¡¡En la mierda y con remordimientos!!

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«En este mundo las apariencias engañan, las palabras también, pero la esencia de una persona no miente…¡¡Se siente en el alma!!».

El día de las frutas y verduras, el día de la acción contra el calentamiento terrestre, el día de la tarta de chocolate, el día del técnico electrónico, el día del croissant….

¿Y para cuando el día de ESTOY EN LA MIERDA Y CON REMORDIMIENTOS?

No siento si te han ofendido las palabras que he usado. Es la realidad.

Vivimos en una sociedad, en la que hay que comprar libros que nos inspiren a «amarnos» como la solución a nuestros problemas, otros en los que nos enseñan las 10 obstáculos para ser felices si o si o tazas para empezar bien el día que al leerlas, ni el propio Hulk podrá con nosotros, por no hablar de formaciones que nos dicen que en menos de 2 días vamos a ganar 3.000 euros aun sin saber cómo…

Mientras en las noticias, te hablan de las enfermedades mentales que se están detectando con la pandemia, del aumento de suicidios que está sucediendo ( si señores, la gente se suicida ) o en el portal, año tras año, uno de los artículos más leídos «Yo no soy inútil». Pero eso sí, que nadie sepa que he leído el artículo y que vean mi nombre si mando un comentario, no vaya a ser que me señalen.

¿Qué coño estamos haciendo mal en esta sociedad?

Dejemos atrás cosas que a día de hoy se ven en cualquier red social, que por un precio módico nos harán capaces de andar entre las nubes o tener una marca que en menos de 2 semanas, podremos competir hasta con Google.

Vivimos en un mundo en el que nos importa más el que nos puedan decir los demás cuando les expresemos nuestros sentimientos o emociones en un momento determinado, que realmente el cómo estamos nosotros o si lo que sentimos es verdad o no.

Somos así. Ponemos en redes sociales y en Whatsapp fotos que nos hicimos hace años con gente famosa y crean que a pesar de las circunstancias, a nosotros no nos afectan, que nos va todo genial. O hablamos de lo que haga falta, aunque no hayamos estudiado de ello, porque no sepan los demás, que de lo nuestro, no nos va nada bien. Pero eso si, luego nos quejamos de que no cobramos, de que lo estamos pasando mal, del Gobierno, del Ministro de turno…Pero antes que los demás sepan que lo estamos pasando mal, que nuestras emociones son peores que una montaña rusa o que lloramos al irnos a … LO QUE SEA Y MÁS.

Creo que toda crisis del signo que sea, nos deja a los seres humanos con las «vergüenzas» al aire. Queriéndolas tapar como sea, no vayan a ver que no somos como decíamos ser.

Me canso de una sociedad en la que oculta sus emociones; en la que decir que lo estás pasando mal, en vez de ayudar, es una oportunidad para joder al otro ante los demás. Pero eso si, exige a los demás ser auténticos, originales, que digan la verdad….Me canso del estereotipo de que tenemos que levantarnos nada más caernos, (tanto te compadezcas tanto), que los chicos no lloran que solo deben pelear o que nunca hay otra posibilidad de alcanzar nuestra meta si nos han dicho NO a la primera.

Pero nos lo tragamos todo. Nos tragamos las frases como verdad indiscutible que hay que decirse cosas bonitas si queremos que el amor venga a nosotros, que no podemos llorar, si queremos que nuestros sueños se cumplan, que debemos aparentar gente de éxito si queremos que nuestra marca sea considerada como innovadora y nos contraten.

ESTOY HASTA LOS HUEVOS DE UNA REALIDAD FICTICIA.

Todos lloramos, todos nos cagamos en nuestro vecino del 5, todos creemos que somos infelices porque no conseguimos llegar a las expectativas que nos habíamos propuesto o porque no entendemos muchas cosas que nos pasan. Y ahora que estamos confinados, que no nos relacionamos con nuestros seres queridos, aún más que más la tristeza, el miedo, el lamento está presente en nuestra vida, queramos o no.

PORQUE TODOS, DE UNA MANERA U OTRA, TENEMOS UN APARTADO EN NUESTRA VIDA, QUE NOS SENTIMOS TRISTES. TODOS. Que cuando nos focalizamos en él, nos sentimos en la más absoluta mierda. Y yo también soy el primero que lo reconozco.

Sabemos cuál es ése apartado, pero otra cosa es reconocerlo. Y ya ponernos manos a la obra, es otro cantar.

Porque ahora la moda es ser felices, aparentar éxito aunque la economía vaya de puto culo, o a tus familiares les vaya mejor que a ti, o al menos eso parezcan. Nos callamos lo que nos pasa, pensamos que ya se pasará, que es una tontería. Y mientras tanto, la «burbuja se hace» cada vez más grande, hasta que explota en un momento que a lo mejor no era el más indicado.

Llevo una semana preguntando a gente, como definirían su vida. Y la gran mayoría la han definido así:

«En la mierda y con remordimientos»

Pero eso si, no lo digas a los demás como me encuentro, era la siguiente frase que me decían.

No eran una muestra grande de la sociedad que pueda asumirse que vivimos un mundo así. Pero ¿Cuánta gente habrá que no lo diga como se siente pero se siente identificado con esta frase? Y lo peor de todo, es: «Que no se enteren los demás, que tengo que seguir aparentando algo, que en el fondo no soy».

Hablamos de que tenemos una oportunidad única para crear una sociedad mejor, más avanzada, que trabaje más en equipo, creativa, y si vemos qué tenemos, solo observamos una sociedad con miedo, con arrepentimientos y que aparenta ser feliz con un éxito impuesto y no querido.

Basta ya de métodos rápidos para querernos, creernos que vamos a brillar más que Steve Jobs o que ya somos un experto en inteligencia emocional o coaching con un curso exprés de 20 horas cuando luego en casa tratamos de culo a nuestros familiares o «mentimos» a la gente que ha creído en nosotros.

¿Te sientes en la mierda y estás arrepentido?

¡¡COJONUDO, GRITALO, LLORA, GRITA, COMETE UNA PALMERA DE CHOCOLATE…!! Lo que te apetezca, pero asúmelo de una puñetera vez. Pero asúmelo, sabiendo de verdad porqué te sientes cómo te sientes.

Y eso no hace falta ir a ningún gurú exprés para que te lo diga, tú mismo lo sabes pero lo puedes sacar yendo al meollo de la cuestión.

¿Por qué me siento así? Por… Ahora que se que me siento así.. ¿Por qué me siento así…?..Y así hasta el verdadero meollo de la cuestión de tu rabia, frustración, miedo o arrepentimiento.

¿Ya sabes por qué te encuentras así? Genial… Y ahora puedes pedir ayuda si es un tema importante, pedir perdón a esa persona, en definitiva solucionarlo.

Mientras te quejes del gobierno o de Amazon, como culpables de tu infelicidad, no harás nada, no habrá cambios. Y mucho menos podremos avanzar como sociedad.

Pero si crees que es mejor «mantener en silencio» tus emociones, como decía el anuncio del Hemoal…allá tú.

Puedes estar hasta los huevos de todo y todos, arrepentido por algo que no hiciste o hiciste… es algo totalmente licito. Pero lo que es imperdonable, que no le pongas remedio a esa situación. Eso no es ser feliz, una persona de éxito…. eso es ser un frustrado patológico

¡¡No se trata del qué pasaría, sino del qué pasa!!

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«Siempre creemos que quedará más tiempo…Pero siempre se acaba».

