¿Los secretos nos dan seguridad?

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Desde pequeños hemos tenido una relación con los secretos.

Nos guardábamos para nosotros que habíamos sido nosotros quien había roto los platos y no el gato como habíamos expuesto.

¿Y quién no decía que no habíamos hecho los deberes y que la culpa la tenía el perro del vecino?

Nos decían que mentir era lo peor que podíamos hacer. Que mentir significaba perder la confianza de las personas que nos querían si descubrían que estábamos ocultando algo.

Unos hacían caso y decían todo, vomitaban la verdad porque como buen ser humano, queríamos siempre el reconocimiento de nuestros padres, de nuestros mayores. Otros seguían callados y mantenían su secreto, como lo que debía ser, en secreto.

Pero de mayores seguimos ocultando muchas otras cosas:

.- Una orientación sexual

.- Que hemos dejado nosotros el trabajo y que no nos han echado.

.- Que no aguantamos a la pareja de nuestra hermana o hermano pero pones buena cara porqué es de familia.

.- Que llegaste más tarde de la hora que prometiste llegar…

.- Que tienes un amante que disfrutas mucho más que con tu pareja…

Aún a día de hoy, sigo conociendo gente que se sorprende al darse cuenta de los secretos que mantenía la gente. Y que seguirá manteniendo.

Utilizamos los secretos como nuestros «peluches para dormir«. Con ellos nos sentimos seguros, estamos tranquilos, nos sentimos nosotros mismos.

Y que nadie los descubra, que nadie sepa que no somos felices y si haciendo otra cosa totalmente diferente a lo que los demás esperan de nosotros. Que no sepan que nuestra pasión es otra y no hacer lo mismo que los demás. Que no sepan que tenemos secretos porqué perderemos la confianza de ellos.

¿Y qué c**** te importa lo sepan los demás si luego no te respetas a ti mismo?

Nos pasamos la vida preguntándonos quienes somos, qué queremos en la vida, cómo pensamos… Leemos libros para descubrirnos, vamos a psicólogos a los que les contamos nuestros secretos pero no tenemos los huevos de gritar a los 4 vientos, que somos como somos, que somos felices haciendo lo que hacemos y que no aguantamos a nuestra cuñada.

No me cansaré de repetirlo, la moda es hablar de autenticidad, de originalidad, de querer a tu lado personas transparentes que te dicen lo que nadie se atreve a decir… pero luego somos los primeros que nos guardamos secretos, por qué no queremos que piensen que somos tal o cual… Pero eso sí, ante todo satisfacer nuestras exigencias.

Los secretos son nuestras islas dentro un océano llamado sociedad en el que sentimos que hay que vivir con las caretas que nos han impuesto. Por eso esos secretos son donde nos sentimos nosotros mismos, donde la coherencia hace acto de presencia y donde nuestra conciencia puede descansar un rato de estar mintiendo todo el día.

Muchas veces hablando con personas sale la conversación que no entienden que no sean felices. La conversación prosigue y sin querer ellos mismos empiezan a sacar a la luz secretos, que en el fondo lastran su felicidad.

El título del artículo preguntaba que si los secretos nos dan seguridad y te diré SI y NO.

Si porqué nos sentimos nosotros mismos en ellos.

Pero NO porqué son un lastre para nuestra autenticidad, coherencia y en definitiva, felicidad.

Podemos decir que somos la suma de nuestras acciones y no acciones, de lo que decimos y de lo que no, pero también somos la suma de los secretos que tenemos y que no expresamos.

Los secretos son un caparazón contra la vulnerabilidad. Esa sensación de sentirnos desnudos ante los demás porqué nos pasa tal o cual cosa.

Los secretos los tomamos como nuestro refugio ante la vergüenza que sería que supieran como somos, que queremos de verdad en la vida. en una sociedad que nos desterraría para luego reírse de nosotros mientras marchamos del rebaño.

¿Qué hacer con ellos?

Lo que quieras pero siempre acaban arrastrándote en tu día a día, en las relaciones con los demás y en definitiva, con tu felicidad.

Tú decides.

¿Por qué nos mentimos?

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Desde pequeños nos han dicho que mentir está mal.

Tenemos que ser sinceros con papa y mama. Tenemos que ser sinceros con nuestros profesores y nuestra falta de atención en clase. Tenemos que ser sinceros con los abuelos que nos cuidan mientras los papas no están.

Nos han inculcado que la mentira es perjudicial para nuestra salud «como buenas personas».

Y es lo que intentamos hacer, no mentir para tener a nuestros padres contentos, a nuestros abuelos felices por los buenos nietos que somos y que nuestros profesores vean que somos «chicos de bien».

Pero llegamos a la edad «inmadura» y realmente lo que hacemos es seguir mintiendo y mintiéndonos. Que eso es aún peor.

Nos encanta mentirnos con la vida llevamos, nos encanta mentirnos con las relaciones que tenemos, adoramos mentirnos con el trabajo que tenemos…Nos pasamos la vida mintiéndonos y mintiendo a los demás respecto a todo.

¿Por qué?

Porqué ir de sinceros, transparentes, reconocer nuestros malos momentos o nuestros momentos de felicidad porqué estamos viviendo nuestro sueño. Es vivir en la incertidumbre, en la cuerda floja, en la envidia de los demás, en el qué dirán, en recibir prejuicios y etiquetas pero muy poca comprensión.

Nos mentimos porqué así creemos que estamos alcanzando los cánones de lo que es normal para la sociedad.

Nos mentimos que tenemos una relación ideal a una cierta edad cuando realmente no nos soportamos.

Nos mentimos cuando decimos que tenemos el trabajo de nuestra vida y los domingos por la tarde estamos deseando que haya un nuevo confinamiento para no ver al jefe de los ….

Nos mentimos cuando decimos que tenemos éxito en redes sociales, en nuestra vida profesional y todo está basado en mentiras y seguidores comprados para aparentar algo que nos gustaría conseguir y sabemos que por nosotros mismos, nunca lo alcanzaríamos.

Podría estar días y días hablando de diferentes maneras de mentirnos y mentira a los demás que hay en la actualidad… ¿Y qué ganamos con ellos? Aparentar algo que no somos, si se lo acaban creyendo.

Aparentamos que nos va bien la vida por qué no queremos ser el «tonto» del pueblo que a cierta edad no tiene pareja y mucho menos hijos, que no tiene trabajo y en definitiva, que no le va bien la vida.

¿Pero quién no le va bien? ¿ A La sociedad y esas normas que no sabemos de dónde han salido que si no cumples y solo crea gente frustrada que no alcanza esas normas o prejuicios? ¿O aquella persona que le da igual las normas y lo preestablecido y solo quiere ser quien sabe que es y lo acaba consiguiendo?

