Soledad

Cada día encuentro más miradas vacías.

Miradas que no dicen nada, ni tristeza ni alegría y ni mucho menos ilusión.

Miradas que solo buscan una cosa, respuestas.

Respuestas a preguntas que hasta la fecha no se habían realizado.

Preguntas para que sirven, si realmente quieren vivir la vida que están viviendo o porqué seguimos los consejos de los demás cuando realmente nosotros queríamos haber hecho otras cosas.

Cada día recorro las calles de mi ciudad y me gusta fijarme en la mirada de los demás. Y lo que encuentro son miradas que tienen miedo mirar al frente, de encontrarse con los demás, de encontrarse con su verdad. Otras están tapadas por gafas de sol. Miradas escondidas que no quieren que se las encuentre. Que veamos que desde hace tiempo dejaron de llorar preguntadose dónde están las respuestas que buscaban y que tanto necesitaban, dejándose llevar en la actualidad sin querer ya pensar por si mismos

Cada día siento que se aprende más observando a la gente que a través de estadísticas o modas. Y cada día creo que esa soledad que tanto sentimos es porqué no nos llevamos bien con nosotros mismos.

Personas que encadenan una relación tras otra pensando que son «alguien» si están en pareja… Trabajadores que no entienden porqué están somatizando enfermedades si expresasen que realmente lo que les haría felices es hacer otro trabajo totalmente diferente. Personas que están enguachadas a libros de «felicidad», cursos y congresos pero cuando llega la noche se preguntan porqué a pesar de todo siguen estando cómo están, gente que mantiene en secreto su sexualidad por miedo al qué dirán, personas que luchan a escondidas por sus sueños, no vayan a pensar que están locos o algo así…

Podemos echar la culpa a la sociedad, a los estereotipos o a las presiones familiares por sentir que nuestros padres nos quieren o somos aceptados por los demás. Y no te faltará razón en muchas ocasiones. Somos una sociedad que quiere la paz, la felicidad y el desarrollo, la igualdad y un mundo ideal pero en realidad y en el día a día, somos unos grandes cabrones con el prójimo.

Taponamos el avance del vecino, mentimos para que no avance a pesar de que sabemos que lo podría conseguir, ponemos normas para tener a todo el mundo controlado y no le damos libertad alguna para crear, para que descubra y desarrolle su talento, su deseo…Hablamos de avance y mientras tanto ponemos piedras en el camino para que no lo hagan.

¿Y qué hacemos? ¿Quejarnos de que la culpa de todo la tienen los demás? ¿De tirar la toalla por nuestra soledad y acostumbrarnos a lo que nos dan?.

Muchos años me quejaba que no avanzaba por culpa de los demás. Cuando aprendí que «el principio del comienzo» empieza por uno mismo, las cosas cambiaron. Mi mundo cambió cuando empecé a cambiar yo.

Los demás que hagan lo que quieran, los demás que se tiren los pelos o lo que sea…si yo estoy mal, ¿POR QUÉ LO ESTOY?

Y tú lo sabes mejor que cualquier otro. O al menos lo intuyes. Pero lo que ocurre que nos da miedo hablar, nos da miedo expresarnos. Y no es que no sepas expresar lo que te pasa, sino que te da vergüenza decirlo no vayan a tildarte de loco o vete a saber qué . Cuando sabes qué te pasa, una palabra puede describirlo todo perfectamente. No hace falta la expreses, puedes escribirla, pintarla o hacer un grafiti.. El medio es el que mejor te sientas tú pero EXPRESA

Durante el día cotorreamos, no hablamos.

Invertimos el día hablamos de mierdas, de cosas sin importancia. ¿Y lo importante? Nos lo callamos, por miedo. ¿Miedo a qué? Es lo que sientes, es lo que quieres decir, es la ayuda que sabes que necesitas. ¿A qué tienes miedo? ¿Al que puedan decir que eres vulnerable y se rían porqué llora? Esa gente no te ha merecido ahora y nunca.

Cuando expresamos lo que sentimos, nos damos cuenta que no estamos solos como nos imaginábamos., sino más acompañados de lo que nos creíamos. Lo que pasa es que el miedo, nos hace creer cosas que no son así.

Podemos echar la culpa a la sociedad, que no nos enseñan a gestionar nuestras emociones, que ciertas generaciones no saben expresar sus emociones y así han criado a sus hijos, que en casa no se habla de debilidades… Te lo vuelvo a repetir… busca

A pesar de estar cada día más «rodeados» de gente, cada día estamos más solos. Es una frase que se oye habitualmente. Y estoy de acuerdo con ella, cada día tenemos más oportunidades de relacionarnos con gente pero cada día nos sentimos más solos. ¿Y todo por qué? PORQUÉ TENEMOS MIEDO A HABLAR CON EL CORAZÓN.

Nos han enseñado a hablar con la razón, a hablar en función de las expectativas que tienen sobre nosotros en el presente o en el futuro, dejando al corazón de lado. Y por eso nos encerramos más y más en nosotros mismos, porqué la razón no sabe gestionar lo que nos pasa. Ahí es cuando debes poner en marcha tu corazón, es el que rompe las barreras de tu aislamiento

Desde luego que no estoy diciendo que con eso ya está todo hecho. Yo fui dos años a un psicólogo y lo recomiendo a todo el mundo. Lo que te estoy diciendo es que:

¿Qué ocurriría si escucháramos antes a nuestro corazón y no nos dejáramos guiar tanto por la razón?

¿Qué ocurriría si hablásemos desde el corazón y no con una mascara llamada razón?

Quizá la razón no sabe gestionar cosas en las que el corazón es experto.

¿Por qué la soledad? Porqué llevamos tiempo sin escucharnos a nosotros y escuchando más a los demás.

El mejor «ansiolítico» siempre es la Verdad.

Photo by JESHOOTS.com on Pexels.com

¿Cuándo nos daremos cuenta que la mejor pastilla siempre es la verdad?

Recientemente decían los medios de de comunicación, que España era el país a nivel mundial que más ansiolíticos tomaba sus habitantes.

Y partamos desde aquí , que hay mucha gente que por problemas de salud mental, los necesita. Desde aquí todo mi apoyo y respeto.

Pero, ¿Y los demás? ¿Todas aquellas personas que los usan como placebo ante sus insalvables problemas, como así los llaman ellos?