«Hay que soñar en grandes…Hay que imaginar un mundo mejor,.. Hay que visualizarte habiendo conseguido tus éxitos…Hay imaginar cómo te sentirías si lo consiguieras…Y si hubiera hecho tal o cual cosa, ¿Qué hubiera sido de mi vida?..»

Vivimos constantemente en el futuro.

Imaginando qué hubiera pasado si lo hubiéramos intentando, qué hubiera pasado si le hubiéramos dicho que si a esa persona u oportunidad…

Pero en estos caso, la imaginación no produce creatividad, innovación ni avance. Produce frustración.

¿Por qué?

Porqué imaginamos sueños que quizá nunca ocurrirán, pasados que nunca podremos llevar el futuro o acciones que ya no podremos echarnos atrás.

Y un caso lo estamos viendo últimamente. Hablamos de qué hubiera pasado si hubiéramos tenido restricciones en la navidad o en verano cuando lo único que nos decían que ya habíamos «vencido» al virus, qué hubiera pasado si hubiéramos impuesto restricciones cuando China ya lo hacía, qué hubiera pasado si hubiéramos hecho tal o cual cosa…

Nos pasamos los días así. Pero lo peor de todo que el problema sigue en el presente.

Mientras nos preguntamos ¿Qué hubiera pasado si hubiera aceptado ese puesto de trabajo?, sigues sin tener trabajo. Mientras te preguntas ¿Qué hubiera pasado si le hubiera dicho lo que siento por ella? , sigues sin decírselo.

Pero creemos que la felicidad es imaginar qué hubiera pasado si hubiéramos hecho o tal cosa o qué pasaría si lo hiciéramos. Lo único que estás consiguiendo, es aumentando tu frustración y no querer atajar el problema.

Pero es más bonito imaginar, el echar la culpa a los demás de nuestra frustración o infelicidad, que coger el «toro» por los cuernos y decir:

¿QUÉ ES LO QUE REALMENTE PASA?

Que si optamos por la opción más «loca», estaremos siendo responsable de nuestra vida, de nuestras decisiones y sus consecuencias. Estaremos cambiando de quejarnos por las circunstancias que estamos viviendo, a ser nosotros quien creamos las circunstancias que nos gustaría.

Pero no, es mucho mejor quejarnos y que otros carguen nuestros miedos , que ser nosotros quienes nos pongamos delante de todo lo bueno y malo que pueda pasar.

Hablamos de creatividad sin parar. Que si es una cualidad necesaria después del covid y miles de tonterías más. Señores, nunca seremos creativos, sino dejamos de pensar en el que pudo ser o que sería si… Sino paramos y vemos con lo que tenemos , qué podemos hacer con lo que tenemos, olvidémonos de una sociedad creativa.

La creatividad provoca ser el líder de tu vida, confiar en tus ideas , apostar por ellas y no estar pensando del qué pasaría, sino del que está pasando y qué podemos hacer con ello.

Queremos avanzar, queremos la «normalidad», queremos ser felices, queremos el éxito, pero todo eso nunca llegaremos a él si estamos pensando el futuro o quejándonos de las circunstancias que tenemos.

A todo ello, quizá llegaremos cuando nos paremos y dictemos qué pasa. Y desde el presente, creamos y creemos el futuro que deseamos.

¡¡Podemos prescindir del éxito, pero no de los errores!!

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«El apego es el mayor motivo de sufrimiento de la humanidad» dice Walter Riso

Vivimos apegado a todo que nos da placer o no nos da problemas.

Apegados a relaciones que sabemos que no van a ningún lado, pero aún así estamos en ellas, ya que es mejor estar acompañado que solo.

Apegados a muñecos, a ropa, que no queremos tirar porque nos recuerda a una situación que vivimos o a un momento que no queremos olvidar.

Apegados a un puesto de trabajo o a una «mentira» llamada perfil en redes sociales, en las que nos aplauden digamos lo que digamos, porqué tenemos un número importante de seguidores.

Estamos apegados a nuestro móvil, porque gracias a él estamos en contacto con los demás y nos sentimos dentro de lo llamado «sociedad».

El reguetón también ha hecho mucho daño a los oídos y a las relaciones. Hay más celos, porque creemos que la otra persona tiene que ser nuestra y nosotros de ella.

Vivimos apegados a títulos que dicen lo que somos dentro de una organización, a perfiles dentro de una red social que dicen exponer que somos expertos en algo y a personas que no queremos se marchen de nuestro lado, porque no sabremos qué hacer sin ellos el resto de nuestros días.

Y todo esto, porque no queremos perder de nuestro lado, el concepto de éxito que creemos. O nos han hecho creer.

Las crisis enseñan muchas cosas, pero sobre todo, que no somos nuestro éxito.

Personas con un «éxito» atronador profesionalmente, ahora no están trabajando. Personas que consideraban amigos a otras para toda la vida y por las que se «pegaban en el pecho» por su amistad, ya no están porqué se han dado cuenta de la falsedad de una de las partes.

Las crisis, barren muchas cosas, pero sobre todo nos dicen, que todo éxito, es eventual, queramos o no.

Y nos apegamos a él como lapas, porque creemos que si los demás descubren que no somos lo que decíamos ser, o aparentábamos ser, se irán de nuestro lado, el status que habremos conseguido se esfumará. Y desde luego que lo hará.

No somos el éxito que podamos tener a nivel personal o profesional. No somos eso. Porqué somos mucho más.

A lo largo de más de 300 entrevistas que llevo con personalidades nacionales e internacionales, una de las cosas que sigo aprendiendo, que el éxito, como no los han enseñado, no enseña absolutamente nada. Porque cuando la gente se afana en el éxito y dentro de sus cabezas «no hay nada», los vuelve absolutamente imbéciles y con el tiempo, sin saber gestionar todo lo que han conseguido. La forma en que lo han conseguido, no lo sé, pero que no saben gestionarlo, desde luego.

El éxito, el reconocimiento de las personas, el tener un chalet con terraza del que tanto se habla en estos momentos, o lo que quieras, tiene que ser una consecuencia de tu trabajo, de tu bien hacer, de tu esfuerzo.. Y cuando es así, sabes que todo como viene se puede ir. Pero si lo has conseguido como consecuencia de tu propósito, de tu porque, lo acabarás manteniendo e incluso aumentando. Cuando te apegas a ello, siempre se acabará esfumando.

Todos somos seguidores de algún grupo musical o equipo deportivo. Todos, han pasado por rachas, en que su producto no ha triunfado como se esperaba. Unos han dejado sus carreras y otras, han pasado a barbecho.

¿Qué suele ocurrir con esas carreras que pasan un tiempo parados? Que aprenden que lo único que el ser humano no puede desprenderse nunca es de sus errores.

Y no estoy hablando de que hay que flagelarse con los errores. Al revés, hay que aceptarlos, porque es la máxima expresión de que estamos liderando nosotros nuestra propia vida, y no un éxito eventual o una relación por interés.

Hemos vivido nevadas, hemos vivido catástrofes, hemos vivido despidos, relaciones toxicas, y la mayoría de las veces, volvemos a repetir los mismos errores de meses atrás, deseando que vuelvan éxitos que se fueron.

¿Qué pasa?

Que estamos más apegados a aparentar, que aprender.

Y de la humildad de aprender y reconocer los errores que hemos podido cometer, es de donde nacen los avances personales, y con ellos los de la sociedad.

