Aunque muchas veces pienso el mundo no avanza, sino más bien va en retroceso, cada día tengo más claro que el mundo es y será de los diferentes.
Y no hablo por diferente a aquellos que repiten como una cacatúa que son diferentes, ni tampoco aquellos que hacen un papel encima de un escenario para que todos digan que es diferente porqué hace algo fuera de lo normal o que otros no se atreverían a hacer.
Esos no son diferentes, son puro humo.
Hablo de las personas que saben que:
.- las cosas se pueden hacer de forma diferente. Y no siguiendo los patrones de siempre.
.- no quieren relaciones como los demás tienen. Las basan en la verdad, transparencia y lealtad.
.- quieren trabajar en algo que les haga feliz, que se sientan que sus ideas son tenidas en cuenta, que lo que hacen tiene un propósito y no se queda en saco roto.
.- quieren sentirse en paz con ellos mismos, yéndose a dormir sabiendo que han hecho lo que querían hacer, dando su talento a los demás.
.- no quieren poder, sino quietud.
.- no quieren fama, sino desarrollar su creatividad.
.- no creen en las fórmulas del éxito, la felicidad o la influencia, sino en la originalidad, el talento y la paciencia.
¿Pero qué ocurre?
Que observan como otros alcanzan la cima más rápido que ellos con manipulación o mentiras.
Que sigue habiendo relaciones basadas en la mentira y el intereses. Que la gente no quiere se le diga la verdad pero eso sí , te llaman amigos cuando les interesa.
Que el bien común no existe y si el beneficio propio.
Que el talento, del que tanto se habla y que tanto se requiere, brilla por su ausencia, siendo el gran poder lo que se anhela.
Que la felicidad se basa en la codicia y no en la actitud.
Que las oportunidades no están para el mejor preparado sino para el que más contactos tiene.
Que el esfuerzo pocas veces se recompensa y el «enchufismo» siempre.
Son personas no negativas, sino que desde su sensibilidad ven la realidad no desde las apariencias, sino desde la realidad cruda y dura.
¿Qué ocurre en esos momentos?
Muchos entran en barrena emocional. Depresión, dudas, ilusiones evaporadas y no depjan de preguntarse:
¿QUÉ HAGO CON MI VIDA? ¿SIGO CON MIS SUEÑOS O TIRO LA TOALLA?
Unos tirarán la tolla, perdiéndonos todos su talento que lo diferenciará de la mediocridad.
Mientras otros, a pesar de lo que digan unos y piensen otros, seguirán adelante aun con más convicción, con más ímpetu hacia lo que creen, por lo que siempre lucharan y han luchado.
Estas personas son las que transforman el mundo, los que creen y crean en lo que sienten a pesar de las normas y de las posibles vergüenzas.
Puedes ponerle el nombre que quieras, no hace falta leerte el libro de alguien para que los relaciones o abras los medios de comunicación, hay gente a tu alrededor, que han roto las normas, las expectativas y han acabado alcanzando en lo que creían con esfuerzo, constancia, CONSISTENCIA y fe.
Ellos son los que cambian el mundo pero mientras tanto ¿Qué hacemos?
DENOSTARLOS.
Son diferentes, raros, especiales, los rechazamos, no siguen las modas, no siguen las tendencias… Cuando pensamos que por seguir modas, nosotros seremos considerados como diferentes al igual que los 40.000 de personas que también hacen lo mismo que nosotros.
El mundo avanzará siempre gracias a los diferentes. A los que hacen oídos sordos a la rutina, a los que ven entre la mediocridad una rendija para sacar su talento y ofrecerlo al bien común, a los que se van a dormir con la conciencia tranquila porqué han dado lo que sabían que podían dar y más.
Ellos no quieren oportunidades, por ellos mismos se bastan.
Solo piden una cosa, no entorpecer su trabajo, su creatividad. ¿Tanto cuesta?
¿Cuántos de nosotros se cree más inteligente que la mayoría?
Seguramente que todos, buenos excepto alguno que tenga un Ego más grande que el Santiago Bernabéu, dirán que no, que no se consideran más inteligentes que los demás.
En este tipo de preguntas sale la falsa humildad. Esa humildad que utilizamos para que no nos detecten la verdad, que SI que nos creemos más listos que los demás.
Esa falsa humildad tapa cosas como:
.- Creemos que la gente se creerá las excusas que ponemos para no aceptar que nos hemos confundido o no aceptar que no nos apetecía hacer algo.
.- Se creerán las ofertas que les hagamos vendiendo las virtudes de la misma, pero no le dejaremos que haga preguntas y se dé cuenta que quizá es «gato por liebre».
.- Publicando en redes sociales todo lo que hacemos cuando en realidad de lo dicho al hecho, va mucho trecho y no tenemos ninguna propuesta encima de la mesa.
.-Que se creerán lo que les digamos porqué creemos que siempre se han creído todo lo que les hemos dicho. Es decir, hemos subestimado siempre a todas las personas con las que hemos tenido relación por nuestro ego.
.- Que la gente nos quiere por lo que mostramos y conseguimos. Cuando en realidad cree que somos lo que no somos en realidad porqué lo que realmente hemos hecho es comprar seguidores en redes sociales.
.- Que porqué estamos haciendo lo que está de «moda», somos más que los demás. Pero nos dicen que tenemos que ser humildes cuando en realidad lo único que queremos es darle en los «morros» a los demás.
