¡Ser buena persona no es ser un imbécil!.

Photo by Engin Akyurt on Pexels.com

¿Por qué consideramos que la gente buena es gilipollas?

Siento ser tan duro pero es lo que pienso.

Mi experiencia personal y observando lo que me rodea, así lo reafirma.

La gente buena pensamos que es imbécil, que nos podemos aprovechar de ella, que siempre estará ahí para nosotros, que no va a decir una palabra más alta que otra, que no nos va a llevar la contraria.

Pensamos que la gente buena es buena/tonta y como es buena, no nos llevarán la contraria, siempre que necesitemos algo, van a estar ahí.

Siempre pienso que la realidad me ha enseñado mucho más que la escuela.

Al menos a mí y mi formación católica, me han enseñado que ser buena persona es darte a los demás, es escuchar más de lo que podría habar uno podría hablar y siempre estar ahí, no solo en los buenos momentos sino también en los malos.

Eso es ser un buen amigo, eso es ser una buena persona.

Es decir, ser un «osito» adorable, al que se puede abrazar cuando uno está mal, te escucha cuando por fin te has dignado a expresar lo que te pasa y te puedes reir con él a pesar de haberte pasado días sin ni siquiera haberle preguntado a tu «osito», ¿Y tú cómo estas?

Todos los días a través de medios comunicación o conversaciones con los demás, oímos algunas palabras parecidas a estas: «Es que es una buena persona».

¿Pero qué es ser una buena persona? ¿Una persona a la que le puedes echar todos tus diablos y esperar a que ella se los trague y aquí no ha pasado nada? ¿Aquella persona que quedáis de vez en cuando como algo formal pero no le cuentas las cosas importantes de tu vida? ¿Aquella que te sonríe cuando os veis en el rellano de tu casa y te pregunta por el tiempo?

Creo que tenemos un concepto muy equivocado de persona buena, ya no solo hacia los demás sino también como nosotros.

Pensamos que una persona buena, no pone limites. Y creo que es el mayor error que hay.

¿Por qué no ponemos límites?

Porqué pensamos que perderemos a esa amistad, porqué al final nos quedaremos solos, porqué eso no es de «buena persona» o porqué pueden pensar que somos unos mal educados.

Una persona buena es buena porqué se da a los demás dentro de sus limites. Repite conmigo: DENTRO DE TUS LIMITES. Por superar tus limites no seras más bueno ni tendrás el billete asegurado al cielo. Olvídate de todo eso.

Por superar tus límites, la gente, si es un poco lista, se dará cuenta que puede ir un poco más allá, aprovecharse de la situación porqué tú no has dicho nada, porqué te a ti no te ha sentado mal. Y si no vas ese poco más allá, te lo reprochará, «¿Por qué antes si y ahora no?».

Ser una buena persona no es ser gilipollas. Es darte a los demás desde tus limites. Porqué cuando permites que la gente los pase, el otro no tiene la culpa, la tienes tú. ¡POR HABERLO PERMITIDO!.

Poner límites es respetarte, porqué si no lo haces tú, te aseguro que nadie lo hará.

Porqué luego llega a la noche y te cabreas contigo mismo de cómo has dejado que te trataran así, de que te echasen sus diablos cuando tú no te lo mereces. Piensas que quizá todos tenemos un mal día. Lo dejas pasar, pero cuando se repite una y otra vez, el imbécil eres tú porque lo permites cuando no te lo mereces.

Si, no me mires así, nadie te va a respetar sino te respetas tú mismo. Si sabes que por ahí no pueden pasar, que no te puede gritar la gente, que te tienen que respetar como persona que eres y consientes que se pasen eso por ahí, tú eres el culpable, no la otra persona.

Cuando empezamos a respetarnos, empezamos también a respetar los limites de la otra persona. De darnos cuenta de cómo son, de sus límites, de sus valores, de lo que realmente le pasa.

No te van a querer más por dejar que otras personas te «usen» a su gusto superando tus limites, mandando a la mierda tus valores. No siento decírtelo de esta manera, todos queremos sentirnos queridos pero no es amor si alguien se está aprovechando de ti de alguna manera.

Si, vivimos en una sociedad en la que necesitamos como una droga, sentirnos queridos por los demás. Si además se añade que nos dicen que la soledad es mala, que te etiquetaran como un raro si estás solo, hacemos lo que sea por sentirnos queridos por otros.

Omitir nuestra realidad, poner buenas caras a personas que cuando se van de nuestra presencia, usar mascaras para aparentar algo ante los demás que no somos, no ser honestos con nosotros mismos y ni mucho menos con los demás,…son algunas de las técnicas que se usan a día de hoy para nos sentirnos solos y arropados por los demás. Y si además encontramos a alguien que «podemos dominar», que no nos exige, que no nos pregunta cosas que no queremos exponer o que no nos hace pensar o dudar,…pues ya estamos felices, nos sentimos cómodos. Nos sentimos en casa.

Cuando sabes tus limites ( y aunque siempre hay personas que te dan la sorpresa con el paso del tiempo ya que no los tenías en el radar de aprovechados), a esas personas como mucho les darás una oportunidad pero cuando tu instinto te confirme lo que sentías que eran, dirás BYE BYE a la mayor brevedad posible por mucho que sea una persona que crees que te gusta o te puede

Ser bueno no es ser subnormal ni querer ser Madre Teresa de Calcuta, ni mucho menos.

Ser bueno es darte a los demás, es querer hacer mejor la vida a la gente que te rodea, hacerles la vida más fácil dentro de tus posibilidades.

PERO NO LO OLVIDES, SIEMPRE DENTRO DE TUS LIMITES. SI permites que los superen, el imbécil serás tú, no a quien hayas permitido que los superes.

Soledad

Cada día encuentro más miradas vacías.

Miradas que no dicen nada, ni tristeza ni alegría y ni mucho menos ilusión.

Miradas que solo buscan una cosa, respuestas.

Respuestas a preguntas que hasta la fecha no se habían realizado.

Preguntas para que sirven, si realmente quieren vivir la vida que están viviendo o porqué seguimos los consejos de los demás cuando realmente nosotros queríamos haber hecho otras cosas.

