No hay semana que por H o por B siempre oiga la misma frase:
SE TE VA A PASAR EL ARROZ.
Se te va a pasar el arroz porque no tienes pareja
Se te va a pasar el arroz porque no tienes trabajo
Se te va a pasar el arroz porqué no le dices nada a esa chica que te gusta.
Se te va a pasar el arroz si no das un paso adelante.
Se te ha pasado el arroz para ir a eventos así.
Se te ha pasado el arroz para gustarte grupos como esos…
Aunque no soy experto en hacer arroces, ya de tanto oír la frase creo ya soy un autentico gurú de los arroces.
¿PERO QUE NOS HA DADO CON QUE SE NOS PASA EL ARROZ?
Durante mucho tiempo era una frase que pesaba mucho en mi.
Pensaba que si a cierta edad no tenía cierto estatus, no había conseguido ciertas metas…era un raro y otras veces un «paria».
Si seguimos esta filosofía, en vez de beneficiarnos, lo único que hará es perjudicarnos.
Porqué aunque nosotros sepamos quienes somos, lo que queremos, lo que nos hace felices…si en algún momento tenemos algún momento de debilidad, pensamos que no somos «aptos» para este sociedad porqué no hemos alcanzado los estándares que se suponían que teníamos que haber alcanzado por la edad que teníamos.
Muchas personas lo harán con cariño, como nuestras abuelas. Pero otras realmente lo hacen con fines «no muy positivos o cotillas».
Las personas mayores te querrán en pareja, te querrán que todo va bien o que has conseguido «esa seguridad profesional» que ellos tanto les consiguió alcanzar. Y es algo totalmente licito y de agradecer.
Pero ¿Qué le importa a los demás si tienes pareja, con quien te acuestas o de qué trabajas?
Vivimos en una sociedad llena de prejuicios. Una sociedad que piensa que si no has alcanzado ciertos hitos a ciertas edades, seguro que lo primero que pensarán será algo así:
¿Qué esconderá que no lo quiere decir?
Cada día pienso que nos tomamos la vida demasiado en serio.
Tenemos que hacer esto no vayan a pensar que.
Tenemos que callarnos lo otro, no vayan a pensar que.
Tenemos que aparentar no sé que, no vayan a dudar de nosotros.
Tenemos que…cuando en realidad ni tenemos ni queremos. Debemos hacer lo que nosotros sintamos.
Y no todo el mundo tiene esa confianza y fuerza de voluntad de confiar en si mismo a pesar de las circunstancias, de las presiones. Son personas que acaban haciendo cosas de las que luego se lamentan, de las que luego dicen algo así como «Pero si yo no quería, era por la presión de los demás...». Todo por no volver a oír la frase del arroz y sentirse «una más del grupo».
Hablamos de la felicidad con la boca llena pero todavía vivimos en una sociedad que se gestiona en base a prejuicios por mucho que hablemos de originalidad, autenticidad y felicidad. los mismos que hablan de felicidad, luego tienen prejuicios sobre los demás pero.. ése es otro tema.
¿Cuántas veces hemos hecho cosas de forma oculta por qué teníamos miedo / vergüenza a las consecuencias a pesar de hacer lo que sentíamos que queríamos hacer?
MUCHAS. Y todo porqué no queríamos oír lo del arroz.
El único arroz que se nos puede pasar es el que echamos a la paellera o cuando queremos hacer arroz con leche. Y aún así seguro que algún truco o receta habrá para que no se nos pase el arroz.
¿Y lo demás? Nunca se nos pasará el arroz.
Porqué no se nos pasa el arroz porque no tengas hijos ni pareja…puedes adoptar que seguro que muchos niños te lo agradecerán.
Porqué quizá no encuentres trabajo pero lo puedes crear.
Porqué quizá no tengas pareja pero te puedes apuntar a grupos para conocer gente.
Porqué siempre habrá una solución para un problema que los demás te intenten «meter en tu cabeza».
Si estás a gusto contigo mismo, confías en ti, eres coherente en lo que haces, haces la vida que quieres…TE ESTÁS COMIENDO TÚ EL ARROZ y NUNCA DEJÁRAS QUE SE TE PASE, porque siempre que tengas oportunidad, te lo comeras.
Las personas que son fuertes, que no les importa los prejuicios o el qué dirán, hacen eso, SE COMEN EL ARROZ que las personas que piensan que se te está pasando el arroz, les gustaría comerse.
Encuentros en los que alguna vez me has ganado la partida y he ido dilatando lo que tenía que hacer. Pero otras he sido yo quien he hecho oídos sordos a tus comentarios y he seguido adelante.
Tengo que reconocer, que en algunas ocasiones tenías razón, tenía que haberme quedado en el sofa y haberme olvidado de todo. Pero ¿sabes qué? Que aun no habiendo conseguido lo que yo esperaba, viví mucho más que si no hubiera hecho nada.
Querida pereza, siempre me has enseñado mucho más de lo que te podrías imaginar, aunque parezca en estos momentos, que sino estás siempre ocupado, produciendo ( a pesar de que no des resultados esperados o deseados), es que eres un vago.
Querida pereza, muchas veces me has salvado de muchos cosas que no me imaginaba. De decepciones con el paso del tiempo, de acontecimientos que no hubiera sabido como gestionar y de mentiras que no quería ver y que acabaron saliendo a la luz.
Y todo porqué tenia, no se porqué, de hacer lo que en ese momento tocaba hacer. Pero no tenía ganas , había algo que me decía que no lo hiciera.