Pero no, queremos el éxito. Los errores para los fracasados. Y así no son las cosas.

No te estoy diciendo que te encariñes de los errores que has cometido o cometerás. Te estoy diciendo que los aceptes y les des las gracias, porque siempre te enseñaran, si tienes la humildad de así hacerlo, más que un éxito eventual.

Y aquí volvemos al miedo a fracasar. Nadie fracasa, todos aprendemos. Si tenemos esa puta humildad y no nos lo impide el ego.

NO fue un error irme a vivir a Madrid y volver sin haber conseguido lo que soñaba. No fue un error publicar un libro auto publicado, porque me dio la oportunidad de publicar dos más en editorial. No fue un error decir te quiero a esa persona que me rechazó. No fue un error irme de un proyecto que tenía ya 4 años, por querer volar solo. No fue un error. Porque toda decisión he aprendido, haya salido según mis expectativas o no.

Pero nos importa más el éxito que podamos conseguir o aparentar, tapando los errores que podamos cometer por el camino.

Hablamos de creatividad, y la creatividad nace para dar soluciones a los errores que tenemos. Si fuera todo éxito, ¿Habría creatividad? ¿Habría avances en la sociedad?

¡¡NO!!

El éxito va y viene. Y a veces, hasta nunca aparece.

De los errores se aprende , se crea y se evoluciona. Del éxito, normalmente, NO.

¿Qué alternativas hay a la rebeldía?

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«La rebeldía es el único refugio digno de la inteligencia frente a la imbecilidad» dice Arturo Pérez Reverte.

No queremos rebeldes en nuestra familia.

No queremos rebeldes en nuestra empresa.

No queremos rebeldes en nuestra sociedad.

No queremos gente transgresora.

Pero queremos ser felices. Demostrar el talento que creemos que nos hace únicos respecto a los demás. Queremos que se nos distinga por ser diferentes a los demás. Queremos que nuestros productos sean considerados algo único a lo que siempre se había visto.

Pero no queremos rebeldes en nuestra vida.

¿Entonces qué queremos?

Según la R.A.E. rebelde es «aquella persona que se subleva, que se rebela.

¿Por qué lo hace?

Principalmente por dos razones:

  • Ha descubierto la curiosidad en su vida
  • Y ha conocido la verdad que tenía escondida hasta la fecha.

Una personas que se reinventa, haciendo algo a lo que no estaban los demás acostumbrados y que ni él mismo se imaginaba que podía hacer, empezó todo gracias a la curiosidad.

Ya no solo nuestro cerebro sino también «las recomendaciones» de los demás por nuestro bien, desde pequeños, nos ha hecho que no seamos curiosos.

No volvíamos a preguntar nada más, porque nos decían que éramos unos preguntones y molestábamos. No nos salíamos de los límites establecidos no fuera a ser que nos pasase algo y tuviéramos una desgracia. No pedíamos hacer más cosas aunque nos aburriéramos en clase, no fueran a pensar que somos unos pelotas o «empollones».

Son algunas de la situaciones que sin darnos cuenta por un lado y por otro, con intención, han ido bloqueado nuestra curiosidad.

Pero llega el momento en el que:

  • Sigues las «normas» de los demás y no vas más allá de lo que te recomiendan que vayas.
  • O por iniciativa propia o descuido, te das cuenta que hay mucho más allá de lo que te dijeron .

Unos seguirán creyendo que no hay más de lo que ven o lo que le dicen los demás. Mientras otra persona empezará a cuestionarse todo, porque habrá visto que hay mucho más de lo que imaginaba.

La curiosidad en esta sociedad, está mal vista.

¿Por qué?

  • Te hace cuestionarte todo lo que has vivido hasta la fecha . Y principalmente empezar a dudar de todo, lo que yo llamaría pensamiento crítico, pero los demás lo llaman rebeldía.
  • Cuando cuestionas todo, te estás saliendo de la rutina. Y ya no es tan fácil poder volver a dominar esa mente según tus intereses.
  • Son personas que exploran. Y explotar cuando estamos dominados por la rutina, por lo establecido. No está muy bien visto.

Por lo tanto, toda aquella persona que sea curiosa, aunque produzca innovaciones, aunque descubra cosas que no teníamos ni idea, aunque avance en su vida o nos ayudase a avanzar en la nuestra con sus curiosidad, lo primero que le llamaremos es REBELDE.

Y todo por el miedo que tiene el ser humano a la nuevo.

Y la otra opción era porqué había descubierto la VERDAD.

Vivimos en un mundo en el que damos la etiqueta de verdad a todo aquello que vemos.

Vemos que lo que dicen los medios de comunicación, conferencias o mítines y le damos la etiqueta de «verdad», porque ha salido en televisión o no los dice tal persona. Pero no hace falta ir más allá, ¿Cuántas mentiras «piadosas! nos hemos comido a lo largo de la vida de personas que nos querían y lo hacían porqué no querían nuestro sufrimiento? Unas cuantas y TODOS sin excepción.

¿Y qué pasa cuando sabemos la verdad?

Que normalmente, todos solemos reaccionar cómo no lo habíamos hecho hasta la fecha.

¿Y por qué?

Porqué nos hemos sentido engañados, manipulados por esa persona. Y reaccionamos haciendole frente. Pidiendole explicaciones y hasta a veces, en un caso extremo, provocando revueltas en un país.

Y cuando eso pasa, vemos siempre que se dicen «los rebeldes.. los insurgentes…están provocando revueltas».

Olvidandonos de temas politicos, manipulaciones y demás, esas personas están luchando por una verdad. Tildalas de lo que quieras, pero están luchando por sus derechos ya que sienten que se les ha mentido en su cara.

Perfecto, no queremos rebeldes. Odiamos la palabra y nos produce miedo.

¿Qué hacemos entonces?

. IMPULSEMOS LA CURIOSIDAD DE LAS PERSONAS.

Algo que se ve como que eres un entrometido en temas que por tu edad no deberías saber. O miedo a que la otra persona sepa más que tú.

Cuando una persona es curiosa, baila con el miedo y sobre todo con la incertidumbre, algo muy adecuado en estos momentos.

Es una persona que se conoce mejor, ya que sabe qué es una caída, las dudas y gestiona mejor sus emociones.

Pero también es una persona emprendedora. Que va más allá de lo establecido, que abre caminos donde otros solo veían miedo

OFREZCAMOS LA VERDAD

En un mundo de postureo, de compra de seguidores en redes sociales y de mentiras por alcanzar el éxito antes que el vecino, la verdad está en desuso y las FakeNews, ya no sabes qué es verdad o qué es mentira.

Asi que por lo tanto, ten un poco de pensamiento crítico. Para ello hay que impulsar la capacidad de reflexión y de decisiones. Y como dice José Antonio Marina, «Cuando alguien te diga algo, pregúntale: ¿Y eso cómo lo sabes?». El pensamiento crítico es la gran vacuna contra la mentira.

Pero no solo hablamos de la información que recibimos de los demás.

Da a los demás lo que te gustaría te dieran a ti. Si das verdad, recibirás verdad y no vivirás esa rebeldía en los demás cuando se dieran cuenta que los has mentido.

Nos hemos criado, con que ver es creer y luego pasa lo que pasa. Pero de eso hablaremos proximamente.

A día de hoy, cambiaria el titulo de una pelicula famosa, llamándola «La mayoría de los rebeldes tienen una causa, luchar por su verdad desde la curiosidad«. ¿Querría James Dean protagonizarla?