Cada día recorro las calles de mi ciudad y me gusta fijarme en la mirada de los demás. Y lo que encuentro son miradas que tienen miedo mirar al frente, de encontrarse con los demás, de encontrarse con su verdad. Otras están tapadas por gafas de sol. Miradas escondidas que no quieren que se las encuentre. Que veamos que desde hace tiempo dejaron de llorar preguntadose dónde están las respuestas que buscaban y que tanto necesitaban, dejándose llevar en la actualidad sin querer ya pensar por si mismos

Cada día siento que se aprende más observando a la gente que a través de estadísticas o modas. Y cada día creo que esa soledad que tanto sentimos es porqué no nos llevamos bien con nosotros mismos.

Personas que encadenan una relación tras otra pensando que son «alguien» si están en pareja… Trabajadores que no entienden porqué están somatizando enfermedades si expresasen que realmente lo que les haría felices es hacer otro trabajo totalmente diferente. Personas que están enguachadas a libros de «felicidad», cursos y congresos pero cuando llega la noche se preguntan porqué a pesar de todo siguen estando cómo están, gente que mantiene en secreto su sexualidad por miedo al qué dirán, personas que luchan a escondidas por sus sueños, no vayan a pensar que están locos o algo así…

Podemos echar la culpa a la sociedad, a los estereotipos o a las presiones familiares por sentir que nuestros padres nos quieren o somos aceptados por los demás. Y no te faltará razón en muchas ocasiones. Somos una sociedad que quiere la paz, la felicidad y el desarrollo, la igualdad y un mundo ideal pero en realidad y en el día a día, somos unos grandes cabrones con el prójimo.

Taponamos el avance del vecino, mentimos para que no avance a pesar de que sabemos que lo podría conseguir, ponemos normas para tener a todo el mundo controlado y no le damos libertad alguna para crear, para que descubra y desarrolle su talento, su deseo…Hablamos de avance y mientras tanto ponemos piedras en el camino para que no lo hagan.

¿Y qué hacemos? ¿Quejarnos de que la culpa de todo la tienen los demás? ¿De tirar la toalla por nuestra soledad y acostumbrarnos a lo que nos dan?.

Muchos años me quejaba que no avanzaba por culpa de los demás. Cuando aprendí que «el principio del comienzo» empieza por uno mismo, las cosas cambiaron. Mi mundo cambió cuando empecé a cambiar yo.

Los demás que hagan lo que quieran, los demás que se tiren los pelos o lo que sea…si yo estoy mal, ¿POR QUÉ LO ESTOY?

Y tú lo sabes mejor que cualquier otro. O al menos lo intuyes. Pero lo que ocurre que nos da miedo hablar, nos da miedo expresarnos. Y no es que no sepas expresar lo que te pasa, sino que te da vergüenza decirlo no vayan a tildarte de loco o vete a saber qué . Cuando sabes qué te pasa, una palabra puede describirlo todo perfectamente. No hace falta la expreses, puedes escribirla, pintarla o hacer un grafiti.. El medio es el que mejor te sientas tú pero EXPRESA

Durante el día cotorreamos, no hablamos.

Invertimos el día hablamos de mierdas, de cosas sin importancia. ¿Y lo importante? Nos lo callamos, por miedo. ¿Miedo a qué? Es lo que sientes, es lo que quieres decir, es la ayuda que sabes que necesitas. ¿A qué tienes miedo? ¿Al que puedan decir que eres vulnerable y se rían porqué llora? Esa gente no te ha merecido ahora y nunca.

Cuando expresamos lo que sentimos, nos damos cuenta que no estamos solos como nos imaginábamos., sino más acompañados de lo que nos creíamos. Lo que pasa es que el miedo, nos hace creer cosas que no son así.

Podemos echar la culpa a la sociedad, que no nos enseñan a gestionar nuestras emociones, que ciertas generaciones no saben expresar sus emociones y así han criado a sus hijos, que en casa no se habla de debilidades… Te lo vuelvo a repetir… busca

A pesar de estar cada día más «rodeados» de gente, cada día estamos más solos. Es una frase que se oye habitualmente. Y estoy de acuerdo con ella, cada día tenemos más oportunidades de relacionarnos con gente pero cada día nos sentimos más solos. ¿Y todo por qué? PORQUÉ TENEMOS MIEDO A HABLAR CON EL CORAZÓN.

Nos han enseñado a hablar con la razón, a hablar en función de las expectativas que tienen sobre nosotros en el presente o en el futuro, dejando al corazón de lado. Y por eso nos encerramos más y más en nosotros mismos, porqué la razón no sabe gestionar lo que nos pasa. Ahí es cuando debes poner en marcha tu corazón, es el que rompe las barreras de tu aislamiento

Desde luego que no estoy diciendo que con eso ya está todo hecho. Yo fui dos años a un psicólogo y lo recomiendo a todo el mundo. Lo que te estoy diciendo es que:

¿Qué ocurriría si escucháramos antes a nuestro corazón y no nos dejáramos guiar tanto por la razón?

¿Qué ocurriría si hablásemos desde el corazón y no con una mascara llamada razón?

Quizá la razón no sabe gestionar cosas en las que el corazón es experto.

¿Por qué la soledad? Porqué llevamos tiempo sin escucharnos a nosotros y escuchando más a los demás.

El mejor «ansiolítico» siempre es la Verdad.

Photo by JESHOOTS.com on Pexels.com

¿Cuándo nos daremos cuenta que la mejor pastilla siempre es la verdad?

Recientemente decían los medios de de comunicación, que España era el país a nivel mundial que más ansiolíticos tomaba sus habitantes.

Y partamos desde aquí , que hay mucha gente que por problemas de salud mental, los necesita. Desde aquí todo mi apoyo y respeto.

Pero, ¿Y los demás? ¿Todas aquellas personas que los usan como placebo ante sus insalvables problemas, como así los llaman ellos?

Problemas surgidos a través de la relación de pareja, relacion con amigos o con el trabajo.

Pero eso si, el día de San Valentín bien ponemos fotos del amor y al dia siguiente, «medicados con placebos» porque no queremos ver la realidad de lo que realmente nos pasa. Pero eso si, viva el amor, viva nuestra pareja pero ¿el amor por nosotros? bien, gracias.

No hay día que alguien de mi alrededor o conversaciones de alrededor, diga que se toma una «pastillita» para levantarse de la cama o seguir el día.