Pero también tengo que decirte, que por MIEDO y no por otra cosa, he perdido muchas cosas en la vida.
Oportunidades que quería decir SI, experiencias que sé que hubieran sido únicas o quizá no hubiera pasado nada de eso. .Pero lo que si tengo que reconocer, que no hay que echarte la culpa, sino que era miedo lo que tenía.
Nos parapetamos en ti, cuando algo no queremos hacer. Pero además, no queremos decir que no queremos hacerlo.
Ponemos como excusas que no queremos decir esto, que no queremos hacer lo otro o no queremos aguantar de nuevo a esa persona que solamente nos quieres por interés. Y decimos que tenemos pereza, cuando en realidad no nos queremos enfrentar a la realidad. a lo que queremos hacer pero nos da miedo hacerlo.
Así que lo siento si usamos tu nombre en vano, tú no tienes la culpa.
Pero como también he dicho, de una manera u otra, nos has «avisado» cuando no era el momento o la situación para hacer algo o decir algo. Has entrado en nosotros, cuando teníamos ilusión, ganas de lanzarnos de cabeza a ese proyecto o persona que nos tenía locos. Pero de repente, nos entró la pereza, no queríamos dar un paso más allá. ¿Por qué? Porqué tu entrada quería avisarnos de una manera u otra, que no lo hiciéramos, que las consecuencias serían peor que las acciones. Terminando días después diciendo algo así: » Que bien que no di el paso adelante».
Quería escribirte esta carta y decirte que gracias.
Gracias por tu ayuda en algunos momentos, por salvarme el culo en otros y en definitiva por todo, porqué siempre de una manera u otra, nos estás ayudando.
Si, porqué nos estás diciendo en definitiva que tenemos miedo a hacer y ser nosotros mismos cuando estamos en un precipicio el cual tenemos que tomar una decisión. Y nos ayuda a darnos cuenta que tenemos miedo y que por eso, a veces optamos por no dar un paso adelante. Te ponemos como excusa, pero en definitiva tenemos miedo a ser, a mostrarnos como somos. Y todo ¿Por qué? Porqué preferimos la frustración y la rabia mientras seguimos siendo como los demás, que la paz y la felicidad por ser como somos en realidad.
¿Por qué en navidad y cuando soplamos las velas hablamos de deseos?
Hablamos de los deseos para el año entrante, hablamos de los deseos tras soplar las velas deseando que se cumplan…Pero eso si, no vayamos a decirlo, que sino dirán que somos demasiado ambiciosos o vete a saber qué.
Seamos sinceros, deseamos todos los días de la vida. Otra cosa es que no lo digamos, que nos lo callemos,…
Yo creo que todo empezó con nuestra formación católica y alguno de los mandamientos que repetíamos durante la clase de Religión.
No podíamos desear.
El deseo es gula.
La gula es ambición y ego.
El ego te lleva al infierno.
Durante la juventud deseamos el último modelo de zapatillas pero no lo decimos porqué no tenemos dinero, porqué nuestros padres anda escasos de capital o porqué las creencias que nos han inculcado, nos han dicho que desear lo que tiene el prójimo es de mal persona.
Unos no harán caso y harán lo posible por conseguir ese sueño. Otros por lo civil, lo intentarán.
Pero mientras tanto, ¿Qué ocurre?
Que cuando hablas de tus sueños o deseos, tienes miedo a que te miren raro, a que piensen que eres un ser egoísta o un pirado.
NUESTROS DESEOS SON LA EXPRESIÓN DE QUIENES SOMOS, DE LO QUE NOS GUSTARÍA INTENTAR O DE LO QUE QUEREMOS ALCANZAR.
Son la expresión de que estamos cansados de lo mismo y queremos probar cosas nuevas.
De que nos hemos callado mucho tiempo y queremos hacer por fin realidad nuestros sueños, superarnos y ver de que somos capaces.
NUESTROS DESEOS HABLAN POR NOSOTROS. EXPRESAN LO QUE NO NOS ATREVEMOS DECIR A LOS DEMÁS SIN PONERNOS ROJOS.
Pero solo hablamos de ellos en navidad cuando comienza el año o estamos soplando las velas de nuestro cumpleaños.
¿Y el resto del año?
NOS OCULTAMOS, NOS AVERGONZAMOS DE NOSOTROS MISMOS O LO HACEMOS A ESCONDIDAS NO VAYAN A SABER DE QUÉ PASTA ESTAMOS HECHOS.
Se nos llena la boca hablando de originalidad, de la importancia de la marca personal y el principio de todo que son nuestros deseos, nuestra autenticidad, no le hacemos caso.
Y por deseos no estoy hablando matar al jefe o decirle que se calle de una forma poco ética a la suegra. Por deseos hablo de ser mejores personas, de dar un giro de 180 grados a quiénes somos y lo que queremos en la vida. ¡Qué nos conocemos!.
Algunos deseos se harán realidad, otros no y otros no habrá manera por donde empezar a hacerlos realidad.
Pero todos ellos te enseñaran de lo que eres en realidad.
DESEA MÁS Y DALES UNA OPORTUNIDAD , PERO DURANTE TODO EL AÑO.
Fantaseamos con tener una noche loca con esa amiga que nos tiene locos..
Fantaseamos con tener un trabajo mejor o trabajar en la empresa de nuestros sueños.
Fantaseamos con poder hacer locuras con nuestra pareja en la cama y no el aburrimiento de todos los sábados por la noche.