Hablamos mucho de autenticidad, originalidad y transparencia. Pero seamos sinceros, la presión de la sociedad. Queremos ser aceptados, queremos ser queridos y jamás ser denostados, por diferentes, raros, únicos, especiales o por fracasados.

Recientemente me encontraba con una persona que me mentía en la cara con un tema, ya que sabía cuál era la situación del mismo. ¿Por qué me mentía? Porqué quería aparentar que todo seguía igual, que a pesar de que las situaciones habían cambiado , él seguí triunfando, algo que no era así.

¿Para qué mentía? ¿Para aparentar algo que no era la verdad? ¿Cómo se quedará esa persona luego sabiendo que lo que decía no era así?

Mentimos para aparentar pero nos mentimos creyendo que hemos conseguido algo que no es así.

Nos mentimos por qué no nos aceptamos.

No aceptamos que en ese momento no hemos conseguido lo que antes haciamos.

No aceptamos que el vecino sea feliz y nosotros lo único que hagamos es llorar por la vida de mierda que creemos que tenemos.

No aceptamos que no consigamos el éxito haciendo lo mismo que los demás cuando en realidad sabemos que lo haríamos si hiciéramos lo que sentimos.

No aceptamos la realidad ni nos aceptamos a nosotros mismos Y como aceptar la realidad es duro, un proceso complicado, es mejor mentirnos, mirar a otro lado y hacer creer a los demás que somos algo, que ni nosotros mismos nos creemos que somos.

Hablamos de salud mental, y yo me pregunto ¿Qué ocurriría si aceptáramos lo que sentimos y quiere nuestro corazón? Con ello dejaríamos de mentirnos y mentir a los demás y Quizá otro gallo nos cantaría.

Una vida superflua

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No hace falta ver redes sociales, conocer a mucha gente o estudiar muchos libros para darnos de una cosa que está latente en esta sociedad:

VIVIMOS UNA VIDA SUPERFLUA.

Una vida en la que está provocando más daños que beneficios. Y aún así la aplaudimos y la deseamos.

Una vida en la que hablamos de que te vamos a dar las claves del éxito de una empresa pero no hablamos de los fracasos que hemos tenido como empresarios. Por favor, eso que no lo sepa nadie.

Una vida en la que todos nos amamos, todos somos amigos y nos llamamos crack, Pero cuando me quita lo que yo quería, ya no me hablo con esa persona, deseándole todos los males ajenos.

Una vida en la que según nuestros intereses ponemos una cara u otra. Pero eso si, nosotros siempre decimos que somos de verdad. De verdad falsa.

Una vida en la que utilizamos la envidia y la venganza. En vez de preguntarnos qué debemos hacer para mejorar.

Una vida en la que queremos a todo el mundo que nos hace la pelota o aplaude lo que hacemos, pero dejamos de hablar con personas que nos dicen lo que realmente sienten, aunque no nos guste lo que nos digan.

Una vida en la que nos interesamos por las personas cuando consiguen ciertos avances cuando hasta la fecha, nos hemos olvidado de ellas porqué no nos podrían ofrecer algo bueno para nuestra salud.

Una vida en la que nos juntamos a las personas por lo que nos pueden dar, aunque nos hayan hecho el mayor de los daños hasta la fecha.

Una vida en la que nos importa más el número de seguidores que tiene esa persona que lo que podemos aprender de ella aunque nadie la siga.

Una vida en la que nos importa más las modas que nos puede hacer más «cool», que nuestras verdaderas ideas, lo que pensamos o sentimos.

Una vida en la que nos importa más las risas, disfrutar la vida que la autentica verdad. Esa verdad que nos muestra que estamos yendo por mal camino si seguimos haciendo lo que estábamos haciendo.

Una vida superflua donde no nos interesa la verdad. Esa verdad que nos muestra la autentica verdad, la verdad de quienes somos, de lo que nos está pasando o de lo que nos puede pasar.

Una vida superflua en la que es más importante aparentar algo que ni nosotros mismos nos creemos lo que estamos diciendo, haciendo o haciendo creer a los demás. Que una vida que pase lo que pase, sabemos que hemos triunfado porque siempre hemos sido nosotros , nunca queriéndonos parecer a nadie más.

Hablamos de verdad, de pasión, de felicidad…pero que no nos quiten nuestra vida del aparentar. Porque no queremos que vayan a descubrir que no somos ni mucho menos, lo que promulgamos ni hacemos.

Hacemos muchos memes con lo de la pastilla azul y roja de Matrix. Pensamos que son unos freaks de la ciencia ficción, cuando en realidad es mucho más real de lo que nos podamos imaginar.

Lo que pasa que aunque lo sabemos, estamos viviendo una vida superflua aunque deseemos una vida autentica.

Y todo pasa, por mirarnos al espejo y empezar por aceptarnos.

¿Tú serías de aceptar que llevas una vida superflua? ¿La superfluidad lleva a la felicidad?

Cada camino es el correcto.

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Nos pasamos la vida eligiendo. Pero sobre todo no queriendo darnos cuenta que hemos elegido mal.

De pequeños o adolescentes no importa. No importa que esa personas que tanto nos gusta no sea del agrado de nuestros padres, aún mejor, nos pone mucho más.

No importa que nuestros padres no nos recomienden hacer esa carrera ya que no tiene salidas. Eso nos pone más. Llevar la contraria en la adolescencia es uno de los primeros orgasmos que recibimos.

Luego ya si han tenido razón o no, jamás lo reconoceremos. Porqué ante todo nuestro orgullo tiene que quedar por encima de todo. Y además si hemos vivido experiencias geniales, ¿Por qué darle la razón a nuestros padres?

Pero llegamos a la «madurez» y las cosas cambian.

Ya no nos lanzamos de cabeza a la opción que más «nos pone». Ahora no queremos confundirnos. Vamos a lo seguro. No queremos vivir experiencias que antes estaríamos «locos» por vivirlas. Ahora queremos al seguridad, que sepamos que nos va a reportar unos beneficios antes de empezar. Y que sobre todo, no nos lleven al fracaso.

Lo que antes hacíamos de adolescentes, de mayores, le tenemos pavor.

Buscamos lo correcto. Lo esperado. Lo que no nos lleve al fracaso.

Y yo creo que ese miedo ya comienza con la elección que realizas cuando tienes que decidir que estudiar. Porque siempre oirás algo así como «Elige bien que dicha decisión determina tu futuro». Y si no eres una persona que hace caso a los demás y te dejas llevar por el miedo, elegirás lo que tú sientas. Empezarás a demostrar que te puedes caer, que quizá no se cumpla lo que tenías pensando, pero eres tú quien elige en tu vida, no el miedo ni los demás.