Problemas surgidos a través de la relación de pareja, relacion con amigos o con el trabajo.

Pero eso si, el día de San Valentín bien ponemos fotos del amor y al dia siguiente, «medicados con placebos» porque no queremos ver la realidad de lo que realmente nos pasa. Pero eso si, viva el amor, viva nuestra pareja pero ¿el amor por nosotros? bien, gracias.

No hay día que alguien de mi alrededor o conversaciones de alrededor, diga que se toma una «pastillita» para levantarse de la cama o seguir el día.

¿Qué estamos haciendo?

«Durmiendonos» para no querer afrontar lo que realmente nos pasa.

Desde luego que la vida no es tan fácil como resumirla en «no tomes ansiolíticos y ya está». Pero tampoco todo se va a solucionar a base de pastillas.

¿Qué las pastillas te pueden ayudar a seguir adelante, a un empujoncito? Desde luego. Pero siempre como una «vitamina», siempre sabiendo el porqué de todo.

Si a eso le añadimos, La «moda» del desarrollo personal así como muchas otras «modas» en el mundo empresarial a parte de querernos sacar el dinero, tienen otro fin, que parezcamos idiotas. Tenemos todo el pack completo para tener una sociedad dormida.

Y cada día creo más, seré un poco naif, que somos más inteligentes de lo que creemos y nos hacen creer.

Si de pequeños nos quejábamos de las normas de nuestros padres, a día de hoy con el desarrollo personal, hacemos lo contrario, las seguimos al pie de la letra. Seguimos los pasos del libro de moda, gritamos cuando vemos al gurú de turno, ponemos en nuestro Linkedin como título de nuestro trabajo cosas en ingles para parecer que somos alguien que realmente no somos y esperamos ansiosos que nos de la «lección del día» para alcanzar nuestra felicidad «eterna».

¿Pero es que realmente no sabemos lo que nos pasa? ¿Realmente no sabemos lo que queremos decir de verdad pero no nos atrevemos a expresar? ¿De verdad?

Se que al instante alguien estará pensando una frase que empieza: «Si , pero es que..»

Ponemos como excusas el trabajo, la familia, el qué dirán, el qué van a pensar… Y mientras tanto, seguimos «metiéndonos» pastillas para olvidar. Y luego pasa lo que pasa, que vienen los sustos u otras acciones que nunca nos hubiéramos imaginado poder hacer.

Nosotros los primeros en saber, sentir si estamos bien o no. ¿Por qué damos la potestad a otros de decidir lo que nos pasa y qué soluciones debemos tomar? ¿Por qué sabiendo lo que nos pasa, nos tomamos «pastillas» para olvidar? Pero luego eso si, somos desdichados, unos fracasados.

Lo que ocurre que tenemos miedo a expresar la verdad, a ser dueños de nuestra vida ( eso que tanto reclamábamos en estos momentos de originalidad, autenticidad y demás…) y preferimos seguir siendo uno más aunque estemos «reventados» por dentro

Cuando decimos LA VERDAD, lo primero que sentimos es un fuerte alivio y luego ganas, ilusión, optimismo por el futuro que tenemos por delante. Se despejan las dudas, los miedos se van a tomar por saco y la sonrisa vuelve a aparecer en nuestra vida. Lo vemos todos los días en medios de comunicación en personas que hablan de lo que sienten, del alivio que viven tras haberlo contado, de las conferencias que vemos con lagrimas en los ojos sobre situaciones así…y nosotros mientras tanto, sabiendo qué nos pasa pero ni por todo el «oro del mundo» lo diremos.

Vemos en medios de comunicación con asombro como una persona ha tenido el valor de decir su verdad, como ha pasado recientemente. Eso demuestra una cosa, ¿CUÁNTAS COSAS OCULTAMOS DE NUESTRA VERDAD POR MIEDO AL QUÉ DIRÁN?

Excepto para algún dolor de cabeza/resaca, con el paso del tiempo he aprendido una cosa:

EL MEJOR ANSIOLITICO SIEMPRE HA SIDO LA VERDAD.

Una conversación con la pereza.

Photo by Pixabay on Pexels.com

Querida Pereza:

Son años ya los que nos hemos ido encontrando.

Encuentros en los que alguna vez me has ganado la partida y he ido dilatando lo que tenía que hacer. Pero otras he sido yo quien he hecho oídos sordos a tus comentarios y he seguido adelante.

Tengo que reconocer, que en algunas ocasiones tenías razón, tenía que haberme quedado en el sofa y haberme olvidado de todo. Pero ¿sabes qué? Que aun no habiendo conseguido lo que yo esperaba, viví mucho más que si no hubiera hecho nada.

Querida pereza, siempre me has enseñado mucho más de lo que te podrías imaginar, aunque parezca en estos momentos, que sino estás siempre ocupado, produciendo ( a pesar de que no des resultados esperados o deseados), es que eres un vago.

Querida pereza, muchas veces me has salvado de muchos cosas que no me imaginaba. De decepciones con el paso del tiempo, de acontecimientos que no hubiera sabido como gestionar y de mentiras que no quería ver y que acabaron saliendo a la luz.

Y todo porqué tenia, no se porqué, de hacer lo que en ese momento tocaba hacer. Pero no tenía ganas , había algo que me decía que no lo hiciera.

Pero también tengo que decirte, que por MIEDO y no por otra cosa, he perdido muchas cosas en la vida.

Oportunidades que quería decir SI, experiencias que sé que hubieran sido únicas o quizá no hubiera pasado nada de eso. .Pero lo que si tengo que reconocer, que no hay que echarte la culpa, sino que era miedo lo que tenía.

Nos parapetamos en ti, cuando algo no queremos hacer. Pero además, no queremos decir que no queremos hacerlo.

Ponemos como excusas que no queremos decir esto, que no queremos hacer lo otro o no queremos aguantar de nuevo a esa persona que solamente nos quieres por interés. Y decimos que tenemos pereza, cuando en realidad no nos queremos enfrentar a la realidad. a lo que queremos hacer pero nos da miedo hacerlo.

Así que lo siento si usamos tu nombre en vano, tú no tienes la culpa.