¿Qué estamos haciendo?

«Durmiendonos» para no querer afrontar lo que realmente nos pasa.

Desde luego que la vida no es tan fácil como resumirla en «no tomes ansiolíticos y ya está». Pero tampoco todo se va a solucionar a base de pastillas.

¿Qué las pastillas te pueden ayudar a seguir adelante, a un empujoncito? Desde luego. Pero siempre como una «vitamina», siempre sabiendo el porqué de todo.

Si a eso le añadimos, La «moda» del desarrollo personal así como muchas otras «modas» en el mundo empresarial a parte de querernos sacar el dinero, tienen otro fin, que parezcamos idiotas. Tenemos todo el pack completo para tener una sociedad dormida.

Y cada día creo más, seré un poco naif, que somos más inteligentes de lo que creemos y nos hacen creer.

Si de pequeños nos quejábamos de las normas de nuestros padres, a día de hoy con el desarrollo personal, hacemos lo contrario, las seguimos al pie de la letra. Seguimos los pasos del libro de moda, gritamos cuando vemos al gurú de turno, ponemos en nuestro Linkedin como título de nuestro trabajo cosas en ingles para parecer que somos alguien que realmente no somos y esperamos ansiosos que nos de la «lección del día» para alcanzar nuestra felicidad «eterna».

¿Pero es que realmente no sabemos lo que nos pasa? ¿Realmente no sabemos lo que queremos decir de verdad pero no nos atrevemos a expresar? ¿De verdad?

Se que al instante alguien estará pensando una frase que empieza: «Si , pero es que..»

Ponemos como excusas el trabajo, la familia, el qué dirán, el qué van a pensar… Y mientras tanto, seguimos «metiéndonos» pastillas para olvidar. Y luego pasa lo que pasa, que vienen los sustos u otras acciones que nunca nos hubiéramos imaginado poder hacer.

Nosotros los primeros en saber, sentir si estamos bien o no. ¿Por qué damos la potestad a otros de decidir lo que nos pasa y qué soluciones debemos tomar? ¿Por qué sabiendo lo que nos pasa, nos tomamos «pastillas» para olvidar? Pero luego eso si, somos desdichados, unos fracasados.

Lo que ocurre que tenemos miedo a expresar la verdad, a ser dueños de nuestra vida ( eso que tanto reclamábamos en estos momentos de originalidad, autenticidad y demás…) y preferimos seguir siendo uno más aunque estemos «reventados» por dentro

Cuando decimos LA VERDAD, lo primero que sentimos es un fuerte alivio y luego ganas, ilusión, optimismo por el futuro que tenemos por delante. Se despejan las dudas, los miedos se van a tomar por saco y la sonrisa vuelve a aparecer en nuestra vida. Lo vemos todos los días en medios de comunicación en personas que hablan de lo que sienten, del alivio que viven tras haberlo contado, de las conferencias que vemos con lagrimas en los ojos sobre situaciones así…y nosotros mientras tanto, sabiendo qué nos pasa pero ni por todo el «oro del mundo» lo diremos.

Vemos en medios de comunicación con asombro como una persona ha tenido el valor de decir su verdad, como ha pasado recientemente. Eso demuestra una cosa, ¿CUÁNTAS COSAS OCULTAMOS DE NUESTRA VERDAD POR MIEDO AL QUÉ DIRÁN?

Excepto para algún dolor de cabeza/resaca, con el paso del tiempo he aprendido una cosa:

EL MEJOR ANSIOLITICO SIEMPRE HA SIDO LA VERDAD.

Una conversación con la pereza.

Photo by Pixabay on Pexels.com

Querida Pereza:

Son años ya los que nos hemos ido encontrando.

Encuentros en los que alguna vez me has ganado la partida y he ido dilatando lo que tenía que hacer. Pero otras he sido yo quien he hecho oídos sordos a tus comentarios y he seguido adelante.

Tengo que reconocer, que en algunas ocasiones tenías razón, tenía que haberme quedado en el sofa y haberme olvidado de todo. Pero ¿sabes qué? Que aun no habiendo conseguido lo que yo esperaba, viví mucho más que si no hubiera hecho nada.

Querida pereza, siempre me has enseñado mucho más de lo que te podrías imaginar, aunque parezca en estos momentos, que sino estás siempre ocupado, produciendo ( a pesar de que no des resultados esperados o deseados), es que eres un vago.

Querida pereza, muchas veces me has salvado de muchos cosas que no me imaginaba. De decepciones con el paso del tiempo, de acontecimientos que no hubiera sabido como gestionar y de mentiras que no quería ver y que acabaron saliendo a la luz.

Y todo porqué tenia, no se porqué, de hacer lo que en ese momento tocaba hacer. Pero no tenía ganas , había algo que me decía que no lo hiciera.

Pero también tengo que decirte, que por MIEDO y no por otra cosa, he perdido muchas cosas en la vida.

Oportunidades que quería decir SI, experiencias que sé que hubieran sido únicas o quizá no hubiera pasado nada de eso. .Pero lo que si tengo que reconocer, que no hay que echarte la culpa, sino que era miedo lo que tenía.

Nos parapetamos en ti, cuando algo no queremos hacer. Pero además, no queremos decir que no queremos hacerlo.

Ponemos como excusas que no queremos decir esto, que no queremos hacer lo otro o no queremos aguantar de nuevo a esa persona que solamente nos quieres por interés. Y decimos que tenemos pereza, cuando en realidad no nos queremos enfrentar a la realidad. a lo que queremos hacer pero nos da miedo hacerlo.

Así que lo siento si usamos tu nombre en vano, tú no tienes la culpa.

Pero como también he dicho, de una manera u otra, nos has «avisado» cuando no era el momento o la situación para hacer algo o decir algo. Has entrado en nosotros, cuando teníamos ilusión, ganas de lanzarnos de cabeza a ese proyecto o persona que nos tenía locos. Pero de repente, nos entró la pereza, no queríamos dar un paso más allá. ¿Por qué? Porqué tu entrada quería avisarnos de una manera u otra, que no lo hiciéramos, que las consecuencias serían peor que las acciones. Terminando días después diciendo algo así: » Que bien que no di el paso adelante».

Quería escribirte esta carta y decirte que gracias.

