A ser prudentes no vayamos a lastimar emocionalmente a una persona si decimos lo que pensamos..
A ser prudentes no diciendo nuestras emociones no vayamos a perder la oportunidad de estar con la chica que nos gusta.
A ser prudentes no diciendo lo que pensamos dentro de la empresa no vayan a despedirnos…
A ser prudentes con nosotros mismos… no vayamos a ser felices.
Oir la palabra prudencia, se nos apreta el culo.
Pensamos que algo nos va a pasar, por lo tanto tenemos que ser prudentes, no vayamos a cagarla, no vayamos a liarla.
Y por no liarla o eso creemos o nos han hecho creer, nos hacemos lo que realmente sentimos que querríamos y deberíamos hacer.
Nos pasamos la vida en modo «prudencia» y luego vienen los lamentos.
Lamentos porqué nos dimos cuenta que si hubiéramos quitado el «freno de mano» en nuestra vida personal o profesional, otras cosas hubieran ocurrido o vivido que realmente deseamos.
Cohibimos nuestros deseos.
Nos han hecho creer que desear es de mal cristiano.
Que el deseo es de egoístas, de personas que solo piensan por si mismo dejando de lado a los demás. Pero la experiencia me dice, que cuando más prudente eres, más oportunidades pierdes.
La oportunidad de conocerte, de saber qué puedes hacer, de tu felicidad, de descubrir tus talentos….. La prudencia no es la vacuna contra el fracaso. Es la vacuna contra la originalidad, la excelencia y la creatividad.
La prudencia es el peor virus que uno mismo se puede inocular. ¿Y entonces por qué lo haces?
Porqué tenemos miedo de nosotros mismos. Por prudencia no queremos saber de qué estamos hechos, de qué somos capaces, de nuestra paz o felicidad…
Pero eso si, buscamos la felicidad pero con el «freno de mano» puesto, con prudencia.
Fantaseamos con tener una noche loca con esa amiga que nos tiene locos..
Fantaseamos con tener un trabajo mejor o trabajar en la empresa de nuestros sueños.
Fantaseamos con poder hacer locuras con nuestra pareja en la cama y no el aburrimiento de todos los sábados por la noche.
Todos los días fantaseamos en algún aspecto de nuestra vida que lo único que hacemos en él es aburrirnos.
¿Pero qué hacemos con nuestras fantasías?
Por un lado tenemos aquellas personas que las rechazan sin ni siquiera haberles dado una oportunidad, sin haberse preguntado: ¿Por qué tengo yo esta fantasía? ¿Qué ocurre en ese aspecto de mi vida? ¿Qué me quiere decir esa fantasía sobre mí?…Antes de eso, salen corriendo. No quieren saber la respuesta, no quieren descubrir qué hay detrás de ellas,… En definitiva, les da miedo descubrir quiénes son.
Desde pequeños, tratamos a la fantasía como una locura.
Nos reímos de los niños que fantasean. Cuando nosotros fuimos los primeros en hacerlo.
Fantaseábamos que estábamos en la luna explorándola con nuestros amigos del pueblo cuando en realidad estábamos en la plaza y de fondo se oía a nuestra madre diciéndonos que ya era hora de comer.
Fantaseábamos que un perro era el mayor de los dragones que jamás nos podríamos encontrar pero nosotros éramos los únicos que podríamos salvar al mundo con nuestra fuerza.
Desde pequeños hemos fantaseado pero por nuestra ignorancia, creer que los demás saben más de la vida o yo que me sé , cuando oíamos: «Deja de fantasear, que es un sueño irreal...» empezábamos a matar nuestra fantasía poco a poco.
Y paso a paso, cuando llegábamos al a «madurez» pensábamos que fantasear es algo de niños, de ilusos, de incrédulos de la realidad cuando lo mejor que podemos hacer es seguir las normas, adaptarnos a la realidad y esperar a la jubilación (si llegamos a ella).
Luego están las personas que dicen SI a esa fantasía, a ese sueño. Pero que pensar que muchos de ellos o lo mantienen en silencio o son muy pocas personas quienes lo saben. ¿Por qué? Porqué son personas en las que confían, en las que se sienten ellos mismos y por otro lado, porqué tienen miedo a lo que puedan decir los demás.
Hablamos de creatividad, de innovación de felicidad, de desarrollo, de avanzar…de verbos que implican soñar, fantasear, preguntarnos ¿y por qué no?, pero sin embargo seguimos que fantasear es algo prohibido, dedicado exclusivamente a los niños y a los locos. Nos han hecho creer que fantasear es algo prohibido, cuando es la muestra mayor de coherencia del ser humano.
¿Por qué hay que decir SI a tus fantasías?
PORQUÉ SON UNA MUESTRA DE QUIÉN ERES REALMENTE, DE TI.
No necesitas cursos de 24 horas para ser original ni cosas parecidas, escucha a tus fantasías y ahí estará tu autenticidad.
¿Qué aprenden aquellos que dan un paso adelante en sus fantasías?
.- No están locos, son los más coherentes del mundo. Solo hacen lo que sienten, no lo que deberían sentir según las enseñanzas o miedos de los demás.
.- Viven. Mientras unos se frustran pensando qué pasaría si lo hicieran, otros aprenden, crean, innovan, disfrutan.
.- Desarrollan su creatividad. Preguntan qué tienen que hacer para desarrollarlo, son curiosos, luchan, imaginan…
.- Creen que el único tabo que hay en la vida, es no hacer lo que sientes que tienes que hacer. Lo demás son prejuicios.
.- Saben que toda oportunidad tiene algo que enseñarte. Así que no la desaprovechan.
.- No son locos ni cosas parecidas. Solo quieren ser mejores siempre. ¿Y qué hay de malo en ello?
¿Y tú que haces con tus fantasías?¿Cómo sería el mundo si hiciéramos más caso a nuestras fantasía? ¿Quizá viviríamos más tranquilos todos?
No sé mentir a una persona para llevármela a mi terreno y satisfacer mis intereses.