Todos los días fantaseamos en algún aspecto de nuestra vida que lo único que hacemos en él es aburrirnos.
¿Pero qué hacemos con nuestras fantasías?
Por un lado tenemos aquellas personas que las rechazan sin ni siquiera haberles dado una oportunidad, sin haberse preguntado: ¿Por qué tengo yo esta fantasía? ¿Qué ocurre en ese aspecto de mi vida? ¿Qué me quiere decir esa fantasía sobre mí?…Antes de eso, salen corriendo. No quieren saber la respuesta, no quieren descubrir qué hay detrás de ellas,… En definitiva, les da miedo descubrir quiénes son.
Desde pequeños, tratamos a la fantasía como una locura.
Nos reímos de los niños que fantasean. Cuando nosotros fuimos los primeros en hacerlo.
Fantaseábamos que estábamos en la luna explorándola con nuestros amigos del pueblo cuando en realidad estábamos en la plaza y de fondo se oía a nuestra madre diciéndonos que ya era hora de comer.
Fantaseábamos que un perro era el mayor de los dragones que jamás nos podríamos encontrar pero nosotros éramos los únicos que podríamos salvar al mundo con nuestra fuerza.
Desde pequeños hemos fantaseado pero por nuestra ignorancia, creer que los demás saben más de la vida o yo que me sé , cuando oíamos: «Deja de fantasear, que es un sueño irreal...» empezábamos a matar nuestra fantasía poco a poco.
Y paso a paso, cuando llegábamos al a «madurez» pensábamos que fantasear es algo de niños, de ilusos, de incrédulos de la realidad cuando lo mejor que podemos hacer es seguir las normas, adaptarnos a la realidad y esperar a la jubilación (si llegamos a ella).
Luego están las personas que dicen SI a esa fantasía, a ese sueño. Pero que pensar que muchos de ellos o lo mantienen en silencio o son muy pocas personas quienes lo saben. ¿Por qué? Porqué son personas en las que confían, en las que se sienten ellos mismos y por otro lado, porqué tienen miedo a lo que puedan decir los demás.
Hablamos de creatividad, de innovación de felicidad, de desarrollo, de avanzar…de verbos que implican soñar, fantasear, preguntarnos ¿y por qué no?, pero sin embargo seguimos que fantasear es algo prohibido, dedicado exclusivamente a los niños y a los locos. Nos han hecho creer que fantasear es algo prohibido, cuando es la muestra mayor de coherencia del ser humano.
¿Por qué hay que decir SI a tus fantasías?
PORQUÉ SON UNA MUESTRA DE QUIÉN ERES REALMENTE, DE TI.
No necesitas cursos de 24 horas para ser original ni cosas parecidas, escucha a tus fantasías y ahí estará tu autenticidad.
¿Qué aprenden aquellos que dan un paso adelante en sus fantasías?
.- No están locos, son los más coherentes del mundo. Solo hacen lo que sienten, no lo que deberían sentir según las enseñanzas o miedos de los demás.
.- Viven. Mientras unos se frustran pensando qué pasaría si lo hicieran, otros aprenden, crean, innovan, disfrutan.
.- Desarrollan su creatividad. Preguntan qué tienen que hacer para desarrollarlo, son curiosos, luchan, imaginan…
.- Creen que el único tabo que hay en la vida, es no hacer lo que sientes que tienes que hacer. Lo demás son prejuicios.
.- Saben que toda oportunidad tiene algo que enseñarte. Así que no la desaprovechan.
.- No son locos ni cosas parecidas. Solo quieren ser mejores siempre. ¿Y qué hay de malo en ello?
¿Y tú que haces con tus fantasías?¿Cómo sería el mundo si hiciéramos más caso a nuestras fantasía? ¿Quizá viviríamos más tranquilos todos?
Tranquilos haters, de momento aún no tengo la fecha concreta, pero sé que así va a ser.
Pero tú también que estás leyendo este artículo, todos nos vamos a morir.
Y ¿Por qué me lo recuerdo todos los días?
Porqué sino lo hiciera acabaría posponiendo las decisiones que debo tomar, las cosas que debo decir o los NOES que debo exponer.
Nos pasamos la vida posponiendo la vida. Pensando que ya tendremos la oportunidad de hacer lo que realmente queremos. De que habrá más trenes que pasen por nuestra vida y a los que nos podremos subir, porqué ahora , en este momento, CREEMOS QUE NO PODEMOS.
Son puras excusas creadas por el miedo.
El mayor problema del ser humano es que nos tenemos miedo a nosotros mismos.
Queremos ilusionarnos con nuevos proyectos, queremos motivarnos con nuevas ideas, queremos descubrir de lo que somos capaces y de lo que estamos hechos…. Queremos muchas cosas, sin embargo a la hora de la verdad, tenemos miedo.
Tenemos miedo a cagarla. a no saber por dónde empezar, a que se rían de nosotros, a no demostrar todo lo que sabemos que llevamos dentro,…
Miedos que se pueden resumir en una sola palabra:
NOS TENEMOS MIEDO A NOSOTROS MISMOS.
¿Y qué hacemos cuando tenemos miedo?
Imaginarnos qué ocurriría, en plan negativo, si lo consiguiéramos aquello que nos está haciendo tanta ilusión.
En vez de imaginar, fantasear qué ocurriría si todo fuera bien y consiguiéramos lo que nos hemos propuesto, nos centramos en lo negativo.