¿Qué harías tu contra la rebeldía?

¡¡Hábitos, vuelven a casa por Navidad!!

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«Las personas no deciden su futuro, deciden sus hábitos y sus hábitos deciden sus futuros» decía F.M

Todos los años por Navidad, hay 3 cosas características que están en todas las familias:

.- EL anuncio del Turrón de Suchard.

.- La frase antes de las campanadas: «Voy a ir al baño por ultima vez en el año«.

.- Y los propósitos de fin de año.

Aunque este año, muchos siguen repitiendo por los propósitos que querían para el año pasado. Otros han hecho un acto de fe y se han propuesto cambiar hábitos para el año entrante. Pero otros han decidido que ya no quieren más propósitos, sino que fluirán con el año.

Aún así, queramos o no, los medios de comunicación, el 31 de diciembre, siempre hablan de cómo comernos perfectamente las Uvas y de los propósitos de año nuevo.

Y para conseguir unos propósitos, tenemos que tener unos hábitos.

Como podrás saber por propia experiencia, los hábitos juegan a nuestro favor, como también a nuestra contra.

Hay tres motivos por lo que no conseguimos los propósitos del año:

.- Porqué no tenemos paciencia.

Queremos tener el vientre plano para finales de enero, queremos tener ya pareja para San Valentín y queremos ser «influencer» para marzo para que nos inventen a los festivales de forma vip. Y las cosas no van así. Todo lleva su tiempo, quieras o no.

.- Porqué siempre nos fijamos en lo que queremos conseguir. Y no, en lo que realmente importa, que es en la persona que nos queremos convertir.

Si realmente nos preguntáramos antes, en el tipo de personas que nos queremos convertir y no hiciéramos caso, a los «propósitos que están de moda o que nos recomiendan» los demás, la cosa iría mucho mejor. ¿Por qué? Porque nuestros propósitos los haríamos nuestros, siendo los hábitos para alcanzarlos mucho más fácil de integrarlos en nuestra vida. Y todo porque es lo que REALMENTE QUEREMOS NOSOTROS, no por modas ni «por el qué dirán».

.- Nos movemos por la Ley del mínimo esfuerzo.

Ya de pensar que tenemos que ir al gimnasio, ponemos de excusa el frio o que llueve. Ya de pensar que tenemos que dejar de comer esa palmera de chocolate si queremos perder peso, teniéndola en nuestras manos.. Mandamos por ahí a los propósitos y todo porque nos movemos por la ley del mínimo esfuerzo

Lo que suponga mucho esfuerzo para nosotros, tiene poco futuro en nuestra vida.

A día hoy, ¿Quién eres?

No eres el titulo que pone en tu tarjeta de presentación. NO eres desempleado porque no tengas trabajo. NO eres experto en algo, porque tú mismo te hayas puesto dicho título.

ERES TUS HÁBITOS.

Estás con algún kilo de más, porque tienes el hábito de comer entre horas y comida basura. No tienes a nadie que te llame para tomar un café o hacer algo, porque tienes el hábito de cuando tienes pareja dejas a todo el mundo de lado.

Somos nuestros hábitos, nos guste o no.

Y si realmente queremos cambiar, tenemos que empezar por cambiar nuestras creencias.

Nuestros hábitos son respuestas a deseos ancestrales.

No es la primera vez que veras en alguna entrevista o alguien te dice: «Si es que yo estoy así, porque cuando me pongo nervioso me da por comer..» Lo que te está diciendo es que cuando siente incertidumbre, nerviosismo, sus conducta es comer , porque le hace sentirse tranquilo y seguro. ¿O es que los alcohólicos, no suelen utilizar la bebida para olvidarse de la realidad que tienen?

Los hábitos son una conducta, que de tanto repetirla, se han convertido en algo automático en nuestra vida, ante un estímulo.

Por lo tanto, si queremos cambiar nuestros hábitos, no nos debemos fijarnos en la meta, sino en la forma en la que se construyen dichos hábitos.

Se ha escrito mucho sobre los hábitos, pero recientemente leí «Hábitos atómicos. Cambios pequeños. Resultados extraordinarios«, en los que habla de un método para la implementación de nuevos hábitos en nuestra vida, que he probado y da resultado.

¿Qué recomienda?

HACERLO DE FORMA OBVIA.

Todo hábito se inicia con una señal.

La señal que crees sentirte triste, hará que vayas en búsqueda y captura de chocolate o de chucherías. La señal de que tu pareja ha dado un portazo, hará que sepas que ha pasado mal día y que no vienen con un buen humor.

La señales provocan las ganas de satisfacer esas necesidades ancestrales que te he comentado anteriormente. Pero si además estás en un ambiente, en el que las señales te golpean sin parar.

Así que si realmente quieres cambiar de hábitos, tienes que cambiar de contexto en el que te mueves. No lo olvides.

¿Cómo hacer algo de forma obvia?

Si tienes un «socio» que te controle durante tu revolución, genial. Ese control te ayudará y motivará mucho más. Pero si no tienes a nadie. proponte que a tal hora después de salir de trabajar o de tomar café con la Paqui , me iré al parque a darme una vuelta.

Eso hacer una cosa de forma obvia. Ponerle fecha, hora y lugar.

Pero si después de ir a pasear por el parque, pones que cenarás una ensalada, o que beberás dos litros de agua tras ir a correr por el monte, hace que la suma de nuevos hábitos y que tú relacionas con pensamientos positivos, se refuercen cada vez que los realizas.

HACERLO MÁS ATRACTIVO.

Cuando vemos ese plato de judías verdes que nos toca para cenar, se nos cae el alma al suelo. Lo vemos desangelado, triste y no motiva nada. ¿Y no ponemos figuritas, símbolos, hacemos el avioncito para que se coman la verdura nuestros hijos y sobrinos?

Pues si queremos introducir algo nuevo en nuestra vida, démosle un toque que nos atraiga, porque sino estaremos dándole la oportunidad a la ley del mínimo esfuerzo que haga acto de presencia, y nos gane la partida.

Cuánto más atractivo es lo que queremos realizar, más fácil será que se produzca.

Y recuerda, cuantas menos tentaciones tengas para que no se produzca lo que deseas hacer, más fácil será que se realice.

HACERLO SIMPLE

Nos encanta complicarnos la vida. Y como he dicho ya muchas veces, todo es muy simple. Queremos los datos , las experiencias que viviremos, cuando conseguiremos los sueños que tenemos y cómo nos sentiremos. Antes de empezar, ya estamos pensando en la meta, cuando en realidad nos tenemos que centrar en el sistema que lo integra.

Deja de planificar, deja de pensar, deja de imaginar qué pasará, que no pasará… Y PONTE EN MARCHA. Cuánto más planifiques, más ganará la Ley del Mínimo esfuerzo, recuerda.

Y una cosa quería decirte, déjate de hacer «pajas mentales» con eso que en 21 días ya estará integrado el hábito en tu vida. No se trata de los días que repites el nuevo hábitos, sino de las VECES que repites el nuevo hábito.

HACERLO SATISFACTORIO.

Si cuando has hecho tu hábito no te sientes satisfecho, que has alcanzado un hito hasta ahora imposible para ti. ¿Qué has hecho? NADA.

Seamos claros, esto es como el sexo, lo repetimos porque nos resulta satisfactorio. Cuando comemos algo y no nos gusta, pasamos de ellos. Pues con tus hábitos igual.