Cada día que me encuentro más con la pregunta:
¿Se creerá que soy imbécil o qué?
Nos encontramos con esta pregunta cuando nos encontramos con personas que:
.- Se creen el papel que están haciendo
.- Se creen que los demás no se van a dar cuenta
.- Creen que así pueden dominar a los demás y llevarlos a dónde quieran.
.- Creen que los demás en el fondo, son unos pobres infelices que se creen todo lo que les dicen. Cuando en realidad, ellos están haciendo lo mismo creyendo que son algo que simplemente es un mero papel de «villano».
¿Qué les ocurre a este tipo de personas?
Se creen que han encontrado «la formula» para que los demás no vean quienes son de verdad y así poderlos manipular. En definitiva, se están mintiendo a ellos mismos.
La gente será «tonta» o se lo hará, pero te aseguro que podrá caer una vez, dos pero a la tercera se dará cuenta del pastel que tiene enfrente de si y sabrá que lo que dices que eres, haces o puedes llegar a conseguir, ES ABSOLUTAMENTE MENTIRA.
Seguimos creyendo que los demás son gilipollas cuando los primeros gilipollas somos nosotros.
Somos nosotros porqué nos estamos creyendo algo que realmente no somos y que a la definitiva, acabará con nosotros.
Desde luego que puedes seguir con el «papel», ya que si no vuelve a caer esa persona, otra seguro que no sabe de qué palo vas, tiene más posibilidad de caer. Pero una vez , los demás no se darán cuentan, podrán hacerse «los tontos» pero el paso del tiempo, les abrirá los ojos…y tu efecto «se terminará».
¿Por qué hacemos lo que hacemos?
Porqué por mucho que hablemos de originalidad, libertad y demás valores que en el fondo los dejamos apartados por el éxito rápido, la manipulación masiva, la felicidad efímera y el dominio de los demás.
Todo porqué NOS DA PEREZA SER NOSOTROS MISMOS, MOSTRARNOS COMO REALMENTE SOMOS…Seres vulnerables que tienen miedo, que les cuesta pedir ayuda y reconocer que se han confundido. Y si encontramos el «método» rápido para ser alguien sin esforzarnos, sin dudar, sin sudar…¿Por qué no aceptarlo?
Vivimos en una sociedad en la que si alguien no piensa como nosotros, sin escucharlo, sin parar a pensar si tiene razón o no, …ya lo despreciamos, ya pensamos que es tonto y que nosotros somos mucho mejor que ellos…Y todo por la defensa a ultranza de nuestras creencias, de nuestro equipo de futbol o de la moda a la que nos hemos «subido», ya que nos dan seguridad de que somos algo, que somos alguien y sobre todo más que los demás.
Lo único que provoca esto es que se habla mucho del bien común, de la necesidad de la creatividad, de la innovación…Y lo único que estamos haciendo es dividirnos y estancarnos como sociedad.
Dejemos de pensar que los demás son imbéciles y escudarnos en títulos de expertos, en número de seguidores en redes sociales o en cursos que has pagado un pastón y no te han dicho nada para «tomar» a los demás por imbéciles que no están a tu nivel.
A lo mejor el gilipollas eres tú porque creerte algo que ni en sueños llegarás a ser.
Futurofobia: Dícese de la enfermedad que sufrimos en silencio que a través de los síntomas como no hacer nada aun quejándonos de la situación que tenemos, produce miedo al futuro pero sin acción alguna al respecto.
El ser humano sigue paciendo una enfermedad que le limita, la futurofobia.
Tenemos miedo al futuro que:
.- Le dejaremos a nuestros hijos con el medio ambiente que estamos matando.
.- Que sería dejar a nuestra pareja que no nos sentimos felices con ella.
.- Que sería dejar un trabajo que no nos llena, sino más bien nos limita y amedrenta.
.- Decir lo que sentimos y todo lo que se pueda producir cuando lo oigan
.- A hacer lo que queremos hacer y sientan que hemos defraudado a muchas personas que tenían las expectativas puesta en nosotros.
.- Puede producir el ser y no el dejar de aparentar ser.
Otro síntoma de esta futurofobía es quejarnos.
Nos quejamos de lo que estamos viviendo. Nos quejamos y gritamos a los 4 vientos que no nos merecemos lo que estamos pasando. Nos lamentamos imaginando qué puede pasar si seguimos así…
¿Pero qué haces al respecto?
¡NADA!
Con estos dos síntomas puedo asegurarte que tienes futurofobia.
Son personas que durante mucho tiempo siempre les estarás oyendo el mismo tema, sus quejas, lamentos, miedos y sollozos ante una situación que están pasando. Pero cuándo les preguntas o «recomiendas» que hagan tal o cual cosa, sin preguntar cómo se haría, sin darle una oportunidad… lo primero que hacen es responderte con frases así: «¿Estás loco o qué? Yo jamás podría hacer eso…». Una confirmación aún mayor que reafirma que está sufriendo la FUTUROFOBIA.
¿Pero la sociedad padece futurofobia?
Yo creo que sí. Y desde luego sin generalizar.
A día de hoy sigue habiendo una pandemia entre nosotros, una guerra, una crisis global…. Y aunque nos quejamos, lamentamos por lo que estamos pasando, por lo que puede venir….¿Pero qué estamos haciendo?
Dejamos que los demás tomen las decisiones y así si se confunden, ahí si les echaremos la culpa cuando en realidad tendríamos que haber cogido la «sartén por el mango» y empezar a crear, a hacer y a solventar el problema que tenemos.