Queremos elegir lo correcto, lo que no traiga consecuencias inesperadas y lo que nos lleve al éxito. Rehuimos de los demás caminos, solo queremos el fácil, el rápido, el barato y el que no nos haga pensar.

¿Y qué pasa cuando no elegimos como habíamos deseado?

Que nos lamentamos por la elección tomada, pensando que somos unos negados para la vida.

Así pensaba muchas veces en mi vida, viendo muchas elecciones que había tomado solo veía un callejón sin salida. Pensaba que había tomado la elección incorrecta, la que no me llevaba al éxito o a la felicidad. Mis expectativas no se cumplirían. Y como no se cumplirían, estaba en el camino incorrecto. Pensando que ese camino no me iba a enseñar nada mas, solo sufrimiento, rabia y frustración.

Con esta actitud estamos desaprovechando una oportunidad que solamente el tiempo nos confirmará. La de aprender de la experiencia.

Recientemente me preguntaban en una entrevista que hubiera pasado si hubiera sabido todo que me pasaría antes de publicar los libros. Pues que si lo hubiera sabido no serían quién soy a día de hoy. Porqué seguro que hubiera intentado «jugar» con el destino sabiendo que tenía las cartas marcadas.

Con el paso del tiempo, creo y estoy convencido de que cada camino que recorremos es el correcto. Y aunque en ese momento lo estemos pasando putas, es el paso del tiempo, el que siempre nos dirá, «mira tenias que aprender esto… tenías que vivir esto para conseguir lo otro…». Y todo eso consigue teniendo la actitud de aprendizaje, de curiosidad y querer extraer todo lo que el camino nos reporta, tanto para añadirlo a nuestro cv de experiencias como para saber que no queremos

Cada camino es el correcto, si sabes ver que aprendizaje lleva con él.

Lo más difícil es no dar nada por perdido…

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«Insistir, persistir, resistir y nunca desistir»

En estos momentos es difícil encontrar trabajo. Pero también encontrar una pareja que nos «aguante» nuestras rarezas y manías. Es difícil caer bien a la suegra después que el anterior yerno hubiera tenido más dinero que tú. Más difícil es saber cuando te dicen la verdad los medios de comunicación o tus amigos..

No hay conversación en las que oigas que «Que difícil se está poniendo todo.

Y puede ser verdad, que el mercado laboral se está poniendo complicado o que no sabes cuándo una noticia es verdad o mentira. Por no hablar de la economía o de cuando una amistad es de verdad o no en tiempos del interés y del postureo.

Estoy de acuerdo, estamos en unos momentos difíciles.

¿Pero cuándo no lo hemos estado?

Sin embargo, cada día creo más que algo todavía mucho más difícil en la vida, como dirían en el circo.

No dar por perdido algo a la primera de cambio.

Situación que normalmente ocurre cuando no sabemos cómo hemos dado un paso hacia adelante hacia ese sueño que tenemos.

Cuando hemos optado por seguir a la mayoría, no hay nada que dar por perdido. Si la moda se acaba o no hemos conseguido lo que nos han dicho que íbamos a alcanzar, como buenos perros sabuesos, estamos buscando una nueva oportunidad que nos lleve a ese éxito o felicidad efímera.

Pero no ocurre lo mismo cuando estamos luchando algo por iniciativa propia, porqué es algo que realmente queremos de verdad.

Y no voy a hablar como los gurús americanos de sigue adelante o las películas del sábado por la tarde en las que sabes que al final van a acabar consiguiéndolo.

Yo no te voy asegurar a través de ninguna formula que me vino a la mente o se me apareció , que lo vayas a conseguir, pero lo que te voy a decir es que siempre son más felices, más creativos, con más éxito si así quieres leerlo, aquellas personas que no dan nada por perdido.

Si a la primera intentona hemos cosechado un no con el proyecto que anhelamos alcanzar, ya pensamos que somos unos fracasados.

Que no hay más maneras de alcanzarlo. Cuando realmente es nuestro ego, el que nos está diciendo: «Deja de hacer el tonto, que los demás van a pensar que estás loco y no vas a conseguir ese imposible».

SI tiras la toalla, realmente no creías en lo que estabas haciendo. Sería una locura transitoria o una forma de llamar la atención. Pero no creías en lo que estabas haciendo.

¿Pero qué ocurre cuando no das nada por perdido?

Que la esperanza está echando leña a tus fogones de «motivación» y «creatividad».

Se en primera persona que no dar nada por perdido, es que te tomen por loco. Es oír una y otra vez «¿Pero no ves que es imposible que lo consigas? Estás perdiendo el tiempo en una cosa que no te va a llevar a ningún lado..» Pero eso si, nadie te pregunta el motivo por el cual lo estas haciendo y si te pueden ayudar.

Vivimos una vida en la que luchar por un sueño es algo que está muy bien para las películas o que te lo expliquen en una conferencia. Aplaudes y lloras por su consecución, pero a la hora de la verdad, preferimos ser una victima lamentándonos de la vida que tenemos que dar un paso adelante.

Y todo porque sabemos que alcanzar los sueños, es algo duro, Y a veces con resultados no acordes con los esfuerzos que hemos realizado.

Pero lo imposible solo se vuelve posible cuando no damos nada por perdido.

Te lo vuelvo a repetir, no por no dar nada por perdido, vas a conseguir todos tus imposibles. Todavía sigo intentando una entrevista con Carlos Sainz y Risto Mejide, pero no hay manera.

Pero es por el camino, el abrir a todas las experiencias que surgen por el mismo, lo que me ha llevado a crear cosas que también pensaba que eran imposibles, aprendizajes que no olvido y adiós a hábitos que me han ayudado.

¿Qué te enseña a no dar nada por perdido?

  • Tus esfuerzos están enfocados y orientados a un objetivo. No tienen su energía dispersa.
  • Tu creatividad se desarrolla a un ritmo mucho mayor que los que tienen miedo a dar un paso adelante. Siempre ven más allá de lo que lo hacen los demás.
  • Luchas por algo de mayor tamaño que tú. Tu vida tiene un propósito.
  • Aprendes de las caídas para no repetirlas y ver qué has sacado de bueno de ellas.
  • Vives más que la mayoría. ¿Los demás? Creen vivir siguiendo las expectativas de los demás
  • Eres más humilde porque sabes lo que cuesta todo. Te ilusionas por los éxitos de los demás porque sabes lo que cuesta alcanzarlos
  • Son personas felices, porque son ellas mismas,. Saben que la vida es una y en cualquier momento se pueden ir al otro barrio. ¿E irse sin haberlo intentado? Eso jamás.
  • Te das cuenta que el porqué estamos aquí es por y para luchar por nuestros sueños, siendo nosotros mismos siempre.
  • Tu intuición se desarrolla más que los demás. Y todo por tus experiencias.
  • No es un No. Es un por este camino no.
  • Sabes cuando tirar la toalla, cuando has intentado todo. Y no te echas la culpa, quizá no es el momento adecuado, pero no te olvidas del proyecto y todo lo que has aprendido con él.

