pasa lo que pasa, lamentos, lloros y gritos preguntándonos ¿Por qué no lo había visto antes?
¿Por qué nos dejamos «embaucar»? Porqué la gente un poco «lista», sabe las necesidades de la gente.
Sabe que quiere la felicidad, el éxito, … un mundo ideal. Una seguridad imposible de alcanzar. Que van a ser ellos sus salvadores y van a conseguir la paz absoluta.
Cuando la paz, la felicidad, el éxito…siempre comienza por uno mismo.
Luego cuando vienen los lamentos nos damos cuenta que realmente no era lo que queríamos sino otra cosa totalmente diferente.
¿O es que no has dicho cuando te has llevado una decepción con esa persona <<Si yo realmente lo que quería de verdad era otra cosa y no esto>>?
Cada vez vivimos en un mundo más visual, YouTube, Instagram, videollamadas redes sociales…Algo que te hace ver cosas que pensabas por la distancia no podrías llegar a ver nunca, llegar a sitios inhóspitos para tu mente o conocer gente que la distancia os unía.
Entre «ojos que no ven, corazón que no siente» y creer todo lo que vemos, creo que hay una extensa área que deberíamos estudiar, pensar y dudar a lo largo de ella.
Pero todo lo que ves en tu día a día, ¿Es verdad? ¿Cómo sabes que es verdad? ¿Crees en lo que ves nada más verlo?