Y seguro que habrá gente que dirá: «David, pero el tema de Ucrania nosotros no podemos hacer nada, el tema de la inflación no podemos hacer nada…» y estoy de acuerdo. Pero quiero añadir, ¿tienes un negocio? Y ¿en serio no puedes hacer nada contra la inflación, contra el miedo a cerrar con tu creatividad para salir adelante? Nada más que añadir.
Creemos que no podemos hacer nada porque el problema es demasiado grande, por qué no tienes herramientas para solucionar el tema.
El miedo hace el problema más grande. Hagámoslo más pequeño y seguro que nos sentiremos con capacidad de hacer y sacar soluciones al respecto.
Sacaremos el coraje para solucionar el problema y cambiar la actitud con el futuro.
Sé que mucha gente dirá ahora: «Vive el presente» es la solución. Estoy de acuerdo, mientras estamos pensando en lo que estamos viviendo o creemos que estamos viviendo, en las consecuencias que pueden pasar… no estamos viviendo el presente. Y ahora la moda es vivir el presente, no pensar más. Algo que hace que hecha «la ley hecha la trampa». Cuando solo piensas que estamos viviendo el presente, no afrontamos el problema, la ambición, la curiosidad .. y por lo tanto no hacemos, solo creemos que sentimos, vivimos, no pensamos.
La futurofobia es la enfermedad que deja dormida a la sociedad. Una sociedad que ve las noticias, se lamenta pero no hace nada por cambiar la situación ( y no te digo de coger una escopeta ), sino de hacer algo, por pequeño que sea.
La futurofobia nos adormece, si queremos crear, si queremos la felicidad de verdad, si queremos un desarrollo, debemos despertar.
Nos quejamos de que la escuela ha matado la creatividad. Vemos sin parar una conferencia que transmite dicho concepto y nos lamentamos del sistema educativo que tenemos. Comentamos que aprender no es repetir como una cacatúa sino que se debe aprender a través de la experiencia.
Nos quejamos de la poca creatividad que tiene nuestro cuerpo de políticos. Nos lamentamos que no se ponen de acuerdo en nada y menos para el bien común, Nos quejamos que toman las mismas soluciones de siempre para situaciones nuevas.
Nos quejamos que tenemos lideres en las empresas que la única creatividad que conocen es la de decir de diferentes maneras «Las cosas se hacen como te diga yo sino ahí tienes la puerta de salida«.
Nos quejamos que no tenemos relaciones creativas. Que no hay innovación ( aunque no sepamos realmente qué estamos diciendo con eso de innovación )
Nos quejamos que falta creatividad pero solo nos acordamos de ella cuando las cosas están yendo mal y lo que solíamos utilizar ya no da los resultados que antes ofrecía.
De un día para otro hablamos de creatividad, la incorporamos a nuestro vocabulario.
Nos olvidamos que pensábamos que no éramos creativos, que las ideas que teníamos nunca surtirían efecto o que a nadie les gustaría las ideas que teníamos. Todos esos sueños que teníamos los dejamos olvidados porqué creemos que no somos creativos. Y por lo tanto, la mejor opción es callarse y seguir lo que los demás dicen que es mejor para nosotros.
HOLA MEDIOCRIDAD, ADIOS CREATIVIDAD.
Pero ahora de repente, cuando más se está hablando de creatividad, de su importancia ( ahora y siempre, sin ella el ser humano no hubiera avanzado jamás ), cuando necesitamos las ideas de todos para salir adelante y crear nuevas oportunidades, vienen de nuevo a decirnos que la creatividad está relacionada con la locura mental
Ahora cuando más necesitamos la creatividad de la gente, que la gente desarrolle su talento, que crea en si misma, que innovemos, que luchemos por lo que creemos y no por lo que nos hacen creer…. todos a aplaudir que la creatividad es de los locos. ¡¡Así nos va!!.
La creatividad es una de las catapultas del desarrollo de la humanidad.
Sin la creatividad, todavía seguiríamos calentándonos a base de leches desde las cuevas donde estaríamos viviendo. Y yo me pregunto: ¿Los cavernícolas también estaban locos? o ¿Tenemos que agradecerles que tuvieran esa idea y gracias a ello nos calentamos cada uno de nosotros en nuestra casa?
Nos encanta generalizar y ya si nos lo dice un estadística, ya nos ponemos «cachondos perdidos».
Si una estadística nos dice que el 15% de las personas tenemos «un cable mal empalmado» y suelen ser personas que se dedican al artisteo o a la creatividad.. Ya presuponemos que…. ESTÁN MAL DE LA CABEZA TODOS LOS QUE ESCRIBIMOS O SE DEDICAN ALGO RELACIONADO CON LA CREATIVIDAD.
Una cosa, para mí toda actividad que crea algo y no hace falta que hablemos de artistas o escritores puede y debe ser creativa. Y no solo los de la «noche» o la publicidad…. pero sigamos adelante.
Y si eso le añadimos que en una noche de resaca, alguien del siglo pasado que creaba gracias a la cocaína o a las botellas de whisky que se bebía, ya creemos que el mejor método para hacer algo increíble y tener una relación para siempre con las musas, va a ser el alcohol y las drogas…. En fin…
No dudamos ni un ápice. Creemos que si lo dice una gurú o viene determinado por unas estadísticas de la Universidad de cuyo nombre no tengo ni idea de repetirlo… ¿Por qué dudar de ello? ¿Por qué pensar que una estadística o una historia de siglos atrás no es verdad o quizá esté inventada?