¿Y qué ha supuesto para ti no dar nada por perdido? ¿Y tirar la toalla antes de tiempo?

¡Prefiero equivocarme haciéndolo que sin haberlo intentado!

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«El único hombre que no se equivoca es el que nunca hace nada» decía Goethe

Nos encanta hablar del éxito, de alcanzar la felicidad, de tener un número ingente de seguidores en redes sociales, de tener una vida en el que el sufrimiento no aparezca y unos amigos que nos quieran para el resto de nuestra vida.

En definitiva, el sueño del ser humano es la de alcanzar una vida llena de éxitos, felicidad plena y amor en cada rincón.

¿Quién se apunta? Me imagino que muchos de lo lectores estarían encantados de firmar.

Y si ya les dicen que lo conseguirán a través de una formula, de un formato o una «meditación» o visualización, que simplemente cerrando los ojos les llevará al mayor de los éxitos, podré gritar:

¡Qué me lo quitan de las manos, correr que se acaba!.

Hablamos de muchas cosas, pero no tenemos ganas de esforzarnos por alcanzarlas.

Por eso optamos por formulas mágicas que nos dicen que con una conferencia de 20 minutos nos harán alcanzar la felicidad, que con un curso gratis nos harán tener mayor repercusión en redes sociales. Por no hablar del boom de la formación online que en muchos de los casos comprándote el libro del profesor, te sirve igual que gastarte tanto dinero por el que venden sus cursos.

Queremos el éxito pero sin fallos. Como los buenos solomillos de carnes, que tenga una buena pinta y solamente nosotros tengamos que cortarlo para comérnoslo.

Y así no son las cosas. Lo único que produce esas creencias son frustraciones cuando nos damos cuenta que lo bueno, bonito y barato, NO EXISTE ni mucho menos podremos llegar al nirvana que nos han prometido.

¿Cuál es el motivo de volvernos locos por estas modas?

¡Qué no queremos ser considerados unos fracasados y mucho menos señalados porqué nos hayamos caído durante el camino hacia la meta!.

Se nos ha enseñado que equivocarnos es algo denostado por los demás.

No te puedes equivocar con una suma porque tus padres piensan que tienen un hijo tonto.

No te puedes equivocar en una calle porque los demás pensarán que eres un conductor penoso.

No te puedes equivocar en nada, porque si no los demás pueden pensar que eres tonto o vete a saber.

Vivimos en un mundo en el que hay que aparentar que somos perfectos, escondiendo nuestros fallos.

Pero es mucho mejor leerte un libro que nos enseñará a discernir la personalidad de las personas en función de un número en vez de mirarles a los ojos y conocerla.

Es mucho mejor apuntar las ideas que se dan en un Webinar gratuito en el que acuden 1000 personas como tú en búsqueda de la formula secreta para tener una marca impoluta en estos momentos de incertidumbre.

Es mucho mejor cualquier cosa que nos digan que nos llevará al éxito y a la felicidad de forma rápida y fácil, que no fallar.

Fallar es como caerte en el colegio y los niños se rían de ti. Fallar es como te abran la cortina en un probador de ropa y te vea en paños menores. Fallar es como estar en casa de tu novia jugando con ella a papas y a mamas, cuando en el mejor momento entran sus padres o sus amigas…

Es algo que no nos permitimos, fallar. Y todo porque pensamos que los demás se reirán de nosotros, nuestro futuro será oscuro para siempre hagamos lo que hagamos o vete a saber qué podrá pasar por nuestra mente.

Y como tenemos miedo a fallar algo que nos interesa, algo que nos apasiona, algo que queremos alcanzar, antes de empezar, tiramos la toalla. Nos pondremos miles de excusas que ni nosotros nos creeremos pero la principal es que tendremos miedo a fallar. Ya no solo a alcanzar ese sueño que tenemos, sino a caernos por el camino.

¿Cuál es el problema de raíz?

Que en vez de soportar las risas de los demás cuando nos hemos caído y decirnos al instante «Déjalo ya, límpiate y vámonos a casa«, te hubieran dicho «Límpiate, levanta y ahora dime ¿Qué has aprendido de la caída y que otro camino crees que puedes usar para llegar a tu meta? Y nunca hagas caso de los que se ríen, ya que son personas que nunca conseguirán y harán nada con su vida»

¿A qué la situación cambia?

Quienes se equivocan intentándolo son personas que se levantan más rápidamente y ven que otras opciones pueden tomar para alcanzar su meta.

Quienes se equivocan no escuchan las risas de los demás, sino que solamente oyen su intuición y ganas de alcanzar la meta.

Quienes se equivocan son más creativos que los que solamente viven una rutina impuesta por los demás.

Quienes se equivocan haciendo lo que quieren hacer saben que la vida es una y mientras tanto los que se ríen piensan que seguro que vendrá la oportunidad que la vida les debe para hacer realidad sus sueños sin mover un dedo.

Quienes se equivocan dando un paso adelante son personas que se conocen, aceptan y luchan por su felicidad, mientras los otros son personas pobres de corazón.

Yo me he equivocado muchas veces en mi vida yendo hacia lugares que los demás pensaban que eran imposibles. Muchos no los he alcanzado, todavía. Pero otros caída tras caída, me han llevado a alcanzarlos. Y no quiero decir que siempre los alcances, porque unas veces luchaba por unos sueños y me acabaron llevando a otros.

Pero lo que si te aseguro que si te equivocas intentándolo y aprendes del porqué te has caído y luchas con nuevos métodos, caminos tu sueño, la risa de los demás se convertirá en lloros o en » nosotros lo sabíamos» cuando lo alcances.

Desde luego que no intentando nada, nunca te equivocarás. Pero tampoco crearas nada más allá de lo que puedan hacer los demás.

Se habla mucho de creatividad, pero no queremos fallar. ¿Entonces en qué quedamos? ¿Queremos creatividad sin fallos?

¡Eso no existe!

Tú decides en que situación prefieres equivocarte:

Intentando alcanzar tu meta o no haciendo absolutamente nada.

¿Ante la duda? Apuesta por tu rareza.

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«Apostar por uno mismo es la mejor inversión que puedes hacer» decía Rian Rochford

«David, no sé que hacer, ¿Qué harías tú?. ¿Quieres saber lo que haría yo?. Si. ¡¡Lo que más te apasione y apetezca hacer!!».