Y no estoy diciendo que hay que ser un «Happy Flower», sino lo que estoy diciendo que somos NOSOTROS MISMOS, quienes somos los primeros en «pisotearnos» a nosotros mismos. Y luego claro está , si le sumas que le pides opinión a todos a ver qué harían, con el único objetivo de recabar ideas que refuercen que «es imposible» conseguir lo que te habías propuesto…Pues tienes todas las papeletas para que en menos de 5 minutos después de creer que será imposible hacer lo que sueñas hacer, para creer que será imposible.
Posponemos la vida porqué tenemos miedo a la vida.
Tenemos miedo a lo que no podemos controlar, a lo que no sabemos qué ocurrirá, nos imaginamos lo que pueden decir los demás cuando nos salimos de lo esperado, de lo establecido… Tenemos miedo al miedo. Y lo único que estamos haciendo es jodernos a nosotros los primeros y luego a los demás porqué serán los que nos aguantarán nuestra envidia y frustración.
Desde luego que me puedo confundir pero NO EXISTE OTRO TREN ESPERÁNDOTE.
Mi experiencia me ha dicho que cuando una oportunidad se te presenta, tienes que decirle SI o NO en ese momento. Jamás te piense que si es para ti, vendrá para ti cuando estés preparado, PORQUÉ NUNCA LO ESTAMOS Nunca estamos preparados para el amor, nunca estamos preparados para el trabajo de nuestros sueños, nunca estamos preparados para nada porqué creemos que no lo estamos por muchos master que tengamos, muchas experiencias que hayamos tenido o muchos de los que tú quieras.
NUNCA ESTAMOS PREPARADOS PARA SER NOSOTROS MISMOS y cuando menos te lo esperes, te habrás muerto.
En otras épocas a quién se arriesgaba, como mucho le podrían cortar la cabeza como hereje. ¿A día de hoy? Hay hasta una ley que se llama de Segundas Oportunidades. Por lo tanto, ¿Qué excusas hay?
Como mucho puedes recibir un NO, un CASI QUE NO, que pospongan tu propuesta para dentro de unos menos y no cuando tú quieras o que tu idea se desvanezca al darte cuenta que había en realidad detrás de ella. ¿Lo demás? Pajas mentales que te has montado tú. Pero además ganarás otra cosa más, EXPERIENCIA.
Te darás cuenta que hay detrás del miedo, sabrás que el miedo muchas veces es más pequeño de lo que tú te imaginas y en definitiva que tú eres más grande que el que eras ayer.
Nos vamos a morir todos así que¿ por qué tenernos miedo a nosotros mismos?
¿Y si realmente no se tratase de pensar en grande, sino en pequeño?
Lees sin parar y más ahora con el comienzo del año, que hay que pensar en grandes. Que hay que tener grandes expectativas para empezar el año con ganas, ilusión y motivación.
Y gracias a eso, soñamos que tenemos un cuerpo increíble. Y no a finales de año, sino al mes siguiente. Soñamos que somos los p*** jefes del imperio empresarial que nos merecemos con la idea que tenemos. Y hasta Jeff Bezzos es amigo nuestro.
Soñar en grande, ¿Tiene sus beneficios? SI, pero creo que en la mayor parte de las ocasiones, produce más frustración que motivación.
¿Por qué?
Porqué ya que nos ponemos a soñar, que queremos que sea ya. Creemos que no nos merecemos menos, ya que hemos soñados, que sea para ya. Además ¿Por qué no tener algo ya que queremos y que sentimos que nos merecemos?
Sin embargo, si te das cuenta, cuando soñamos en grande, acabamos soñando como cientos de personas que están haciendo lo mismo que tú.
Sueñan de la misma manera, con el mismo proceso. Y esperando el mismo resultado que tú. ¿Y todos los sueños se pueden hacer realidad?
Ojala fuera tan fácil pero no es así.
Y lo único que conlleva es a frustración, mediocridad y no querer volverlo a intentar más.
Los sueños se desvanecen y la motivación se va a tomar viento.
¿Y si tratáramos de soñar en pequeño?
Siempre que lo digo piensan que soy negativo, que siempre hay que soñar en grande, siempre hay que pensar que podemos pelear con Amazon o Google. Que si no sueñas en grandes, ¿Para que soñar?
¿Y si los mejores sueños son los más pequeños?
Aquellos sueños que han crecido y se han acabado convirtiendo en sueños impensables, siempre comenzaron soñando en pequeño. Y con una característica en común, no soñaron ni pretendían que se convirtieran en lo que se han convertido.
¿Con que soñaban?
Con poder hacer lo que siempre habían querido hacer, vivir de su pasión. Pero sobre todo dando lo mejor de si mismos a los demás.
No tenían ninguna intención más allá que la de sentirse realizados.
Y todo esto lo podemos aplicar a cualquier proyecto que tengas.
Cuando queremos perder peso y vemos que no hemos perdido esos 15 kg en un mes, nos echamos para atrás, tiramos la toalla. Pero cuando vemos que poco a poco estamos perdiendo kg, cogemos más y más motivación, queriéndonos superar más y más.
¿A qué no es lo mismo?
Pero los gurús de hoy en día, nos dicen que tenemos soñar en grande, que es el único método para romper con las creencias , con las normas…. Y yo no estoy de acuerdo.
Sueña con algo que aunque sea su tamaño pequeño, para ti sea enorme, porque es lo que realmente te hace feliz.
En la vida, no se trata de «tamaño grande o no ande», sino de que te haga feliz a ti y seguro que darás un valor diferencial ante los demás.
