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¿Pero en qué tipo de sociedad nos estamos convirtiendo?
Hoy todo el mundo habla de la foto de portada de Ana Obregón y su nueva hija.
«La ha comprado, podía haber adoptado, con dinero… cuando tenga 80 años, la niña tendrá., la niña ha venido con una exclusiva debajo del brazo… lo ha hecho para ocultar su dolor por su hijo y sus padres «
Una noticia que ha salido hasta en los medios de comunicación. Algo como si fuera algo único en este mundo, mientras otras personas también famosas, lo han hecho y no se ha montado este pollo.
Y yo me pregunto:
¿Quién coño somos nosotros para opinar lo que ha hecho o dejado de hacer esa persona?
Nos encanta hablar de felicidad, de empatía, de resiliencia….Nos encantaría tener relaciones en las que hubiera comunicación transparente, hablamos de innovación y de felicidad…Pero eso si, todo eso se va a la mierda cuando hay un tema que nos pone de los «nervios».
Aunque no tengas ni idea de cómo se hace esos procedimientos en los Usa, aunque no hayas sido madre en tu vida y mucho menos se haya muerto tu hijo o lo que sea, hablamos como si fuéramos y nos sintiéramos con derecho a hablar y decidir sobre la vida de otra persona. Nos volvemos unos auténticos «HOOLIGAN», pero eso si, luego el fin de semana a un retiro de «mindfulness» y a abrazar 8 veces como nos obliga el gurú de turno para nuestra felicidad.
¡MENOS CINISMO, POR FAVOR!
¿Quién coño somos nosotros?
NADIE.
Pero si entras en redes sociales o abres la televisión, TODO el mundo habla del mismo tema y TODOS tienen una opinión formada en la Universidad que tienen «abajo» colgado.
Si a algun@ le dieran el poder supremo de tomar decisión sobre el tema en cuestión, no me gustaría saber lo que sería capaz de hacer.
El fin de semana leía una noticia que habían despedido a una directora de un colegio, porqué había enseñado el David de Miguel Ángel y eso era pornografía. En el país de la pornografía, además. Si a eso le añadimos que están rehaciendo los libros de Agatha Christie adecuados a un lenguaje «menos dañino».
¿Qué coño estamos?
.- Que muchos aplaudan la situación en la que nos están enseñando historia según les vaya bien. Que nos hablen con palabras que la RAE se tirará de los pelos siempre que las oiga.
.- Otros creerán que no va con ellos y más pronto que tarde, se preguntarán: ¿Pero estamos locos o que? Pero no harán nada al respecto , porqué no les «toca» sus interesés.
.- Sin embargo otros, serán considerados los locos, los revolucionarios, los que están «chapados» a la antigua…Pero señores, es que ya estamos pasando todo por la «moral» y lo que no esté dentro de esos cánones, lo bloqueamos, lo cancelamos o lo intentamos cancelar como sea.
Pero eso si, libertad de expresión, creatividad, autenticidad y todo lo que tú quieras, pero cómo «toques» algo por lo que «mato», me olvido de la espiritualidad, la felicidad y todo lo que vaya detrás.
Hablamos de progreso, de avanzar como sociedad y en mi opinión, estamos yendo hacia atrás.
No pensamos lo que vamos a decir, vomitamos.
No dudamos de lo que vamos a decir. Bueno, más bien repetimos lo que nos han dicho que debemos decir o qué hemos leído en un medio que no nos hace pensar y solo nos provoca que sintamos que estamos en el camino adecuado.
No respetamos al otro, ladramos.
Desechamos amistades de años, sino piensan como nosotros, aunque hayamos pasado experiencias únicas con ellos.
¿Y dónde está aquí la escucha activa, la empatía, el feedback que tanto reclamábamos, el trabajo en equipo o el pensamiento crítico?
Nos lo pasamos por el «forro de allá abajo» sino piensan como nosotros, pasamos de trabajar con esas personas.
¿Hay que ser una sociedad diversa? Si , pero también hay que aceptar personas que no piensen como tú.
¿Hay que ser creativos? Desde luego, pero ser creativo es no solamente tus ideas, sino las ideas de todos hacia un mismo objetivo.
¿Hay que respetar las ideas de todo el mundo? Por supuesto, pero los que no piensan como tú, a lo mejor te dicen cosas que te haría avanzar mucho más rápido de cómo lo estás haciendo.
Estamos basándonos en prejuicios.
Si escribe un artículo sobre alguien, es que seguro es su amigo, le ha pagado o se lo está «beneficiando» de alguna manera.
Se puede escribir sobre alguien y no hace falta adularlo pero tampoco ponerlo en el paredón con ganas de fusilarlo. ¿O es que quizás te hubiera gustado escribirlo a ti?
¿Quiénes somos nosotros para determinar si hay amor o no entre una pareja simplemente por su diferencia de edad? Cuando luego nosotros, nos estaremos callando porqué estaremos haciendo alguna otra cosa que no te gustaría los demás se enterasen.
Si no nos gusta que los demás se metan en su vida, ¿Por qué nos metemos nosotros en la vida de los demás, bloqueando su desarrollo o su éxito? Porqué en el fondo, si solucionásemos nuestros problemas primero, la vida de gente que no conocemos no nos importaría NADA.
Cuando estás intentando «cancelar» la vida de los demás, te estás «cancelando» a ti mismo.
Este mundo basado en una cierta moral, no me gusta nada.
No hay semana que por H o por B siempre oiga la misma frase:
SE TE VA A PASAR EL ARROZ.
Se te va a pasar el arroz porque no tienes pareja
Se te va a pasar el arroz porque no tienes trabajo
Se te va a pasar el arroz porqué no le dices nada a esa chica que te gusta.
Se te va a pasar el arroz si no das un paso adelante.
Se te ha pasado el arroz para ir a eventos así.
Se te ha pasado el arroz para gustarte grupos como esos…
Aunque no soy experto en hacer arroces, ya de tanto oír la frase creo ya soy un autentico gurú de los arroces.
¿PERO QUE NOS HA DADO CON QUE SE NOS PASA EL ARROZ?
Durante mucho tiempo era una frase que pesaba mucho en mi.
Pensaba que si a cierta edad no tenía cierto estatus, no había conseguido ciertas metas…era un raro y otras veces un «paria».
Si seguimos esta filosofía, en vez de beneficiarnos, lo único que hará es perjudicarnos.