Solo repetimos aquello que nos hace sentir bien, recuérdalo.

Pero sobre todo recuerda, no se trata de qué quieres conseguir, sino en qué tipo de persona te quieres convertir. Eso es la punta de lanza en toda transformación.

¿Qué hábitos te has propuesto cambiar este año?

¡¡La tendencia C.A.S. para tu vida!!

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«No sigas las tendencias. Comiénzalas» decía Frank Capra.

Todavía me acuerdo cuando llegaban estas fechas, los programas de televisión siempre hablaban con «videntes» para que les hablasen de las tendencias , de los hechos que iban a ocurrir durante el año siguiente.

A día de hoy, ya no se ven esos espacios dentro de la televisión. Pero si que encontramos algo parecido y más actual, cuando los «gurús» del ámbito que sea nos dicen a través de su «bola mágica» cuáles son las tendencias que hay que seguir al año siguiente, para ser una persona de éxito, feliz y que tu empresa triunfe más que Google.

Tendríamos que echarle una «hojeada» a las tendencias del año pasado a ver quién acertó.

Y hoy me he levantado con ganas de expresar las «tendencias» que llevo ya unos cuantos años desarrollando en mi vida. Quizá no me hayan llevado a ser una persona de éxito, a tener miles de seguidores «comprados» o a salir en medios de comunicación, pero te aseguro que me hacen dormir como hacia años que no dormía

A esta tendencia la he llamado C.A.S.

CREATIVO.

Somos los mayores creativos que hayamos podido conocer hasta la fecha. Si tú, no me mires así.

Creas con lo que piensas, con lo que sientes, con lo que dices, con lo que no dices., con tus acciones y con tus inacciones.

Somos los mayores creativos de nuestra vida. Pero optamos a que lo sean los demás por nosotros.

Dejamos que sus opiniones pesen mucho más que nuestra imaginaciones y sentimientos. Dejamos que sus anhelos y frustraciones , tengan más valor para nosotros que nuestras propias ideas.

Nos quejamos de la vida que tenemos mientras por las noches soñamos qué pasaría si hiciéramos tal o cual cosa con la idea que tenemos.

Te quejas porqué das más poder a los demás que a ti mismo. Te lamentas de la vida que tienes, porqué piensas que tus ideas nos tendrán ningún poder, que son tontas o una locura.

Eres creativo. Y no pienses que hay que llegar al nivel de Ferrán Adrià o de Shakespeare para sentirte creativo. Es un error.

Déjate de compararte con los demás. Además muchos con los que te comparas, ni son creativos ni las ideas que tienen son suyas.

Luchas porque te reconozcan como especial, diferente, único, autentico…Y mientras tanto desechas tus ideas.

Hazle caso y estarás demostrándote, que quieres ser de verdad, quien sientes que eres.

AUTENTICO.

Nos pasamos la vida esperando a la oportunidad de dejarlo todo y mostrar al mundo quienes somos. Esperando que caiga del cielo ese momento en el que podamos quitarnos los miedos, vergüenzas y creencias que hemos adquiriendo con el paso del tiempo, para que los demás vean quienes somos y empezar a ser realmente felices.

Mira, esta situación que estamos viviendo, nos está diciendo entre otras cosas, que dejemos de hacer el subnormal y empecemos a vivir. Porque de un día para otro, quizá ya no estés. Y esa oportunidad que pensabas y exigías , no llegará.

Sabemos quienes somos. No lo que esperan los demás de nosotros, no lo que desearían los demás. Sino lo que sentimos de verdad, lo que queremos, deseamos y anhelamos. Y no hace falta a ir a alguno de esos cursos que se venden por Instagram que te enseñan a ser autentico.

No hay nadie mejor que uno mismo Pero lo que pasa que para quitarte toda esa «mierda» que llevas encima en forma de creencias, vergüenzas y miedos, tienes que adentrarte en un viaje muy especial, dentro de ti. Y eso no mola. Y como no mola, como no quieres descubrir cosas que creías que eran verdad y es otra la verdad, te escudas en tonterías de «ya vendrá la oportunidad» o «cuando los sapos bailen flamenco».

Ahora es ese momento para empezar a ser tú mismo. Porque es que además, es a lo único que has venido a este mundo, A SER TÚ MISMO.

SIMPLE

Cada vez estoy más convencido que somos imbéciles. Y me apunto yo también.

Nosotros mismos nos complicamos la vida. Nosotros mismos nos jodemos la vida cuando la solución es mucho más fácil de lo que podríamos imaginar.

Nos complicamos la vida pensando que la felicidad es algo difícil de conseguir, cuando tú sabes que es lo que te hace feliz o te haría realmente feliz. Jodemos relaciones de años, esperando que la otra persona venga a nosotros por orgullo cuando sabemos que no hemos hecho nada por solucionar el tema. Creemos que ser creativo es crear cosas imposibles, cuando vemos los diseños de Apple y vemos que la creatividad es también simplicidad. O le damos vueltas a la cabeza en un tema amoroso, cuando una simple pregunta nos resolvería todas las dudas que tenemos.

Creo que está pandemia ha reforzado esta visión, de que todo es mucho más fácil.

¿Qué hay mucho más fácil que un te quiero, un gracias, un lo siento.. que resolvería tantos problemas que creemos sin solución?

Unos les llamaran tendencias, yo le llamo valores que son inherentes a mi personalidad. Y son los únicos que sigo hasta que no me presenten otros que me hagan mejor persona o me ayuden.

¿Y cuales son las tendencias que sigues tú todos los años?

¿Ante todo futuro negro? CREATIVIDAD.

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Los titulares negativos venden mucho más que los positivos. Y ahora que llega el final de año, las redes están llenas de ellos.

Y uno de ellos, trata sobre la creatividad.

Ahora según estudios de no sé quien, de la escuela de nombre impronunciable y patrocinado por Linkedin, nos dicen que tenemos que ser creativos.

Perfecto. Lo que pasa que si nos hubieran dicho que nos pusiéramos a hacer el pino puente para tener trabajo, ya me veo a todo el mundo haciéndolo para estar a la moda.

De repente, nos dicen que tenemos que ser creativos si queremos que el mercado laboral nos reclame.

Y hace unos meses, ser creativo, estaba tildado por empresas y por todo el mundo, «Como el raro que tiene unas ideas disparatadas que nunca le va a ir bien en la vida sino tiene un trabajo de 8 horas».

Soy un fan acérrimo de la creatividad.

Sin ella somos uno más dentro un rebaño llamado sociedad. Sin ella, todavía estaríamos viviendo en las cavernas , esperando a que un meteorito acabase con los dinosaurios.

¿Y por donde empezamos?

Aunque antes de nada, tendría que haber un cambio de la sociedad.

Un cambio en el que se aceptase:

.- el que piensa de manera diferente a la mayoria

.- que el fracaso no existe. Sino que son maneras de intentar alcanzar lo que considerábamos imposible.

.- que el liderar desde el miedo mata el talento y la creatividad de la gente que dices que lideras.

.- que un niño que se sale de las líneas o de lo establecido desde el colegio, hay que impulsarle esa creatividad. Y no pensar que si no saca un 5 en todos los exámenes, su futuro será negro.

.- que la creatividad es el empoderamiento de las personas. Y eso significa que no se le pueda «dominar y controlar» como se ha hecho hasta la fecha.

.- Que el talento no se retiene, se impulsa, se pule, se da confianza… Y no se basa en las normas que ha tenido la empresa por y para siempre.