Lo siento, no se manipular.
No sé decir que tengo una vida de éxito y que me sigue gente de todo el mundo cuando en realidad lo que hago, es comprar seguidores para mis redes sociales.
Lo siento, no se manipular y hacer creer algo que no soy .
Y sé que eso me ha llevado a perder muchas oportunidades, a no alcanzar esa meta que había luchado, o quizá pasar una noche con la persona que me tenía loco…
Sé que he perdido muchas oportunidades en la vida, de las que de algunas en algún momento me doy cabezazos contra la pared. Pero al instante pienso.
¿Qué hubiera pasado si hubiera manipulado para alcanzar una meta antes que los demás?
Seré muy naif pero te digo que no la hubiera disfrutado como he disfrutado otras muchas sin manipular.
Recientemente leía en una entrevista que decía que la Manipulación es la palanca del éxito en esta sociedad. Y estoy totalmente de acuerdo.
Son más de 10 años conversando con gente del desarrollo personal, de la creatividad, de la empresa o del mundo social.. Son más de 10 años y 43 de vida en las que desde el día que me dije que sería yo siempre en todo momento, siempre agradezco esa decisión.
Por el camino he visto caer «grandes monstruos» que solo manipulaban a la gente por ganar un cliente más a sus formaciones o que comprase su libro.. Por el camino he visto personas hacer lo que fuera y más para aparentar algo , que sabían que no eran, para que les llamaran a los mejores eventos… Por el camino he visto a gente mentir con tal de conseguir su objetivo antes que los demás.
Y si, estoy de acuerdo, la manipulación es la palanca del éxito en esta sociedad, en estos momentos. ¡No digo que sea en la totalidad, pero si en una gran mayoría!.
La gente nos da lo que queremos oír y ya nos empezamos a volver locos con eso. Pensamos que es la persona que queremos, la que necesitamos para nuestra felicidad o para nuestra empresa. Ya no pensamos, creemos saber que no nos pegaremos una leche contra el muro como con otra veces… Sabemos a ciencia cierta y pondríamos la mano en el fuego, creyendo que no nos quemaríamos, Y luego salimos ardiendo…
Desde luego que debemos dar a los demás lo que quieren oír, ¿Y lo que no quieren oír? ¿Eso se lo dejamos para el amigo «pullitas»?
Consideramos amigos, gurús y salvadores a toda persona que nos dice lo que queremos oir, desechando de nuestro lado a toda persona que nos dice lo que sabemos pero que no queremos oír, que no queremos hacer caso.
¿Qué ocurre? Por un lado nos están manipulando, para sentirse por encima de nosotros, para que hagamos lo que ellos quieren o satisfagamos sus deseos más íntimos.
Pero por otro lado nos estamos manipulando nosotros. Como lo lees, Porqué la realidad no solo es una parte de la realidad, la que quieres oír, la que mejor te viene, sino también la que no te gustará tanto oír.
Vivimos en una sociedad que si no conseguimos el llamado «éxito», somos unos parias.
El éxito puede ser tener una pareja, un trabajo fijo, una casa e irte todos los años a un lugar paradisiaco y ponerlo en Instagram para darle en los «morros» a tus hermanos y vecinos.
Por ese éxito, hacemos lo que haga falta y más.
Aparentar, mentir, reconducir conversaciones para que no nos delaten…. Lo que sea y más para no sentirnos desplazados del «rebaño» y ser considerados uno más. Y si podemos dar envidia a alguien, mejor.
Yo a este éxito lo llama «¿Quién la tiene más larga?» Y por no perder hacemos lo que sea.
Pero hazte una pregunta: ¿Realmente es el juego que quieres jugar?
Si la respuesta es sincera, perfecto. Ha sido un placer hablar contigo y hasta la próxima entrada.
Pero si realmente PARAS, TE PREGUNTAS si es lo que quieres jugar y la respuesta es NO, ¿Qué leñes estás haciendo?
Frustrarte, deprimirte, perder oportunidades siendo tú mismo, un infeliz, dormir inquieto todas las noches…. ¿Y eso te merece la pena, el mentir a los demás y mentirte a uno mismo? Tú mismo, pero a mí no.
Hablamos de la felicidad, de la salud mental y del futuro que nos vendrá si seguimos así… Pero que no nos quiten el concepto de éxito, el de darle en los morros a la competencia, dominar a esos amigos o que nuestros seguidores crean que mi vida es la «leche» porqué soy un gran experto.
Piensa un poco: ¿Por qué mucha gente se ha ido de tu lado? Y si te das cuenta ha sido porqué te has parado a pensar y has dicho: ¡¡Conmigo no juegas más!! Sentías que te estaban manipulando.
¿Qué has hecho?
¡PENSAR!.
Algo que en estos momentos se habla mucho pero poco se hace.
Llamamos «hermano» a cualquier persona que nos hace creer que nos puede llevar a un mundo de ensueño, tildamos de «gurú» a cualquier persona que con luces y humo nos dice que nos llevará al éxito de forma rápida e indolora, por no hablar de las personas que nos dicen lo que necesitamos oír y deseábamos que alguien nos dijera….. Y todo por no pensar.
Pensemos antes de darnos ante esa oportunidad que nos dará 100 con solo dar 1. Quizá es la oportunidad que buscabas, pero antes de lanzarte, piensa. Te podrás ahorrar muchos disgustos.
El poder engancha mucho y a la vez hablamos de paz, coherencia, felicidad y transparencia.
Y ¿si dejáramos la manipulación por el poder, quizá alcanzaríamos un poder máximo, el de nuestra coherencia?
¿Te imaginas?
Lo siento, no sé manipular. Siempre lo que he escrito y escribo es lo que siento, no me sale manipular porqué algo esté de moda, ¡QUÉ LE VAMOS A HACER SI NO ME HE HECHO CON LA ETIQUETA DE «GURÚ!.
La creatividad es la mayor expresión del ser humano.
A través de ella expresa sus emociones, su visión, su forma de ver la vida.