«Esa vulnerabilidad de las cosas valiosas es hermosa porqué la vulnerabilidad es una marca de existencia» decía Simon Well
Mi madre siempre me ha enseñado que en el término medio está la virtud.
Pero vivimos en una sociedad que si no eres de unos, eres de los otros. Y así nunca alcanzaremos ningún avance, más bien luchas fratricidas.
Últimamente estamos viendo en los medios de comunicación que se habla mucho de la salud mental gracias a la deportista Simon Biles. Que pena de país, tiene que venir alguien de fuera para recordarnos temas que nosotros tuvimos con consecuencias mucho más tristes, pero que nos olvidamos rápidamente.
Hablamos de la importancia de la sicología, de no ir al psiquiatra cuando nos hemos dado cuenta que tenemos un problema, sino antes, de hablar de nuestras emociones y de gestionar la presión que podamos sentir. Yo no soy psicólogo ni mucho menos siquiatra, solo soy un chico de Zaragoza que durante 10 años escribe lo que siente en cada momento. Pero una cosa déjame decirte una recomendación, un psicólogo en tu vida ayuda y bien.
Pero si quiero hablar de un tema que alguna que otra vez he escrito y que está relacionado con este tema, La Vulnerabilidad.
La educación que hayamos podido vivir, ser hombre o mujer y miles de circunstancias alrededor, llegamos a la madurez, no queriendo mostrar nuestros sentimientos, no queriendo mostrar nuestras emociones.
¡No queriendo ser ni sentirnos vulnerables ante los demás!.
Nos han dicho que tenemos que ser perfectos, que tenemos que dar resultados siempre en todo lo que hagamos, que tenemos que ser felices y lo mejor de todo, mostrarlo a los demás para que vean que es verdad ( o al menos se lo crean). Y eso de las emociones, que eres imperfecto, que te pasa algo, «te lo comes«, porque sino se reirán de ti, te dirán blando y ni se te ocurra llorar. En este momento siempre me acuerdo de la canción de Miguel Bosé: «Los chicos no lloran solo deben pelear».
Pero para el carro. No estoy diciendo que ser «vulnerable» es llorar más que Bustamante en Operación Triunfo. NI tampoco que nadie te pueda decir absolutamente nada porqué eres vulnerable.
¡No te flipes!
Estoy diciendo que ser vulnerable es mostrarse uno mismo siempre, SER INTEGRO. Es llorar cuando algo te emociona de verdad aunque tengas delante de ti al Director general de tu empresa, Es responder lo que sientas cuando te hacen una pregunta, no respondiendo lo que le gustaría oír a la otra persona.
¿Por qué está tan de moda ahora la vulnerabilidad cuando en realidad es la integridad de la persona en si? Porqué nos hemos pegado la vida pensando que somos héroes, que podemos con todo, que importa más la razón que el corazón y a la 1 de cambio, cuando vienen mal dadas, no tenemos ni pu… idea de gestionar nuestras emociones.
A eso se llama vulnerabilidad, cuando en realidad es que la vida te ha dado una ostia para que dejes e ir de «chulito» y vayas de lo que eres, «un ser humano». Pero bueno, una etiqueta más.
En este mundo de redes sociales, esta lucha contra la imperfección se ha hecho aún más visible. Con frases como «no tienes que ser un buen profesional, tienes que parecerlo.. Usa estos filtros de Instagram para que no se te vean esas arrugas, haz fotos de todo lo que hagas, que se te tiene que lucir todo lo que haces…» La ultima frase me lo dijo una persona que al dia siguiente decía que se quería quitar de redes sociales, en fin.
Todo debe ser perfecto, tienes que emanar éxito aunque mientas en lo que estás diciendo a tus seguidores… Eso no importa, lo importa es el like, que te compren y como un martillo pilón les metas tu mensaje a tus fans queriendo que no se olviden de él y mucho menos se vayan con «otro».
Hay que conseguir resultados desde la razón, ¿Desde la emoción? ¡¡NUNCA!! Buenos desde la manipulación, quizá.
Pero eso si, luego hay que tener una marca personal autentica, ¿Y la autenticidad no es también vulnerabilidad?
La verdad que no entiendo la incoherencia de muchos gurús de hoy en día.
Con esta situación, eso de mostrar nuestras emociones, eso de decir que lo estamos pasando mal… lo dejamos para las noches cuando nadie nos ve y solo nuestra almohada aguanta nuestros lloros.
Vivimos en un mundo donde la razón y la imagen están ganando la partida a la emoción. Y claro luego pasa lo que pasa, que hay más muertes por suicidios que por accidente de trafico. (Qué conste que todas las muertes son iguales de importantes, vengan de donde vengan).
Como en todo hay gente que lleva todo al extremo. Mostrando en redes sociales situaciones de lo más personales que deberían , a mi forma de ver, quedarse de puertas para adentro. Como exponer problemas que deberían tratar profesionales expertos y no tus seguidores en redes sociales. Y algunas hasta muestran situaciones falsas, ¿Por qué? ¿para dar pena? ¿para hacerse la victima? Me da igual el motivo pero usar desgracias para aumentar los seguidores siempre me ha parecido lo más rastrero del ser humano. Pero allá cada uno.
Vivimos en una sociedad en la que si no eres un Super Héroe de los negocios, del marketing, de la marca personal… eres un fracasado. Tienes que parecer, eso de ser, no importa. ¿Y tus emociones? Eso déjalas para ti y tu almohada.
Todo lo basamos en los resultados. ¿Las emociones? Mejor las dejamos para casa dónde nadie nos vea y sepa qué nos está pasando, qué nos ocurre o qué pensamos de verdad.