Porqué aunque nosotros sepamos quienes somos, lo que queremos, lo que nos hace felices…si en algún momento tenemos algún momento de debilidad, pensamos que no somos «aptos» para este sociedad porqué no hemos alcanzado los estándares que se suponían que teníamos que haber alcanzado por la edad que teníamos.
Muchas personas lo harán con cariño, como nuestras abuelas. Pero otras realmente lo hacen con fines «no muy positivos o cotillas».
Las personas mayores te querrán en pareja, te querrán que todo va bien o que has conseguido «esa seguridad profesional» que ellos tanto les consiguió alcanzar. Y es algo totalmente licito y de agradecer.
Pero ¿Qué le importa a los demás si tienes pareja, con quien te acuestas o de qué trabajas?
Vivimos en una sociedad llena de prejuicios. Una sociedad que piensa que si no has alcanzado ciertos hitos a ciertas edades, seguro que lo primero que pensarán será algo así:
¿Qué esconderá que no lo quiere decir?
Cada día pienso que nos tomamos la vida demasiado en serio.
Tenemos que hacer esto no vayan a pensar que.
Tenemos que callarnos lo otro, no vayan a pensar que.
Tenemos que aparentar no sé que, no vayan a dudar de nosotros.
Tenemos que…cuando en realidad ni tenemos ni queremos. Debemos hacer lo que nosotros sintamos.
Y no todo el mundo tiene esa confianza y fuerza de voluntad de confiar en si mismo a pesar de las circunstancias, de las presiones. Son personas que acaban haciendo cosas de las que luego se lamentan, de las que luego dicen algo así como «Pero si yo no quería, era por la presión de los demás...». Todo por no volver a oír la frase del arroz y sentirse «una más del grupo».
Hablamos de la felicidad con la boca llena pero todavía vivimos en una sociedad que se gestiona en base a prejuicios por mucho que hablemos de originalidad, autenticidad y felicidad. los mismos que hablan de felicidad, luego tienen prejuicios sobre los demás pero.. ése es otro tema.
¿Cuántas veces hemos hecho cosas de forma oculta por qué teníamos miedo / vergüenza a las consecuencias a pesar de hacer lo que sentíamos que queríamos hacer?
MUCHAS. Y todo porqué no queríamos oír lo del arroz.
El único arroz que se nos puede pasar es el que echamos a la paellera o cuando queremos hacer arroz con leche. Y aún así seguro que algún truco o receta habrá para que no se nos pase el arroz.
¿Y lo demás? Nunca se nos pasará el arroz.
Porqué no se nos pasa el arroz porque no tengas hijos ni pareja…puedes adoptar que seguro que muchos niños te lo agradecerán.
Porqué quizá no encuentres trabajo pero lo puedes crear.
Porqué quizá no tengas pareja pero te puedes apuntar a grupos para conocer gente.
Porqué siempre habrá una solución para un problema que los demás te intenten «meter en tu cabeza».
Si estás a gusto contigo mismo, confías en ti, eres coherente en lo que haces, haces la vida que quieres…TE ESTÁS COMIENDO TÚ EL ARROZ y NUNCA DEJÁRAS QUE SE TE PASE, porque siempre que tengas oportunidad, te lo comeras.
Las personas que son fuertes, que no les importa los prejuicios o el qué dirán, hacen eso, SE COMEN EL ARROZ que las personas que piensan que se te está pasando el arroz, les gustaría comerse.
A ser prudentes no vayamos a lastimar emocionalmente a una persona si decimos lo que pensamos..
A ser prudentes no diciendo nuestras emociones no vayamos a perder la oportunidad de estar con la chica que nos gusta.
A ser prudentes no diciendo lo que pensamos dentro de la empresa no vayan a despedirnos…
A ser prudentes con nosotros mismos… no vayamos a ser felices.
Oir la palabra prudencia, se nos apreta el culo.
Pensamos que algo nos va a pasar, por lo tanto tenemos que ser prudentes, no vayamos a cagarla, no vayamos a liarla.
Y por no liarla o eso creemos o nos han hecho creer, nos hacemos lo que realmente sentimos que querríamos y deberíamos hacer.
Nos pasamos la vida en modo «prudencia» y luego vienen los lamentos.
Lamentos porqué nos dimos cuenta que si hubiéramos quitado el «freno de mano» en nuestra vida personal o profesional, otras cosas hubieran ocurrido o vivido que realmente deseamos.
Cohibimos nuestros deseos.
Nos han hecho creer que desear es de mal cristiano.
Que el deseo es de egoístas, de personas que solo piensan por si mismo dejando de lado a los demás. Pero la experiencia me dice, que cuando más prudente eres, más oportunidades pierdes.
La oportunidad de conocerte, de saber qué puedes hacer, de tu felicidad, de descubrir tus talentos….. La prudencia no es la vacuna contra el fracaso. Es la vacuna contra la originalidad, la excelencia y la creatividad.
La prudencia es el peor virus que uno mismo se puede inocular. ¿Y entonces por qué lo haces?
Porqué tenemos miedo de nosotros mismos. Por prudencia no queremos saber de qué estamos hechos, de qué somos capaces, de nuestra paz o felicidad…
Pero eso si, buscamos la felicidad pero con el «freno de mano» puesto, con prudencia.
La creatividad es la mayor expresión del ser humano.
A través de ella expresa sus emociones, su visión, su forma de ver la vida.
A través de ella no pretende dejar una huella en la vida de los demás, eso es una consecuencia. Sino quiere convertirla en su forma de vivir, en su felicidad… Y si con ello ayuda a otras personas, ¿Qué más se puede pedir?
Pero para desarrollar nuestra creatividad, HAY QUE PENSAR. Y eso no nos gusta nada.
Hace unos días volví a tener un deja vu. En dicha conversación me decían porqué no acudía a determinadas conferencias, en las que a los asistentes les hacían bailar, reírse de forma forzada y darle a una pelota como si fuera un concierto de «Parchís» queriendo volver a ser niños….Que eran lo mejor del mundo. Y quizá para muchas personas les sirven, les ayudan.. pero tengo que reconocer todavía no conozco a una persona que después de 45 minutos de la conferencia, recuerden qué se ha dicho en la misma.
¡Ninguna!.
¿Qué estamos haciendo?
Utilizando «placebos» del tipo que tú quieras para no pensar. Como dicen, para vivir con el «piloto automático», en el que la rutina, saber lo que vendrá es más importante que realmente lo que nosotros pensemos o queramos hacer.
Y ¿Cuál es el motivo?
Que no queremos pensar.