Haz lo que te de la gana, pero antes de creerte todo, duda, pruébala por ti mismo y luego determina, si es verdad o no según tus circunstancias.
He escrito dos libros abordando el tema de la creatividad desde diferentes ámbitos. Con muchos de los entrevistados he pasado noches de conversaciones y algún que otro amanecer hablando de creatividad, los he observado e investigado y serán una excepción pero no conozco a ninguno que les falte un tornillo. Creo que son más cuerdos que los que se consideran cuerdos siguiendo las normas que siempre han seguido esperando conseguir a la «proxima vez» por fin, resultados diferentes.
Y todos mis respetos a todas las personas que están pasando por depresiones o intentos de suicidios porque ante todo sé por lo que están pasando. Pero generalizar, como asi se da entender, que todos los creativos, están con un cable poco suelto, es atemorizar a la gente. Cuando en realidad lo que tendríamos que hacer AHORA y SIEMPRE es apostar y dejar que desarrollasen sus ideas. Porqué una vida creativa es una vida de darse a los demás, de solucionar los problemas que tienen y no de «bilis negras» que no nos dejan por las noches.
Porqué la gente tiene miedo a dar su opinión, a expresar lo que siente, a cómo ve la cosas .. y más en una sociedad tan radicalizada que si no estás de acuerdo conmigo estás en contra de mí. Pero eso si, nos hinchamos a libros de desarrollo personal, de felicidad y motivación, porqué es «cool» de cara a las redes sociales.
La creatividad no es locura, ni mucho menos tener una enfermedad mental:
.- Es empoderamiento, digan lo que digan los demás. Porqué estás luchando por lo que sientes.
.- Es compromiso con uno mismo, con lo que piensas y sientes.
.- No hace falta «meterse» de todo para encontrar las musas de la inspiración. Más bien a mi me dan dolor de cabeza solo de pensarlo.
.- El creativo no tiene tendencia a ninguna adicción. Y quizá estoy generalizando, lo sé. Bueno, si tienen una adicción, al inconformismo, a no dormirse con el éxito obtenido , a no creer que vivir es seguir normas y nada más…
.- No es depender de las opiniones de los demás ni mucho menos creer que estás loco porqué nadie de tu alrededor te apoya. Mucha gente empezó expresando su idea y sigue haciéndolo aunque no le escuche nadie o sigan creyendo que es una locura, porque siente que de eso trata la vida, luchar por una visión. ¿O es que seguimos creyendo que Ferrán Adría es un loco? Me da que no. Otra cosa es envidia, deporte nacional que nos gusta disfrutar.
.- Crear no es locura. Porqué si fuera así, no hubiéramos encontrado soluciones a tantos problemas que hemos solucionado durante toda la humanidad. En definitiva, han creado sus opciones para avanzar y nosotros en muchos casos, poder disfrutar de esos nuevos campos transcurridos.
.- Los valientes, los canallas como decía en «Liderazgo Canalla. Libera tu lado más rebelde«, claro que tienen imaginación. Imaginan un mundo mejor y van a por ello. Lo que pasa que dan un paso adelante cuando otros se quedan atemorizados en la cama esperando que la tempestad pase. Y eso no quiere decir que estén locos, SON COHERENTES CONSIGO MISMO. Cosa que mucha gente no es así llorando por las noches soñando con un mundo mejor pero al dia siguiente, no dando un paso adelante.
.- Son personas realmente felices, que están en paz consigo mismo, porqué hacen lo que su corazón les dicta. Y si los demás lo llaman loco, que lo hagan, es un prejuicio mental que tienen los demás. ¿Para ellos? Se sienten las personas más afortunadas del mundo.
No solo en los malos momentos debemos acudir a la creatividad, sino siempre y para todos los aspectos de nuestra vida. ¿O es que tras poner un toque de creatividad en tu relación pasional te sientes loco o con una sonrisa de oreja a oreja?
Somos una sociedad hipócrita que quiere una cosa pero luego no la acepta y es algo que ocurre con la creatividad. Ahora llamamos locos a los creativos, a los artistas o los escritores, cuando yo creo que son las personas más:
.- Coherentes
.- Productivas
.- Innovadora.
.- Visionarias
.- Humildes.
.- Que nos demuestran que las normas solo nos bloquean y no nos inspiran a ver qué hay detrás de ellas.
.- Que no se avergüenzan de lo que sienten y como se sienten.
.- Constantes y que apuestan por su pasión.
.- Y que dedican su vida a darse a los demás y no esperar a que se lo den todo hecho.
Un proceso creativo no es un proceso de locura, sino de felicidad, curiosidad e investigación hacia la ruptura de miedos e imposibles que nos han impuesto y nos hemos creído.
Gracias a muchos de estos procesos, estamos hablando ahora mismo tú y yo o haciéndonos un café para desayunar.
Desde luego que cada uno puede hacer lo que le de la gana con su vida pero todos creamos cosas en nuestra vida diaria, ¿Y eso quiere decir que estamos locos todos y no solo los escritores?
Pero si eso es estar loco, SEÑORAS Y SEÑORES, ESTOY LOCO Y A MUCHA HONRA.
¿Cómo manipulamos a la gente? A través de hacerles sentirles culpables.