Gracias por tu ayuda en algunos momentos, por salvarme el culo en otros y en definitiva por todo, porqué siempre de una manera u otra, nos estás ayudando.

Si, porqué nos estás diciendo en definitiva que tenemos miedo a hacer y ser nosotros mismos cuando estamos en un precipicio el cual tenemos que tomar una decisión. Y nos ayuda a darnos cuenta que tenemos miedo y que por eso, a veces optamos por no dar un paso adelante. Te ponemos como excusa, pero en definitiva tenemos miedo a ser, a mostrarnos como somos. Y todo ¿Por qué? Porqué preferimos la frustración y la rabia mientras seguimos siendo como los demás, que la paz y la felicidad por ser como somos en realidad.

GRACIAS.

El mundo avanza gracias a los «DIFERENTES»

Photo by Daniel Reche on Pexels.com

Aunque muchas veces pienso el mundo no avanza, sino más bien va en retroceso, cada día tengo más claro que el mundo es y será de los diferentes.

Y no hablo por diferente a aquellos que repiten como una cacatúa que son diferentes, ni tampoco aquellos que hacen un papel encima de un escenario para que todos digan que es diferente porqué hace algo fuera de lo normal o que otros no se atreverían a hacer.

Esos no son diferentes, son puro humo.

Hablo de las personas que saben que:

.- las cosas se pueden hacer de forma diferente. Y no siguiendo los patrones de siempre.

.- no quieren relaciones como los demás tienen. Las basan en la verdad, transparencia y lealtad.

.- quieren trabajar en algo que les haga feliz, que se sientan que sus ideas son tenidas en cuenta, que lo que hacen tiene un propósito y no se queda en saco roto.

.- quieren sentirse en paz con ellos mismos, yéndose a dormir sabiendo que han hecho lo que querían hacer, dando su talento a los demás.

.- no quieren poder, sino quietud.

.- no quieren fama, sino desarrollar su creatividad.

.- no creen en las fórmulas del éxito, la felicidad o la influencia, sino en la originalidad, el talento y la paciencia.

¿Pero qué ocurre?

Que observan como otros alcanzan la cima más rápido que ellos con manipulación o mentiras.

Que sigue habiendo relaciones basadas en la mentira y el intereses. Que la gente no quiere se le diga la verdad pero eso sí , te llaman amigos cuando les interesa.

Que el bien común no existe y si el beneficio propio.

Que el talento, del que tanto se habla y que tanto se requiere, brilla por su ausencia, siendo el gran poder lo que se anhela.

Que la felicidad se basa en la codicia y no en la actitud.

Que las oportunidades no están para el mejor preparado sino para el que más contactos tiene.

Que el esfuerzo pocas veces se recompensa y el «enchufismo» siempre.

Son personas no negativas, sino que desde su sensibilidad ven la realidad no desde las apariencias, sino desde la realidad cruda y dura.

¿Qué ocurre en esos momentos?

Muchos entran en barrena emocional. Depresión, dudas, ilusiones evaporadas y no depjan de preguntarse:

¿QUÉ HAGO CON MI VIDA? ¿SIGO CON MIS SUEÑOS O TIRO LA TOALLA?

Unos tirarán la tolla, perdiéndonos todos su talento que lo diferenciará de la mediocridad.

Mientras otros, a pesar de lo que digan unos y piensen otros, seguirán adelante aun con más convicción, con más ímpetu hacia lo que creen, por lo que siempre lucharan y han luchado.

Estas personas son las que transforman el mundo, los que creen y crean en lo que sienten a pesar de las normas y de las posibles vergüenzas.

Puedes ponerle el nombre que quieras, no hace falta leerte el libro de alguien para que los relaciones o abras los medios de comunicación, hay gente a tu alrededor, que han roto las normas, las expectativas y han acabado alcanzando en lo que creían con esfuerzo, constancia, CONSISTENCIA y fe.

Ellos son los que cambian el mundo pero mientras tanto ¿Qué hacemos?

DENOSTARLOS.

Son diferentes, raros, especiales, los rechazamos, no siguen las modas, no siguen las tendencias… Cuando pensamos que por seguir modas, nosotros seremos considerados como diferentes al igual que los 40.000 de personas que también hacen lo mismo que nosotros.

El mundo avanzará siempre gracias a los diferentes. A los que hacen oídos sordos a la rutina, a los que ven entre la mediocridad una rendija para sacar su talento y ofrecerlo al bien común, a los que se van a dormir con la conciencia tranquila porqué han dado lo que sabían que podían dar y más.

Ellos no quieren oportunidades, por ellos mismos se bastan.

Solo piden una cosa, no entorpecer su trabajo, su creatividad. ¿Tanto cuesta?

¿Por qué tener miedo?…sí nos vamos a morir TODOS

Photo by Pixabay on Pexels.com

Cada día me recuerdo que me voy a morir.

Tranquilos haters, de momento aún no tengo la fecha concreta, pero sé que así va a ser.

Pero tú también que estás leyendo este artículo, todos nos vamos a morir.

Y ¿Por qué me lo recuerdo todos los días?

Porqué sino lo hiciera acabaría posponiendo las decisiones que debo tomar, las cosas que debo decir o los NOES que debo exponer.

Nos pasamos la vida posponiendo la vida. Pensando que ya tendremos la oportunidad de hacer lo que realmente queremos. De que habrá más trenes que pasen por nuestra vida y a los que nos podremos subir, porqué ahora , en este momento, CREEMOS QUE NO PODEMOS.

Son puras excusas creadas por el miedo.

El mayor problema del ser humano es que nos tenemos miedo a nosotros mismos.

Queremos ilusionarnos con nuevos proyectos, queremos motivarnos con nuevas ideas, queremos descubrir de lo que somos capaces y de lo que estamos hechos…. Queremos muchas cosas, sin embargo a la hora de la verdad, tenemos miedo.

Tenemos miedo a cagarla. a no saber por dónde empezar, a que se rían de nosotros, a no demostrar todo lo que sabemos que llevamos dentro,…

Miedos que se pueden resumir en una sola palabra:

NOS TENEMOS MIEDO A NOSOTROS MISMOS.

¿Y qué hacemos cuando tenemos miedo?