A través de ella no pretende dejar una huella en la vida de los demás, eso es una consecuencia. Sino quiere convertirla en su forma de vivir, en su felicidad… Y si con ello ayuda a otras personas, ¿Qué más se puede pedir?
Pero para desarrollar nuestra creatividad, HAY QUE PENSAR. Y eso no nos gusta nada.
Hace unos días volví a tener un deja vu. En dicha conversación me decían porqué no acudía a determinadas conferencias, en las que a los asistentes les hacían bailar, reírse de forma forzada y darle a una pelota como si fuera un concierto de «Parchís» queriendo volver a ser niños….Que eran lo mejor del mundo. Y quizá para muchas personas les sirven, les ayudan.. pero tengo que reconocer todavía no conozco a una persona que después de 45 minutos de la conferencia, recuerden qué se ha dicho en la misma.
¡Ninguna!.
¿Qué estamos haciendo?
Utilizando «placebos» del tipo que tú quieras para no pensar. Como dicen, para vivir con el «piloto automático», en el que la rutina, saber lo que vendrá es más importante que realmente lo que nosotros pensemos o queramos hacer.
Y ¿Cuál es el motivo?
Que no queremos pensar.
Pensar qué nos gustaría de verdad hacer con nuestra vida…. Con lo que queremos estudiar, con lo que es mejor para nosotros según nuestros intereses… Descubrir nuestro intereses y ver.
Porqué tras pensar, empezamos a ver. Y eso tampoco nos gusta. No nos gusta ver qué quizá hemos «perdido» el tiempo en algo que realmente sabíamos que no iba a llevar a ningún lugar y no hacer lo que nosotros queríamos hacer.
Ver es abrir los ojos, es aceptar lo que hemos hecho y también lo que no hemos hecho. Es empezar a hacernos cargo de nuestras acciones y decisiones.
Si no queremos pensar, no queremos ver, ¿Cómo podemos crear algo?
¡IMPOSIBLE!.
Pero eso de ser autentico, único, inigualable,… mola mogollón. Pero a la hora de la verdad, pensar, ver y crear son 3 verbos malditos que pocos quieren experimentar.
Si no piensas, no te puedes dar cuenta de cómo está yendo tu vida, de tus intereses, de lo que realmente quieres y de cómo ves la vida.
Si no quieres mirar, solo verás aquello en lo que crees. Creyendo que el mundo solo está formado por tus creencias, por aquellas ideas que no te «hacen dudar».
Y con todo ello, nunca llegaremos a crear nada. Bueno podremos copiar, replicar, fotocopiar ideas que nos gustan, ideas que sentimos que nos harán «parecer» diferentes, pero nunca lo llegaremos a ser.
¿Por qué?
PORQUÉ NOS DA MIEDO PENSAR.
Porqué cuando pensamos nos damos cuenta de muchas cosas…
Que queremos otras cosas en la vida y no lo que estamos haciendo hasta la fecha.
Que podemos hacer lo que siempre hemos querido hacer y mientras tanto hemos estado «gastando» el tiempo que no invirtiéndolo en una vida, «cómoda» pero que no nos daba lo que realmente nosotros queríamos.
¿Pero por qué no pensamos?
PORQUÉ EL SER HUMANO ES MUY VAGO.
Damos el poder de nuestros pensamientos a los demás. Creemos que los demás pensarán mejor por nosotros que nosotros mismos. Y lo que estamos haciendo a la larga, es matando nuestra creatividad, nuestras ideas y nuestro pensamiento crítico.
Hablamos del coraje, aplaudimos a historias personales que han conseguido cosas «increíbles» que pensamos que nunca podremos alcanzar, pensar o idear…. ¿Y luego qué hacemos? Dudar de que nosotros podemos hacer algo igual y todo porqué nos da miedo pensar.
¿Pero es fácil pensar?
Desde luego que no.
Y más en un mundo donde las presiones para seguir lo establecido, dónde por mucho que digamos el miedo reina a sus anchas y dónde las modas triunfan sobre la autenticidad.
Dice una frase así de Epíteto «Somos aquello en lo que nos enfocamos». Si no pensamos nos enfocamos en lo que hacen los demás, en cómo piensan los demás, en cómo creen sentir los demás… ¿Y así crearemos algo diferente a los demás?
¡NO!
Si queremos nuestra felicidad, si queremos vivir de nuestra creatividad, si queremos dormir en paz… No tengas al MIRAR, AL CREAR, AL VER, como los verbos malditos que dicen que son.
Nos quejamos de que la escuela ha matado la creatividad. Vemos sin parar una conferencia que transmite dicho concepto y nos lamentamos del sistema educativo que tenemos. Comentamos que aprender no es repetir como una cacatúa sino que se debe aprender a través de la experiencia.
Nos quejamos de la poca creatividad que tiene nuestro cuerpo de políticos. Nos lamentamos que no se ponen de acuerdo en nada y menos para el bien común, Nos quejamos que toman las mismas soluciones de siempre para situaciones nuevas.
Nos quejamos que tenemos lideres en las empresas que la única creatividad que conocen es la de decir de diferentes maneras «Las cosas se hacen como te diga yo sino ahí tienes la puerta de salida«.
Nos quejamos que no tenemos relaciones creativas. Que no hay innovación ( aunque no sepamos realmente qué estamos diciendo con eso de innovación )
Nos quejamos que falta creatividad pero solo nos acordamos de ella cuando las cosas están yendo mal y lo que solíamos utilizar ya no da los resultados que antes ofrecía.
De un día para otro hablamos de creatividad, la incorporamos a nuestro vocabulario.
Nos olvidamos que pensábamos que no éramos creativos, que las ideas que teníamos nunca surtirían efecto o que a nadie les gustaría las ideas que teníamos. Todos esos sueños que teníamos los dejamos olvidados porqué creemos que no somos creativos. Y por lo tanto, la mejor opción es callarse y seguir lo que los demás dicen que es mejor para nosotros.