Pero como también he dicho, de una manera u otra, nos has «avisado» cuando no era el momento o la situación para hacer algo o decir algo. Has entrado en nosotros, cuando teníamos ilusión, ganas de lanzarnos de cabeza a ese proyecto o persona que nos tenía locos. Pero de repente, nos entró la pereza, no queríamos dar un paso más allá. ¿Por qué? Porqué tu entrada quería avisarnos de una manera u otra, que no lo hiciéramos, que las consecuencias serían peor que las acciones. Terminando días después diciendo algo así: » Que bien que no di el paso adelante».

Quería escribirte esta carta y decirte que gracias.

Gracias por tu ayuda en algunos momentos, por salvarme el culo en otros y en definitiva por todo, porqué siempre de una manera u otra, nos estás ayudando.

Si, porqué nos estás diciendo en definitiva que tenemos miedo a hacer y ser nosotros mismos cuando estamos en un precipicio el cual tenemos que tomar una decisión. Y nos ayuda a darnos cuenta que tenemos miedo y que por eso, a veces optamos por no dar un paso adelante. Te ponemos como excusa, pero en definitiva tenemos miedo a ser, a mostrarnos como somos. Y todo ¿Por qué? Porqué preferimos la frustración y la rabia mientras seguimos siendo como los demás, que la paz y la felicidad por ser como somos en realidad.

GRACIAS.

¿Por qué tener miedo?…sí nos vamos a morir TODOS

Photo by Pixabay on Pexels.com

Cada día me recuerdo que me voy a morir.

Tranquilos haters, de momento aún no tengo la fecha concreta, pero sé que así va a ser.

Pero tú también que estás leyendo este artículo, todos nos vamos a morir.

Y ¿Por qué me lo recuerdo todos los días?

Porqué sino lo hiciera acabaría posponiendo las decisiones que debo tomar, las cosas que debo decir o los NOES que debo exponer.

Nos pasamos la vida posponiendo la vida. Pensando que ya tendremos la oportunidad de hacer lo que realmente queremos. De que habrá más trenes que pasen por nuestra vida y a los que nos podremos subir, porqué ahora , en este momento, CREEMOS QUE NO PODEMOS.

Son puras excusas creadas por el miedo.

El mayor problema del ser humano es que nos tenemos miedo a nosotros mismos.

Queremos ilusionarnos con nuevos proyectos, queremos motivarnos con nuevas ideas, queremos descubrir de lo que somos capaces y de lo que estamos hechos…. Queremos muchas cosas, sin embargo a la hora de la verdad, tenemos miedo.

Tenemos miedo a cagarla. a no saber por dónde empezar, a que se rían de nosotros, a no demostrar todo lo que sabemos que llevamos dentro,…

Miedos que se pueden resumir en una sola palabra:

NOS TENEMOS MIEDO A NOSOTROS MISMOS.

¿Y qué hacemos cuando tenemos miedo?

Imaginarnos qué ocurriría, en plan negativo, si lo consiguiéramos aquello que nos está haciendo tanta ilusión.

En vez de imaginar, fantasear qué ocurriría si todo fuera bien y consiguiéramos lo que nos hemos propuesto, nos centramos en lo negativo.

Y no estoy diciendo que hay que ser un «Happy Flower», sino lo que estoy diciendo que somos NOSOTROS MISMOS, quienes somos los primeros en «pisotearnos» a nosotros mismos. Y luego claro está , si le sumas que le pides opinión a todos a ver qué harían, con el único objetivo de recabar ideas que refuercen que «es imposible» conseguir lo que te habías propuesto…Pues tienes todas las papeletas para que en menos de 5 minutos después de creer que será imposible hacer lo que sueñas hacer, para creer que será imposible.

Posponemos la vida porqué tenemos miedo a la vida.

Tenemos miedo a lo que no podemos controlar, a lo que no sabemos qué ocurrirá, nos imaginamos lo que pueden decir los demás cuando nos salimos de lo esperado, de lo establecido… Tenemos miedo al miedo. Y lo único que estamos haciendo es jodernos a nosotros los primeros y luego a los demás porqué serán los que nos aguantarán nuestra envidia y frustración.

Desde luego que me puedo confundir pero NO EXISTE OTRO TREN ESPERÁNDOTE.

Mi experiencia me ha dicho que cuando una oportunidad se te presenta, tienes que decirle SI o NO en ese momento. Jamás te piense que si es para ti, vendrá para ti cuando estés preparado, PORQUÉ NUNCA LO ESTAMOS Nunca estamos preparados para el amor, nunca estamos preparados para el trabajo de nuestros sueños, nunca estamos preparados para nada porqué creemos que no lo estamos por muchos master que tengamos, muchas experiencias que hayamos tenido o muchos de los que tú quieras.

NUNCA ESTAMOS PREPARADOS PARA SER NOSOTROS MISMOS y cuando menos te lo esperes, te habrás muerto.

En otras épocas a quién se arriesgaba, como mucho le podrían cortar la cabeza como hereje. ¿A día de hoy? Hay hasta una ley que se llama de Segundas Oportunidades. Por lo tanto, ¿Qué excusas hay?

Como mucho puedes recibir un NO, un CASI QUE NO, que pospongan tu propuesta para dentro de unos menos y no cuando tú quieras o que tu idea se desvanezca al darte cuenta que había en realidad detrás de ella. ¿Lo demás? Pajas mentales que te has montado tú. Pero además ganarás otra cosa más, EXPERIENCIA.

Te darás cuenta que hay detrás del miedo, sabrás que el miedo muchas veces es más pequeño de lo que tú te imaginas y en definitiva que tú eres más grande que el que eras ayer.

Nos vamos a morir todos así que¿ por qué tenernos miedo a nosotros mismos?

Un billete de Lotería siempre con los mismos números, eso es ser uno mismo.

Photo by Wendy Wei on Pexels.com

Un billete de Lotería con los mismos números, eso es la vida cuando encuentras lo que te apasiona.

Eso pensaba cuando echaba la lotería de mi madre. Siempre ha jugado con los mismos números, los días de nuestros cumpleaños y en la otra casilla los ha ido cambiando en función de los años que teníamos.

Desde que tengo uso de razón, siempre ha jugado así. Y aunque muchos pensareis que es una obsesión y no te estás abriendo a nuevas posibilidades, es la mayor muestra de pasión por lo que siente uno.

Vivimos en una sociedad de modas. Y si echamos la vista atrás, ¿Cuántas modas hemos seguido? Y lo peor de todo, creíamos que éramos diferentes aun 4000 personas hacían lo mismo que nosotros.