Creo que antes de hablar de creatividad, la sociedad tendría que cambiar muchos «clichés» y normas que todavía siguen

Pero además últimamente me pregunto:

Si antes nos decían que no podíamos tener pensamientos «raros» , no podíamos salirnos de lo establecido, que teníamos que seguir modas y tendencias…¿Ahora podemos y debemos hacerlo? ¿Aceptarán ahora sin rechistar que yo piense diferente a los demás?

Viendo la sociedad tan dividida que tenemos, que si no opinas lo mismo que yo o no me haces la pelota como creo que me merezco,…creo que es un poco difícil.

Pero no soy negativo.

Lo que tenemos que ser cada vez más responsables, es que el cambio que queremos ver en los demás, debe empezar por nosotros mismos. Si esperas a que los demás cambien como a ti te gustaría…seguirás esperando el resto de tu vida.

¿Y por dónde empezamos?

POR DARTE UN VOTO DE CONFIANZA.

La creatividad es la confianza en uno mismo. Es la visión que tienes de la vida, de un problema o de cómo mejorar un producto.

En definitiva, tu creatividad eres tú.

Pero no confiamos en nosotros mismos. Pensamos que los demás tendrán más ideas que nosotros, que no surtirá efecto, que no valdrá para nada, que será una tonterías.

En definitiva, pasas de darte una oportunidad a dárselas a los demás con los ojos cerrados.

Si están ahí para ti, es que tienen algo que enseñarte, tienes algo que aprender de ellas. Tienes que ser de nuevo ese descubridor que eras de pequeño, cuando te preguntabas: ¿Qué pasaría si…? Sin importarte las consecuencias.

NO SE TRATA DE SER MESSI NI FERRAN ADRIA.

Somos seres que nos comparamos con los demás constantemente. «Yo nunca podre ser como… Mis ideas no podrán tener tanto impacto como las de …»

Comparamos tamaños y siempre salimos perdiendo. O eso creemos. Cuando en realidad, quién está dando el veredicto es el miedo, nuestro ego.

Si no puedes comparar los goles de Messi con los que hacía Pele, ya que eran épocas diferentes. ¿Por qué comparar tus ideas con las de los demás? Las situaciones serán diferentes, los momentos son únicos como tus ideas.

Así que tus ideas son tus ideas y las del «tio paco», son las del tio paco. No compares, no hay ninguna mejor que otra, sino todavía no las has puesto en marcha. Y aún así.

Apunta tus ideas y dales una oportunidad.

SE CURIOSO.

Hazte preguntas. Investiga más allá de lo que podrías imaginar llegar. Pero sobre todo no creas que es imposible porque lo diga un libro o un gurú. También lo decían quienes decían que era imposible ir más allá de la velocidad de la luz y mira en la actualidad a la velocidad que van muchos aviones de cualquier ejercito.

UNE TUS PASIONES.

Todos tenemos pasiones que nos hacen invertir horas como si fueran segundos. Pero porqué seas un experto en algo, no quiere decir que tus ideas sean la verdad absoluta. Une tus pasiones, combina ideas de un lado de otro y además de impulsar tu creatividad, estarás mejorando todos los campos que combinas.

Mientras los demás ven lo mismo, tú ves las cosas de otra manera. ESO ES TU CREATIVIDAD, ESO ERES TÚ.

DIGAN LO QUE DIGAN LOS DEMÁS.

Basta ya de querer contentar a todo el mundo, haciendo caso a lo que dicen. La creatividad es tu visión. No la visión de los demás, no lo que opinan los demás ( al no ser que tu idea sea muy loca e imposible ).

Digan lo que digan los demás, apuesta por tus ideas. Luego cuando vean que tus ideas surten efecto, te dirán que te apoyaban desde un principio.

Pasa de ellos y confía en ti.

Me da igual en el campo que sea que tengas esa visión, es a lo que has venido a este mundo. A desarrollarla y mostrarla ante los demás. Y no hay que esperar a que los momentos sean críticos para mostrarla, sino que SIEMPRE TIENES QUE HACERLO.

No lo olvides.

¿A través de la felicidad tendremos éxito? ¡¡A lo mejor NOO!!

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«La felicidad es la que da el éxito, y no el éxito el que da la felicidad…porqué muchas veces la ansiedad y la depresión se producen porque esperamos tener éxito, un buen trabajo…y sin embargo, primero tenemos que ser felices. A través de la felicidad tendremos éxito….»

Frase textual que leía recientemente a uno de los «gurús» de nuestro país.

Lo que se intuye, no sé si me confundiré, es que para tener éxito hay que ser feliz primero, sino no se consigue el éxito.

Por lo tanto hemos pasado de:

«Hay que tener éxito, ya que el dinero nos dará la felicidad..»

a

«Hay que ser feliz constantemente, …Y así es cuando tendré el éxito».

¿Es eso lo que nos quería decir el «experto en cuestión»?

Estoy en total desacuerdo.

A lo largo de los más de 1000 artículos que llevo escritos y más de 400 entrevistas entre los dos portales, hay muchas cosas que tengo claras; y una de ellas es:

Que el éxito no da la felicidad. Ni ser feliz lleva por «cojones» al éxito que se nos ha vendido y vende.

Muchas de las primeras personas que entrevisté ya no están en el «candelero».

¿Por qué?

Muchos de ellos ya no están en los medios de comunicación si publica libros constantemente o está en los mejores congresos, unas plataformas increíbles que nos hace creer que si estás presente en ellos, ya eres una persona de éxito. No nos preguntamos qué expone, qué nos quiere decir o si es bueno para nosotros lo que nos quiere decir, ya la «etiquetamos» de éxito.

Desde marzo, vemos como profesionales que hablaban de temas que ahora mismo necesitaríamos realmente, ni se les ve ni se les espera.

En estos casos viene muy bien el refrán que nos decía nuestras madres: «Dime de qué presumes y te diré de que careces«. Si cuando más necesitamos a personas así por los momentos que estamos viviendo, » no están», ¿Qué nos está diciendo el éxito por el cuál nos dicen que tenemos que luchar?

Que encubramos al olimpo de los dioses del éxito a personas que luego en los momentos críticos, no están. Los que creíamos que nos «salvarían» han salido escopeteados.

Cuando conocía a algunas de las personas que consideraba mi «inspiración», algunos eran como pensaba, otros fueron un autentico «chasco». Algo que me enseñó, que el concepto de éxito, que nos venden, solo produce una cosa:

BURBUJAS QUE TARDE O TEMPRANO ACABAN POR EXPLOTAR. Pero además todas esas burbujas que explotan, tienen algo en común, siempre han sido INFELICES.

Pero antes de todo, tengamos un poco de pensamiento crítico, antes de «adorar» a dioses porque salgan en televisión o nos hayan dicho los demás que «son muy buenos».

Pensamos además, que si está en los medios, si estás reconocido por los demás, tiene que ser una persona feliz. ¿Quién no sería feliz teniendo fama, repercusión, dinero y gente que le aplauda aunque sea una mierda lo que dice o hace?

Te aseguro que te sorprendería la gente que tiene ese «éxito» y es un auténticamente infeliz. Uno de los últimos casos que hemos visto a nivel mundial, ha sido Maradona.

Pero ahora nos dicen, que hemos estado muy confundidos, que tenemos que ser felices para alcanzar el éxito.

Somos una sociedad muy despistada. Y los «expertos», lo saben. Aprovechándose de ello.