Pensar qué nos gustaría de verdad hacer con nuestra vida…. Con lo que queremos estudiar, con lo que es mejor para nosotros según nuestros intereses… Descubrir nuestro intereses y ver.
Porqué tras pensar, empezamos a ver. Y eso tampoco nos gusta. No nos gusta ver qué quizá hemos «perdido» el tiempo en algo que realmente sabíamos que no iba a llevar a ningún lugar y no hacer lo que nosotros queríamos hacer.
Ver es abrir los ojos, es aceptar lo que hemos hecho y también lo que no hemos hecho. Es empezar a hacernos cargo de nuestras acciones y decisiones.
Si no queremos pensar, no queremos ver, ¿Cómo podemos crear algo?
¡IMPOSIBLE!.
Pero eso de ser autentico, único, inigualable,… mola mogollón. Pero a la hora de la verdad, pensar, ver y crear son 3 verbos malditos que pocos quieren experimentar.
Si no piensas, no te puedes dar cuenta de cómo está yendo tu vida, de tus intereses, de lo que realmente quieres y de cómo ves la vida.
Si no quieres mirar, solo verás aquello en lo que crees. Creyendo que el mundo solo está formado por tus creencias, por aquellas ideas que no te «hacen dudar».
Y con todo ello, nunca llegaremos a crear nada. Bueno podremos copiar, replicar, fotocopiar ideas que nos gustan, ideas que sentimos que nos harán «parecer» diferentes, pero nunca lo llegaremos a ser.
¿Por qué?
PORQUÉ NOS DA MIEDO PENSAR.
Porqué cuando pensamos nos damos cuenta de muchas cosas…
Que queremos otras cosas en la vida y no lo que estamos haciendo hasta la fecha.
Que podemos hacer lo que siempre hemos querido hacer y mientras tanto hemos estado «gastando» el tiempo que no invirtiéndolo en una vida, «cómoda» pero que no nos daba lo que realmente nosotros queríamos.
¿Pero por qué no pensamos?
PORQUÉ EL SER HUMANO ES MUY VAGO.
Damos el poder de nuestros pensamientos a los demás. Creemos que los demás pensarán mejor por nosotros que nosotros mismos. Y lo que estamos haciendo a la larga, es matando nuestra creatividad, nuestras ideas y nuestro pensamiento crítico.
Hablamos del coraje, aplaudimos a historias personales que han conseguido cosas «increíbles» que pensamos que nunca podremos alcanzar, pensar o idear…. ¿Y luego qué hacemos? Dudar de que nosotros podemos hacer algo igual y todo porqué nos da miedo pensar.
¿Pero es fácil pensar?
Desde luego que no.
Y más en un mundo donde las presiones para seguir lo establecido, dónde por mucho que digamos el miedo reina a sus anchas y dónde las modas triunfan sobre la autenticidad.
Dice una frase así de Epíteto «Somos aquello en lo que nos enfocamos». Si no pensamos nos enfocamos en lo que hacen los demás, en cómo piensan los demás, en cómo creen sentir los demás… ¿Y así crearemos algo diferente a los demás?
¡NO!
Si queremos nuestra felicidad, si queremos vivir de nuestra creatividad, si queremos dormir en paz… No tengas al MIRAR, AL CREAR, AL VER, como los verbos malditos que dicen que son.
Siempre me ha preocupado mucho lo que decían los demás.
Quería saber qué opinaban si hacia tal carrera, si salía el sábado por la noche o si me iba a un viaje o me quedaba en casa.
Reconozco que era una persona indecisa en algunos momentos, pero en realidad lo que me pasaba era que me importaba más la opinión de los demás que la mía propia.
Y hace unos días un amigo me recordaba esos tiempos, en los que siempre estaba preguntando a los demás qué debía hacer por mi salud, por mi felicidad, por mi éxito. Lo que estaba haciendo es creer que el mundo era el mejor crítico que uno puede tener para determinar su valía , su éxito, su felicidad.
A día de hoy, hablamos de desarrollo personal, de hacer oídos sordos a lo que digan los demás, a ser auténticos, a ser creativos y disruptivos… pero si nos fijamos seguimos viendo concursos en televisión que determinan si vales o no vales, si tu libro es bueno o no para alcanzar un premio o si tu cuerpo es ideal o no, para un trofeo.
Creemos que valemos, creemos que sabemos más que los demás,… pero aún así seguimos creyendo que el mundo es el mejor critico para nuestro éxito o nuestro fracaso.
Y no solamente estoy hablando de concursos, sino también de redes sociales. No podemos creer que valemos o no dependiendo de los likes, me gustas o de los comentarios que tengamos. Yo no soy un influencer ni me lo considero, pero llevo más de 10 años escribiendo siempre con la misma filosofía y con la misma idea, escribo para mí. Escribo lo que siento, escribo lo que veo o puedo creer que veo. Siempre lo he hecho así y siempre ( espero ) seguiré haciéndolo así. Y si hay una persona que le gusta lo que hago, se siente comprendida por alguno de mis escritos o libros, eso será aún mayor el éxito.
Pero siempre pienso que el mayor éxito que un ser humano puede y debe disfrutar, es el de ser uno mismo. (pd: sin hacer daño a los demás, recuerda)
Pero los demás no pueden determinar lo que debes hacer o no, cuando realmente sientes que tienes que hacer algo.
Si dejas de hacerlo te arrepentirás toda la vida. Si lo haces, el camino será duro, te lo aseguro, pero siempre con más recompensas personales y profesionales que si no lo hubieras hecho.
Queremos sentirnos queridos por ser nosotros mismos pero seguimos creyendo que si son los demás los que determinan la categoría de nuestras ideas, todo nos irá mucho mejor. Todos conocemos historias de personalidades famosas y no famosas, que si hubieran hecho caso a sus profesores de canto o de cualquier otra asignatura, ahora nos estaríamos perdiendo canciones como las de los Beatles o no estarías disfrutando de la carrera que siempre habías querido hacer y que tu profesora te decía que iba a ser imposible que consiguieras alcanzar.
El mundo es el peor de los jurados y es al que más caso le solemos hacer.
¿Por qué le hacemos caso?
.- Porqué creemos que por ser jurado ya tiene una reputación. Y por jurado estoy diciendo a una persona que tiene más formación que tú, más edad, o que te da más respeto
.- Porqué al creer que tiene más formación, más experiencia, sabrá distinguir lo que es bueno o no para nosotros, nuestra felicidad y futuro.