Y no estoy hablando de influencia, en la que las dos partes deben ganar, estoy hablando de manipulación. En la que solamente una gana.
¿Y cómo nos pasa?
Haz memoria:
.- ¿Qué pasa cuando no haces algo que creen los demás que deberías estar haciendo? Te intentan hacer sentir culpable.
.- ¿Qué pasa cuando no participas algo en que los demás si hacen y tú no? Te intentan hacer sentir culpable.
.- ¿Qué pasa cuando no estás de acuerdo con la mayoría? Te intentan hacer sentir culpable.
.- ¿Qué pasa cuando sientes que no llegas a la operación «bikini» del verano? Más sentimiento de culpa.
.- ¿Qué pasa cuando no sigues la tendencia? Te intentan inculcar un sentimiento de culpa
¿Por qué tenemos ese sentimiento?
Porqué en el fondo nos estamos preguntando si hacer lo que hacen la mayoría sería lo mejor para nosotros que no seguir lo que de verdad NOSOTROS SENTIMOS.
La presión de los demás sigue siendo fuerte. Por mucho que digamos que somos independientes, que tenemos una marca personal que se distingue de todo lo demás, que hacemos lo que nos pasa por «el arco del triunfo»…. Por mucho que digamos lo que digamos…SIEMPRE TENDREMOS (en distintos niveles) ese sentimiento de culpa.
Porqué la presión de los demás, del exterior, …queramos o no, INFLUYE.
Será inducido por los demás para manipularnos y que hagamos lo que ellos quieran según sus intereses o porqué sentiremos que quizá no estemos tomando la «mejor opción» porqué estar «fuera de la mayoría» produce mucho frio e incertidumbre.
Nos creemos que si no hacemos dieta antes del verano, ya nadie nos querrá . Creemos que si no hacemos lo mismo que los demás, nos criticaran y seremos excluidos del grupo. Sentimos que si no hablamos de política o de la serie de moda en cuestión, ya no seremos uno más, ya nadie nos tendrá en cuenta para salir los sábados por la noche o tomar una después de trabajar.
Yo no sé si este sentimiento de culpa viene de nuestra formación cristiana y aquello de la manzana, no sé si viene de pequeños y esa creencia que si nos salimos de las «normas» , de seguir los puntos,… no llegaremos a nada en la vida… O quizá es todo un conjunto que provoca que si nos tenemos culpa por nada es que estamos haciendo las cosas bien.
Pero yo te pregunto:
Las cosas bien, ¿Según los demás o según tú?
Si haces una cosa que sientes que tienes que hacer, que está acorde a tus valores, que hay razones para no hacerla, sea cual sea,…¿Por qué tienes que tener un sentimiento de culpa?
Si lo tienes es porqué:
.- No confías en ti.
.- Sigue pesando la opinión de los demás más que la tuya propia.
Sino, no tendrías que tener ese sentimiento.
Porqué cuando haces lo que sientes a pesar de salirte de lo establecido te vas a dormir con la conciencia tranquila y duermes mejor que un bebe. Cuando sientes culpa, remordimiento y acabas haciendo lo que desean los demás que hagas y no lo que tú sientes, seguro que esa noche no pegas ojo.
El sentimiento de culpa se utiliza para «encaminar a la gente y no se salte las normas», » que no descarrilen los que dicen que piensan diferente», que el «líder del grupo sienta que todo está en calma y nadie le discute sus ideas»… En definitiva, para que no pienses por ti mismo.
Pero eso si, queremos innovación, creatividad…pero haciendo lo mismo de siempre, repitiendo lo mismo que hacen los demás y sin sentirnos culpables porqué nos hemos salido de lo establecido. Y así no avanzaremos nunca, solo aumentaremos la mediocridad, la frustración y la rabia por preguntarnos ¿Qué hubiera pasado si lo hubiéramos intentado?
Sé que estarás pensando que salirte de lo establecido es duro, que te encontrarás solo y miles de excusas más… Pero te aseguro que es peor saber que no estás haciendo lo que te gustaría y deberías estar haciendo porqué te importa más el que dirán.
¿Qué es la felicidad? La ausencia del sentimiento de culpa por lo que has hecho
¿Qué es la creatividad? Poner en acción esa idea que no te produce culpa sino orgullo y confianza.
Hablamos de libertad, de empoderamiento… y de otras muchas cosas parecidas, pero con el sentimiento de culpa autoinflingido o impuesto, jamás se podrá desarrollar todo lo que decimos.
Nunca sentirás culpa cuando haces lo que sientes que tienes que hacer. (PD: sin joder la vida a los demás, recuerda). Y cuando así lo hagas, seguro que estarás innovando en tu vida. Mientras tanto, solo estarás copiando y replicando los deseos de los demás.
Es una frase que siempre oímos cuando nos hemos enterado de un suceso de una persona que conocemos y que nos ha sorprendido que así ocurriera.
¿Pero por qué decimos lo mismo de siempre?
Porqué no conocemos a las personas de verdad.
Y conocer a las personas no es acostarse con ella, tomarse una copa o verse una vez a la semana.
Eso no es conocer a las personas.
Porqué eso son amigos de «conveniencia» que mandarás a la mierda cuando te «tuerzan» el morro con algo que te han dicho que no querías oír.