Hemos sido groupie de un grupo de música, nos hemos comprado siempre ropa de la misma marca, hemos estado hasta el amanecer en el local de «moda» y hemos ido a las conferencias del «gurú» de turno. Si echas la vista atrás, seguro que recuerdas alguna moda que has seguido con un afán y pasión que te hará sonreír.

¿Y por qué sonreirás? Porqué pensarás que tonto eras, que crio, que mentalidad tenías…para seguir una moda como aquella. ¿Y ahora qué sigues? ¿La mediocridad? ¿Lo mismo que los demás? ¿Tienes los mismos prejuicios que todos? Si también estás siguiendo una moda, la de la mediocridad, la de la igualdad, la de ser uno más…

¿Qué es la vida?

Apostar contra ella con los mismos números en todo sorteo.

¿Qué quiere decir?

Que esos números son tus pasiones, son tu creatividad, son tus talentos conocidos y desconocidos, son tus ganas de mejorar, de aprender, de ir más allá… En definitiva, es apostar contra la mayoría a que lo diferente triunfará.

Unos dirán que es apostar con la transgresión, con lo radical, ser un payaso en un mundo de normas o en resumidas cuentas, ser un loco que no quiere ver que hay que hacer lo que hay que hacer.

Y claro que sabe lo que hay que hacer, VIVIR LA VIDA SIENDO UNO MISMO.

Seguro que pensaréis que muchas veces no se gana en un mundo de presiones, prejuicios, miedos y vergüenzas siendo uno mismo…pero yo creo que el que apuesta siempre por los números en los que cree desde un principio ya ha ganado.

Quizá no ha ganado en un principio con una marca personal diferente.

Quizá le cueste que la gente lo entienda con las ideas diferentes que tiene respecto a los demás.

Quizá la presión de los demás le haga dudar y le cueste un poco más….

Pero si realmente cree en los números con los que quiere apostar, desde un principio conseguirá triunfar.

¿Por qué?

.- Serás tú mismo y no necesitarás ninguna mascara más para poder avanzar. Bueno, con mascarás no avanzas, aunque lo creas.

.- Dormirás mejor, porque todo lo que has hecho durante el día es lo que tú sabías que tenías hacer.

.- No te meterás en peleas y conversaciones que sabes que saldrías perdiendo.

.- Desarrollaras tu creatividad y tu curiosidad, porqué siempre querrás hacer más grandes tus ideas.

.- Sabrás que el éxito ya es ser uno mismo. No compras seguidores en Instagram o no dudas de lo que digan los demás aunque te haga daño. Sabes que el éxito es irte a dormir haciendo y sabiendo quién eres y que has hecho lo que tenías que haces.

Son algunos de los casos que determinarán que estás triunfando.

Quizá no salgas en los telediarios ( para lo que hay que ver, casi que mejor ), o en el Marca o te llamen para el evento internacional que siempre has querido asistir, pero lucharás cada día por ser mejor y quizá no consigas esas metas porqué a lo mejor consigas otras mejores y que te hagan más felices que esas que anhelabas.

¿Y todo por qué? Por qué no has dejado de luchar por ti, de intentar ser mejor persona, mejor profesional, siempre apostando por los números con los que querías apostar en la vida.

Y no estoy diciendo que apostar por unos mismos números digas que no hay que ser flexibles. Claro que lo son, mucho más flexibles de lo que nos podemos imaginar. Pero no quiere decir flexible que cambies los números, sino que saben la realidad, que un NO es una muestra que hay que hacer las cosas de otra manera, que hay que estudiar más, que hay que tener paciencia y que siempre hay que hacer las cosas de mejor manera que la última vez… ¿Y eso no es flexibilidad?

Al igual que todos tenemos unos números para jugar la Lotería de Navidad, tengamos todos nuestros propios números para jugar el juego de la vida. Esas son las personas que siempre triunfan, los que apuestan y creen en lo que hacen.

¿Y tú qué números llevas para jugar?

Creemos que todos son tontos menos nosotros…

Photo by Olya Kobruseva on Pexels.com

Seamos sinceros:

¿Cuántos de nosotros se cree más inteligente que la mayoría?

Seguramente que todos, buenos excepto alguno que tenga un Ego más grande que el Santiago Bernabéu, dirán que no, que no se consideran más inteligentes que los demás.

En este tipo de preguntas sale la falsa humildad. Esa humildad que utilizamos para que no nos detecten la verdad, que SI que nos creemos más listos que los demás.

Esa falsa humildad tapa cosas como:

.- Creemos que la gente se creerá las excusas que ponemos para no aceptar que nos hemos confundido o no aceptar que no nos apetecía hacer algo.

.- Se creerán las ofertas que les hagamos vendiendo las virtudes de la misma, pero no le dejaremos que haga preguntas y se dé cuenta que quizá es «gato por liebre».

.- Publicando en redes sociales todo lo que hacemos cuando en realidad de lo dicho al hecho, va mucho trecho y no tenemos ninguna propuesta encima de la mesa.

.-Que se creerán lo que les digamos porqué creemos que siempre se han creído todo lo que les hemos dicho. Es decir, hemos subestimado siempre a todas las personas con las que hemos tenido relación por nuestro ego.

.- Que la gente nos quiere por lo que mostramos y conseguimos. Cuando en realidad cree que somos lo que no somos en realidad porqué lo que realmente hemos hecho es comprar seguidores en redes sociales.

.- Que porqué estamos haciendo lo que está de «moda», somos más que los demás. Pero nos dicen que tenemos que ser humildes cuando en realidad lo único que queremos es darle en los «morros» a los demás.

Cada día que me encuentro más con la pregunta:

¿Se creerá que soy imbécil o qué?

Nos encontramos con esta pregunta cuando nos encontramos con personas que:

.- Se creen el papel que están haciendo

.- Se creen que los demás no se van a dar cuenta

.- Creen que así pueden dominar a los demás y llevarlos a dónde quieran.

.- Creen que los demás en el fondo, son unos pobres infelices que se creen todo lo que les dicen. Cuando en realidad, ellos están haciendo lo mismo creyendo que son algo que simplemente es un mero papel de «villano».

¿Qué les ocurre a este tipo de personas?

Se creen que han encontrado «la formula» para que los demás no vean quienes son de verdad y así poderlos manipular. En definitiva, se están mintiendo a ellos mismos.