.- Porqué lo que buscamos es la seguridad de saber que estamos tomando la mejor decisión o la decisión que nos «recomienden» porqué no sufriremos caídas, miedos ni vergüenzas.
.- Porqué en definitiva no confiamos en nosotros mismos. Y creemos más en la confianza de los demás.
Un jurado no puede determinar tu futuro, tu confianza, tu talento o tu pasión.
Un jurado puedes escucharlo con sus recomendaciones, con sus experiencias, con sus miedos o sus éxitos, pero si les crees más que a ti mismo:
.- NO estarás aprendiendo por ti mismo, sino según las recomendaciones de los demás.
.- No estarás desarrollando tu creatividad, sino la mediocridad siendo como la gran mayoría.
.- No te estarás conociendo, sino que cerrarás tu «intuición» y creerás más en los demás que en ti mismo.
Creer más en la opinión del «jurado» que en la tuya misma, es ser uno más cuando podrías ser uno menos en la mediocridad.
Y lo peor de todo, darte cuenta por creer más en los demás que en ti, has estado perdiendo mucho tiempo en tu vida que luego no podrás recuperar.
Se que estarás pensando: «Menudo es David, ya desde el principio insultando. Claro que pienso…»
Sé que quizá hasta te habrás sentido ofendido. Te repetirás una y otra vez, intentando reafirmar que claro que piensas, que para eso estás vivo y te estás acordando de mis familiares.
Venga relax, que no quería decirtelo con esa intención.
Yo solo te quería preguntar:
¿Piensas por ti mismo?
Vemos todos los días en medios de comunicación cifras, estadísticas, aportaciones de expertos sobre diferentes temas. Luego vemos medios online que nos hablan de lo mismo para luego irnos con amigos y volver a hablar de lo mismo.
Pero no solamente te estoy hablando de noticias del día a día, sino también el ámbito personal. Hablamos de los problemas que tiene nuestra cuñada, de los líos amorosos de Juana, la nueva vecina o que le pasa a nuestro mejor amigo con la vida.
Nos pegamos todo el día hablando sin parar, de las noticias, de los cotilleos, de todo…. Sin control. En vez de hablar, disparamos como la mejor de las metralletas de Rambo. Hasta cuando nos levantamos nos sentimos cansados porque nuestra mente, aún durmiendo, no para de hablar, de imaginar…
Y durante esas 24 horas, ¿CUÁNTAS VECES HEMOS PENSADO?
SI, pensar. Ese procedimiento que dice la RAE que es <<formar o combinar ideas o juicios en la mente. Examinar mentalmente algo con atención para formar un juicio..>>
Si nos fijáramos en la primera definición, sé que estarás pensando ahora, «¿Ves? Claro que pienso.. Yo tengo mi idea en mi mente de lo que he visto, de lo que he oido … y luego la disparo».
Perfecto, te la compro. Pero vayamos a la 2 definición. Y ahora hazte esta pregunta:
¿EXAMINAS CON ATENCIÓN PARA LUEGO FORMAR UN JUICIO?
Seamos sinceros, NO.
No pensamos, repetimos como cacatúas. Y quien nos lleve la contraria a lo que creemos pensar, estará desterrado de nuestras vidas para siempre.
NO PENSAMOS, REPETIMOS.
Repetimos lo que nos gusta oír. Lo que creemos que es bueno para nuestra salud mental, para nuestros intereses, en definitiva para satisfacer a nuestro ego… Y todo aquél o aquella noticia que desmienta lo que pensamos, lo rechazamos, pensamos que está «mal de la cabeza» o lo apartamos de nuestra vida.
Sólo vemos noticias que nos interesan, no por informarnos, sino por nuestra seguridad. Con el fin de saber que estamos en el camino correcto y que lo demás es incertidumbre, miedo o locura.
¿Qué ocurriría si optásemos por la 2 definición?
.- Que antes de hablar o repetir sin parar, INVESTIGARIAMOS. Buscaríamos si lo que hemos visto es verdad, que otras versiones tiene y aunque nunca tendrás toda la información posible, tendríamos una opinión mucho mejor que si solamente viéramos una opción.
.- Seriamos más EMPATICOS y HUMILDES. Sabríamos ponernos antes en la piel de la otra persona y responder a una pregunta o situación de una forma más humilde. ¿A qué te gustaría que lo hicieran contigo si estuvieras pasando un mal momento?
.- Seriamos más CREATIVOS a la hora de exponer una solución. Ya que no estaríamos respondiendo en función a lo que nos hace bien, sino que al abrir nuestra mente estaríamos abiertos a nuevas soluciones, a nuevas formas de afrontar el reto en cuestión.
.- En vez de CRITICAR, DIALOGARIAMOS y seguro que descubriríamos más mundo del que creemos conocer.
En definitiva, creo que si pensáramos más y replicáramos menos, MÁS INNOVARIAMOS en todos los aspectos
«La estadística es una ciencia según la cual todas las mentiras se tornan cuadros» decía Pitigrilli
Alaska cantaba que «me paso el día bailando..». A día de hoy podemos cantar todos a la vez, «Me paso el día viendo estadísticas..»
Ahora ya no nos hablamos según las experiencias que hemos tenido, lo que hemos vivido o lo que hemos visto. Para nada, ahora para defender nuestra opinión hablamos que una estadística ha dicho que tal o cual cosa; o hemos visto en internet una estadística que decía exactamente lo que estábamos diciendo en ese momento.
A día de hoy todo es una estadística. Y con lo de la pandemia aún mucho más. Estadísticas para todo hemos visto desde marzo del año pasado.
Basamos nuestras elecciones en estadísticas, ¿O no elegimos la carrera que puede determinar nuestra vida porqué dicen que tiene más salidas que las demás según una estadística? ¿O no queremos trabajar en una empresa porqué dicen que es el mejor sitio donde trabajar durante varios años seguidos?
Todo lo basamos en una estadística. Y si reafirma lo que pensamos, mejor que mejor. ¿O no has visto discusiones entre amigos que solo se reprochaban estadísticas de jugadores de futbol?
¡Cuando alguien te hable en función a una estadística, sal corriendo!.
Reaccionamos emocionalmente ante una afirmación que diga una estadística. Ya puede ser de forma positiva o negativa, pero reaccionamos. Nos echábamos las manos a la cabeza cuando según las estadísticas nos iban diciendo que iban aumentando los muertos a causa de la pandemia. ¿O no tienes miedo cuando ves que tu partido político va a perder las elecciones según una estadística?