Desde luego que seguimos a la gente por sus resultados; o bueno lo que dicen que han conseguido. Desde luego que contratamos a la gente en función de las expectativas que pueden generar en nuestra empresa. Es decir, nos sigue importando mucho más la titulitis, lo que dicen de esa persona, que realmente quién es esa persona de verdad, emociones incluidas Luego si hay que despedirlo ya echaremos la culpa a la responsable de RR.HH. Pero bueno… por mucho que hablamos de felicidad en la empresa, en la sociedad, nos sigue importando más las expectativas que puede generar esa persona que no quién es de verdad.
Y lo vuelvo a repetir , no estoy diciendo que ahora nos tengamos que exhibir nuestras emociones sin parar. Porqué más bien estamos haciendo espectáculo que no ayudando a los demás. Sino lo que estoy diciendo que durante toda la historia de la sociedad y del mundo empresarial, la vulnerabilidad ha tenido una papel importante a la hora del éxito de personas, marcas y sociedades Y no solo dependiendo solo de los resultados.
Y no hace falta irnos años o siglos atrás para ver qué pasó y cómo pasó, a día de hoy lo estamos viendo con muchas empresas que están mostrando su sensibilidad/vulnerabilidad a la hora de contratar gente de una determinada edad, que han ayudado a gente desfavorecida ( y sin fotografías que lo testimonien) o que gracias a mostrarse vulnerables y no desde su despacho lleno de fotos de éxito, han reconocido estar pasando malos momentos y sus clientes, proveedores ayudarlos a salir adelante porqué creían en el proyecto, en lo que proyectaban o generaban. Y sobre todo porque su vulnerabilidad/sensibilidad les había ayudado antes que ellos tuvieran problemas.
Seguimos pensando que una marca tiene que dar resultados de forma racional, a través de un método o una fórmula. ¿Y dónde dejamos las emociones? Que si, que está claro que no hay que hacer un espectáculo, porque sino la delgada línea entre la verdad y la manipulación, es muy delgada. Totalmente de acuerdo.
Hablamos de que todos tener un propósito en la vida, luchar por algo. ¿Pero dejamos las emociones a un lado?
¿Las familias cómo se crean? ¿Sólo con resultados? ¿O con emociones también?
Podrás ofrecer mucho a una empresa y dar resultados, Pero si cuando están las cosas mal no eres empático, ¿Para qué sirves? ¿Qué tenemos que ser todos como Cristiano Ronaldo, el mejor, el que más goles mete, el que más ego tiene pero de empatía poca?
Puedes tener una marca que ofrezca el éxito a la mayor rapidez posible. Pero si luego a la hora de formar no tienes una pizca de sensibilidad , ¿Para qué sirves?
Creo que estamos en una vorágine de resultados y éxito que nos está haciendo perder muchas cosas por el camino y una de ellas son las emociones.
Lo vuelvo a repetir, no se trata de manipular a las personas a través de tu «papel vulnerable»
Pero si creo que una marca empresarial o personal , es la suma de resultados y de emociones. Porqué si hablamos de felicidad en las empresas, en la sociedad y solo pensamos en resultados, ¿Qué estamos promulgando?
Yo quiero verdad, no solo resultados desde la razón, sino también desde la emoción.
«El tiempo se mueve en una dirección, la memoria en otra»
Somos esclavos del tiempo. Aunque estemos de vacaciones.
Pensando a qué hora tenemos que salir para que no haya trafico, a qué hora tenemos que entrar en la habitación de hotel, a qué hora sale nuestro avión de regreso, a qué hora es el buffet libre…
Las decisiones que tomamos están basadas en el tiempo.
No tengo tiempo para verte, no tengo tiempo para hacer lo que realmente querría hacer, se me está pasando el tiempo y no he hecho nada….
Sean vacaciones o cualquier día, todo lo hacemos en función del tiempo.
¿Por qué?
Porqué pensamos que tener una vida ajetreada es tener una vida feliz, a la que los demás le tendrán envidia. Pero además de eso, pensamos sino que la vida se nos escapa, que si tenemos una agenda vacía en algún momento, es la muestra que somos personas solitarias, que no tenemos amigos o que nadie nos quiere.
Y de repente viene una enfermedad, un bicho o cualquier inconveniente que no teníamos agendado en nuestra agenda y el tiempo se para.
Aquello que ponía la agenda , ha desaparecido. Ya no tienes deberes, ya no existen las obligaciones de ir a buscar a tus hijos o ir al «after work» de los jueves de la empresa.
Eso que tanto soñábamos de tener tiempo para nosotros, es una realidad. Pero el problema es que no sabemos qué hacer con él.
Tanto tiempo para nosotros, para hacer lo que sentimos, para escucharnos, para estar en silencio o lo que nos de la gana… No sabemos qué hacer con él.
¿Por qué?
Porqué hemos aprendido que estar ocupado , es ser un hombre de provecho. Cuántas más obligaciones, mejor. Cuantos más recados tengas que hacer, mejor. Cuantas más actividades tengas a lo largo del día, mejor.
Mejor, porque pensarán que eres una persona de éxito, que eres feliz y hasta das confianza. Confianza que no dará una persona que tenga una agenda enfocada para pensar en lo que quiere hacer con su vida o lo que realmente le pasa en la vida. Pensaremos que es un vago, que no quiere trabajar o vete a saber qué.
Si no ocupas tu tiempo, no siempre estás desocupado., quizá estás viviendo de verdad.