Nos hacemos miles de «pajas mentales» esperando saber antes de tomar una decisión cuál deberiamos tomar.

Nos volvemos locos, Hacemos suposiciones que si nos diéramos cuenta de lo que estamos pensando, sabríamos que son ideas auténticamente de locos. Intentamos salvaguardar la otra opción si por la que optamos no da el resultado con el que hemos soñado.

Todo es mucho más fácil:

¿Qué quieres estudiar? LO QUE TE APASIONE.

¿Qué quieres hacer? LO QUE TÚ SIENTAS QUE TIENES QUE HACER.

¿Qué opción debes escoger? La que sientes que deseas hacer o vivir.

Déjate de tonterías, déjate de dudas, en el fondo sabes lo que quieres, sabes lo que te apetece hacer.

Basta ya del querer aparentar, del qué dirán y todas mierdas.

Si te confundes o no consigues lo que esperabas, has aprendido. Te has lanzado, has liderado tu vida.

Mientras los que siempre están dudando, aun estarán viendo que decisión tomar. Pero tú habrás avanzado mucho más de lo que ellos harán nunca.

Cuando haces lo que te apasiona ya sea a través de un trabajo o una decisión que quieres tomar, estarás marcando ya la diferencia, YA QUE LA MAYORÍA DE LA GENTE AUN ESTARÁ DUDANDO QUÉ HACER.

Tú sabrás lo que quieres. Darás un paso adelante. Vivirás la experiencia como lo que es, algo único. Aprenderás de ella y si te caes, te volverás a levantar tan rapido como cuando eras pequeño y querías vivir la tarde de juegos con tus amigos como un evento excepcional.

Cuando haces lo que sientes, estás marcando la diferente entre la mediocridad y el miedo de los demás. Tienes un foco marcado, cuando los demás, no saben ni a donde disparar.

Sabemos lo que queremos, sabemos cómo queremos vivir, lo sabemos, pero no lo hacemos por miedo al qué dirán.

La felicidad es la suma de tus decisiones y déjate de miedo y diretes.

Eres tus decisiones, eres tu felicidad. Y cuando haces eso, ya estás marcando la diferencia donde el miedo abunda en cantidad.

Tú decides.

¡¡La tendencia C.A.S. para tu vida!!

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«No sigas las tendencias. Comiénzalas» decía Frank Capra.

Todavía me acuerdo cuando llegaban estas fechas, los programas de televisión siempre hablaban con «videntes» para que les hablasen de las tendencias , de los hechos que iban a ocurrir durante el año siguiente.

A día de hoy, ya no se ven esos espacios dentro de la televisión. Pero si que encontramos algo parecido y más actual, cuando los «gurús» del ámbito que sea nos dicen a través de su «bola mágica» cuáles son las tendencias que hay que seguir al año siguiente, para ser una persona de éxito, feliz y que tu empresa triunfe más que Google.

Tendríamos que echarle una «hojeada» a las tendencias del año pasado a ver quién acertó.

Y hoy me he levantado con ganas de expresar las «tendencias» que llevo ya unos cuantos años desarrollando en mi vida. Quizá no me hayan llevado a ser una persona de éxito, a tener miles de seguidores «comprados» o a salir en medios de comunicación, pero te aseguro que me hacen dormir como hacia años que no dormía

A esta tendencia la he llamado C.A.S.

CREATIVO.

Somos los mayores creativos que hayamos podido conocer hasta la fecha. Si tú, no me mires así.

Creas con lo que piensas, con lo que sientes, con lo que dices, con lo que no dices., con tus acciones y con tus inacciones.

Somos los mayores creativos de nuestra vida. Pero optamos a que lo sean los demás por nosotros.

Dejamos que sus opiniones pesen mucho más que nuestra imaginaciones y sentimientos. Dejamos que sus anhelos y frustraciones , tengan más valor para nosotros que nuestras propias ideas.

Nos quejamos de la vida que tenemos mientras por las noches soñamos qué pasaría si hiciéramos tal o cual cosa con la idea que tenemos.

Te quejas porqué das más poder a los demás que a ti mismo. Te lamentas de la vida que tienes, porqué piensas que tus ideas nos tendrán ningún poder, que son tontas o una locura.

Eres creativo. Y no pienses que hay que llegar al nivel de Ferrán Adrià o de Shakespeare para sentirte creativo. Es un error.

Déjate de compararte con los demás. Además muchos con los que te comparas, ni son creativos ni las ideas que tienen son suyas.

Luchas porque te reconozcan como especial, diferente, único, autentico…Y mientras tanto desechas tus ideas.

Hazle caso y estarás demostrándote, que quieres ser de verdad, quien sientes que eres.

AUTENTICO.

Nos pasamos la vida esperando a la oportunidad de dejarlo todo y mostrar al mundo quienes somos. Esperando que caiga del cielo ese momento en el que podamos quitarnos los miedos, vergüenzas y creencias que hemos adquiriendo con el paso del tiempo, para que los demás vean quienes somos y empezar a ser realmente felices.

Mira, esta situación que estamos viviendo, nos está diciendo entre otras cosas, que dejemos de hacer el subnormal y empecemos a vivir. Porque de un día para otro, quizá ya no estés. Y esa oportunidad que pensabas y exigías , no llegará.

Sabemos quienes somos. No lo que esperan los demás de nosotros, no lo que desearían los demás. Sino lo que sentimos de verdad, lo que queremos, deseamos y anhelamos. Y no hace falta a ir a alguno de esos cursos que se venden por Instagram que te enseñan a ser autentico.

No hay nadie mejor que uno mismo Pero lo que pasa que para quitarte toda esa «mierda» que llevas encima en forma de creencias, vergüenzas y miedos, tienes que adentrarte en un viaje muy especial, dentro de ti. Y eso no mola. Y como no mola, como no quieres descubrir cosas que creías que eran verdad y es otra la verdad, te escudas en tonterías de «ya vendrá la oportunidad» o «cuando los sapos bailen flamenco».

Ahora es ese momento para empezar a ser tú mismo. Porque es que además, es a lo único que has venido a este mundo, A SER TÚ MISMO.

SIMPLE

Cada vez estoy más convencido que somos imbéciles. Y me apunto yo también.

Nosotros mismos nos complicamos la vida. Nosotros mismos nos jodemos la vida cuando la solución es mucho más fácil de lo que podríamos imaginar.

Nos complicamos la vida pensando que la felicidad es algo difícil de conseguir, cuando tú sabes que es lo que te hace feliz o te haría realmente feliz. Jodemos relaciones de años, esperando que la otra persona venga a nosotros por orgullo cuando sabemos que no hemos hecho nada por solucionar el tema. Creemos que ser creativo es crear cosas imposibles, cuando vemos los diseños de Apple y vemos que la creatividad es también simplicidad. O le damos vueltas a la cabeza en un tema amoroso, cuando una simple pregunta nos resolvería todas las dudas que tenemos.