HOLA MEDIOCRIDAD, ADIOS CREATIVIDAD.
Pero ahora de repente, cuando más se está hablando de creatividad, de su importancia ( ahora y siempre, sin ella el ser humano no hubiera avanzado jamás ), cuando necesitamos las ideas de todos para salir adelante y crear nuevas oportunidades, vienen de nuevo a decirnos que la creatividad está relacionada con la locura mental
Ahora cuando más necesitamos la creatividad de la gente, que la gente desarrolle su talento, que crea en si misma, que innovemos, que luchemos por lo que creemos y no por lo que nos hacen creer…. todos a aplaudir que la creatividad es de los locos. ¡¡Así nos va!!.
La creatividad es una de las catapultas del desarrollo de la humanidad.
Sin la creatividad, todavía seguiríamos calentándonos a base de leches desde las cuevas donde estaríamos viviendo. Y yo me pregunto: ¿Los cavernícolas también estaban locos? o ¿Tenemos que agradecerles que tuvieran esa idea y gracias a ello nos calentamos cada uno de nosotros en nuestra casa?
Nos encanta generalizar y ya si nos lo dice un estadística, ya nos ponemos «cachondos perdidos».
Si una estadística nos dice que el 15% de las personas tenemos «un cable mal empalmado» y suelen ser personas que se dedican al artisteo o a la creatividad.. Ya presuponemos que…. ESTÁN MAL DE LA CABEZA TODOS LOS QUE ESCRIBIMOS O SE DEDICAN ALGO RELACIONADO CON LA CREATIVIDAD.
Una cosa, para mí toda actividad que crea algo y no hace falta que hablemos de artistas o escritores puede y debe ser creativa. Y no solo los de la «noche» o la publicidad…. pero sigamos adelante.
Y si eso le añadimos que en una noche de resaca, alguien del siglo pasado que creaba gracias a la cocaína o a las botellas de whisky que se bebía, ya creemos que el mejor método para hacer algo increíble y tener una relación para siempre con las musas, va a ser el alcohol y las drogas…. En fin…
No dudamos ni un ápice. Creemos que si lo dice una gurú o viene determinado por unas estadísticas de la Universidad de cuyo nombre no tengo ni idea de repetirlo… ¿Por qué dudar de ello? ¿Por qué pensar que una estadística o una historia de siglos atrás no es verdad o quizá esté inventada?
Haz lo que te de la gana, pero antes de creerte todo, duda, pruébala por ti mismo y luego determina, si es verdad o no según tus circunstancias.
He escrito dos libros abordando el tema de la creatividad desde diferentes ámbitos. Con muchos de los entrevistados he pasado noches de conversaciones y algún que otro amanecer hablando de creatividad, los he observado e investigado y serán una excepción pero no conozco a ninguno que les falte un tornillo. Creo que son más cuerdos que los que se consideran cuerdos siguiendo las normas que siempre han seguido esperando conseguir a la «proxima vez» por fin, resultados diferentes.
Y todos mis respetos a todas las personas que están pasando por depresiones o intentos de suicidios porque ante todo sé por lo que están pasando. Pero generalizar, como asi se da entender, que todos los creativos, están con un cable poco suelto, es atemorizar a la gente. Cuando en realidad lo que tendríamos que hacer AHORA y SIEMPRE es apostar y dejar que desarrollasen sus ideas. Porqué una vida creativa es una vida de darse a los demás, de solucionar los problemas que tienen y no de «bilis negras» que no nos dejan por las noches.
Porqué la gente tiene miedo a dar su opinión, a expresar lo que siente, a cómo ve la cosas .. y más en una sociedad tan radicalizada que si no estás de acuerdo conmigo estás en contra de mí. Pero eso si, nos hinchamos a libros de desarrollo personal, de felicidad y motivación, porqué es «cool» de cara a las redes sociales.
La creatividad no es locura, ni mucho menos tener una enfermedad mental:
.- Es empoderamiento, digan lo que digan los demás. Porqué estás luchando por lo que sientes.
.- Es compromiso con uno mismo, con lo que piensas y sientes.
.- No hace falta «meterse» de todo para encontrar las musas de la inspiración. Más bien a mi me dan dolor de cabeza solo de pensarlo.
.- El creativo no tiene tendencia a ninguna adicción. Y quizá estoy generalizando, lo sé. Bueno, si tienen una adicción, al inconformismo, a no dormirse con el éxito obtenido , a no creer que vivir es seguir normas y nada más…
.- No es depender de las opiniones de los demás ni mucho menos creer que estás loco porqué nadie de tu alrededor te apoya. Mucha gente empezó expresando su idea y sigue haciéndolo aunque no le escuche nadie o sigan creyendo que es una locura, porque siente que de eso trata la vida, luchar por una visión. ¿O es que seguimos creyendo que Ferrán Adría es un loco? Me da que no. Otra cosa es envidia, deporte nacional que nos gusta disfrutar.
.- Crear no es locura. Porqué si fuera así, no hubiéramos encontrado soluciones a tantos problemas que hemos solucionado durante toda la humanidad. En definitiva, han creado sus opciones para avanzar y nosotros en muchos casos, poder disfrutar de esos nuevos campos transcurridos.
.- Los valientes, los canallas como decía en «Liderazgo Canalla. Libera tu lado más rebelde«, claro que tienen imaginación. Imaginan un mundo mejor y van a por ello. Lo que pasa que dan un paso adelante cuando otros se quedan atemorizados en la cama esperando que la tempestad pase. Y eso no quiere decir que estén locos, SON COHERENTES CONSIGO MISMO. Cosa que mucha gente no es así llorando por las noches soñando con un mundo mejor pero al dia siguiente, no dando un paso adelante.
.- Son personas realmente felices, que están en paz consigo mismo, porqué hacen lo que su corazón les dicta. Y si los demás lo llaman loco, que lo hagan, es un prejuicio mental que tienen los demás. ¿Para ellos? Se sienten las personas más afortunadas del mundo.