Imaginarnos qué ocurriría, en plan negativo, si lo consiguiéramos aquello que nos está haciendo tanta ilusión.

En vez de imaginar, fantasear qué ocurriría si todo fuera bien y consiguiéramos lo que nos hemos propuesto, nos centramos en lo negativo.

Y no estoy diciendo que hay que ser un «Happy Flower», sino lo que estoy diciendo que somos NOSOTROS MISMOS, quienes somos los primeros en «pisotearnos» a nosotros mismos. Y luego claro está , si le sumas que le pides opinión a todos a ver qué harían, con el único objetivo de recabar ideas que refuercen que «es imposible» conseguir lo que te habías propuesto…Pues tienes todas las papeletas para que en menos de 5 minutos después de creer que será imposible hacer lo que sueñas hacer, para creer que será imposible.

Posponemos la vida porqué tenemos miedo a la vida.

Tenemos miedo a lo que no podemos controlar, a lo que no sabemos qué ocurrirá, nos imaginamos lo que pueden decir los demás cuando nos salimos de lo esperado, de lo establecido… Tenemos miedo al miedo. Y lo único que estamos haciendo es jodernos a nosotros los primeros y luego a los demás porqué serán los que nos aguantarán nuestra envidia y frustración.

Desde luego que me puedo confundir pero NO EXISTE OTRO TREN ESPERÁNDOTE.

Mi experiencia me ha dicho que cuando una oportunidad se te presenta, tienes que decirle SI o NO en ese momento. Jamás te piense que si es para ti, vendrá para ti cuando estés preparado, PORQUÉ NUNCA LO ESTAMOS Nunca estamos preparados para el amor, nunca estamos preparados para el trabajo de nuestros sueños, nunca estamos preparados para nada porqué creemos que no lo estamos por muchos master que tengamos, muchas experiencias que hayamos tenido o muchos de los que tú quieras.

NUNCA ESTAMOS PREPARADOS PARA SER NOSOTROS MISMOS y cuando menos te lo esperes, te habrás muerto.

En otras épocas a quién se arriesgaba, como mucho le podrían cortar la cabeza como hereje. ¿A día de hoy? Hay hasta una ley que se llama de Segundas Oportunidades. Por lo tanto, ¿Qué excusas hay?

Como mucho puedes recibir un NO, un CASI QUE NO, que pospongan tu propuesta para dentro de unos menos y no cuando tú quieras o que tu idea se desvanezca al darte cuenta que había en realidad detrás de ella. ¿Lo demás? Pajas mentales que te has montado tú. Pero además ganarás otra cosa más, EXPERIENCIA.

Te darás cuenta que hay detrás del miedo, sabrás que el miedo muchas veces es más pequeño de lo que tú te imaginas y en definitiva que tú eres más grande que el que eras ayer.

Nos vamos a morir todos así que¿ por qué tenernos miedo a nosotros mismos?

¡Qué jodido es insistir y no desistir!

Photo by Humphrey Muleba on Pexels.com

¡Qué jodido es insistir y nunca desistir!.

Leemos libros de desarrollo personal en el que nos cuentan historias de superación increíbles. Vemos conferencias en las que el conferenciante nos dice que ha conseguido cosas increíbles a pesar de sus circunstancias. Y nos llenamos los ojos de lágrimas con las películas del sábado por la tarde en la que nos enseñan que el poder del esfuerzo nos lleva incluso a tener pareja cuando tú no has querido tenerla.

¿Qué bonito todo, verdad?

Estas cosas nos hacen lanzarnos a nuestros sueños. Por fin vamos a alcanzar el sueño de tener nuestro primer libro (aunque sea una copia de los libros que en ese momento está haciendo todo el mundo), por fin vamos a abrir nuestro pequeño restaurante pero con sueños de grandeza de alcanzar las 3 estrellas Michelin ( no se trata de ser como los demás, sino como tú sueñas ser…), por fin vamos a ir a Madrid, a tener la vida de actor que hemos soñado ( no se trata de las consecuencias, se trata del camino )…. Por fin vamos a dar un paso adelante para encontrarnos con lo que siempre hemos soñado. Y todo porqué hemos leído, escuchado y visto historias que resumidas en una hora o 45 minutos nos han dicho como ha sido el proceso hasta conseguirlo.

¿Empezamos?

Empezamos ese mismo día que el «chute» ha entrado por fin en nuestras vidas. Solo pensamos en la meta, solo pensamos en cómo vamos a disfrutar del éxito y no en la meta.

¿Qué ocurre?

Que cuando nos caemos al primer inconveniente, lo mandamos todo a tomar por culo. Nos quejamos de todo y todos pero eso si, nunca tendremos nosotros ninguna parte de responsabilidad. Siempre son los demás los responsables de nuestra desdicha.

Volverán a la rutina, volverán a los hábitos que conocían, a hacer lo que hacian antes y a cagarse en la vida de mierda que tendrán el resto de su vida. Pero ellos nunca tendrán parte de responsabilidad.

En fin….

Lo que pasa es que no es bonito para redes sociales insistir y no desistir.

¿Cómo son estas personas?

CREEN EN LO QUE ESTÁN HACIENDO.

Si no crees en lo que quieres conseguir, a la primera de cambio, lo mandarás todo a la mierda. Y no siento si te duele lo que te digo, pero es la verdad. Todos lo que tiran la toalla a la primera, se les ha ido por la boca su fuerza y lo peor de todo, creían más en la meta que en el camino. Quien cree en el camino y no solo en la meta, luchará por lo que siente y quiere, SIEMPRE. Y lo mejor de todo, lo hará porqué así lo siente, PORQUÉ ES EN LO QUE CREE Y CREERÁ SIEMPRE, NO PORQUÉ SEA UNA MODA DE ESE MOMENTO.

CUANDO CREES EN LO QUE HACES, LA CREATIVIDAD Y LA CURIOSIDAD VIENE A TU ENCUENTRO.

Cuando no crees en lo que estás haciendo porqué es la moda de ese momento, no hay creatividad en tu vida. Estás siguiendo un método, un proceso, unos tips y esperas conseguir los mismos resultados que el «mentor» de turno que te ha dicho como lo hizo él. Simple y llanamente eso, nada más. Solo estás repitiendo, no estás poniendo una idea de tu parte, no te estás preguntado si las cosas se podrían hacer de otra manera, no estás dudando si es el camino que tú necesitas,…. NO ESTÁS HACIENDO NADA, pero aun así crees que serás una persona diferente cuando en realidad estás siendo uno más.