Creemos que el mundo es normal porqué sigue las normas que creemos que se deben seguir, tener un trabajo, tener pareja, salir los sábados por la noche con los amigos o la pareja de amigos y tener hijos.. Si ya cumplen todos los requisitos que no sé quien ha dicho que son los requisitos para ser considerado «persona normal, ya podemos etiquetarlos de «normales».
Pero ¿Qué pasa cuando conoces de verdad a una persona? ¿Qué pasa cuando estás en las buenas y en las malas con esa persona que considerabas «normal»?
QUE TE DAS CUENTA QUE LAS PERSONAS DE CERCA, NINGUNA ES NORMAL.
Y eso es lo que nos hace auténticos, únicos , ser mágicos o como tú quieras llamarlo… Pero de cerca, NADIE ES NORMAL.
A día de hoy, creemos que con tener una red de seguidores importante en redes sociales ( y da igual si son seguidores comprados ), ya podemos ser considerados personas sociales, de éxito, de confianza y hasta con talento. Creemos que conocemos a las personas que nos siguen y nosotros, a las personas uqe seguimos. Las consideramos personas normales, como nosotros y hasta creemos conocerlas.
A día de hoy decimos y creemos creer que conocemos a toda persona con la que nos relacionamos, aunque sean 5 minutos al año lo que nos relacionamos con ella.
Eso no es conocer ni es nada, eso es un conocido o la vecina del 5º que ves de vez en cuando y solo te dice «Hola y Adiós», nada más.
A día de hoy creemos que toda persona que se relaciona con nosotros, es una persona normal. ¿Por qué? Porqué creemos que es un reflejo nuestro, porqué no se sale de lo establecido. Pero luego, si realmente conociéramos a esas personas, veríamos que de NORMAL no tienen nada. Y quizás verías cosas que no te gustarían.
Pero ni ellos ni tú.
NADIE ES NORMAL, TODOS TENEMOS NUESTRAS TARAS Y TALENTOS, NUESTROS MIEDOS Y SUEÑOS.
Pero lo que ocurre, que llamamos personas normales, como escudo para no conocerlas de verdad, para no saber cómo piensas, para tener muchas relaciones pero pocas de calidad…
Si crees una cosa no tienes moral… Si no crees en otra cosa, no tienes moral… Si no tienes valores… no tienes moral…
Todo se basa en función de la moral.
Pero yo iría un paso atrás.
Primero nos preocupamos por la moda de turno a la que nos tenemos que subir y luego por la moral.
Eso si, antes hay que saber qué dice la R.A.E. sobre la moral «Conforme con las normas que una persona tiene del bien y del mal.»
Genial, ¿No? Pero antes de nada, la moda.
La moda, que creemos que nos hará diferente a los demás, cuando en realidad nos hará uno más.
Ya son muchos años entrevistando, conociendo e incluso trabajando con personas » de cierto prestigio». Pero también han sido muchos los que han pasado y que ya no están. Que conste que están vivos pero ya no están en el «candelero».
Por diversos motivos, la moda ya pasó o se han dedicado a otra cosa, ya no están. Pero muchos de ellos, la clave de su desaparición, fue ante poner la moral a la moda.
Querían ser «famosos» y tener repercusión lo más rapido posible.
Era todo por y para su moda. Más bien por y para su ego.
No importaba lo que hubiera que hacer, como si había que comprar seguidores en Instagram, hacer la «pelota» a una persona para conseguir un objetivo aunque la criticase nada más conseguirlo… No importaba. Solo importaba la moda en cuestión.
El aparentar ser, NO EL SER DE VERDAD.
A día de hoy » ser referente» en algo, el hablar de algo que está de moda, es considerado lo «más».
Hablamos de cosas que no sabemos ni siquiera su significado y todo porqué lo «hemos oido por ahi» o lo que nos ha dicho las noticias de Google que se actualizan en nuestro móvil.
Debemos y queremos aparentar que sabemos de todo, que somos «guías» para los demás… Porqué eso del «no sé, lo investigaré, pues no tenía ni idea…» no es beneficioso para nuestra marca.
Ya sea lo que sea el tema, debemos saber y hablar de lo que está de moda. Porqué sino nos han dicho que nadie se acordará de nosotros.
Pero no solamente pasa en el mundo profesional, en el mundo personal, TAMBIÉN.
Hablamos de politica, de religión, de temas que salen en los medios de comunicación con una pasión desbordada. Pasión que supera los límites del respeto a los demás. ¿Y todo por qué?
Porqué ¿Cómo voy a desconfiar lo que ha dicho mi líder político, mi grupo de comunicación favorito sobre este tema?
Antes de dar nuestra opinión, no pensamos qué hemos oido, no dudamos lo que hemos creído oido,… Nada, lo único que hacemos es replicarlo. ¿Por qué íbamos a dudar?
Si replicamos algo que no sabemos si realmente nos hará daño o no a nuestro concepto de moral, ¿Qué tipo de personas nos estamos convirtiendo? ¿En personas que solo quieren la fama, el aparentar y ganar número de seguidores sea como sea, por las buenas o por las malas?
Pero eso si, luego no critiques a esas personas por sus valores, que se ofenden.
¿Qué pasaría si antes de apostar por una moda, nos preguntáramos si va o no acorde con nuestra moral?
Quizá muchas de ellas ni nacerían, quizá muchos «influencers» verían reducidos sus seguidores drásticamente y quizá hasta seriamos una sociedad mucho más coherente.
Hoy es trending topic en redes sociales un alegato de un presentador en el que comenta que los politicos nos han tratado por tontos.