No solo en los malos momentos debemos acudir a la creatividad, sino siempre y para todos los aspectos de nuestra vida. ¿O es que tras poner un toque de creatividad en tu relación pasional te sientes loco o con una sonrisa de oreja a oreja?
Somos una sociedad hipócrita que quiere una cosa pero luego no la acepta y es algo que ocurre con la creatividad. Ahora llamamos locos a los creativos, a los artistas o los escritores, cuando yo creo que son las personas más:
.- Coherentes
.- Productivas
.- Innovadora.
.- Visionarias
.- Humildes.
.- Que nos demuestran que las normas solo nos bloquean y no nos inspiran a ver qué hay detrás de ellas.
.- Que no se avergüenzan de lo que sienten y como se sienten.
.- Constantes y que apuestan por su pasión.
.- Y que dedican su vida a darse a los demás y no esperar a que se lo den todo hecho.
Un proceso creativo no es un proceso de locura, sino de felicidad, curiosidad e investigación hacia la ruptura de miedos e imposibles que nos han impuesto y nos hemos creído.
Gracias a muchos de estos procesos, estamos hablando ahora mismo tú y yo o haciéndonos un café para desayunar.
Desde luego que cada uno puede hacer lo que le de la gana con su vida pero todos creamos cosas en nuestra vida diaria, ¿Y eso quiere decir que estamos locos todos y no solo los escritores?
Pero si eso es estar loco, SEÑORAS Y SEÑORES, ESTOY LOCO Y A MUCHA HONRA.
De pequeños nos quejábamos de que nuestro mejor amigo se había ido con otro a su casa a jugar a la Play, que Luis se había ennoviado con la chica que siempre nos había gustado o que nuestra hermana nos había quitado el bocadillo de Nocilla con el que tanto habíamos soñado durante todo el día…
Ya podía ser quien fuera, ya podría haber pasado una tontería que siempre decíamos:
«Si no está con nosotros, está contra nosotros».
Y de fondo si había personas mayores, siempre había una persona mayor acaba diciendo algo así:
«No está en contra de ti, la vida son situaciones, estás enfadado por algo que no que es así, tienes que preguntarle antes de decir nada…» Y tú ibas y al instante te abrazabas con tu gran amigo que habías repudiado porqué se había ido a casa de tu «archienemigo» a jugar con él.
Y no soy ningún abuelo cebolleta, solo tengo unos preciosos 42 años, pero yo he vivido en primera persona y lo he visto, que por cualquier tontería, los niños repudian en un segundo a lo que antes amaban con locura. Y todo porqué creían que al no haber superado sus expectativas o deseos, ya están en contra de ellos.
Nos reíamos de la situación al ver que era una tontería e intentábamos al instante reconciliarnos con la persona.
¿Pero qué pasa a día de hoy?
Que si no estás conmigo, estás contra de mi, se lleva a limites insospechados.
Si no estás de acuerdo con mi opinión, no podemos ser amigos.
Si me rebates mi opinión, ya no podremos quedar más.
Si dudas de lo que te estoy diciendo, es que ya no podremos ser amigos.
Si no estás de acuerdo con lo que hago, tendrás que irte de la empresa.
Si me dices algo que no quería escuchar, es que estás contra de mi y no aplaudir lo que hago o cómo pienso.
Si no dices lo que quiero oír, ya no te volveré a llamar más.
SI pones en duda mi forma de vivir sabiendo que está dañando mi vida, es que no eres mi amigo.
Si crees que mis publicaciones no son verdad, es que no tienes que formar parte de mi «familia virtual».
Y ya no buscamos reconciliarnos con la persona en cuestión, ya la desterramos de nuestra vida. Ya no queremos saber nada de ella.
Fuera, Out, Finito, a la mierda…
Estamos llevando nuestro radicalismo a niveles insospechados, solo consiguiendo una cosa que nos enfrentemos unos a otros cuando a veces ni siquiera sabemos porqué estamos enfadados por esa persona.
Vivimos en una sociedad «calentada» por la industria de la felicidad. Una industria en la que solo debes mostrar la parte buena de tu vida, la de tus éxitos, parejas, eventos que asistes o éxitos que alcanzas…y aunque sean inventados, también debes mostrar. En la que se nos dice que hay que dudar de las creencias que nos han llevado al «hoyo» pero cuando ponen en duda nuestras creencias políticas, de vida o religiosas, vamos a muerte en contra de esa persona.
Pero eso si, que no se duda que somos personas empáticas, que somos creativas, que sabemos que tenemos que dar «feedback» o que seguimos a rajatabla la guía de nuestro gurú espiritual y meditamos de 8 a 9 todos los días del año.
¿Por qué no dejamos de ser tan hipócritas? ¿Por qué no dejamos de tener compasión por lo que vemos en la televisión y luego nos cagamos en los muertos del vecino que nos ha llevado la contraria?
Somos una sociedad de contradicciones que dice que necesitamos ser una sociedad mejor orientada a un bien común. El bien común el nuestro y si podemos joder al vecino, MEJOR.
Hablamos de creatividad pero no aceptamos las ideas que sean diferentes a las nuestras.
Hablamos de empatía pero creemos que los problemas de los demás son inventados o nos importan una mierda, porque nuestros problemas siempre son mas grandes y gordos que los demás.
Hablamos de aportar valor pero si ganamos seguidores para nuestras redes sociales desde el hospital o comprándolos Pues mejor oye.
Hablamos de autenticidad, de que queremos personas originales, transparentes… pero que no «toquen mi mundo, mis ideas» que son las que me han hecho feliz hasta la fecha.
Y entonces, ¿Cómo vamos a cambiar si creemos que lo nuestro es lo mejor, aunque mintamos sobre nuestra realidad? ¿Cómo vamos a querer transparencia si nosotros mismos no la queremos ni la damos? ¿Cómo vamos a desarrollarnos si solo pensamos que nuestro «mundo» es el único y el mejor? ¿Cómo vamos a solucionar problemas que tenemos si solo creemos que nosotros tenemos la razón?