Creo que está pandemia ha reforzado esta visión, de que todo es mucho más fácil.

¿Qué hay mucho más fácil que un te quiero, un gracias, un lo siento.. que resolvería tantos problemas que creemos sin solución?

Unos les llamaran tendencias, yo le llamo valores que son inherentes a mi personalidad. Y son los únicos que sigo hasta que no me presenten otros que me hagan mejor persona o me ayuden.

¿Y cuales son las tendencias que sigues tú todos los años?

¿Y si el éxito no existiera en el Diccionario?

«No hay formula secreta para el éxito. Es el resultado de tu preparación, trabajo duro y aprender de los errores» dice Collin Power.

¿Y sí el éxito no existiera?

¿Y si todo eso por lo que luchamos, por lo que llegamos a cosas por lo civil o lo criminal, fuera todo una invención?

En esta vida, o estás en un bando o en otro.

O eres feliz o eres un infeliz. Tienes dinero o estás en la bancarrota. Tienes pareja o este soltero. Vives solo o con tus padres… Todo gira en función del bando en el que te encuentres.

TIENES ÉXITO EN TU VIDA O ERES UN FRACASO CON PIERNAS.

¿Y si no existiera la palabra éxito en el Diccionario?

A lo largo del estudio tanto para “Liderazgo Canalla. Libera tu lado más rebelde como para “Mofeta Branding. Como son las marcas que transforman el mundo”, la palabra éxito estaba merodeando todo el rato.

Enciendo las redes sociales, y veo cosas como: “Tenemos el placer de tener entre nosotros a la persona de éxito en estos momentos… Para tener éxito en la vida, hay que…Si quieres triunfar y tener éxito hay que saber…Eres un crack con éxito…Sigue así campeón…”

Veo cosas así y antes me entraban ataque de pánico. Ahora lo veo y me pregunto: ¿Esto es lo que realmente queremos?

No creo que sea el único al que le pasa o le ha pasado alguna vez. Por mucho que nos digan, como buenos cristianos, que tenemos que alegrarnos por los éxitos de los demás, o que lo que queremos para nosotros lo deseamos para los demás…SEAMOS CLAROS: NOS COME LA ENVIDIA POR DENTRO.

Queremos ser como ellos, queremos alcanzar las metas que ellos han alcanzado. No dejamos de preguntarnos QUÉ hacemos mal para no llegar donde ellos han llegado o qué habrán hecho de forma “ilegal” para llegar donde están, porque realmente creemos que no se lo merecen…
Seamos sinceros, TODOS LO HEMOS PENSADO EN ALGÚN MOMENTO DE LA VIDA.

Pero tenemos dos opciones, o intentarlo y llegar a ser como ellos (perdiendo nuestra esencia, PARA SIEMPRE) o dejarnos llevar por una vida de rutina, miedos, vergüenzas, en la que nos aconsejan que no saquemos la cabeza del tiesto no vaya a ser que nos señalen los demás.
Optamos por la 1º opción. Preferimos 5 minutos de gloria, una palmada en la espalda y que tengamos la agenda llena de números, que no ser uno más.
Pero no somos nosotros quien está tomando esa opción. Y no te estoy hablando de ningún hombrecillo verde que tienes a tu alrededor. Estamos hablando de tu EGO.

Upss, si eso lo tienes. TODOS LO TENEMOS Y TODOS NOS HEMOS DEJADO LLEVAR POR ÉL.
Nuestro ego nos incita a seguir las “normas” que nos dicen que tenemos que seguir para alcanzar eso que llaman éxito, cuando en realidad es EGO.

Porque cuando les preguntas a esa persona, porqué realmente están haciendo lo que están haciendo, la mayoría de las respuestas que recibo, siempre tienen un denominador en común: “Es que x persona me inspiraba y quería ser como él… Quería vivir las experiencias que X persona vivía…Quería ver como los demás me aplaudían cuando vieran que lo había conseguido…”

Y cuando les preguntabas, si realmente ellos dormían tranquilos todos los días, me acababan respondiendo: “No, porque sólo quiero llegar a ser como dicha persona y no lo estoy consiguiendo. No consigo los resultados que me había exigido a corto plazo. No consigo ese bonus que tanto quiero. No consigo contactar con personas que crean en mi..»

Creerás que es falsa modestia o querer quedar bien, pero durante el estudio, cuando preguntaba a las empresas y profesionales, si se consideraban una persona de éxito, me decían: “Yo no lo creo así, simplemente estoy haciendo lo que a mí me gusta…”

Es así, el éxito es una consecuencia, no la meta.

Pero lo peor de todo, es que son los demás, los jueces que determinaran si has conseguido el éxito o no. ¿Y si tú mismo consideraras que ya lo has conseguido? ¿Qué pasaría?

Que la opinión de los demás NOS LA BUFARÍA.

El éxito tendría que verse y es el reconocimiento de los demás, por tu trabajo, por hacer lo que sientes, por luchar por tus sueños, por tener el valor de levantarte del sofá con el frio que está haciendo en estos momentos y salir ahí fuera a luchar por lo que quieres… Y NO por el número de seguidores que has conseguido, las conferencias que das o las fotos que te realizas con el gurú de turno…

¿A qué estás pensando que soy un idealista?
Pues NO.

Pasé mucho tiempo con la gente que forma parte de ambos libros. Y lo veía en primera persona, que no luchan ni se consideran personas exitosas, por todo lo que he comentado anteriormente, ni porque sus libros sean bestseller o crucen el “charco” por su trabajo.
Sino que ellos, no creen en el éxito, sino en irse todos los días a su cama, con la sensación que haber hecho todo lo que tenían que haber hecho. Actos basados en su coherencia y razón de ser.

Una persona me decía:” ¿Sabes cuando supe que todo iría bien? Cuando un día me levanté, y por fin reconocí a la persona que estaba delante de mí. Desde ese día, sabía que todo iría bien…”.

Mañana, cuando te despiertes y vayas a darte el último retoque antes de salir, ¿Reconocerías a esa persona que se refleja en el espejo?

El éxito para ellos, es:

.- El esfuerzo, la pasión, la ilusión, las ganas de aprender y de ser mejor que el día de ayer, son sus bases.

.- de hacer lo que uno quiere, lo que siente, lo que le motiva. Por su propia voluntad, no la que dicen que los demás que tienes que tener.

.- Las caídas forman parte del camino, sin ellas, nunca aprenderemos.

.- Conseguir los agasajos de los demás, no es su obsesión. Es la de las personas, que su autoestima depende de los demás, no de si mismos.

