
Nos pasamos la vida preocupándonos por todo.
Nos preocupamos porque no recibimos el mensaje de la chica que nos gusta.
Nos preocupamos porqué no recibimos contestación a la propuesta que habíamos hecho.
Nos preocupamos porqué esa persona no nos habla después de años de conversaciones diarias.
Nos preocupamos por llegar a final de mes.
Nos preocupamos porqué no tenemos sexo con nuestra pareja.
NOS PASAMOS EL DIA PREOCUPADOS.
Pero haz una lista de las cosas que te preocupan, de todas y cada una de ellas.
Yo lo he hecho y la verdad que el resultado me ha intrigado mucho.
NOS PASAMOS EL DÍA PREOCUPADOS POR COSAS QUE NO PODEMOS CONTROLAR NI CAMBIAR.
No podemos cambiar, por nosotros mismos, el gobierno que tenemos, la suegra que nos ha tocado o «lo mal follao» que está nuestro compañero de mesa en el trabajo.
No podemos controlar que la chica que nos gustaba ya no nos hace caso. O que esa persona que pensábamos que era nuestra amiga, de un día para otro, desaparece sin decir «Adiós y muy buenas».
No podemos ni controlarlo ni tenemos el poder de que la situación cambie. Y aunque en el fondo, lo sabemos, nos preocupamos.
Nos preocupamos porqué teníamos muchas esperanzas puestas en esa relación, en ese proyecto o en esa ilusión.
Nos preocupamos porqué vemos que nuestro proyecto ya no se va a hacer realidad. Y la incertidumbre no es buena compañera cuando soñábamos ya con el éxito o con noches de pasión con esa persona.
Nos pasamos la vida preocupándonos por cosas que realmente no podemos cambiar ni controlar.
Sé que lo que voy a decir te va a doler como a mi también me dolió cuando me lo dije a mi mismo:
¡PERO ERES IMBECIL!.
Me da igual la situación que sea que, por ahora, no se hará realidad. Pero estas perdiendo algo muy mágico de ti en una situación que, por ahora, no tiene solución:
TE ESTÁS PERDIENDO A TI MISMO.
Le estás dando vueltas a algo que no tiene solución, por este momento. No puedes hacer nada porque esa chica se haya ido o no tengas respuesta a tu propuesta profesional. Y tú mientras tanto, estás dándole vueltas a la cabeza, llorando, cagándote en todo, maldiciendo la noche que no saliste con la chica y se te la «llevó» otro o cualquier «paja mental» que te hagas.
NO PUEDES HACER NADA MÁS.
Bueno, espera si puedes hacer una cosa.
APRENDER DE LO QUE HA OCURRIDO.
Y no te estoy diciendo que te flageles como un buen cristiano. Te estoy diciendo que aceptes la situación. Que veas que ha sucedido, qué has aprendido de todo ello y obtengas un aprendizaje. Un aprendizaje para seguir adelante , usando esa experiencia para nuevas experiencias o ideas.
Porqué te lo repito, GASTAMOS MUCHA ENERGÍA EN TEMAS QUE NO PODEMOS CONTROLAR NI CAMBIAR.
Déjate de pensar que si hicieras algo para adelantar los acontecimientos, las cosas cambiarán. Seguramente que no. Deja que la vida te enseñe que tiene preparado para ti, pero está vez lo afrontaras con un nuevo aprendizaje, la de enfocar tu energía en lo que puedes controlar, no en lo que no puedes ni debes cambiar.