¿El mejor método contra los gurús del humo y la mediocridad?
.- Bajarnos del «burro» de que nuestro mundo es el único y el mejor.
.- Dudar de todo empezando por nosotros mismos y mucho menos creer que los demás tienen la razón para así nosotros no pensar.
.- Humildad. Sin humildad nadie avanza, solo se estanca.
.- Pero sobre todo preguntarse: ¿Y si tiene razón que no estoy en lo correcto? Una pregunta que te llevará a un camino continuo de aprendizaje.
No todos que están contra de ti debes ponerles en contra tuya, sino aprender de la situación vivida.
La verdad no es propia, la verdad siempre es diversa. Y de ella siempre aprendes, si quieres.
Es una frase que siempre oímos cuando nos hemos enterado de un suceso de una persona que conocemos y que nos ha sorprendido que así ocurriera.
¿Pero por qué decimos lo mismo de siempre?
Porqué no conocemos a las personas de verdad.
Y conocer a las personas no es acostarse con ella, tomarse una copa o verse una vez a la semana.
Eso no es conocer a las personas.
Porqué eso son amigos de «conveniencia» que mandarás a la mierda cuando te «tuerzan» el morro con algo que te han dicho que no querías oír.
Creemos que el mundo es normal porqué sigue las normas que creemos que se deben seguir, tener un trabajo, tener pareja, salir los sábados por la noche con los amigos o la pareja de amigos y tener hijos.. Si ya cumplen todos los requisitos que no sé quien ha dicho que son los requisitos para ser considerado «persona normal, ya podemos etiquetarlos de «normales».
Pero ¿Qué pasa cuando conoces de verdad a una persona? ¿Qué pasa cuando estás en las buenas y en las malas con esa persona que considerabas «normal»?
QUE TE DAS CUENTA QUE LAS PERSONAS DE CERCA, NINGUNA ES NORMAL.
Y eso es lo que nos hace auténticos, únicos , ser mágicos o como tú quieras llamarlo… Pero de cerca, NADIE ES NORMAL.
A día de hoy, creemos que con tener una red de seguidores importante en redes sociales ( y da igual si son seguidores comprados ), ya podemos ser considerados personas sociales, de éxito, de confianza y hasta con talento. Creemos que conocemos a las personas que nos siguen y nosotros, a las personas uqe seguimos. Las consideramos personas normales, como nosotros y hasta creemos conocerlas.
A día de hoy decimos y creemos creer que conocemos a toda persona con la que nos relacionamos, aunque sean 5 minutos al año lo que nos relacionamos con ella.
Eso no es conocer ni es nada, eso es un conocido o la vecina del 5º que ves de vez en cuando y solo te dice «Hola y Adiós», nada más.
A día de hoy creemos que toda persona que se relaciona con nosotros, es una persona normal. ¿Por qué? Porqué creemos que es un reflejo nuestro, porqué no se sale de lo establecido. Pero luego, si realmente conociéramos a esas personas, veríamos que de NORMAL no tienen nada. Y quizás verías cosas que no te gustarían.
Pero ni ellos ni tú.
NADIE ES NORMAL, TODOS TENEMOS NUESTRAS TARAS Y TALENTOS, NUESTROS MIEDOS Y SUEÑOS.
Pero lo que ocurre, que llamamos personas normales, como escudo para no conocerlas de verdad, para no saber cómo piensas, para tener muchas relaciones pero pocas de calidad…
«Es es que un borde. No sé cómo tiene el valor de decir lo que piensa. ¿No sabe callárselo o que?«.
¿Y por qué nos tenemos que callar lo que opinamos? ¿Ser borde es ser coherente con lo que piensa uno?
PUES EL MUNDO NECESITA DE MÁS BORDES.
Y cada día lo tengo más claro, la vida es decir lo que piensa uno a pesar de que nadie le escuche.
Sin embargo, a pesar de que nos «pegamos en el pecho» diciendo que somos únicos, auténticos, que con nosotros la verdad siempre será una compañera y todo lo que tú quieras…¿Qué acabamos haciendo?
¡NO DICIENDOLO QUE REALMENTE QUEREMOS!.
No decimos que la comida que nos ha puesto el restaurante era una mierda. Bueno si eso ya lo diremos luego cuando nadie nos oiga…
No decimos que ese libro no te ha aportado nada aunque lo haya escrito quien lo haya escrito. Y no lo dices no vaya a ser que algún «interés» que tenías satisfecho se vaya volando.
No dices que esa persona se ha confundido porque pensaras que se enfadará y quizá ya deje de hablarte. Pues la experiencia me ha dicho que si se enfada por decirle algo que tu intención es que mejore y no joderlo, ni es amigo ni tampoco te vale la pena tenerlo como amigo.
Durante estas fiestas y durante todo el año, siempre convivimos con personas que nos dicen que no debemos decir algo, «no vaya a ser que montemos la 3 Guerra Mundial«.
¿Y por qué no debemos decir lo que sentimos?
Porqué no hay que molestar a tal persona…Porqué no vaya a ser que se moleste…Porqué hay que tener la fiesta en paz… Porqué son días de felicidad y armonía…Porqué son días ¿DE QUÉ?
A esas personas las llamo «PERSONAS SUIZA«. No quieres problemas, no quieren ser parte de una guerra…quieren la paz y disfrutar de su tranquilidad. Quieren que todo el mundo se lleve bien, que todo el mundo hable maravillas de ellos porque no se meten con nadie y caer a todo el mundo bien… Y yo me pregunto, ¿ es que no tienen opinión de nada? ¿Tú confiarías en una persona que no se decanta por un lado o por otro? …No me quiero imaginar como utilizarán «su metralleta ideológica» cuando nadie les oiga.
La verdad que son personas en las que yo no confío. No creo que vayan de frente. Y las personas que no van de frente, cada vez las estoy apartando más de mi vida. No las quiero, no sé tú, pero yo NO.
Cada día creo más necesario que volvamos a recuperar e impulsar a los BORDES.