EL ESFUERO, LA CONFIANZA Y LA FE SON TUS COMPAÑEROS.

Cuando luchas por avanzar a través de lo que sientes, el esfuerzo te acompañara. Algo que en estos momentos no está bien visto. Esfuerzo por lo que quieres, esfuerzo por descubrir qué es lo que importa y que no durante el proceso, esfuerzo por investigar, por ir más allá de lo que han ido los demás…

Confiar en la confianza es lo más duro. Porqué nuestro ego también entra en acción. Quiere conseguir lo antes posible esa recompensa y echarse a dormir, a vivir de las rentas. Y los verdaderas cambios no se consiguen de la noche a la mañana, se consiguen con tiempo y a veces, nunca llegaremos a conseguir lo que nos habíamos propuesto al 100% pero siempre habremos aprendido más que si no lo hubiéramos intentado.

Confiar es lo más duro porque durante el camino habrá muchos impedimentos que te harán dudar. Verás gente a tu alrededor que te superarán por la izquierda riéndose de ti porqué estás tardando más, verás injusticias y te preguntarás ¿QUÉ COÑO ESTOY HACIENDO CON MI VIDA QUE ESTE SUBRNOMAL ESTÁ MEJOR QUE YO? Te harás muchas preguntas porque sobre todo te dirá tu EGO: «Coge el atajo y déjate de tonterías, sigue lo que hacen los demás que parece que no les va mal». Te aseguro que lo pensarás pero la experiencia me dice que esas personas con el tiempo, los irás viendo tú pasar por tu derecha por tu avance.

Las modas pasan pero la autenticidad siempre perdura.

A insistir y no desistir nunca nos han enseñado. Solo a seguir las normas, a amar los procedimientos que nos llevarán a un resultado previsto y a otra cosa. ¿Pero a seguir tu intuición, a luchar por lo que quieres a pesar de las circunstancias, confiar en ti y saber que será un camino largo, duro y en muchos momentos, de soledad? Eso no, preferimos seguir a la mayoría pero en la soledad de la noche preguntarnos qué hubiera pasado si lo hubiéramos intentado.

Hablamos de felicidad, hablamos de creatividad, de innovación y la necesidad de desarrollo…. Perfecto, sabemos que tenemos que avanzar si no nos queremos enquistar y repetir errores. Pero ¿Qué ocurriría si insistiéramos y no desistiéramos en lo que cada uno tiene por felicidad o por lo que sueña y dejáramos de restar el valor añadido que cada uno de nosotros? ¿Y si les diéramos todas las condiciones posibles para insistir en sus sueños y no, a la primera de cambio, querérselos robar?

Seguramente:

.- Seriamos más empáticos con los demás

.- Respetaríamos más a las personas e impulsaríamos la diversidad.

.- Sería una sociedad más rica y con una inteligencia emocional mucho más fuerte ante los imprevistos.

.- Recompensaríamos el esfuerzo, la originalidad, la creatividad.

Pero sobre todo seriamos una sociedad formada por personas que luchan por lo que creen de verdad hasta las últimas consecuencias, porqué saben que hemos venido a ser y desarrollar nuestro ser, no aparentar algo que solo produce frustración e infelicidad.

¡QUÉ JODIDO ES INSISTIR Y NO DESISTIR PERO CUANDO QUIERES ALGO Y CREES EN ELLO… ESO ES TU FELICIDAD!

Un billete de Lotería siempre con los mismos números, eso es ser uno mismo.

Photo by Wendy Wei on Pexels.com

Un billete de Lotería con los mismos números, eso es la vida cuando encuentras lo que te apasiona.

Eso pensaba cuando echaba la lotería de mi madre. Siempre ha jugado con los mismos números, los días de nuestros cumpleaños y en la otra casilla los ha ido cambiando en función de los años que teníamos.

Desde que tengo uso de razón, siempre ha jugado así. Y aunque muchos pensareis que es una obsesión y no te estás abriendo a nuevas posibilidades, es la mayor muestra de pasión por lo que siente uno.

Vivimos en una sociedad de modas. Y si echamos la vista atrás, ¿Cuántas modas hemos seguido? Y lo peor de todo, creíamos que éramos diferentes aun 4000 personas hacían lo mismo que nosotros.

Hemos sido groupie de un grupo de música, nos hemos comprado siempre ropa de la misma marca, hemos estado hasta el amanecer en el local de «moda» y hemos ido a las conferencias del «gurú» de turno. Si echas la vista atrás, seguro que recuerdas alguna moda que has seguido con un afán y pasión que te hará sonreír.

¿Y por qué sonreirás? Porqué pensarás que tonto eras, que crio, que mentalidad tenías…para seguir una moda como aquella. ¿Y ahora qué sigues? ¿La mediocridad? ¿Lo mismo que los demás? ¿Tienes los mismos prejuicios que todos? Si también estás siguiendo una moda, la de la mediocridad, la de la igualdad, la de ser uno más…

¿Qué es la vida?

Apostar contra ella con los mismos números en todo sorteo.

¿Qué quiere decir?

Que esos números son tus pasiones, son tu creatividad, son tus talentos conocidos y desconocidos, son tus ganas de mejorar, de aprender, de ir más allá… En definitiva, es apostar contra la mayoría a que lo diferente triunfará.

Unos dirán que es apostar con la transgresión, con lo radical, ser un payaso en un mundo de normas o en resumidas cuentas, ser un loco que no quiere ver que hay que hacer lo que hay que hacer.

Y claro que sabe lo que hay que hacer, VIVIR LA VIDA SIENDO UNO MISMO.

Seguro que pensaréis que muchas veces no se gana en un mundo de presiones, prejuicios, miedos y vergüenzas siendo uno mismo…pero yo creo que el que apuesta siempre por los números en los que cree desde un principio ya ha ganado.

Quizá no ha ganado en un principio con una marca personal diferente.

Quizá le cueste que la gente lo entienda con las ideas diferentes que tiene respecto a los demás.

Quizá la presión de los demás le haga dudar y le cueste un poco más….