.- Vivir en coherencia y paz con uno mismo.

.- El dar y darse a los demás a través de quién eres, no de lo que aparentas ser.

.- Viven el presente, que es de lo único en la vida, de lo que si, podemos estar seguro que tenemos.

.- No soy nadie sin mi equipo y la gente que me rodea. Todos ellos me enseñan y me elevan siempre. Y si alguno de ellos es mejor que yo, siempre lo reconozco, porque yo no sé de todo. Y hago siempre que saquen lo mejor de ellos mismos.

Son algunas de las definiciones que ellos, que me decían que podría significarles que es el éxito. Y como podrás ver, ninguna de ellas, está orientada a lo que digan, piensen los demás o en qué posición están sus empresas, sino en la acción coherente.

Y alguno estará pensando: “Todo muy bonito, pero eso realmente ¿Paga las facturas?”.
Te aseguro que las paga y muy bien. También nominas, y sobre todo, deja una huella a través de tu empresa o acciones, que durara mucho más allá que la moda que este reinando actualmente en tu mundo.

¿Y qué pasaría si no existiera el éxito para ti? Si no existiera el éxito en el diccionario, ¿Cómo lo definirías?

Ecequiel Barricart: «Lo más punk a día de hoy es tener sentido común».

Hoy dentro de la sección «Conversaciones con…» tengo el placer de presentar a Ecequiel Barricart.

«Un hervidero de pensamientos, alimento para los leones, el cerebro quemo un laberinto en un nido de especulaciones. Educación para la programación. Paradigmas de armas tomar. Danzar y dar la bienvenida a la ceremonia de la confusión. Teorías como maniobras de despiste o superstición. La religión de la fabulación y la medicina como acto de fe. La opinión a mano alzada. La intuición, la sospecha como corazonada...» es el comienzo de la canción de la ceremonia de la confusión de Bunbury.

Creo que es una de las mejores definiciones de sociedad que estamos viviendo a día de hoy y que muy bien refleja Ecequiel, en su nuevo libro «Think Punk. El nuevo pensamiento creativo para sobrevivir al caos en la vida y en la empresa«.

¿Pero qué ocurre cuando se tiene la actitud correcta pero nos dicen que nos falta ése no sé qué? ¿Qué ocurre cuando no pensamos de forma diferente como nos dice la «gran marca espiritual» de la manzana , sino que pensamos de forma totalmente diferente a cómo piensan los demás? ¿Qué tenemos que hacer cuando después de darnos cuenta que hemos estado «viviendo» sedados, nos damos cuenta que nuestro mundo no es lo que habíamos soñado? ¿Qué ocurre , cuando nos preguntamos a menudo que puede todo esto significar, si creo que hay algo detrás? ¿Qué lectura podemos hacer que parece si hay que elegir la responsabilidad de escoger entre dos o tres, siempre elegimos elegimos al más subnormal?

¡¡Nada ocurre por casualidad, ¡¡Quizá el chiste es demasiado avanzado, quizás me he perdido la parte mejor!!  Son reflexiones de una sociedad no etiquetada entre X, baby boom, Z o cualquier chorrada que se les ocurra a sociólogos o «gurus» del marketing.

Es una sociedad que no quiere tirar la toalla y darse a los canutos. Que quiere crear sus «canciones» con tres acordes y a guitarrazo limpio. Que no conseguirán engañarles como intentan hacer a los demás. Que no se quiebra en soledad. Que ama lo simple, que quiere agilidad. Que para él la creatividad es poner emoción a la vida y a productos grises y falta de ella. Que saben que el futuro es AHORA.

Hace unos días tuve el placer de hablar con Ecequiel en exclusiva antes del lanzamiento de su nuevo libro. Libro que muestra a través del pensamiento «Think Punk» muestra de la sociedad y de profesionales, que son mucho más de los que nos imaginamos

GRACIAS ECEQUIEL por enseñarnos que no hay caminos secundarios cuando el camino principal es el que nos muestra que no hay que vivir de frases hechas, sino de la quietud y recordando que si estamos aburridos, es que nos estamos acomodando en nuestra zona de confort. Podéis conocer más a Ecequiel a través de su Web, Facebook, Twitter e Instagram

.- Think Punk. Caos, Sex Pistols, drogas, sexo, controversia… Son algunas de las ideas que nos vienen al ver la portada y más en esta sociedad que sale corriendo de todo aquello que se sale de lo establecido.  Con unas perspectivas no muy halagüeñas, ¿Qué me dices al respecto?

 Paradójicamente lo más punk que puedes hacer hoy es tener sentido común. Llevar la contraria en este momento es salirse de toda la mediocridad y la falta de valores en las que estamos inmersos. En los setenta y hoy, ser punk era ser un antisistema, lo que han cambiado son las formas. Para llevar la contraria al sistema actual lo mejor que podemos hacer es vivir nuestras emociones y luchar por nuestros sueños. El nuevo punk es el amor.

 .- Me canso de la sociedad x, de los millenials, de los baby boomb , que tal como han venido se van. Pero creo que en este libro, describes muy bien una sociedad de la que no se habla en libros de management y en el telediario. ¿Cómo es esa generación?

 Es una generación castrada, hijos de la crisis que se conforman con sobrevivir y pagar sus impuestos con la esperanza de alcanzar algún día la épica meta de cobrar una pensión. Una generación de esclavos del sistema que viven acojonados por la incertidumbre del futuro, dejando un maravilloso presente pasar sin darse cuenta.

 .- ¿Qué tiene el Punk para que inspire una revolución como la que proclamas en el libro?

 El punk y el zen son lo mismo, ambos se basan en la conciencia de vivir el presente. Ambos se sustentan en la naturaleza interior de la persona y en su espontaneidad. La diferencia es la puesta en escena, que en el caso del punk es mucho más agresiva y radical. Estamos en guerra contra la mediocridad, el postureo y la soplapollez continuada y, en este sentido, el punk es mucho más transgresor que el discurso del positivismo, el zen o el mindfulness, de los últimos tiempos. Digamos que el amor es la base de la revolución Think Punk pero para que tenga éxito debemos ser radicales.

 .- ¿Sobrevivimos sedados pensando que estamos viviendo de verdad? ¿Qué es nuestra forma de abordar el caos actual?

 En la post crisis muchas personas con talento han tirado la toalla, se han dedicado a fumar canutos como bocas de metro y han dejado que el espacio político y social lo ocupen los más ineptos, los más incapaces; personas que manipulan a la masa contentándola con cristales de colores, debates ridículos, fomentando su ignorancia y sus complejos para que parezca que pintan algo. Esto está haciendo que nuestra sociedad sea un caos irrespirable para las personas que apuestan por la vida en mayúsculas, por la pasión, por la cultura y las empresas con alma.