Recientemente leí una frase de Edgar Cabanas, que decía «La industria de la felicidad no hace negocio vendiendo la solución a la felicidad, sino haciendo de la felicidad un problema para el cual dice ofrecernos la solución, que es bien diferente».

Es decir, que el problema que estamos viviendo es que tenemos que tenemos que alcanzar la felicidad, por lo legal o por lo criminal, porque es la única manera de alcanzar el éxito. Sino , vamos como el culo.

Y de este problema que dicen que tenemos y que nos creemos que tenemos, nacen cursos exprés, de cómo alcanzar la felicidad, de cómo ser autentico en menos de 4 horas, como llegar al «nirvana» en menos de lo que canta un gallo o retiros virtuales que te ayudaran a hablar en publico, siendo felices y alcanzando el mayor de los éxitos inimaginables para ti hasta la fecha,… O hasta la Pantoja que nos decía que «enseña dientes que es lo que les jode».

Como bien decía durante los directos realizados con Margarita Álvarez, la felicidad no es estar todo el día alegres, sonrientes, en paz, dándote a los demás y nada de emociones negativas en tu vida. La felicidad también es gestionar esas emociones negativas, que parece que ahora más malas que el petróleo para la sociedad.

Siempre lo diré, la gestión de emociones negativas que sentía me han llevado hasta donde estoy y a crear cosas que creía imposibles para mí.

Así que viva la puta tristeza y la rabia si sabes gestionarlas bien.

Hemos pasado pues de luchar por el éxito, de poner «la pierna encima» al vecino para que no llegase antes que nosotros al éxito, a luchar contra el vecino, a ver quién es más feliz que el otro , porque es lo que nos dicen que nos llevará al éxito.

Lo único que produce este cambio de tendencia, es igual que la anterior, más frustración, depresiones pensando que nunca llegaremos, envidias , ocultación de talentos porque eso no es la felicidad que debemos tener ni tampoco aparentar…

En definitiva, más puto postureo de mierda. Perdiéndonos a muchas personas autenticas, originales, no pudiendo disfrutar de su verdadera felicidad, porque piensan que no les dará para el éxito que aspiran..

Al igual que he entrevistado a muchas personas, que no están en la cima del éxito por muchas cosas, también he entrevistado a muchas personas que no estaban ni están en lo que consideramos la cima del éxito. Pero la mirada que tenían, era de autentica felicidad, de paz consigo mismo.

¿Por qué estoy totalmente en contra de las palabras del gurú?

Porqué la felicidad no se lleva bien con el ego, con las envidias, con la creación de rumores, con el «por un like de los tuyos daría lo que fuera… aunque solo uno fuera», con la compra de seguidores, con las mentiras, con los grupos endogámicos, …algo que está muy relacionado con el éxito actual. O al menos con su consecución.

La felicidad lo único que da es tranquilidad, coherencia, brillo en los ojos, curiosidad, creatividad, afán de aprendizaje, de innovación… entre otras muchas cosas.. Y en algunos casos da el éxito, que te reconozca más allá de tu familia y amigos, que salgas en medios de comunicación, si es el concepto de éxito que tú tienes en mente.

Pero te aseguro que hay mucha más gente feliz, que hace lo que siente, que ayuda a los demás, que se va a dormir a la cama sabiendo que han hecho lo que tenían que hacer durante el día, que reconocen sus fallos, que son humildes, pero que sobre todo consideran que no han alcanzando ningún éxito, porque solamente son y hacen lo que sienten.

Son personas que les importa más la felicidad, su paz, su tranquilidad mental… que el éxito que pueda generar lo que hacen o son a través de sus acciones.

Vivimos en una continua persecución del éxito, de la felicidad,.. Y a mi parecer, de eso no se trata. Sino encontrarla dentro de ti.

Haz lo que quieras, pero te aseguro que la felicidad no te da el éxito, si lo consideras como nos los dicen los medios de comunicación o los «gurús» de turno», de riquezas, millones de seguidores e invitaciones…

Lo que si te aseguro, que sentir la felicidad, te asegura que duermas todos los días con la conciencia tranquila, que eso para mí, si que es un verdadero éxito.

Y si los mejores, ¿no fueran lo mejor?

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«Haz el amor y no la guerra» decía John Lennon

Llega el final de año y no dejamos de encontrarnos además de anuncios de colonias por todos los lados, mensajes en los que hablan de las tendencias del año que viene, de quiénes han sido los mejores profesionales en tal o cual ámbito de actuación, así como miles de listas para que podamos votar a quien consideramos quién es el mejor conferenciante, el mejor profesional, el mejor amigo…

También es verdad que es en Navidad cuando más lo vemos este tipo de publicación, pero a día de hoy, lo vemos a lo largo de todo el año, con artículos con títulos como «La mejor forma de ser feliz… La mejor forma de hacer amigos…La mejor forma de entrar con buen pie en una empresa …La mejor compañía para un sábado por la noche…La mejor carta de presentación si estás buscando trabajo..«.

En definitiva, nos pasamos la vida queriendo ser como los mejores en nuestros campos profesionales. Y no está nada mal mejorar, lo que es imperdonable es querer ser como los demás nos dicen que deberíamos ser.

Recientemente veía a bombo y platillo el lanzamiento de una encuesta para determinar en función de una votación, los mejores profesionales en el mundo de los RRHH. Seguro que pronto veremos en medios de comunicación, otra para determinar la persona del año en España o la pareja de guapos con los que nos iríamos a tomar unas cervezas. Por no hablar de los artículos que te explican la lista de los mejores portales, las mejores conferencias, las mejores….

Por todos lados vemos «los mejores»..

Pero antes de que los «haters», se pongan a criticar, quiero decir que yo siempre soy de la mayoría «silenciosa». Aquella que no grita, que no aplaude más que nadie, que expresa lo que siente sin importar lo que dirán los demás o el Seo de Google. Y sigue siempre adelante. Así que estoy muy tranquilo por ello.

Sin embargo, estas listas demuestran muchas cosas que ocurren en la sociedad y con ellos en muchas personas:

1.- Tu reputación no depende de una lista que te considere de los mejores.

Siempre lo he dicho y lo diré, conozco personas que no salen en medios de comunicación, que no son guapos, que no tienen miles de seguidores pero que su facturación ya la querrían muchas de esas personas.

Si crees que tu éxito solo depende de salir en las encuestas de los «mejores» y no depende del trabajo que haces en el día a día, del impacto que produces en los demás cuando los focos no están delante de ti, de la coherencia que proclamabas, del valor que tienen tus acciones, …cuando no hay cámaras, mucho quiere decir de ti.

2.- Son listas que producen infelices y no inspiración.

Recientemente leía una frase que decía: «El éxito solamente se le sube a las personas vacías de cerebro«. Y es así. Subirás a la lista de los más guapos, pero como un día tengas un accidente y te deje la cara desfigurada, tengas una enfermedad y no puedas trabajar durante el año siguiente o te pase cualquier cosa, que te deje fuera de la lista al año siguiente.

No eres lo que dicen los demás o una posición en una lista. Eres lo que provocas en los demás sin depender de nada más.

Y no se trata de ser como tal o cual, de seguir los designios que le llevaron en el siglo XIX al éxito a tal personas…Se trata de aprender, pero siempre siendo tú.