Nos han tratado por tontos por su forma de gestión, por sus idas y venidas y por su falta de decisiones.
Nos han tratado por tontos y ahora nos quejamos.
Ahora gritamos que nos han tratado por tontos.
Gritamos a los 4 vientos que no estamos de acuerdo con lo que han hecho con nosotros. Que nos merecemos un respeto porque somos ciudadanos. Queremos nuestros derechos, queremos nuestra salud mental, el poder salir por ahí y llegar a casa a las 5 de la mañana como cubas…
Gritamos muchas cosas…. ¿Pero qué suele hacer normalmente el ser humano al respecto cuando se siente maltratado?
¡NADA!.
Mañana la noticia será que han llegado los Reyes Magos o que tu «gurú» le ha tocado la lotería.
Mañana ya nos hemos olvidado de todo. Mañana lo que exigíamos ya será historia.
Y todo, ¿Por qué?
Porqué no tenemos el ademán de luchar, de salirnos de lo establecido, de esforzarnos realmente por lo que queremos, por lo que sentimos. A cambio preferimos quedarnos como estamos, que «creemos que no estamos tan mal».
Y no solo estoy hablando de esta situación que estamos viviendo con el bicho llamado Covid-19. Hablo en general, nos quejamos mucho, pero hacemos poco para cambiar la situación.
Sabemos que nuestra pareja nos trata como tontos y nosotros aún seguimos ahí.
Sabemos que nuestro «jefe» es un déspota, por llamarlo finamente. Pero no nos vamos del trabajo a pesar de nuestros enfados y lloros porqué…
Sabemos que tenemos que cambiar, que las cosas no son como pensamos… Pero eso de cambiar si eso, lo dejamos para otro día.
Sabemos que nos están tratando por tontos. Quizá porqué estamos siendo demasiados buenos, quizá porqué nos interesa o vete a saber, quizá queríamos creer, quizá no queríamos sentirnos solos o creíamos que estaba realmente enamorada de nosotros.. …. En resumen, por querer creer, creer que sabrían más que nosotros, por confianza en la otra persona o por necesidad, hemos llegado a la situación que se «nos han hinchado los eggs».
Tranquilo, está genial que haya abierto los ojos y te hayas dado cuenta que no quieres dicha situación. Te aseguro que otros, aún sabiendo lo que están viviendo, se lo callan y siguen aguantando , porque creen que les interesa más «que se aprovechen de ellos» que no dar un paso adelante y dejar a un lado esa situación.
Felicidades, has reconocido que no te gusta como te están tratando. Pero también tienes que reconocer que parte de la culpa es tuya, ¿eh?. Claro que si, no eches la mierda al resto, que también tienes culpa. Quizá por confiar más de la cuenta, por no hacer esa pregunta que hubiera cambiado la situación,… has llegado hasta donde estás a día de hoy.
¿Seguimos?
En estos momentos te encuentras en una texitura:
.– No hacer nada, no decir una palabra más alta que otra y seguir con la cabeza baja aguantando el chaparrón.
¿Cómo suele acabar estas situaciones? Seguramente tú peor de cómo estás ahora y la otra persona con una sonrisa de oreja a oreja sin esa sensación de haber hecho las cosas mal.
Pero si optas por esta opción, lo respeto.
Pero eso si, NO TE QUEJES SI NO QUIERES HACER NADA AL RESPECTO.
Es respetable que no quieras hacer nada porque satisface algún interés, porqué quieres llevar tu vida de siempre o lo que sea….pero a partir de ese momento, no te quejes. Has tomado una decisión y tienes que consecuente con ello. Si sigues aceptando la situación, ¿No te irá tan mal, no?
.– Parar. Pensar qué quieres realmente y quizá salirte de esa relación.
También puede pasar que esa persona no se daba cuenta. Puede pasar. Si Messi se fue del Barca, a día de hoy puede pasar cualquier cosa. Pero ante todo para y piensa qué es lo que quieres realmente en tu vida. Sabes que NO quieres. Pues qué quieres es más fácil expresarlo. Y si sientes que tienes que «abandonar esa relación» es lo primero que tienes hacer.
Pero si sabes que NO quieres en tu vida y sigues «aguantando» esa situación, el problema es tuyo, seamos claros. No lo olvides.
Pero ¿Sabéis una cosa? Que por mucho que hablemos de felicidad, de responsabilidad ( he oído la palabra más en estos dos años que en todos mis 42 años ), de resiliencia, del despertar espiritual, de madurar, de muchos términos que inundan las redes sociales… ¿Qué acabamos haciendo?
QUEJÁNDONOS Y ESPERAR A QUE SEA OTRO A QUIEN DE EL PASO ADELANTE QUE SOLUCIONE NUESTROS PROBLEMAS.
¿Hacemos algo cuando algo no nos gusta?
VOMITAR EN REDES SOCIALES NUESTRA RABIA Y FRUSTRACIÓN, CAGARNOS EN LA CENA DE NAVIDAD POR NUESTRA VIDA DE MIERDA Y SI SALE EL POLITICO DE TURNO, DESEARLE EL MAYOR DE LOS MALES.
Y mañana volver a hacer lo mismo.
Seamos sinceros, SOBREVIVIMOS DORMIDOS EN ESTE TRAYECTO LLAMADO VIDA.