La gente será «tonta» o se lo hará, pero te aseguro que podrá caer una vez, dos pero a la tercera se dará cuenta del pastel que tiene enfrente de si y sabrá que lo que dices que eres, haces o puedes llegar a conseguir, ES ABSOLUTAMENTE MENTIRA.

Seguimos creyendo que los demás son gilipollas cuando los primeros gilipollas somos nosotros.

Somos nosotros porqué nos estamos creyendo algo que realmente no somos y que a la definitiva, acabará con nosotros.

Desde luego que puedes seguir con el «papel», ya que si no vuelve a caer esa persona, otra seguro que no sabe de qué palo vas, tiene más posibilidad de caer. Pero una vez , los demás no se darán cuentan, podrán hacerse «los tontos» pero el paso del tiempo, les abrirá los ojos…y tu efecto «se terminará».

¿Por qué hacemos lo que hacemos?

Porqué por mucho que hablemos de originalidad, libertad y demás valores que en el fondo los dejamos apartados por el éxito rápido, la manipulación masiva, la felicidad efímera y el dominio de los demás.

Todo porqué NOS DA PEREZA SER NOSOTROS MISMOS, MOSTRARNOS COMO REALMENTE SOMOS…Seres vulnerables que tienen miedo, que les cuesta pedir ayuda y reconocer que se han confundido. Y si encontramos el «método» rápido para ser alguien sin esforzarnos, sin dudar, sin sudar…¿Por qué no aceptarlo?

Vivimos en una sociedad en la que si alguien no piensa como nosotros, sin escucharlo, sin parar a pensar si tiene razón o no, …ya lo despreciamos, ya pensamos que es tonto y que nosotros somos mucho mejor que ellos…Y todo por la defensa a ultranza de nuestras creencias, de nuestro equipo de futbol o de la moda a la que nos hemos «subido», ya que nos dan seguridad de que somos algo, que somos alguien y sobre todo más que los demás.

Lo único que provoca esto es que se habla mucho del bien común, de la necesidad de la creatividad, de la innovación…Y lo único que estamos haciendo es dividirnos y estancarnos como sociedad.

Dejemos de pensar que los demás son imbéciles y escudarnos en títulos de expertos, en número de seguidores en redes sociales o en cursos que has pagado un pastón y no te han dicho nada para «tomar» a los demás por imbéciles que no están a tu nivel.

A lo mejor el gilipollas eres tú porque creerte algo que ni en sueños llegarás a ser.

La verdad es que nada es tan importante…

Photo by Tima Miroshnichenko on Pexels.com

La verdad que tener trabajo no es importante.

La verdad que tener pareja no es importante.

La verdad que hacer lo que quieren los demás no es importante.

La verdad que ser uno más no es importante.

La verdad que seguir los patrones no es importante…

Recientemente oía la nueva canción de Viva Suecia «El bien» que repetía una y otra en su letra esta frase: «La verdad es que nada es tan importante«.

Nos pegamos la vida llorando porqué el rollo del sábado ya no nos hace caso… por qué no tenemos el número de seguidores es redes sociales que nos haría ser considerados como «expertos», por qué no somos como los demás que son «cool» y nosotros uno «más»… porqué los amigos han quedado entre ellos y no han contado con nosotros…

Nos pegamos llorando mucho tiempo de nuestra vida dando valor a cosas que no son importantes.

Son importantes en ese momento…pero piensa ¿Cuál es el motivo por el cuál crees que es importante?

Muchos dirán que duele porqué creemos que importa. ¿Pero qué es lo que realmente te importa? Te importa a ti, no lo que dicen los demás que te debe importar.

Muchos dirán que son por los valores que tienen… Perfecto.. SI ese amigo te ha defraudado.. no tienes que darte mal por ello, otro nuevo y adiós muy buenas. No es ser frio, es apostar por tus valores esos dices que te importan. Y si te importan y quieres a esa persona, hablas con ella e intentas solucionar el tema si se puede solucionar. Sino es así… Mañana hará un año y que cada uno siga su camino.

Muchos dirán que no saben por qué les importa lo que ha ocurrido… En realidad lo que quieren decir, «nunca he investigado en mi realmente lo que quiero, lo que siento o cómo soy… Y ahora que ha pasado esto, me he dado cuenta lo que realmente es importante para mí y lo que no…»:

Si echamos la vista atrás seguro que nacerá una sonrisa en nuestros labios. ¿Por qué? Porqué nos daremos cuenta que hemos cambiado, que le dábamos importancia a cosas que a día de hoy pensaríamos que estamos locos o son cosas de críos..

Desde luego que todos tenemos nuestro camino a la hora de avanzar, desarrollarnos, avanzar… Y no todos están iluminados como lo dicen por redes sociales ni todos somos unos niños cuando dicen que somos inmaduros. Cada uno a su ritmo.

Pero a día de hoy, ¿Por qué seguimos dándole importancia a cosas que realmente, si pasaremos un poco, nos daríamos cuenta que no la tienen?

Porqué seguimos sin querer saber lo que realmente nos importa.

Preferimos que los demás nos digan lo que nos tiene que importar y lo que no…

Preferimos pensar que si no vamos a ese evento o concierto de «moda» no seremos considerados como parte del grupo y que nos desterrarán.

Preferimos pensar que tenemos que hacerle «favores» a esas personas que queremos nos introduzca en su «agenda,» y por ello hacemos lo que haga falta y más…

Preferimos tener pareja aunque le pongamos los cuernos que no estar solos y en paz con nosotros mismos..

Por no querer saber lo que queremos ( mejor dicho, por miedo a expresar lo que queremos no vayan a pensar que somos raros, diferentes o seamos expulsados del rebano ), hacemos lo que sea y más por ser aceptados por los demás.

Es decir, por no escucharnos acabamos haciendo cosas y teniendo pataletas que ni los niños pequeños tienen.

¿Qué está sucediendo?

Que seguimos siendo niños que vamos detrás de una «piruleta» en forma de modas, miedos y tendencias que sino las alcanzamos nos ponemos a llorar.

Tampoco te estoy diciendo que seas un ser humano frio, que no tenga emociones y un ego desconmensurable diciendo que has madurado de la noche al día y pasas de todo lo anterior, relájate.

Te estoy diciendo que muchos de los problemas que tenemos es por darle más importancia a lo que realmente no la tiene.