 .- ¿Todos tenemos que volver al club 100 de Oxford Street cuando perdemos el rumbo de quienes somos?

 El club 100 es una iglesia de la música en medio de una calle llena de Zaras. Qué asco me da viajar por todo el mundo y que parezca que no has salido de tu puto pueblo. Mismas marcas, mismos mensajes, mismas rebajas, mismas tiendas, mismos dependientes aplicando el manual de estilo corporativo, mismos dientes cuando sonríen. La globalización ha traído cosas buenas pero otras realmente malas. La milla de oro de París, Madrid, Londres o Nueva York se parecen tanto que han hecho que las ciudades sean auténticos clones. Hemos perdido el valor de la diversidad, la personalidad, los atributos que hacían de cada lugar un sitio único. El efecto Zara está acabando con la emoción de las ciudades. Es una pena. Por eso, cuando llegas a Oxford Street y encuentra un reducto como el Club 100 que sigue apostando por seguir siendo historia de la música en directo se te cae la lagrimilla.

 .- Me gusta que la gente vaya un paso más allá de lo que se considera innovador. Dices que no hay que pensar diferente, como promulga nuestro Steve Jobs, sino que hay que pensar de forma contraria a como venias haciéndolo. ¿Por qué?

 En estos tiempos no encuentro valor en ser diferente por el hecho de serlo. Hoy es necesario llevar la contraria y enfrentarse a todo aquello que sea mediocre, vulgar o que carezca de valores y nos empuje a conformarnos con sobrevivir en vez de con vivir intensamente una vida plena. Vivimos en una plantación de algodón y debemos tomar conciencia de ello para comprar nuestra libertad como sea antes de que se pase la vida y ya estemos cansados o hayamos desistido de nuestros sueños.

 .- Creo que el problema de la creatividad, es un pez que se muerde la cola. Si nosotros no tenemos pasión, no creemos que podamos crear nada y menos con nuestra pasión. Si no creemos en nosotros, pensamos que no tenemos el poder de crear y acabamos asombrándonos por fotocopias baratas y absurdas mediocres.

 Tú lo has dicho. La revolución Think Punk es una revolución creativa. Frente a la destrucción-crear y hacerlo de una manera SIMPLE, ÁGIL y SEXY. Dicho de otra manera, huir de lo complejo, de lo obeso y de lo feo que solo sirven para paralizar los proyectos y hacer que fracasen nuestras empresas personales y profesionales.

 .- ¿Por qué amamos lo complicado y repudiamos lo simple?

 Lo complicado suele servir para salvarte el culo en el trabajo y ante ti mismo cuando te miras al espejo. Ante una idea simple nuestra tendencia nos lleva a complicarla por ir acumulando excusas para cuando el jefe nos pida cuentas. Una idea simple necesita de liderazgo, pasión y trabajo para llevarla a cabo; en este sentido, es más cómodo obviar estas tres cuestiones y echarle la culpa de tu incompetencia al prójimo, al mercado o a lo mal que está todo para justificar un fracaso que damos por bueno porque lo contrario requiere quemar tus naves. Paradójico, la mediocridad nuevamente.

 .- Apuestas por la locura  en Think Punk. ¿La locura de ser uno mismo y lo que digan los demás nos la bufe?

 Estar loco es tener sentido común. Querer amar y ser amado, querer dormir sin tomarte un Lexatín, trabajar y pagar las facturas sin que te dé un ictus. Estar loco es ser espontáneo, sentir pasión por la vida y la actividad profesional que realizas. No me importa demasiado la comprensión de “el mundo” respecto a esto, más bien me importa la de “mi mundo” un lugar conformado por las personas que apuestan por su propia locura y buscan trascender positivamente con ella en los demás.

 .- ¿Qué le dirías a aquellas personas que saben que las cosas no están bien , se sienten mediocres pero todas las noches crean, escriben las ideas que harían ellos para cambiar su mundo?

 Primero, que son unos afortunados, si encajaran en la sociedad de este momento serían tan patéticos como ella. Por tanto, sentir que no encajas, es un buen síntoma de que tienes algo más que un donut en tu cerebro. Lo siguiente que le diría es que inicie su propia guerra creativa y que se introduzca en el sistema para intentar diseñar su propio mundo, su propio estilo de vida. A mí, pese a todo, me gusta el sistema actual porque viendo de lo que es capaz el ser humano en su faceta grupal, creo que tenemos mucha suerte de que haya sanidad pública, educación, carreteras y todo lo demás. Yo soy punk, no hippie. Es decir, a mí me gusta encender la calefacción y que de calor en invierno, no me gustaría estar todo el día en pelotas por las praderas cantando el “Viva la gente”.

 .- ¿Por qué tenemos que darle más importancia a la intuición que a la ciencia en nuestra vida?

 La ciencia se pasa toda la vida contradiciéndose. Las respuestas racionales a las cosas están predeterminadas por los datos que poseemos en el momento que investigamos, es decir, fiabilidad cero. Sin embargo, la intuición es algo que sigue perdurando a lo largo de la historia. Los principios fundamentales de nuestra existencia son los mismos desde que tenemos uso de razón, esto no cambia. Las únicas certezas sobre las que podemos establecer nuestra vida son las certezas del corazón, el cerebro es una herramienta muy débil, manipulable y muy poco fiable porque -como digo- depende de los datos que se posean en cada momento, y los datos fluctúan constantemente.

 .- ¿Qué es una idea simple, ágil y sexy?

 Es una idea radical, ejecutable y tremendamente emocionante. 

 .- Se primero y aprende después. ¿Dónde quedará en esta filosofía la pasión por los cursitis y titulitis?

 Los Ramones decían que si esperaban a aprender a tocar bien jamás podrían subirse a un escenario porque se harían viejos para entonces, ésta es la idea. Yo abogo por el valor de la espontaneidad y de la pasión por encima

de estar todo el día buscando excusas en forma de títulos para no enfrentarte a un escenario pequeño o grande donde cantar, gritar, bailar…

 .- Si tuvieras el poder de escribir lo que quisieras en una valla publicitaria, ¿Qué sería?

 Compra THINK PUNK, el nuevo libro de Ecequiel Barricart, jajaja.

 .- ¿Qué sería lo que tendrían que decirte o que pasase tras la lectura del libro, que tú dijeras: Todo ha valido la pena”?

 Ya ha valido la pena, David. Lo importante es dar y sentirte bien con ello. Creo que nuevamente, en este libro, lo he dado todo desde mi corazón y cualquiera que sea la consecuencia de ello la doy por buena.

 .- Una reflexión para los lectores del blog.

 FUTURE IS NOW.