Las estadísticas las tenemos como la verdad absoluta. Si lo dice este medio de comunicación que está pasando eso, ¿por qué vamos a desconfiar de él? Antes de dudar, de pensar, de tener un poco de pensamiento crítico, ya estamos llorando, saltando de alegría porque las estadísticas están a favor nuestro o en contra.
No reaccionemos de forma tan emocional ante una estadística ya que son opiniones de los demás en un momento determinado. Nuestra vida no depende de una estadística, ¿o no hemos visto milagros que unos datos decían una cosa y luego ocurría otra?
Por eso tenemos que combinar la perspectiva estadística con la experiencia profesional. Parece que creemos más en una estadística que en nuestras vivencia. Tampoco digo que nosotros sepamos más que un estudio que ha durado años o ha entrevistado a miles de personas. Sino que ni una cosa ni otra. Como dice mi madre, en el punto medio está la virtud.
Ya vemos colorines, vemos datos y vemos que el 5 es más pequeño que el 15 que nos enseñan y ya pensamos que están mintiendo o les damos la razón. Saltamos emocionalmente pensando que el futuro que nos presentan es más negro que para qué o más bonito que si lo dijera Mr. Wonderfull. Por favor fijémonos en las etiquetas de los datos y cuestionémoslos. Investiguemos antes de reaccionar.
Cuando eres curioso y quieres saber si es verdad lo que están diciendo con esos cuadros, lo que haces es buscar comparaciones, otras estadísticas, libros, situaciones, ver en otros paises para sostener o no la afirmación que estás viendo. Como decían en el anuncio de hace años, » busque y compare..» Pero no, le damos la autoridad moral a quien sea para que determine nuestro futuro en función de unos gráficos. Antes de nada, piensa, compara, se curioso para ver si es verdad o no lo que están diciendo esas personas.
Porqué lo vuelvo a repetir, no verificamos de dónde vienen los datos, de dónde ha salido la estadística. No dudamos, más bien queremos creer al 100%. Vamos como toro al capote. Directos. Pensemos, investiguemos, dudemos… antes de reaccionar.
¿O es qué los datos que nos han presentado son todos los que deberían estar? ¿No son las estadísticas a veces partidistas y se dejan algún dato que rebatiría las conclusiones que han sacado? ¿O no comparan a Ronaldo con Messi y dices, «pero si se han comido algún que otro dato»? Todos hemos dicho alguna que otra vez que las estadísticas ocultaban cosas, pues eso.
Pregúntate qué datos faltas y si con ellos nuestras conclusiones serían distintas.
No investigamos, no dudamos, solo queremos creer que lo que nos ponen delante en la televisión o mientras nos tomamos un café y el periódico al lado, es la absoluta realidad. No nos preguntamos de donde han sacado esa base de datos, a quién han preguntado y si realmente son dignas de estudio.
Así que investiguemos en profundidad los algoritmo y las bases de datos que se han utilizado para las estadísticas.
Debemos mirar siempre debajo de la superficie de cualquier gráfico o diagrama que nos haya cautivado por sus colores. Porqué estamos determinando nuestra opinión, acciones y hasta nuestros amigos en función de lo que digan otros y no lo que realmente pensemos nosotros tras formarnos una opinión consistente.
Vivimos en un mundo que nadie lo entiende.
Queremos ser creativos pero si vemos una estadística que no va con nosotros, que pone en duda nuestras creencias, la echamos abajo.
Tengamos una mente abierta y preguntémonos siempre en qué podemos estar equivocados. Porqué siento decírtelo, la verdad absoluta no la tiene ni esa estadística ni mucho menos tú.
El mundo no es como lo dicen las estadísticas. Pongámosles un punto critico, por favor. Que para muestra un ejemplo, que dicen que España va a conseguir 15 medallas y a este ritmo, si ya tenemos 3 ya vamos bien.
«El miedo no siempre es malo, a veces funciona como advertencia»
El ser humano siempre tendrá presente al miedo en su vida.
Y así podría acabar ya el artículo, porque es la verdad.
No soy un experto en el cerebro. No soy un cirujano que ha tenido delante al miedo a través del cerebro de un paciente.
Lo que si sé es que el miedo siempre va a estar presente en nuestras vidas.
Pero todavía no queremos darnos cuenta de ello.
Nos enganchamos a cursos gratis que nos anuncian que nos quitaran el miedo para el resto de nuestras vidas. Seguimos con los ojos cerrados a «escritores gurús» que nos dicen que una vida sin miedo es posible a través de sus libros. Y yo te aseguro que hasta ellos tendrán miedo cuando lancen sus libros a ver que opinan los lectores del mismo. ¿Qué incoherencia, verdad?. O nos gastamos el dinero que tenemos y más para que nos den la solución rápida e indolora que nos lleve a una vida de éxito y felicidad sin tener al miedo por compañero.
SIEMPRE QUE HAGAS ALGO NUEVO, QUE SUPONGA UN RIESGO DENTRO DE TU VIDA RUTINARIA Y SOSA, SIEMPRE TENDRÁS MIEDO.
Cuando le decimos lo que sentimos a esa persona que nos gusta…tendremos miedo.
Cuando vamos a una entrevista de trabajo….tendremos miedo.
Cuando nos ofrecen la oportunidad que siempre hemos estado buscando…tendremos miedo.
Cuando despedimos a nuestros familiares…siempre tendremos miedo.
POR MUCHAS DECISIONES QUE HAYAMOS TOMADO EN LA VIDA, CON UNA NUEVA DECISIÓN, SIEMPRE TENDREMOS MIEDO.
Tendremos miedo aunque hayamos hecho el método infalible del maestro gurú del «anti miedo», aunque nos hayamos leído 3 libros o hayamos meditado por el método del gurú del Himalaya.
SIEMPRE TENDREMOS MIEDO.
¿O es que no tenemos miedo a que algún ser querido contraiga el coronavirus? ¿Ese miedo lo va a quitar de raíz un método o un libro?
¡NO!.
Siempre habrá miedo ante lo inesperado, ante lo que no podemos dominar, ante lo que rompe nuestra rutina… SIEMPRE, QUERAMOS o NO.
Pero la industria de la felicidad, en la que siempre hay que estar contento, la que siempre hay que estar visualizando porqué es el único método para alcanzar las cosas, la que nos dice que una vida sin miedo es posible, nos está haciendo mucho daño.
Antes que los happy flower se me echen encima, yo no estoy haciendo apologia del miedo. Al revés, lo que estoy diciendo, es que el miedo es una parte de nuestra vida que SIEMPRE va a estar ahí.