Vamos de «chulitos» diciendo que no nos importa lo que digan los demás de nosotros, hablamos de la libertad, de la originalidad… y luego cuando llegamos a casa acabamos llorando por lo que nos han dicho o creemos que nos han dicho.

¿En qué quedamos; nos importa lo que dicen los demás o no?

Por desgracia nos damos cuenta de muchas cosas no son tan importantes en momentos críticos de nuestra vida, cuando se ha marchado un familiar, estamos pasando una enfermedad o cualquier momento crítico, el cual no sabemos qué pasará con nosotros después de él… nos damos cuenta que hemos perdido mucho tiempo en absolutamente mierdas.

Mierdas que te daban de comer, que te hacían pasar buenos ratos y que te hacían aparentar algo, que en el fondo, sabías que ni querías ni sentías, que no eran importantes para ti.

¿Qué ocurre cuando damos un giro a nuestra vida ocupándonos de lo que realmente es importante para nosotros?

Somos más felices, vivimos con menos equipaje, pocos amigos pero siempre rodeado de los mejores, nuestras relaciones mejoran y otras se van… Todo cambia a mejor.

Así que:

.- Piensa en tus últimos disgustos y preguntante ¿cuál ha sido el motivo de ellos?

.- ¿Realmente son temas importantes para ti que en 5 meses aún estarás pensando en ellos?

.- Si crees que lo son, ¿Por qué? Y no valen excusas porqué te han hecho daño o no te han hecho del grupo… Explícalo en función de valores reales, no de tendencias eventuales.

.- Y si tú vida se basa en relación a cosas que no te importan.. ¿Qué vas a hacer para cambiar el rumbo de la misma?

Nos pasamos la vida preocupándonos por cosas que no valen la pena.

¿Qué pasaría si invirtiéramos la vida en cosas que realmente si nos importan?

Lo siento, no sé manipular.

Photo by Alexey Demidov on Pexels.com

Lo siento, no se manipular.

No se mentir a los demás.

No sé decir una cosa y ser en realidad otra cosa.

No sé hacerlo.

No sé mentir a una persona para llevármela a mi terreno y satisfacer mis intereses.

Lo siento, no se manipular.

No sé decir que tengo una vida de éxito y que me sigue gente de todo el mundo cuando en realidad lo que hago, es comprar seguidores para mis redes sociales.

Lo siento, no se manipular y hacer creer algo que no soy .

Y sé que eso me ha llevado a perder muchas oportunidades, a no alcanzar esa meta que había luchado, o quizá pasar una noche con la persona que me tenía loco…

Sé que he perdido muchas oportunidades en la vida, de las que de algunas en algún momento me doy cabezazos contra la pared. Pero al instante pienso.

¿Qué hubiera pasado si hubiera manipulado para alcanzar una meta antes que los demás?

Seré muy naif pero te digo que no la hubiera disfrutado como he disfrutado otras muchas sin manipular.

Recientemente leía en una entrevista que decía que la Manipulación es la palanca del éxito en esta sociedad. Y estoy totalmente de acuerdo.

Son más de 10 años conversando con gente del desarrollo personal, de la creatividad, de la empresa o del mundo social.. Son más de 10 años y 43 de vida en las que desde el día que me dije que sería yo siempre en todo momento, siempre agradezco esa decisión.

Por el camino he visto caer «grandes monstruos» que solo manipulaban a la gente por ganar un cliente más a sus formaciones o que comprase su libro.. Por el camino he visto personas hacer lo que fuera y más para aparentar algo , que sabían que no eran, para que les llamaran a los mejores eventos… Por el camino he visto a gente mentir con tal de conseguir su objetivo antes que los demás.

Y si, estoy de acuerdo, la manipulación es la palanca del éxito en esta sociedad, en estos momentos. ¡No digo que sea en la totalidad, pero si en una gran mayoría!.

La gente nos da lo que queremos oír y ya nos empezamos a volver locos con eso. Pensamos que es la persona que queremos, la que necesitamos para nuestra felicidad o para nuestra empresa. Ya no pensamos, creemos saber que no nos pegaremos una leche contra el muro como con otra veces… Sabemos a ciencia cierta y pondríamos la mano en el fuego, creyendo que no nos quemaríamos, Y luego salimos ardiendo…

Desde luego que debemos dar a los demás lo que quieren oír, ¿Y lo que no quieren oír? ¿Eso se lo dejamos para el amigo «pullitas»?

Consideramos amigos, gurús y salvadores a toda persona que nos dice lo que queremos oir, desechando de nuestro lado a toda persona que nos dice lo que sabemos pero que no queremos oír, que no queremos hacer caso.

¿Qué ocurre? Por un lado nos están manipulando, para sentirse por encima de nosotros, para que hagamos lo que ellos quieren o satisfagamos sus deseos más íntimos.

Pero por otro lado nos estamos manipulando nosotros. Como lo lees, Porqué la realidad no solo es una parte de la realidad, la que quieres oír, la que mejor te viene, sino también la que no te gustará tanto oír.

Vivimos en una sociedad que si no conseguimos el llamado «éxito», somos unos parias.

El éxito puede ser tener una pareja, un trabajo fijo, una casa e irte todos los años a un lugar paradisiaco y ponerlo en Instagram para darle en los «morros» a tus hermanos y vecinos.

Por ese éxito, hacemos lo que haga falta y más.

Aparentar, mentir, reconducir conversaciones para que no nos delaten…. Lo que sea y más para no sentirnos desplazados del «rebaño» y ser considerados uno más. Y si podemos dar envidia a alguien, mejor.

Yo a este éxito lo llama «¿Quién la tiene más larga?» Y por no perder hacemos lo que sea.

Pero hazte una pregunta: ¿Realmente es el juego que quieres jugar?

Si la respuesta es sincera, perfecto. Ha sido un placer hablar contigo y hasta la próxima entrada.

Pero si realmente PARAS, TE PREGUNTAS si es lo que quieres jugar y la respuesta es NO, ¿Qué leñes estás haciendo?

Frustrarte, deprimirte, perder oportunidades siendo tú mismo, un infeliz, dormir inquieto todas las noches…. ¿Y eso te merece la pena, el mentir a los demás y mentirte a uno mismo? Tú mismo, pero a mí no.

Hablamos de la felicidad, de la salud mental y del futuro que nos vendrá si seguimos así… Pero que no nos quiten el concepto de éxito, el de darle en los morros a la competencia, dominar a esos amigos o que nuestros seguidores crean que mi vida es la «leche» porqué soy un gran experto.