Somos esclavos del tiempo y victimas de la impaciencia. Impaciente para que llegue cuanto antes lo que hemos soñado, lo que creemos que nos merecemos, lo que exigimos por el esfuerzo que hemos realizado.
Somos esclavos del tiempo y queremos que corra más de lo que corre, lo exigimos.
Pero luego sin embargo, somos producto de la memoria.
No hay conversación en la que oigas alguna vez: «Recuerdas cuando..»
Nos pasamos la vida reviviendo el pasado con el deseo que vuelva a suceder. Algo que menos en las películas de Hollywood, no pasará.
Recordamos cuando creíamos que éramos felices, cuando disfrutábamos de la vida, cuando teníamos energía…Cuando lo que sea, pero siempre en el pasado… ¿Y qué pasa con el presente? Lo rechazamos, solo queremos volver al pasado.
En el pasado creíamos que teníamos menos obligaciones, que nos importaba poco lo que dijeran o hicieran los demás, vivíamos y no subsistíamos ¿Pero que ha cambiado? ¿Qué hemos madurado? ¿O que nos hemos olvidado de quienes éramos o ser quienes nos recomiendan que seamos?
Somos producto de la memoria y lo peor de todo, nos apegamos a ella. Olvidándonos de algo esencial, que somos las experiencias que hayamos podido vivir pero que siempre las recordamos en el presente, que es lo único certero que tenemos.
¿Cómo dejar de ser esclavo del tiempo?
Haciendote dueño de él.
¿Cómo dejar de ser un producto de la memoria?
Dándole las gracias por lo aprendido y vivido mirando al presente.
Si me llegan a decir que yo era creativo, que podría no solamente escribir un libro sino ya tres, que era capaz de crear cosas que soñaba y hacerlas realidad, seguro que le hubiera dicho a esa persona que estaba loca o que dejase de reírse de mí.
De un día para otro, ha aparecido la creatividad en nuestra vida.
«Tenemos que ser creativos, no solo los artistas son y deben ser creativos, sino también todas las profesiones… Hay que desarrollar toda la creatividad..»
Son algunas de las frases que oímos últimamente.
Desesperados vamos corriendo a ser creativos. A tener ideas, a poner en nuestro CV que somos más creativos que Ferrán Adría o que el mismo Elon Musk.
¿Pero realmente sabemos que es la creatividad? ¿Realmente estamos preparados para la creatividad?
¡NO!.
¿Por qué?
Te voy a poner un ejemplo muy fácil. ¿Qué ocurre cuando tienes una idea que se sale de lo normal? Habitualmente lo que hace la gente y se dice así mismos es que «Es una locura, no te entenderán, se reirán de mí, no eres capaz de conseguir eso, seguro que fracasaré..»
Frases que lo único que están haciendo es tirar por la borda tu talento y el talento que podría estar reclamando mucha gente para satisfacer sus necesidades.
Por lo tanto, TODOS SOMOS CREATIVOS.
Todos tenemos ideas que de una manera u otra hemos puesto en marcha. Ideas de qué me pongo para ir a trabajar, de qué le diga a esa chica para que se fije en mi o para solucionar un problema que tienes en casa..
Todos hemos sido creativos en algún momento de la vida.
¿Pero qué ocurre?
Que por nosotros mismos, por el ambiente donde nos rodeabamos o las escuelas donde nos formamos, la creatividad siempre ha sido coartada. Poco a poco hemos ido aceptando las normas, no queriendolas superar y durmiendo nuestra curiosidad. Curiosidad que es el elixir de la creatividad.
Y llegamos en medio de una pandemia con el mensaje que o somos creativos o nos irá la cosa muy mal en un futuro.
¿Qué hacemos? ¿Con un curso de creatividad ya bastará? ¿Pero solo Tesla puede ser creativa o también una Pyme que es lo que más abunda en el tejido empresarial español? ¿Puedo hacer que mi proyecto de vida se base en la creatividad? ¿Solo en momentos de crisis es cuando podemos y debemos ser creativos? ¿Cómo son as personas creativas? ¿Qué relación tiene la felicidad, el desarrollo personal con la creatividad?
Son algunas de las preguntas que respondo en mi 3 libro «Creatividad. Contra el caos y la incertidumbre«, editado por Experimenta Libro y con prologo de Margarita Álvarez ( gran referencia nacional en la investigación de la felicidad) y Andy Stalman (referencia mundial en el mundo del Branding)
¿Qué podrás encontrar?
.- A redescubrir tu creatividad personal y con ello, también la profesional.
.– A qué teclas son las que impulsan tu creatividad y cuáles las que la «duermen».
.- A descubrir cómo son las empresas consideradas creativas y sus lideres.
.- A aplicar las claves de dichas empresas en tu proyecto profesional.
.- Una serie de ejercicios que ayudarán a impulsar y fortalecer tu creatividad.
Ya considerada por muchos como » un libro de referencia para la creatividad actual», este libro tiene el propósito de acompañarte en la creación de una vida creativa, con significado, autentica y que desarrolle tu talento en todo momento.
«Es mejor alejarse y dejar un bonito recuerdo que insistir y convertirse en una molestia»
Alejarnos de nuestro día a día es el mejor regalo que te puedes hacer.
Sé que lo primero que habrás pensando habrá sido alguna cosa así. «¿Parar? Ya paramos en marzo, ahora lo que necesito es movimiento, salir, viajar, ver a los amigos…»
En definitiva, lo que quieres, es volver a la rutina de siempre.