Pero cada opción es muy respetable… Sin embargo hablamos mucho de resiliencia, pensamiento en grande y leyes de atracción… Y mientras tanto, el problema está sin solucionar.
¡Menos quejas y más hechos! Quizá así conseguiríamos todos juntos esa «idea» de sociedad que tenemos…
Nos preocupamos porque no recibimos el mensaje de la chica que nos gusta.
Nos preocupamos porqué no recibimos contestación a la propuesta que habíamos hecho.
Nos preocupamos porqué esa persona no nos habla después de años de conversaciones diarias.
Nos preocupamos por llegar a final de mes.
Nos preocupamos porqué no tenemos sexo con nuestra pareja.
NOS PASAMOS EL DIA PREOCUPADOS.
Pero haz una lista de las cosas que te preocupan, de todas y cada una de ellas.
Yo lo he hecho y la verdad que el resultado me ha intrigado mucho.
NOS PASAMOS EL DÍA PREOCUPADOS POR COSAS QUE NO PODEMOS CONTROLAR NI CAMBIAR.
No podemos cambiar, por nosotros mismos, el gobierno que tenemos, la suegra que nos ha tocado o «lo mal follao» que está nuestro compañero de mesa en el trabajo.
No podemos controlar que la chica que nos gustaba ya no nos hace caso. O que esa persona que pensábamos que era nuestra amiga, de un día para otro, desaparece sin decir «Adiós y muy buenas».
No podemos ni controlarlo ni tenemos el poder de que la situación cambie. Y aunque en el fondo, lo sabemos, nos preocupamos.
Nos preocupamos porqué teníamos muchas esperanzas puestas en esa relación, en ese proyecto o en esa ilusión.
Nos preocupamos porqué vemos que nuestro proyecto ya no se va a hacer realidad. Y la incertidumbre no es buena compañera cuando soñábamos ya con el éxito o con noches de pasión con esa persona.
Nos pasamos la vida preocupándonos por cosas que realmente no podemos cambiar ni controlar.
Sé que lo que voy a decir te va a doler como a mi también me dolió cuando me lo dije a mi mismo:
¡PERO ERES IMBECIL!.
Me da igual la situación que sea que, por ahora, no se hará realidad. Pero estas perdiendo algo muy mágico de ti en una situación que, por ahora, no tiene solución:
TE ESTÁS PERDIENDO A TI MISMO.
Le estás dando vueltas a algo que no tiene solución, por este momento. No puedes hacer nada porque esa chica se haya ido o no tengas respuesta a tu propuesta profesional. Y tú mientras tanto, estás dándole vueltas a la cabeza, llorando, cagándote en todo, maldiciendo la noche que no saliste con la chica y se te la «llevó» otro o cualquier «paja mental» que te hagas.
NO PUEDES HACER NADA MÁS.
Bueno, espera si puedes hacer una cosa.
APRENDER DE LO QUE HA OCURRIDO.
Y no te estoy diciendo que te flageles como un buen cristiano. Te estoy diciendo que aceptes la situación. Que veas que ha sucedido, qué has aprendido de todo ello y obtengas un aprendizaje. Un aprendizaje para seguir adelante , usando esa experiencia para nuevas experiencias o ideas.
Porqué te lo repito, GASTAMOS MUCHA ENERGÍA EN TEMAS QUE NO PODEMOS CONTROLAR NI CAMBIAR.
Déjate de pensar que si hicieras algo para adelantar los acontecimientos, las cosas cambiarán. Seguramente que no. Deja que la vida te enseñe que tiene preparado para ti, pero está vez lo afrontaras con un nuevo aprendizaje, la de enfocar tu energía en lo que puedes controlar, no en lo que no puedes ni debes cambiar.
Por la palmera de chocolate que nos gustaría comernos y no lo hacemos por cualquier excusa
Porqué esa persona nos haga caso que nosotros se lo hacemos a ella
Porqué nos salgan bien las cosas aunque no hagamos un esfuerzo porque así vayan .
Porqué salgamos esta noche por ahi y por fin liguemos.
Y así nos pasamos la vida, suspirando.
Suspirando principalmente por sueños. Sueños que nos gustaría hacer realidad , situaciones que nos gustaría vivir.
Y mientras tanto la vida se nos está yendo de entre la manos.
Dejemos de suspirar y empecemos a actuar.
A reconocer que nos encanta el dulce pero si queremos mantener un cuerpo equilibrado deberemos hacer luego ejercicio. A reconocer que esa persona nos tiene loco, aceptar nuestras emociones y si todavía no se lo hemos dicho, a decírselo a la cara. Y que pase lo que tenga que pasar.
Suspiramos, ¿Pero hacemos algo al respecto?
En la mayoría de las veces NO porqué creemos que algo imposible o un tabú.
Un suspiro es la mayor muestra de que no nos aceptamos, que no creemos en nosotros mismos, porque lo que tenemos en frente siempre será un sueño que nos llevaría a la felicidad, convirtiéndonos en ese momento unos frutados, amargados de la vida.
Deja de quejarte, deja de suspirar y esa energía que expulsas transfórmala en acción, en ilusión y motivación.
Dejar de quejarte y empezar a actuar, es el principio de tu empoderamiento y la confianza en ti mismo.
Quizá descubras que no era un sueño para ti o que te habías dejado llevar por las ilusiones pero sin ver la realidad….
Podrán pasar muchas cosas, pero una no ocurrirá más, gastar tu vida suspirando. Porqué ahora la invertirás actuando.