¿Quieres que nunca se encuentre en tu vida el miedo?
¡¡NO HAGAS NADA POR TU CUENTA!!.
Sigue la corriente que te dicen los demás que es lo mejor para ti y tu futuro.
Sigue lo que dicen tus amigos que es mejor para ti y no lo que sientes que quieres hacer.
Sigue las recomendaciones de tu familia que quiere lo mejor para ti y dicen que tus «sueños» son una puta locura.
Sigue a los gurús que te dicen que te llevarán al éxito tras su curso y sobre todo que te quitarán el miedo de encima.
Sigue tus rutinas y jamás te encontrarás con el miedo.
Ante todo esto, ¿Qué podemos hacer?
ENTRENARNOS.
Igual que te entrenas para una carrera de obstáculos, para una presentación delante de unos posibles clientes o delante del espejos a cómo decirle a esa chica que te tiene loco…. también nos podemos entrenar si sabemos que nos podemos enfrentar a situaciones a las que no estamos acostumbrados o nos dan mucho miedo.
Pero te aseguro una cosa, aún que te entrenes para esa nueva situación, todavía el miedo estará presente en tu vida aunque te hayas preparado.
Aunque sepas que tu relación de pareja sabías que iba a terminar, cuando termina tienes miedo.
Aunque sabías que tu familia se iba a «marchar», cuando se marcha, siempre hay miedo a la incertidumbre.
Pero aún habiéndote «mentalizado», cuando la incertidumbre hace acto de presencia, el miedo siempre estará ahí. Sin embargo, sabrás afrontarlo mejor, no permitiendo que te bloque e incluso convirtiéndolo en un aliado tuyo, en algunas situaciones.
El miedo puede ser un aliado o un enemigo, todo depende de la gestión que hagas del mismo .
Pero eso si, EL MIEDO SIEMPRE ESTARÁ EN TU VIDA.
Toda persona que te diga que te puede quitar el miedo de tu vida, lo que quiere es tu dinero y yo saldría corriendo en lado contrario a dónde se encuentra ella.
Solo cuando hagas lo mismo de siempre, es cuando no tendrás miedo en tu vida…¿Mientras tanto? Siempre.
«Nunca dejes que se marche lo que realmente te interesa»
Nos pegamos la vida luchando.
Pero no luchando contra objetivos que realmente queremos vences. Porqué si parasemos y fuéramos sinceros, a la pregunta: ¿Realmente por qué estás luchando o por quién? «. No sabríamos qué responder.
Pero principalmente luchamos por ser felices.
Por tener un trabajo, por tener una familia, por tener todos los tips que digan a los demás que somos unas personas normales.
Realmente luchamos contra estereotipos que hemos ido «mamando» desde la infancia o «modas» que nos han dicho que nos llevarán al éxito más rapido que el coche de Fernando Alonso.
¿Pero estamos luchando en la guerra que realmente queremos?
La mayoría de las veces, NO.
No sabemos cómo hemos empezado a luchar en una guerra que ni nos va ni nos viene. Quizá fue para tener contentos a nuestros padres. Quizá lo hicimos ya que todos nuestros amigos hacían la misma carrera y por no quedarnos «descolgados» nosotros tambien lo hicimos. Si realmente nos parasemos a pensar, cuál fue el motivo que nos hizo entrar en dicha guerra, no sabríamos responder cuál fue.
Pero luchar en una guerra que no es la tuya, ¿Qué crees que produce?
Que rara vez vayas a ganar la pelea. Por no decir que crea a personas frustradas que saben que no alcanzarán nunca la menta, que sienten que no saben que están haciendo con su vida y si la vida es lo que están viviendo, se quieran bajar de ella.
Unos utilizan placebos, otros libros en búsqueda de la felicidad, de como alcanzar metas que nunca llegaran a ni siquiera dar un primer paso o cursos que realmente se convertirán en «placebos» con un efecto poco «duradero» en su paz mental.
Todo con el propósito no de descubrir realmente cuál es su lucha, sino utilizar herramientas que les ayude a ganar en guerras que en el fondo saben que ni les va ni les viene.
Quizá alguno lleguen a la meta, pero tarde o temprano el efecto de la esa «felicidad» se esfumara.
El ser humano desde que nace hasta que muere, está en plena lucha constante. En la lucha por alcanzar la felicidad, como máximo nirvana y trofeo que nos podemos llevar a la tumba una vez alcanzada.
Y de esa necesidad de alcanzar la felicidad, nos creemos todo lo que haga falta y más por alcanzarla. Que entrar en los últimos pantalones, nos dará la felicidad. Que leernos el libro nos ha recomendado la amiga que le ha ayudado, nos dará la felicidad o que hacer tal curso del ultimo gurú de moda, nos llevará al más absoluto nirvana.
¡¡TODO ES MUCHO MÁS FÁCIL!!:
Esas cosas quizá te puedan orientar, pero recuerda, te hablan desde su situación, de lo que ellos vivieron, de su suerte, …algo que seguro es totalmente diferente a lo tuyo. Así que no busques copiar ni compararte, CADA UNO TIENE SU GUERRA PARTICULAR POR LA QUE LUCHAR.
Guerra que te llevará a darte cuenta, que la felicidad es eso, luchar por la vida que realmente TÚ QUIERES VIVIR Y DISFRUTAR.
Eso es la verdadera felicidad, LUCHAR POR LA VIDA QUE REALMENTE QUIERES.
Me da igual sea haciendo una carrera que nadie entiende que la hagas porque no tiene salidas. Me importa un pepino si es haciendo un trabajo que a ti te apasiona, con el que disfrutas y los demás no comprenden. Me importa un carajo si es con una pareja que realmente quieres….
¿Qué es el sufrimiento? Luchar en una guerra que no es la nuestra.
Cuando luchas en tu guerra, eres creativo, te levantas nada más haberte caído, sonríes ante cada experiencias y dices SI a cada oportunidad… Algo que no pasa cuando no es tu guerra.
Somos seres enloquecidos por alcanzar la felicidad o aparentar que hemos llegado a ella. Significado de felicidad que en el fondo no compartimos, produciendo solo frustrados y desesperanzados con la vida.
¿Quieres alcanzar la felicidad?
Te advierto que no es una meta que alcanzar. Te digo que no será una sensación constante o solamente con subidas. Pero te aseguro que es la autentica felicidad.
¿En qué lucha debes introducirte?