A no pensar en los problemas que tienes y luego lamentarte porqué no sabes cómo ha podido pasar lo que ha pasado. A seguir las modas pensando que eres «cool» y te señalaran como alguien diferente, cuando en realidad eres uno más al igual que las 20.000 personas que han hecho lo mismo que tú, pensando que los tildarían de disruptores. A ir al trabajo durante 8 horas, volver a casa, darle un beso a tu pareja, a tu hijos y pensar que eso es la más pura felicidad cuando por las noches lloras y no sabes porqué si consideras que eres feliz. O cuando das todo por una persona y de la noche a la mañana desaparece de la misma, preguntándote qué has hecho mal sin ninguna explicación de por medio..
Aunque pasemos alguna de estas situaciones o alguna que otra parecida, eso de separarnos de la situación que estamos viviendo, eso de apagar el movil de vez en cuando para ver, descubrir y observar qué nos está pasando, NI HARTOS DE VINOS.
Creemos que tenemos que estar al día de todo lo que pasa a través de las redes sociales. Si no compartimos las noticias que todo el mundo comparte, pensarán que estamos desconectados del mundo. Si no acudimos a las citas que hacen nuestros amigos (con las medidas de seguridad, por favor ), pensaran que no queremos seguir hablando con ellos y nos perderemos los cotilleos que puedan ocurrir. Tenemos que estar en los «after-work» que haya en la empresa, así como estar pendiente de los últimos cotilleos de la revista del corazón.
Pensamos que si no estamos informados de todo, estamos desconectados. Cuando en realidad lo que estamos intoxicándonos de información que nos está haciendo daño y lo peor de todo, NO NOS DEJA PENSAR POR NOSOTROS MISMOS.
Con tanta información, estamos siendo unos cobardes. Estamos evadiendo lo que realmente importa, LO QUE PASA DENTRO DE NOSOTROS.
Pero así creemos que somos felices, estamos a la última, seguimos modas y hemos alcanzado el éxito compartiendo en redes la muerte de una persona muy famosa que nunca hemos visto ni sus películas ni un partido suyo de baloncesto. Creyendo que nuestro problema, lo que realmente sentimos, es una tontería pasajera u olvidándonos de ella, ya se pasará cuando menos lo esperemos.
¡¡Error!!.
Realmente estar tan conectados lo único que está produciendo, es que nos desconectemos del «enchufe» más importante, DE NOSOTROS MISMOS.
Y no te estoy diciendo que te saltes un confinamiento y te vayas al monte a meditar como Buddha. Tampoco te digo que te rapes la cabeza y te vuelvas de cualquier secta que te diga que te dará la felicidad inmediata si te unes a ellos. Tranquilos que no estoy diciendo eso. Ni mucho menos que he creado un curso de mindfullness que es mano de santo. No es eso.
Como bien dice Javier Plazas, «Estamos viviendo una obsesión por el presente, que nos estamos olvidando del futuro». Y yo añadiría: «Y de nosotros mismos también«.
Ya puedes creer que eres el más que sabes de tu amigo del alma, el primero que hace un comentario en una publicación en Instagram del «famoso» que sigues o te estás a la última en tendencias presentes, que no te absuelve de tus problemas. Porque nos han dicho que hay que poner el foco en el presente, que cuando pongas el foco te centres en lo que estás haciendo si quieres se productivo, pero ¿Y QUÉ HACEMOS CON EL FUTURO?
Está muy bien estar a la ultima, informado. ¿Pero estás a la última de lo que te ocurre a ti?
Eso no, porque nos da miedo VERNOS y descubrir muchas cosas que pensábamos que no nos iban a pasar, errores que hemos cometido o gilipolleces que hemos hecho para que nos tuvieran en cuenta.
Algo que podíamos haber solucionado antes de que las consecuencias fueran , quizás, tan graves, no lo hicimos, porque teníamos que estar conectados al exterior y no a nuestro interior. Pero además, hablamos de creatividad sin parar, hablamos de post-it, de metodologías, de tener una marca personal si queremos encontrar trabajo…Y todo ello, NUNCA lo conseguiremos, si no conectamos con nosotros mismos. No por hacer Rts ya tienes una marca más rentable que la de Apple.
Y para conectar con nosotros, tenemos que desconectar del mundanal ruido.
¡¡ES EL ÚNICO MÉTODO!!
Pero aún así seguimos creyendo, que haciendo lo mismo que los demás, nos dará el éxito que buscamos y nos reconocerán porque somos diferente. Pensamos que si paramos, si nos alejamos, el «tren» del éxito, de la felicidad, se irán para no volver jamás. Pero te aseguro que el tren que si cogerás será el de la coherencia, algo tan importante ahora y siempre.
¡¡NOOOOO!!
Desconecta de redes sociales, desconecta del ruido que nos envuelve para que no pensemos, desconecta de los medios de comunicación, de la suegra, de la amiga pesada…. En definitiva desconecta de todo aquello que no haga conectarte contigo mismo.
Cada día lo reafirmo más y tras conversaciones como la de Javier, que hay que desaparecer cada cierto tiempo, para reencontrarnos.
Alejarse para reconectar con uno mismo es conocerse, escucharse, cuidarse, mimarse, compadecerse, peir perdón, exigir respuestas, entenderse, motivarse, regresar a la curiosidad, al pensamiento crítico, a la paz con uno mismo….
Mira que beneficios tiene alejarnos del mundanal ruido. Cómo lo hagas, depende de ti, pero cada cierto tiempo, aléjate para conectarte.