Como dirían las madres: «Si tus amigos se tirasen por la ventana, ¿Tú también lo harías?«. Ahora diríamos que no, que somos muy independientes. Pero sin embargo, queremos hacer y ser encima de un escenario como hace tal , golpear la raqueta como Nadal…

3.- Pensamiento critico por favor.

Con la muerte de Maradona, lo hemos visto recientemente.

Pensamiento critico no es poner en duda el pensamiento de otros. Es poner en duda nuestro propio pensamiento.

Ya no solo con Maradona, sino también con los gurús de cualquier ámbito, si los vemos en televisión, sus seguidores en redes sociales o que sube en fotos con gente famosa, ya los tildamos de primeras, sin pensar, sin dudar, sin ver qué esta diciendo y si está de acuerdo con nuestros valores…Cómo ya está en la lista, ya presuponemos que es lo mejor para nosotros, que es el mejor para nuestra vida.

No vemos más allá. Estamos obsesionados con el éxito que nos han inculcado, en querer ser como. Y nos estamos en olvidando de lo más importante, EN SER NOSOTROS MISMOS.

No digo que no aprendas de ellos. No digo que no los estudies. Pero lo que te digo es que al final, SIEMPRE PIENSES POR TI MISMO.

4.- Listas por intereses.

Si nos diéramos cuenta, muchas de esas listas, se han generado de forma subjetiva por la persona que la han generado. En definitiva, por un lado o por otro hay intereses de por medio.

Pero además , ¿Es que solamente esas personas que salen en la lista son los mejores? ¿Qué parámetros deciden que una persona es mejor que otra? En la mayoría de los casos, la subjetividad. Porqué a mi me puede parece guapa Elsa Pataky y a otra persona, no. Y aún así está todos los años en la lista de más guapas de España. Y eso no quiere decir que una sea más guapa que otra. Todas tienen su belleza.

Pero no por estar o no en la lista, eres más o menos una cosa u otra.

Siempre hay detrás intereses, no lo olvides.

5.- Una lista no determina tu valía.

No vales más por estar en un lista y menos por no salir en ella. No vales más porque se considerada la más influyente en tu mundo profesional y luego ser un hijo de puta en tu casa. Porqué ahora parece que una cosa es la marca personal, el impacto que produces en los demás, se puede distinguir y diferenciar de tu marca profesional.

Eso se llama manipulación. Dejemos ya de recitar guiones que nos han dado los demás para que interpretemos. Dejemos de compararnos con el «tamaño» de los demás saliendo o no en una lista. Dejemos no de aprender de los demás, sino de copiarlos literalmente, ya que estamos perdiendo nuestro talento, nuestra marca, nuestra esencia.

Tu felicidad no depende de una lista. Ni tampoco ser más feliz, es ser como los de las listas.

Tu felicidad no depende de ser igual que los que aparecen en la lista. Te aseguro que seguramente serás mucho mejor de los que aparecen en alguna lista de esas.

Tu éxito no depende del número alcanzado en un ranking.

Tu valía no depende de copiar literalmente lo que hacen los demás.

Estúdialos, léelos, escúchalos, PERO RECUERDA, que el mayor reconocimiento no es el de una lista subjetiva, es el de una persona de corazón te dice GRACIAS por lo que has hecho por él o le has provocado. Las listas van y vienen, pero eso siempre será el mayor éxito que te llevarás a la tumba.

EL SER UNO MISMO DANDOTE A LOS DEMÁS DESDE LO QUE TE APASIONA HACER.

¡¡La vida es más simple. Somos nosotros quién la complicamos!!

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«Lo que decidas hacer, asegúrate que te haga feliz».

Si nos paramos y nos diéramos cuenta, no estamos viviendo la vida, estamos viviendo en un circo.

Y no porqué nos crezcan los «enanos» cuando todo nos va mal. Sino porqué vivimos en un continuo:

«Aún más difícil todavía«.

¿Por qué hacemos tan difícil esa relación y no reconocemos que nos hemos confundido?

¿Por qué no reconocemos que tenemos unas tendencias sexuales pero que no aceptamos y nos avergüenza reconocer?

¿Por qué no reconocemos lo que sentimos por esa persona?

¿Por qué lo hacemos tan difícil los domingos por la tarde cuando en realidad sabemos que estamos haciendo algo que detestamos el resto de la semana?

¿Por qué no reconocemos que llamamos amigos a los que nos interesa su amistad, por intereses personales o profesionales?

¿Por qué no reconocemos que no nos aguantamos ni a nosotros mismos?

¿Por qué no reconocemos que no soportamos que nos digan lo que nosotros sabemos pero no queremos reconocer, dejando de lado que lo único que ha hecho ser ayudarnos?

¿Por qué no reconocemos que no tenemos la vida que sabemos que nos haría realmente felices?

¿Por qué no pensamos por nosotros mismos y creemos que los demás saben qué es lo mejor para nosotros?

¿Por qué creemos que el éxito es lo que nos dicen los medios de comunicación y no lo que nosotros sentimos?

¿Por qué creemos que solamente pensando en cosas buenas vendrán a nosotros y nos quedamos

¡¡SIEMPRE ESTAMOS HACIENDO EL MÁS DIFICIL TODAVIA!!.

Pero además nos complicamos la vida pensando que siguiendo un libro del siglo pasado nos dará la formula de la felicidad. Pensando que un gurú por un dineral que ni tenemos, con una hora de conferencia nos abrirá los ojos y seremos para siempre felices nada más salir..

Siempre estamos haciendo el más difícil todavía, porque es como así dice la gente que es la vida.

Dificil, complicada, inexplicable, con una felicidad imposible de alcanzar, con eso de ser «uno mismo» una autentica quimera…

Y nos encanta llegar a casa diciendo que estamos cansados que no vemos futuro a nuestra vida, que la culpa de todo la tiene el Gobierno o el jefe que no ha follado durante el fin de semana.

Lo que nos pasa realmente, es que no tenemos huevos de decir lo que nos pasa. Algo que si lo hiciéramos, nos ahorraríamos muchos dolores de cabeza, pastillas para dormir y recordar las mentiras que hemos dicho a la gente que nos rodea.

Y no vale la excusa que no nos han enseñado a expresar nuestras emociones. Igual que expresas rabia cuando el arbitro pita penalti contra tu equipo o disfrutas de un orgasmo diciendo lo que sea, también puedes expresar hablando o escribiendo lo que sientes.

Pero lo hacemos más difícil todavía.

Algo tan simple como expresar lo que sentimos, que como hemos visto, lo hacemos en muchos momentos, pensamos que algo tan «fácil» no nos puede ayudar tanto y darnos tanta paz. Que es mejor sufrir, callarnos lo que nos pasa, seguir las modas o gastarnos el dinero en cursos «exprés».

Cuando en realidad estamos muy confundidos, lo único que estamos haciendo es complicarnos más la vida. Porqué en definitiva lo que estamos haciendo, es no afrontando el problema que tenemos o el sueño que queremos.

El camino más inexplorado, a la definitiva, es el más rapido y más sencillo hacia nuestro éxito.

¿Y cuál es?

Ser nosotros mismos sin miedos, sin tapujos, sin tonterias.

Deja de hacerlo todo tan difícil. La vida es más sencilla de lo que creemos o imaginamos.

Tú sabes como deberías hacerlo, pero crees que es más importante el qué dirán, el cómo lo han hecho otros, que el cómo tú sientes qué deberías hacerlo.

HAZLO A TU MANERA, HAZLO SIENDO TÚ, HAZLO DESDE TU CORAZON.