En la de la vida que realmente TÚ QUIERAS VIVIR. Solamente en esa lucha, encontrarás la felicidad.
Mientras tanto, sigue luchando en guerras, que lo único que conseguirás es que salgas perdiendo tú.
Y tú, ¿En qué lucha te encuentras, en la de vivir la vida que tú quieres o en una lucha que te metiste por el qué dirán?
Hoy dentro de la sección «Conversaciones con..» es un placer presentar a Pedro Baños.
Cuando vemos en los medios de comunicación, que hay técnicas para controlar nuestras emociones, pensamos que a nosotros no nos pasará, que sabemos lo que queremos, que hacemos lo que nosotros queremos sin la necesidad de que Google o un gurú nos los diga.
Leer y hablar con Pedro que habitualmente lo podemos ver en 4º Milenio, es estar siempre con los ojos abiertos ante las diferentes técnicas que utiliza el poder político y empresarial para condicionar el criterio de sus ciudadanos y clientes.
No queremos darnos cuenta, pero las grandes guerras han desaparecido, ahora se harán a través de la economía o en el ciberespacio, pero a nosotros nos importa más otros temas, que no lo que realmente importa a nuestro presente y sobre todo futuro.
Una conversación en la que hablamos temas con enjundia que es lo que realmente nos debería importar y no algunos temas que más bien los utilizamos para no ver la realidad.
Podéis conocer más el trabajo de Pedro, a través de su Web, en Linkedin o Twitter.
Yo quería saber si el dominio mental que estamos viviendo, viene determinado por la sociedad del entretenimiento que vivimos, diciéndome Pedro, «Es parte. El dominio mental se consigue de muchas maneras para controlar personas y sociedades. Y una de esas formulas es la sobresaturación del entretenimiento. Un entretenimiento que todas personas tienen derecho a él después de una jornada de trabajo. Pero estamos hablando de un entretenimiento que se convierte masivo. Hay muchísimas personas que pasan muchas horas sumergido en él. Pero además es un entretenimiento totalmente estéril, ya que no te perfecciona como persona, no te deja adquirir conocimientos. Y solamente has perdido el tiempo. Y lo estamos viendo de forma muy clara que es lo que mejor funciona. Pero además al no formar a la personas , permite que exista un gran desconocimiento sobre lo que está pasando . Y al estar distraídos no se preocupan por aquellos problemas de los que tenemos ahora mismo y los que se nos avecinan. Son personas que viven en una inopia creada artificialmente o digitalmente, en el momento actual «
Somos una sociedad que estamos buscando constantemente la felicidad. Pero con lo que estamos viviendo de las Fake News, ¿Uniremos a esa búsqueda la de la libertad, también? » La libertad la estamos perdiendo, de forma muy clara. Uno de los síntomas que nos va a dejar esta pandemia es esa perdida de derechos y libertades. Y aunque aquí se acusen unos paises a otros, es algo que estamos viendo todos los días. Por ejemplo lo estamos viendo con el pasaporte Covid, las aplicaciones contra la Covid…Hay muchas formulas que se van a perpetuar al igual que pasó con los atentados del 11 de septiembre, con cosas que nos parecían imposibles que iban a hacer a los ciudadanos, son temas que 20 años después son plenamente vigentes. La perdida de la libertad es manifiesta. En unos casos con nuestra complacencia, ya que perdemos intimidad y privacidad. Algo que sustituimos por comodidad, pasividad, pareciendo que todos nos da igual. Pero no solamente en el ámbito personal, sino también en el ámbito político, como en todo los demás. Como digo en el libro, hemos entrado en un estado de resignación en el que parece que nada nos afecta, nos importa… Es una expresión de haber entregado todos nos derechos y libertades a las elites políticas y económicas mundiales».
Nos echábamos las manos a la cabeza pensando que hubiera familias en Cataluña que no se hablasen por temas de política. Pero si echáramos la vista atrás, seguro que en muchas familias de todo el mundo, gracias a la polarización que se está creando, también está ocurriendo cosas así. ¿O es qué puedes hablar con todos tus amigos de política o religión? «No tengas ninguna duda que es algo intencionado, David. Tú piensa que si consiguen lo que han conseguido, pero no solamente en Europa, sino también en los Usa, el fragmentarnos, dividirnos…lo que sucede que la sociedad en su conjunto no somos capaces de reaccionar ante los desmanes que vemos por parte de nuestras elites, que escandalo tras escandalo parece que no nos afecta, aunque estén jugando con nuestras vidas. ¿En qué nos hemos convertido con esta situación? En hooligans políticos. Un hooligan es una persona que están tan fanatizada con su partido que haga lo que haga hay que defenderlos e incluso con agresiones físicas, haciendo creer que los del equipo contrario, siempre serán malos. Situaciones que vemos en el futbol. Pues aquí pasa igual, nos están fanatizandode tal manera o lo están intentando, para que todo aquello que cometan aquellos que nos han dicho que son los nuestros, ellos tienen derecho de pernada, no pasa absolutamente nada. Solo tenemos que criticar algo que hacen los demás, aunque sea algo bueno para todos. Algo que vemos todos los días en los debates de televisión, a través de personas teóricamente bien formadas, inteligentes que justifican acciones que son totalmente execrables, que una persona con un poco de sentido común se daría cuenta que es totalmente imposible de defender. Pero como hemos entrado en ese hooliganismo, observamos a personas que son capaces de justificar absolutamente todo, incluso las cosas más condenables.»
Viendo documentales que hablan sobre la anatomía de la verdad, del pensamiento critico, que últimamente hay en cualquier plataforma que te imagines, Pedro nos dice «Todo estoy hay que relacionarlo con la educación. Por mucho que diga la gente, hay dos tipos de educación. Una, que es la que recibe la inmensa mayoría, que yo me atrevo decir deficiente. Pero no solamente hablamos de la educación básica, sino también de la universitaria. En dichos casos, estás creando personas frustradas, que les has hecho creer que con dicha educación podrán desenvolverse personal y profesionalmente. Estas personas no van a trabajar nunca o en condiciones muy deficientes en aquello para lo que se han preparado. Pero por otro lado, tienes una educación elitista, que no se forma para servir al sistema en el perfil bajo, sino para que sean los que lideren el sistema. Esas personas si que tienen un espíritu critico, no dejándose llevar por todo tipo de aparatos electrónicos. Siendo el resto de la formación, esté ausente ese pensamiento critico. Y la razón es muy sencilla, ya que si tuviéramos una población donde la inmensa mayoría de la misma tuviera ese espíritu critico y además lo manifestase, no pasarían los desmanes que están pasando. Yo siempre el mismo ejemplo, en Francia, enseñan el espíritu revolucionario, cuando aquí en España lo que se enseña es a ser sumiso, con ejemplos que todos conocemos en los que se false hasta la historia de Europa. ¿Todo esto que significa? Que no se está fomentando un espíritu critico de una forma intencionada, ya que permite a las elites cuando llegan al poder, hacer a su antojo y capricho sin que haya una reacción popular. Es que todos los días nos desayunamos con un nuevo escándalo, pero parece que ya nos hemos acostumbrado a ellos. Lo que pasa es que están jugando con soberanía popular, esa que nos han dicho que debería llevar las riendas del país, viendo que lo que votamos en las urnas luego se manifiesta muy poco. Todo esto es intencionado, ni mucho menos pensemos que es por azar».