Son aquellas personas que dicen lo que piensan. Que se posicionan en un bando o en otro y te dicen el porqué. Y no les importa dónde se encuentren, las perdidas que puedan ocasionar con sus opiniones o los beneficios que puedan obtener…Todo eso les importa una Kaká.
Son personas coherentes con lo que piensan y sienten. Pero además dicen lo que hacen.
Podrán caerte como el culo o como tú quieras, pero si realmente quieres una persona que sepas por donde va y no te de «sustos» con sus cambios como una veleta, PON UN BORDE EN TU VIDA.
Los calificamos como Bordes, porque se salen de lo establecido, porqué oímos cosas que querríamos decir nosotros pero nuestra vergüenza, miedo o nuestro propio ego, nos impide decirlo. Pero eso si, luego a escondidas, cuando nadie nos ve, reconocemos que tiene más razón que un santo. Por eso y más no quiero en mi vida a las «personas suiza». Quiero la verdad la cara, tanto me gusto como sino, no quiero medias verdades ni medias mentiras.
Queremos la verdad. Queremos gente que no nos mienta. Queremos avanzar, desarrollo e innovación. Pero en el fondo, todos estamos apegados a los convencionalismos, a no salirnos de lo establecido, a no decir una letra más alta que la otra… porque no vaya a ser que nos tilden de locos, de bordes o vete tú a saber de qué.
Llevo dos años que estamos en una era de cambios. Y quizá el Metaverso o la nueva actualización de Whatsapp sea un cambio. Sin embargo sigo viendo la misma hipocresía de siempre en el ser humano. Quiere que se le considere como un ser diferente a los demás pero sin levantar la voz ante la mediocridad.
Antes de nada ni soy un psicólogo, ni te voy a decir cómo vivir una vida sin miedo a través de tu creatividad ni tampoco te voy a decir que tienes un super poder en tus manos que te hará sentirte el Rey del Mundo como Leonardo Di Caprio en Titanic.
Simplemente te voy a decir cómo la creatividad ha cambiado mi vida, en el aspecto mental. Nada más. Es la experiencia de una personas que no pensaba que podría ser creativo y que mientras pensaba eso, sentía que era un bicho raro en un mundo de presiones, prejuicios y egos.
Pensamos que hacer lo que «es bueno» para nosotros, lo que siempre se ha hecho y lo que está de moda, es lo que debemos hacer si queremos ser unos hombres de bien.
¿Pero qué pasa cuando sientes que haciendo lo que te dicen que debes hacer para llegar a la felicidad o al éxito no te sientes tú mismos?
Que empiezan los problemas.
Te sientes diferente en un mundo en el que lo único que te preguntas es: ¿Será yo el que tiene el problema? ¿Seré yo el raro y no entiendo qué hay que hacer?
Yo hasta la fecha era un hombre de bien, tenía trabajo de 8 horas, iba al gimnasio y me pillaba mis alegrías los sábados por las noches. Pero cuando llegaba la noche y me encontraba conmigo mismo, sentía que algo me pasaba.
Lo reconozco, me gusta el dulce. Pero muchas veces lo he utilizado para calmar mi nervios, mi ansia por encajar, por ser como los demás. Y es un error como si me hubiera dado por la bebida o por las drogas como seguro que conoces a muchas personas que hacen eso.
En vez de preguntarme y ser sincero conmigo mismo, ocultaba mis emociones en la comida. Y es algo que siempre lo he hecho, el calmar este run run que tenía y que me daba miedo expresar. Porqué además expresar lo que siente uno, es de nenazas, moñas o se piensan que eres de la otra acera. Alguna vez lo he dicho, la canción de los chicos no lloran, solo deben pelear de Miguel Bosé , es el resumen de mi infancia o lo que yo creía que debía hacer.
Y yo no era así. Más bien no sabía como no eras, como los demás. Pero no sabía como expresarlo, no sabía como quitar el tapón de las emociones que tenía, de lo que sentía o de lo que no quería volver a sentir.
Y llegó el día, que tras una crisis emocional que para estas fechas hará más de 10 años , empecé a escribir. Y todavía cuando algunas personas me consideran escritor, no me lo creo. Porqué yo no me considero escritor, me considero una persona que trascribe lo que siente y que por suerte hay gente que le gusta lo que escribo, cómo siento y se siente identificada.
Pero ¿escritor? Para nada. Y no es humildad, es realidad.
Cada día me encuentro a mi alrededor más gente que no sabe expresar lo que le pasa. Y ya es un gran logro verbalizar que no sabe que le pasa, que le pasa algo pero no sabe qué.
Siempre digo que lo mejor es escribir hasta que te duelan las manos. Es la mejor forma, o al menos, la que a mí me ha servido, para quedarte como «nuevo».
Es la forma de ver, verbalizar lo que no te has atrevido a decir, a desatar el nudo que tienes en la garganta y que te daba miedo expresar.
Pero hay miles de maneras de hacerlo.
Escribiendo, cocinando, haciendo deporte,….
La creatividad no es solo hacer anuncios de televisión, querer jugar al futbol como Messi o cocinar como Ferran Adria.
LA CREATIVIDAD ES MUCHO MÁS. ES LA MEJOR MANERA DE EXPRESAR QUIEN ERES, LO QUE SIENTES Y TU MANERA DE VER EL MUNDO.
Y para mí, escribir, fue un antes y después en mi salud mental.
Me quite el tapón de las emociones que estaba a punto de explotar y quizá con no muy buenas consecuencias.
Y antes que te pueda pasar a ti, hazlo.
Prueba las actividades que hagan falta. Descubre lo que te hace quedarte como nuevo. Y si es el sexo, ¿por qué no? Pero como diría Mónica Naranjo, desátate.
No hace falta ser Ferran Adria, ya hay uno, no hace falta más. No hace falta ser Dalí, ya existió uno. Lo que hace falta es que seas tú mismo y te desate ese nudo emocional que llevas dentro.