Pero si realmente cree en los números con los que quiere apostar, desde un principio conseguirá triunfar.

¿Por qué?

.- Serás tú mismo y no necesitarás ninguna mascara más para poder avanzar. Bueno, con mascarás no avanzas, aunque lo creas.

.- Dormirás mejor, porque todo lo que has hecho durante el día es lo que tú sabías que tenías hacer.

.- No te meterás en peleas y conversaciones que sabes que saldrías perdiendo.

.- Desarrollaras tu creatividad y tu curiosidad, porqué siempre querrás hacer más grandes tus ideas.

.- Sabrás que el éxito ya es ser uno mismo. No compras seguidores en Instagram o no dudas de lo que digan los demás aunque te haga daño. Sabes que el éxito es irte a dormir haciendo y sabiendo quién eres y que has hecho lo que tenías que haces.

Son algunos de los casos que determinarán que estás triunfando.

Quizá no salgas en los telediarios ( para lo que hay que ver, casi que mejor ), o en el Marca o te llamen para el evento internacional que siempre has querido asistir, pero lucharás cada día por ser mejor y quizá no consigas esas metas porqué a lo mejor consigas otras mejores y que te hagan más felices que esas que anhelabas.

¿Y todo por qué? Por qué no has dejado de luchar por ti, de intentar ser mejor persona, mejor profesional, siempre apostando por los números con los que querías apostar en la vida.

Y no estoy diciendo que apostar por unos mismos números digas que no hay que ser flexibles. Claro que lo son, mucho más flexibles de lo que nos podemos imaginar. Pero no quiere decir flexible que cambies los números, sino que saben la realidad, que un NO es una muestra que hay que hacer las cosas de otra manera, que hay que estudiar más, que hay que tener paciencia y que siempre hay que hacer las cosas de mejor manera que la última vez… ¿Y eso no es flexibilidad?

Al igual que todos tenemos unos números para jugar la Lotería de Navidad, tengamos todos nuestros propios números para jugar el juego de la vida. Esas son las personas que siempre triunfan, los que apuestan y creen en lo que hacen.

¿Y tú qué números llevas para jugar?

Y tú ¿Qué quieres, quillo?

Photo by u0410u043bu0435u043au0441u0430u043du0434u0440 u041fu0440u043eu043au043eu0444u044cu0435u0432 on Pexels.com

Y tú, ¿Qué quieres, quillo?

Está pregunta se hace todos los días cuando sale a «cazar» amaneceres el chef Ángel León con su barca.

Una pregunta que me hizo cuestionarme muchas cosas:

.- ¿Cuándo nos preguntamos lo que queremos?

.- ¿Creemos saber lo que queremos?

.- Lo que decimos que queremos ¿Es realmente lo que queremos nosotros? o ¿Es lo que quieren los demás para nosotros?

Descubrir lo que queremos realmente, ¿Es pensar que hemos perdido el tiempo hasta esa fecha? o ¿Cuántas oportunidades vamos a tener por delante?

Una pregunta que Ángel León se hace todos los días y que creo que TODOS nos la deberíamos hacer.

¿Por qué?

.- Vamos por la vida como «pollo sin cabeza».

Creemos que estamos viviendo si hacemos lo que nos dicen los demás, si tenemos miedo porque lo dicen los medios de comunicación, si subimos la misma publicación a nuestra redes porqué es lo que está de moda…. Pero luego cuando llegamos a la cama nos preguntamos ¿Cuál es la razón por la que estoy llorando? Porqué en la unión con la oscuridad, es tu subconsciente el que te está diciendo que no estás siendo coherente contigo mismo, que no estás haciendo lo que realmente deberías estar haciendo.

Vamos por la vida sin querer parar ni pensar, pero es la vida misma quien nos hará parar y pensar para preguntarnos: «Y tú, ¿Qué quieres, quillo?

No queremos parar porqué sabremos que nos daremos cuenta que hemos tomado decisiones que en realidad no queríamos tomar pero por presiones o cualquier otra cosa, acabamos haciendo…

No queremos parar porqué nos encontraremos con nosotros mismos y eso da mucho más vértigo que encontrarte con Elsa Pataky en un pasillo o tu actor de moda.

No queremos parar porqué sabremos que tomar decisiones por y para nuestra felicidad. Y lo que más miedo nos da es «salirnos del rebaño», que piensen que estamos locos, que nos ha pasado algo, cuando en realidad hemos tomado la decisión que todos quieren tomar, EMPEZAR A SER FELICES, A SENTIRNOS EN PAZ CON UNO MISMO.

No queremos parar porqué pensamos que si el objetivo que nos hemos marcado realmente no nos interesa y que realmente lo que nos interesa es otra cosa, pensaremos que hemos perdido el tiempo, qué no sabemos cómo focalizarnos y alcanzar otros retos que SI nos MOTIVAN MUCHO MÁS.

Nos han enseñado desde pequeño que hacerse preguntas es de niños raritos, «tocapelotas»…cuando en realidad es de personas despiertas, creativas y siempre quieren desarrollarse, avanzar.

¿Qué significa preguntarse todos los días «Y tú ¿Qué quieres, quillo?

.- Flexibilidad.

Porqué la vida no es 1+1=2. Así nos han enseñado, que la vida es un proceso y que si te sales de él, serás un bicho raro. Cuando te preguntas qué quieres, te das cuenta, que hay mucha vida, más allá de las normas y prejuicios establecidos, convirtiendo en más flexible ante los envites de la misma.

.- Aprendizaje continuo

No paras de aprender, ya que todos los días descubres cosas nuevas que quieres saber y con ellos averiguas cuál es el camino a seguir, qué herramientas debes conocer o qué personas debes contactar. Toda persona que deja de preguntarse y aprender es una persona «muerta»…¿Y eso es lo que quieres?

.- Foco en lo Importante

Cuando nos preguntamos ¿Qué queremos? y averiguamos la respuesta, nos estamos enfocando en lo que es importante para nosotros, en lo que realmente nos importa. ¿Y lo demás? No centramos nuestras energías en algo que no nos alienta y que no nos dará los resultados que queremos.

.- Sabemos decir NO.