Estamos en una 4 ola y caminas por cualquier ciudad, con la sensación tras ver a la gente, que parece que no hubiera pasado nada. «Cada CC.AA tira para un lado. El Gobierno cuando quiere es absolutamente pasivo o intervencionista. Pero es el enfrentamiento entre grupos políticos que lo tendrían que estar haciendo es determinar cómo satisfacer las necesidades de los seres humanos. Y lo que percibimos en Europa en general, es que los políticos están a su propia supervivencia, la supervivencia de su grupo político y luego ya si cabe ya veremos a ver si hacen algo por los ciudadanos. Algo que vemos todos los días. Y hasta en cierta manera es comprensible, ya que están envueltos en escándalos todos, que cuando llegan a su despacho, siendo todas las personas egoístas, solo piensan en cómo van a seguir aguantándose en la silla. Esa es la autentica realidad. Bastante tienen para ellos como para hacer planes para ver qué va a pasar, por ejemplo en 10 años, si ni ellos saben dónde van a estar mañana o dentro de 2 años. Algo que es perjudicial para la democracia, pero también para los ciudadanos».
Hablamos mucho, ¿Pero realmente queremos saber la verdad de lo que está ocurriendo? «Es que tampoco presionamos para saber la verdad. Hasta la comisión de la OMS que fue a China para determinar el origen de la pandemia, tampoco nos ha dado una respuesta clara. No sabemos nada en concreto pero lo peor de todo que estamos en un momento que como si no nos importase. Casi estamos haciendo un acto de fe, deseando que funcionen las vacunas y todo pase. Pero lo dicho, no somos exigentes . Hay gente que no ha entendido que las elites políticas están a nuestro servicio y no al revés. Ya que somos nosotros quienes les pagamos el sueldo. Tenemos que buscar formulas para aquellas personas que incumplan reiteradamente el compromiso que han tenido con los ciudadanos. Aceptamos ya con pasividad que no cumplan con los programas electorales, falseen los CV.. nos da todo igual. Los seres humanos también somos responsables, ya que nos distraemos con temas intrascendentes o con el sexo de los ángeles, no enfocándonos en lo que realmente importa. Si se estudiasen ya no solo la situación sanitaria, sino también la económica que nos espera, sería para echarse a llorar. Sin embargo ves a economistas de prestigio que tienen que agradar al poder, contando una serie de cosas que lo único que están haciendo es falsear la información. Pero mientras tanto en el Congreso de los diputados no se hablan de temas que son la verdad enjundia que tendríamos que ocuparnos de ellos, cuando lo único que vemos son las peleas dialécticas entre partidos políticos, que ya se ha convertido en un espectáculo bochornoso».
Es una sociedad en la que búsqueda de la felicidad, es una misión indispensable, ¿En qué nos estamos convirtiendo? «David, es otra argucia. Claro que hay libros que hacen bien a las personas. Antes las personas encontraban el consuelo en las religiones, ahora lo hacen en estas nuevas religiones. Mis libros son de ayuda colectiva, no de autoayuda. Ya que estoy totalmente en contra de aquellos que dicen que solamente pensando en algo positivo, solamente pensando en ello, ya se va a materializar. La vida no es así. Hay que trabajar, es más dura, luchar, pelear… Claro que debes tener unas metas claras, pero debes pelear por ellas. No con pensar en ellas y tumbarte en la cama , ya se producirá. Esto también es una manera de tener engañada a la gente.«
Y tras estudiar mucho la creatividad, veía que no se hablaba mucho de ella, porque uno de los beneficios de la misma es que empodera a la persona, les hace pensar por si misma, algo que tenía ganas de preguntarle a Pedro, y me respondió así «Tradicionalmente quien ha ostentado el poder, no le gustan las iniciativas de los de abajo ya que pueden demostrar que son más inteligentes que ellos. Yo no me cansaré de decir que saldremos adelante por lo maravilloso pueblo español que somos. Y una de nuestras características es que somos un pueblo imaginativo, creativo, capaz de encontrar soluciones hasta en la situaciones más penosas. Pero es que se está matando esa creatividad. Ya que por mucho que digan que hay inversión en innovación lo cierto que no es verdad. A día de hoy seguimos viendo como científicas maravillosas salen en televisión exponiendo el mísero sueldo que están ganando. Ya no solo es que ganen poco, sino que su creatividad queda constreñida ya que no tienen medios para desarrollarla . Y lamentablemente otros paises o multinacionales se aprovechan de nuestra creatividad».
Y para terminar, quería preguntarle, ¿El pensamiento será nuestro algún día? «Pues cada vez menos, David. Porque como bien sabes, todos los avances en el plano cerebral y mental, nos van a llevar a un pensamiento totalmente transparente y totalmente manipulable. Pero hasta Elon Musk ha dicho que implementado chips en primates, que con esos pensamientos son capaces de mover aparatos electrónicos. Lo que nos dice que ese aparato nos tiene que estar leyendo el pensamiento sino no funcionaría. O como el ejercito de Usa está haciendo proyectos para borrar e implementar otros recuerdos en los soldados que vienen traumatizados que vienen de guerras o conflictos. Cada vez los pensamientos van a ser menos nuestros. Que ya no podamos opinar libremente, pero ya que no podamos pensar libremente, es algo ya terrible. Pero David, tengo que decirte que es el camino hacia donde vamos. Que aunque la tecnología este avanzando y ayude a curar enfermedades, pero también sabemos que la tecnología se ha utilizado para el mal o el dominio de las poblaciones. Y como nunca, la tecnología lo permite actualmente.»