NO IMPORTA EL QUÉ HAGAS, SINO QUE LO HAGAS CON CREATIVIDAD, A TRAVÉS DE LA CREATIVIDAD.
A través de lo que sientes y quieres sentir siempre.
Es la herramienta más importante del ser humano y a la que más miedo tenemos. Y todo porque sabemos que será la que nos descubrirá de que pasta estamos hechos, para qué hemos venido a este mundo .Y eso supondrá salirnos de lo establecido, que nos miren como raros si hasta la fecha hemos hecho lo que los demás nos decían que debíamos hacer.
Pero ¿sabes una cosa?
TU CREATIVIDAD SERÁ LA QUE TE LLEVARÁ A TU FELICIDAD, LA QUE TE DESCUBRIRÁ Y LA QUE TE HARÁ SENTIRTE POR FIN, BIEN CONTIGO MISMO.
No sé si te servirá para algo este artículo, pero si te ayuda a dar un paso adelante y quitarte ese nudo que tienes en tu garganta, seré el hombre más feliz del mundo.
Vivimos con el freno de mano puesto. Y pensamos que si lo quitamos estaremos siendo unos incomprendidos, locos o vete a saber. Cuando vivimos con el freno de mano puesto, estamos siendo como los demás pero lo peor de todo, nos estamos cohibiendo a nosotros.
La creatividad te hace quitar ese freno de mano. Te hace ser por fin, tú mismo. Simplemente, llanamente.
¿Qué pasaría si nos educaran para el fracaso? ¿Qué pasaría si nuestros padres en vez de querer que no nos pase nada, nos dejarán caernos?
En la madurez, solo ves libros que te ayudan a atajar el fracaso. Porqué el fracaso es lo que peor que le puede pasar al ser humano.
El fracaso en las relaciones, en el trabajo, con tu familia…Si conoces el fracaso, nos hacen creer que ya estás acabado, que no hay futuro para ti.
Y como nos han dicho que lo peor que nos puede pasar es fracasar pero peor aun, que los demás nos miren como unos fracasados, ¿Qué acabamos haciendo? Siguiendo lo que nos dicen los demás.
Siguiendo formulas prefabricadas que nos incitan a seguirlas porqué una persona nos dicen que son INFALIBLES.
La palabra necesaria para esos momentos, que nos digan que es INFALIBLE. Que nos aseguren que vamos a tener un éxito asegurado.
Y todo porqué no queremos pensar, no queremos sufrir, no queremos sentir la incertidumbre de adentrarnos en un mundo que desconocemos pero deseamos.
Nos educan para el éxito, para alcanzar un estatus. Pero cuando llegan situaciones como la pandemia que estamos viviendo, un despido de tu puesto de trabajo o el cese de una relación que no esperabas, se nos viene el mundo abajo.
No sabemos qué hacer, por donde nos viene el aire y lo peor de todo, por donde empezar a salir del bache.
Y no me estoy metiendo con la educación que recibimos con el colegio o la universidad, sino también con la educación que recibimos en casa.
La educación de hoy en día esta basada en la seguridad.
En la seguridad de que si haces esto, conseguirás esto. En que si no te sales de la raya, pasarás de curso. En el que si haces las cosas que yo te diga, nuestra relación de amistad irá viento en popa. O si haces lo que yo te mande sin que me lleves la contraria, obtendrás muchos beneficios.
Si hacemos lo considerado, lo establecido, lo deseado, no tendremos problemas. Seremos unos hombres de paz, de felicidad y éxito. Hombres y mujeres que estarán cumpliendo los cánones establecidos, lo esperado.
Pero la seguridad no existe por si no te has dado cuenta.
Ya no hay seguridad en nada y como decía la canción «Ya nada es para siempre».
Pero aún así seguimos soñando que siguiendo los pasos que nos dicen los demás, la seguridad vendrá a nosotros y con ello la felicidad, el éxito y la tranquilidad.
Vivimos en un mundo ideal. Pero cuando vienen mal dadas, no sabemos ni por donde nos vienen.
Y no estoy diciendo que haya que tener a partir de ahora una mentalidad negativa, de desconfianza en todo el mundo… Si no que tendríamos que enseñar y aprender que no vivimos en un mundo dónde las frases de las tazas siempre se hacen realidad y que no solo con la actitud se consiguen las cosas en la vida.
Enseñar a que las cosas se pueden poner peor las cosas de un momento a otro. Y no quiere decir que esté mal, que hayas fracasado, sino que ha ocurrido asi, algo inesperado. Quizá no sea por tu culpa, quizá sea un hecho que no habías previsto… Pero que está.
Nos enseñan para tener recursos para lo esperado, para lo conocido ya, pensando que solo eso ocurrirá en la vida. Lo que ya sabemos, lo que ya conocemos, lo que ya prevemos. ¿Y lo inesperado? Eso nunca ocurrirá, nunca nos vendrá nada malo, será imposible que no alcancemos la felicidad si hacemos lo que nos dicen que hagamos.
Y luego rápidamente, corriendo y mal, queremos ser creativos, resilientes, innovadores y lideres, porque es lo que toca hacer. si queremos salir del hoyo donde nunca creíamos que nos íbamos a encontrar.
Recuerda, la vida trata de la esperado pero también de las sorpresas, llamados incidentes inesperados..
¿Qué ocurriría si realmente nos formaran para lo peor?
1.- Seríamos más creativos.
Ya que no estariamos enfocados en una sola vertiente, sino que sabriamos que el mundo es mucho más amplio.
2.- Seriamos mucho más resilientes.
Ya que estaríamos preparados para salir adelante mucho antes que los demás.
3.- No nos apegaríamos a las formulas
Y si a las experiencias. Porque al igual que viene se van las cosas, pero las experieencias se quedan si se aprende de ellas.
4.- No seríamos negativos, sino realistas.
No viviriamos tanto en un mundo ideal, sino en un mundo real.
Pero tú decides cómo te quieres formar, desde el mundo ideal o desde la realidad.