Piensa un poco: ¿Por qué mucha gente se ha ido de tu lado? Y si te das cuenta ha sido porqué te has parado a pensar y has dicho: ¡¡Conmigo no juegas más!! Sentías que te estaban manipulando.

¿Qué has hecho?

¡PENSAR!.

Algo que en estos momentos se habla mucho pero poco se hace.

Llamamos «hermano» a cualquier persona que nos hace creer que nos puede llevar a un mundo de ensueño, tildamos de «gurú» a cualquier persona que con luces y humo nos dice que nos llevará al éxito de forma rápida e indolora, por no hablar de las personas que nos dicen lo que necesitamos oír y deseábamos que alguien nos dijera….. Y todo por no pensar.

Pensemos antes de darnos ante esa oportunidad que nos dará 100 con solo dar 1. Quizá es la oportunidad que buscabas, pero antes de lanzarte, piensa. Te podrás ahorrar muchos disgustos.

El poder engancha mucho y a la vez hablamos de paz, coherencia, felicidad y transparencia.

Y ¿si dejáramos la manipulación por el poder, quizá alcanzaríamos un poder máximo, el de nuestra coherencia?

¿Te imaginas?

Lo siento, no sé manipular. Siempre lo que he escrito y escribo es lo que siento, no me sale manipular porqué algo esté de moda, ¡QUÉ LE VAMOS A HACER SI NO ME HE HECHO CON LA ETIQUETA DE «GURÚ!.

Apunten, Disparen y No Acierten…

Photo by Vicky Tran on Pexels.com

Nos pegamos la vida queriendo acertar el tiro..

Como bien dice Paulo Coelho en su libro «El camino del arquero» nos pasamos la vida queriendo apuntar bien, pero sobre todo que acertemos el tiro, ya que sabemos que no lo volveremos a intentar de nuevo.

Queremos el éxito, la felicidad, el amor, al primer tiro…Sino ya tiraremos la toalla para no volverlo a intentar más.

Pero luego cuando vemos que alguien ha dado en el blanco que nosotros queríamos dar, en vez de preguntar cómo lo ha hecho, querer que nos enseñe, en definitiva, preguntar cómo lo ha conseguido.. lo echaremos por tierra, lo criticaremos y hasta en alguna ocasión inventaremos algún «bulo» para desprestigiarlo.

¿Pero por qué erramos?

Porqué nuestros intentos no son fuertes, no están enfocados y son débiles. Suelen ser tiros basados en modas, en el de la marca personal, en el del copy, en el del coach… Modas que pensamos que nos harán ser una persona de reputación intachable, con muchos seguidores en Redes y que nos lloverán las ofertas de trabajo…al igual que nos ha dicho nuestro profesor que le pasa a él.

Pero cuando nos damos cuenta que aun habiendo hecho lo que nos decían que teníamos que hacer, no conseguimos resultados, acabamos echando la culpa a los demás, cuando en realidad la has tenido tú mismo.

Pensamos que no habremos cumplido alguna norma , que nos habremos saltado algún paso, que no teníamos la misma actitud que nuestro «mentor», pensamos chorradas…cuando en realmente estábamos haciendo algo en lo que no creíamos de corazón y solamente lo hacíamos por desesperación.

¿Por qué?

Porqué cuando tú lanzas un tiro fuerte, recto, bien equilibrado, transparente y a mayor velocidad es cuando es un tiro basado en tu pasión, en lo que sientes, en lo que quieres y no en lo que los demás dicen que es cool.

Cuando tú lanzas un disparo así, no tienes miedo errar, solo tienes ganas de disfrutar. De disfrutar a dónde te lleva el tiro. Cuando tienes haces lo que no sientes, tienes miedo a dónde te llevará o las consecuencias que tendrá.

Cuando tu lanzas un disparo en el que crees lo haces con el alma, sabiendo que puedes errar, que no puede llegar hasta donde tú querías, pero sería peor no hacerlo sabiendo qué es lo que realmente quieres hacer.

Hablamos de motivación, que la gente va la gente sin pasión. Y desde luego que es así, a pesar de ser verano, las calles de las ciudades están en silencio, la gente no habla, las miradas parecen perdidas y faltan risas.

¿No será que su día a día está falto de motivación y pasión? ¿No será que realmente querrían lanzar el disparo a lo que quieren pero por X o Z no lo hacen?

Cuando haces las cosas desde el alma, sientes que AHORA es el momento para ese disparo. Te podrá llevar al éxito o no, pero siempre te llevará a un lugar diferente al que te encuentras en ese momento. Y no esperaras a jubilarte para dar un tiro que quizá ya no esté esperándote jamás.

Siempre había sido una persona que si no alcanzaba el blanco sentía que era un fracasado. Y estaba muy confundido. Queda muy «coach» pero fue cuando uno cambia la perspectiva de meta por el de camino, el desarrollo es mucho mayor.

Si pensaba en la meta y ni la rozaba en el primer intento, sentía que era un fracasado. Cuando seguía probando diferente métodos para llegar a ella tras las experiencias obtenidas, he conseguido en mi vida metas que jamás pensaría que llegaría a ellas.

La meta es el mayor enemigo del ser humano.

No me considero escritor, no me considero gestor de eventos, no me considero una persona realizada…por qué no he llegado a ninguna meta y echarme a dormir. La vida es un camino que debes recorrer y cada meta que solo una parada para disfrutar y seguir adelante subiendo la cuesta llamada vida.

Cada meta es una parada para reponer fuerzas y seguir. Nunca para dormirte hasta que te llegue el día que te digan que tienes que subir para arriba.

Cuando caminas hacia la meta, jamás olvides lo que hay a tu alrededor. No por tener una meta tienes que estar obsesionado con ella. Yo tenía la obsesión de trabajar en Madrid en el mundo de las finanzas pero fue el darme cuenta por el camino que había otras cosas y disfrutarlas, me llevo a cambiar el rumbo de la meta.

No se trata de enfocarse en una meta como una obsesión sino de disfrutar del camino y dejarte llevar. Lo digo por experiencia propia.

La verdad que no soy futurólogo ni pretendo serlo. ¿Por qué lo digo? Dicen que después del verano, vendrá el invierno como dicen en «Juego de Tronos«. Momentos en los que la incertidumbre será mucho más palpable y que la creatividad será más que nunca necesaria.