Y cuando sabemos lo que queremos y nos enfocamos en ello, aprendemos a decir NO. Nos pasamos la vida diciendo Si a todo cuando en realidad muchas cosas pasamos de ellas por qué no nos interesan o lo que sea, pero las hacemos porqué pensamos que los demás se enfadarán con nosotros, nos excluirán si no vamos o vete a saber cualquier excusa. Cuando decimos NO estamos atesoran más energía para lo que SI queremos hacer.

.- Coherencia

Cuando sabes lo que quieres y vas a por ello, estás siendo coherente contigo mismo. En un mundo que busca la felicidad de forma desesperada, la coherencia es el método más rápido y simple para alcanzarla.

.- Talento

Descubres qué te gusta, qué tienes que hacer para ir a por ello, desarrollas tu curiosidad, tu intuición… En definitiva, estás continuamente desarrollando tus talentos y descubriendo otros nuevos.

.- Creatividad

No puedes desarrollar tu creatividad si realmente no sabes hacia dónde enfocarla, hacia dónde dará mejores resultados. Nos piden ser creativos pero no sabemos ni que rumbo tomar en la vida. Antes de nada pregúntate que es lo que quieres y ahí es cuando empezarás a desarrollar tu creatividad, eso que te distingue de los demás.

No te aseguro que será la mejor tila que te hayas tomado , pero preguntarte todos los días «Y tú ¿Qué quieres, quillo? te aseguro que te hará dormir mucho mejor todas las noches a partir de entonces, porqué te irás a dormir siendo tú mismo y no siendo uno más.

Creemos que todos son tontos menos nosotros…

Photo by Olya Kobruseva on Pexels.com

Seamos sinceros:

¿Cuántos de nosotros se cree más inteligente que la mayoría?

Seguramente que todos, buenos excepto alguno que tenga un Ego más grande que el Santiago Bernabéu, dirán que no, que no se consideran más inteligentes que los demás.

En este tipo de preguntas sale la falsa humildad. Esa humildad que utilizamos para que no nos detecten la verdad, que SI que nos creemos más listos que los demás.

Esa falsa humildad tapa cosas como:

.- Creemos que la gente se creerá las excusas que ponemos para no aceptar que nos hemos confundido o no aceptar que no nos apetecía hacer algo.

.- Se creerán las ofertas que les hagamos vendiendo las virtudes de la misma, pero no le dejaremos que haga preguntas y se dé cuenta que quizá es «gato por liebre».

.- Publicando en redes sociales todo lo que hacemos cuando en realidad de lo dicho al hecho, va mucho trecho y no tenemos ninguna propuesta encima de la mesa.

.-Que se creerán lo que les digamos porqué creemos que siempre se han creído todo lo que les hemos dicho. Es decir, hemos subestimado siempre a todas las personas con las que hemos tenido relación por nuestro ego.

.- Que la gente nos quiere por lo que mostramos y conseguimos. Cuando en realidad cree que somos lo que no somos en realidad porqué lo que realmente hemos hecho es comprar seguidores en redes sociales.

.- Que porqué estamos haciendo lo que está de «moda», somos más que los demás. Pero nos dicen que tenemos que ser humildes cuando en realidad lo único que queremos es darle en los «morros» a los demás.

Cada día que me encuentro más con la pregunta:

¿Se creerá que soy imbécil o qué?

Nos encontramos con esta pregunta cuando nos encontramos con personas que:

.- Se creen el papel que están haciendo

.- Se creen que los demás no se van a dar cuenta

.- Creen que así pueden dominar a los demás y llevarlos a dónde quieran.

.- Creen que los demás en el fondo, son unos pobres infelices que se creen todo lo que les dicen. Cuando en realidad, ellos están haciendo lo mismo creyendo que son algo que simplemente es un mero papel de «villano».

¿Qué les ocurre a este tipo de personas?

Se creen que han encontrado «la formula» para que los demás no vean quienes son de verdad y así poderlos manipular. En definitiva, se están mintiendo a ellos mismos.

La gente será «tonta» o se lo hará, pero te aseguro que podrá caer una vez, dos pero a la tercera se dará cuenta del pastel que tiene enfrente de si y sabrá que lo que dices que eres, haces o puedes llegar a conseguir, ES ABSOLUTAMENTE MENTIRA.

Seguimos creyendo que los demás son gilipollas cuando los primeros gilipollas somos nosotros.

Somos nosotros porqué nos estamos creyendo algo que realmente no somos y que a la definitiva, acabará con nosotros.

Desde luego que puedes seguir con el «papel», ya que si no vuelve a caer esa persona, otra seguro que no sabe de qué palo vas, tiene más posibilidad de caer. Pero una vez , los demás no se darán cuentan, podrán hacerse «los tontos» pero el paso del tiempo, les abrirá los ojos…y tu efecto «se terminará».

¿Por qué hacemos lo que hacemos?

Porqué por mucho que hablemos de originalidad, libertad y demás valores que en el fondo los dejamos apartados por el éxito rápido, la manipulación masiva, la felicidad efímera y el dominio de los demás.

Todo porqué NOS DA PEREZA SER NOSOTROS MISMOS, MOSTRARNOS COMO REALMENTE SOMOS…Seres vulnerables que tienen miedo, que les cuesta pedir ayuda y reconocer que se han confundido. Y si encontramos el «método» rápido para ser alguien sin esforzarnos, sin dudar, sin sudar…¿Por qué no aceptarlo?

Vivimos en una sociedad en la que si alguien no piensa como nosotros, sin escucharlo, sin parar a pensar si tiene razón o no, …ya lo despreciamos, ya pensamos que es tonto y que nosotros somos mucho mejor que ellos…Y todo por la defensa a ultranza de nuestras creencias, de nuestro equipo de futbol o de la moda a la que nos hemos «subido», ya que nos dan seguridad de que somos algo, que somos alguien y sobre todo más que los demás.

Lo único que provoca esto es que se habla mucho del bien común, de la necesidad de la creatividad, de la innovación…Y lo único que estamos haciendo es dividirnos y estancarnos como sociedad.

Dejemos de pensar que los demás son imbéciles y escudarnos en títulos de expertos, en número de seguidores en redes sociales o en cursos que has pagado un pastón y no te han dicho nada para «tomar» a los demás por imbéciles que no están a tu nivel.

A lo mejor el gilipollas eres tú porque creerte algo que ni en sueños llegarás a ser.