Hoy es el 1º día. ¿Y mañana? También.

Photo by Tara Winstead on Pexels.com

» Cada salto en el vacío es una cuestión de fe, nunca nada se repite como la primera vezcanta Fito Paez.

Y así lo creo, todos los días debemos ser vírgenes.

Nos reimos de las personas que están haciendo algo por primera vez. Más miedo me daría saber qué estás haciendo algo por última vez.

Nos pasamos la vida haciendo las cosas en función de los resultados que hemos obtenido anteriormente.

Empieza septiembre y volvemos a hablar de los hábitos. De la depresión posvacacional, de cómo enfrentar el final de año o reinventarte profesionalmente.

Hábitos que no hemos conseguido implementar en nuestra vida desde aquel Enero en el que íbamos con dos copas de más.

Es decir actuamos en función de los resultados que hemos obtenido en comparación a Enero. Pero sigo.

Compramos la ropa o productos que nos han dado ya buenos resultados.

Lo vuelvo a repetir, actuamos en función de la comparación.

Hablamos con una persona o nos ponemos a salir con una pareja, porque la comparamos con otra pareja que tuvimos, con un cantante famoso que siempre nos ha gustado y se parece a él.

Seguimos tomando decisiones en función de comparaciones.

Basamos nuestras decisiones tras los resultados de haber comparado situaciones.

Si el resultado anteriormente fue bueno, repetimos o vamos a hacia algo que se parecía, creyendo que se repetirá el mismo resultado.

Si el resultado tras haberlo comparado, no es agradable, desechamos la oportunidad. Ya puede ser la oportunidad de nuestra vida, que decimos que NO de una forma rotunda.

¿Dónde queda hacer las cosas por primera vez? ¿Dónde quedan esos nervios de la primera vez? Pero sobre todo, ¿Dónde queda la creatividad y la innovación en nuestras vida por hacer algo por primera vez?

¡¡Qué lo haga otro, yo hago lo que conozco y lo que creo que me dará los mismos resultados que he tenido o espero!!.

Todos los días, en algún momento nos estamos comparando con algo que ocurrió en el pasado.

Con una relación rota, con una mala experiencia en el trabajo o una mala contestación por parte de un familiar.

Sea como sea la comparación, siempre salimos perdiendo.

¿Por qué?

Porqué no daremos una oportunidad a esa posible primera vez.

A esa primera vez de decirle te quiero a esa persona que nos tiene loco como nunca nadie lo habia conseguido. A ese pedir perdón al que no estás acostumbrado por tu ego. A ese curso que siempre te ha apetecido hacer pero por el miedo al qué dirán siempre lo posponías En definitiva, a la primera vez de apostar por ti, por tu paz y felicidad.

Y todo porque comparamos nuestros resultados futuros con nuestros fracasos pasados.

¿Y quién leches nos dice que siempre se van a repetir? ¡NADIE! Pero lo que pasa que el miedo nos ha ganado la partido, hemos dejado que nos gane ya que no confiamos en nosotros mismos y ni mucho menos en nuestras posibilidades.

Recientemente leía que una de las claves del éxito de Amazon a través del libro «Cada día es el primer día: Todos los secretos del éxito de las empresas más innovadoras«, es que uno de sus valores principales es que cada día era el primer día para ellos.

¿Por qué si es una empresa que puede vivir de las rentas sigue pensando que todos los días es el primer día?

  • Para no dormirse en los éxitos ni macharse en los fracasos pasados.
  • Para pensar continuamente en cómo hacer las cosas mejores.
  • Para vivir continuamente en la incertidumbre. Característica por antonomasia de un mundo actual.
  • Para no dejar de desarrollar nuestra creatividad.
  • Para desarrollar nuestra curiosidad.
  • Para que el miedo no te gane la partida ante las oportunidades de crecer.

Podría seguir enumerando beneficios de tener una mentalidad virgen en cualquier aspecto de tu vida.

Podría decirte muchas cosas más, pero si no las vives tú, por mucho que te diga yo, poco lo podrás confirmar.

Cada día nacemos vírgenes, puros de pecado y al despertar solo pensamos en ayer, cometiendo el mayor de los pecados.

Recuerda:

CADA DÍA ES EL PRIMER DÍA. Y me da igual los años que tengas o lo que hayas vivido, cada día es el primer día. Haz siempre algo por primera vez. Y no te dejes llevar por el ego de creer que ya sabes qué es o qué va a ocurrir porqué crees que ya lo has vivido.

Ser virgen el resto de tus días es ver la vida con ingenuidad, es fijarte en los detalles, es ver la vida con los ojos de un niño,… Pero no, es mucho mejor creer que no sabemos todo, pero luego pasa lo que pasa.

¿Y tú qué vas a hacer hoy como primer día?

Se virgen el resto de tus días.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.