Lo sabemos y lo peor de todo es que no haremos caso. Nos centraremos en lo superfluo, en el qué dirán, en el esperar a que «pase todo y sin hacer nada»…

Nos encanta enfocarnos en el «postureo», en lo superfluo, en el tamaño de nuestras redes sociales… cuando realmente lo que queremos expresar a los demás y nos da miedo pedir:

.- Gente de verdad, serenas de corazón. Coherentes.

.- Que aproveche los malo momentos como una oportunidad y no como una decepción.

.- Que sean curiosas y no se dejen de preguntar a pesar de su éxito o del qué dirán.

.- Con pensamiento crítico y no piensen como los demás.

.- Que se arriesguen, se caigan y se levanten mucho más sabios por la experiencia vivida.

.- Que enfoquen su energía en lo que creen y quieren, no en lo que destestan.

En definitiva, todas estas personas tendrán una cosa en común, apuntarán siempre a su blanco con creatividad , originalidad y pasión.

¿Y eso no producirá desarrollo a las personas y con ello a la sociedad?

Con los años, (tengo 43) se van yendo gente de nuestro lado que no quieres, no esperas o esperas. Y cada vez tengo una idea en mente respecto a esa situación:

La vida es el arco que tenemos para enfocar el blanco.

Depende lo que hagas con tu vida, así será el resultado de tus intentos.

Embellece tu arco con tus pasiones y los blancos aparecerán.

Quizá no aciertes a la primera, pero si sabes que es tu blanco, seguirás intentándolo durante disfrutas del camino.

Tú decides.

.

Pensar, Ver y Crear, ¿3 verbos malditos?.

Photo by Anna Shvets on Pexels.com

La creatividad es la mayor expresión del ser humano.

A través de ella expresa sus emociones, su visión, su forma de ver la vida.

A través de ella no pretende dejar una huella en la vida de los demás, eso es una consecuencia. Sino quiere convertirla en su forma de vivir, en su felicidad… Y si con ello ayuda a otras personas, ¿Qué más se puede pedir?

Pero para desarrollar nuestra creatividad, HAY QUE PENSAR. Y eso no nos gusta nada.

Hace unos días volví a tener un deja vu. En dicha conversación me decían porqué no acudía a determinadas conferencias, en las que a los asistentes les hacían bailar, reírse de forma forzada y darle a una pelota como si fuera un concierto de «Parchís» queriendo volver a ser niños….Que eran lo mejor del mundo. Y quizá para muchas personas les sirven, les ayudan.. pero tengo que reconocer todavía no conozco a una persona que después de 45 minutos de la conferencia, recuerden qué se ha dicho en la misma.

¡Ninguna!.

¿Qué estamos haciendo?

Utilizando «placebos» del tipo que tú quieras para no pensar. Como dicen, para vivir con el «piloto automático», en el que la rutina, saber lo que vendrá es más importante que realmente lo que nosotros pensemos o queramos hacer.

Y ¿Cuál es el motivo?

Que no queremos pensar.

Pensar qué nos gustaría de verdad hacer con nuestra vida…. Con lo que queremos estudiar, con lo que es mejor para nosotros según nuestros intereses… Descubrir nuestro intereses y ver.

Porqué tras pensar, empezamos a ver. Y eso tampoco nos gusta. No nos gusta ver qué quizá hemos «perdido» el tiempo en algo que realmente sabíamos que no iba a llevar a ningún lugar y no hacer lo que nosotros queríamos hacer.

Ver es abrir los ojos, es aceptar lo que hemos hecho y también lo que no hemos hecho. Es empezar a hacernos cargo de nuestras acciones y decisiones.

Si no queremos pensar, no queremos ver, ¿Cómo podemos crear algo?

¡IMPOSIBLE!.

Pero eso de ser autentico, único, inigualable,… mola mogollón. Pero a la hora de la verdad, pensar, ver y crear son 3 verbos malditos que pocos quieren experimentar.

Si no piensas, no te puedes dar cuenta de cómo está yendo tu vida, de tus intereses, de lo que realmente quieres y de cómo ves la vida.

Si no quieres mirar, solo verás aquello en lo que crees. Creyendo que el mundo solo está formado por tus creencias, por aquellas ideas que no te «hacen dudar».

Y con todo ello, nunca llegaremos a crear nada. Bueno podremos copiar, replicar, fotocopiar ideas que nos gustan, ideas que sentimos que nos harán «parecer» diferentes, pero nunca lo llegaremos a ser.

¿Por qué?

PORQUÉ NOS DA MIEDO PENSAR.

Porqué cuando pensamos nos damos cuenta de muchas cosas…

Que queremos otras cosas en la vida y no lo que estamos haciendo hasta la fecha.

Que podemos hacer lo que siempre hemos querido hacer y mientras tanto hemos estado «gastando» el tiempo que no invirtiéndolo en una vida, «cómoda» pero que no nos daba lo que realmente nosotros queríamos.

¿Pero por qué no pensamos?

PORQUÉ EL SER HUMANO ES MUY VAGO.

Damos el poder de nuestros pensamientos a los demás. Creemos que los demás pensarán mejor por nosotros que nosotros mismos. Y lo que estamos haciendo a la larga, es matando nuestra creatividad, nuestras ideas y nuestro pensamiento crítico.

Hablamos del coraje, aplaudimos a historias personales que han conseguido cosas «increíbles» que pensamos que nunca podremos alcanzar, pensar o idear…. ¿Y luego qué hacemos? Dudar de que nosotros podemos hacer algo igual y todo porqué nos da miedo pensar.

¿Pero es fácil pensar?

Desde luego que no.

Y más en un mundo donde las presiones para seguir lo establecido, dónde por mucho que digamos el miedo reina a sus anchas y dónde las modas triunfan sobre la autenticidad.

Dice una frase así de Epíteto «Somos aquello en lo que nos enfocamos». Si no pensamos nos enfocamos en lo que hacen los demás, en cómo piensan los demás, en cómo creen sentir los demás… ¿Y así crearemos algo diferente a los demás?

¡NO!

Si queremos nuestra felicidad, si queremos vivir de nuestra creatividad, si queremos dormir en paz… No tengas al MIRAR, AL CREAR, AL VER, como los verbos malditos que dicen que son.