Mejor desde 0 que desde Nunca.

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Mañana cumplo 45 años y quería escribir esta carta a todos vosotros.

Hoy quiero compartir contigo una reflexión profunda y personal que ha transformado mi vida y que espero también inspire cambios positivos en la suya. En esta carta, exploraremos juntos la importancia de empezar desde cero, algo que he hecho durante mi vida muchas veces , de abrazar el poder del reinicio, y de entender que es mejor comenzar de nuevo que nunca intentarlo.

¿Cuántas veces nos hemos encontrado paralizados ante la idea de empezar algo nuevo? Ya sea un proyecto, una relación, un cambio de carrera, o simplemente un nuevo hábito, el miedo al fracaso y la incertidumbre puede ser abrumador. Sin embargo, es en ese primer paso, en esa decisión de comenzar, donde reside el verdadero poder de transformación.

Recuerdo una vez, sentado en mi escritorio, sintiéndome atrapado en un trabajo que no me satisfacía. Me había convencido a mí mismo de que era mejor quedarme allí, cómodo en mi mediocridad, que arriesgarme a lo desconocido. Fue entonces cuando me di cuenta de que estaba dejando que el miedo dirigiera mi vida. Desde entonces el miedo ha venido a mi búsqueda varias veces pero cuando le haces frente, ya no es lo mismo.

Dar el primer paso puede ser aterrador, pero también es increíblemente liberador. Al decidir empezar desde cero, nos permitimos dejar atrás el peso del pasado y abrirnos a un mundo de posibilidades. Es importante recordar que cada gran logro comienza con un pequeño paso.

Empecé a explorar nuevas oportunidades, a aprender nuevas habilidades que un tiempo atrás pensaba que eran imposibles en mi y a conocer personas que compartían mis intereses. La sensación de avanzar, aunque fuera lentamente, me llenó de una energía que no había sentido en años. Estaba construyendo algo nuevo, algo propio, y eso era la ostia.

En nuestro camino, cometeremos errores. Es inevitable. Pero en lugar de verlos como fracasos, debemos considerarlos como lecciones valiosas. Cada error nos acerca un paso más a nuestro objetivo, siempre y cuando estemos dispuestos a aprender de ellos.

Recuerdo la primera vez que traté de iniciar una serie de eventos y formaciones en mi ciudad. Fue un desastre absoluto. Perdí dinero, tiempo y energía. Pero en lugar de rendirme, analicé lo que había salido mal y lo que podría haber hecho mejor. Esa experiencia me dio la sabiduría y la fortaleza para intentarlo de nuevo, esta vez con más éxito.

El camino hacia el éxito rara vez es una línea recta. Si lo consigues, ya me dirás como lo has hecho. Habrá altibajos, desvíos y momentos de duda. Pero es la perseverancia la que nos mantiene en marcha. Es fácil empezar algo nuevo, pero mantenerse en el camino requiere un compromiso constante y una fuerte determinación.

En mi viaje, hubo momentos en los que quise rendirme. Los obstáculos parecían insuperables y el progreso, demasiado lento. Lo reconozco soy muy impaciente. Pero cada vez que me sentía tentado a abandonar, recordaba por qué había empezado. Ese «por qué» es lo que me impulsó a seguir adelante, como bien dice Simon Sinek en su libro tan famoso y que causó un antes y después en mi vida.

Ningún viaje se realiza en solitario. El apoyo de amigos, familiares y mentores es crucial en momentos de dificultad. No tengas miedo de pedir ayuda y de rodearte de personas que creen en ti y en tus sueños.

Tuve la suerte de contar con un círculo de apoyo increíble. Amigos que estuvieron allí para levantarme cuando caí y para celebrar mis pequeños triunfos. Su fe en mí me dio la fuerza para seguir adelante, incluso cuando yo mismo dudaba.

Es vital redefinir lo que significa el éxito para nosotros. En una sociedad que a menudo mide el éxito en términos de riqueza y estatus, debemos encontrar nuestras propias definiciones. ¿Es la paz interior, la felicidad, el impacto positivo en la vida de los demás?

Para mí, el éxito dejó de ser un destino y se convirtió en un viaje. Se trataba de vivir en alineación con mis valores y de hacer lo que amaba. Este cambio de perspectiva me permitió disfrutar del proceso, en lugar de obsesionarme con los resultados.

Vivir en el presente es una de las lecciones más importantes que he aprendido. A menudo, nos preocupamos tanto por el futuro o nos arrepentimos del pasado que olvidamos disfrutar el momento presente. Empezar desde cero nos da la oportunidad de resetear nuestra mente y concentrarnos en el ahora.

Practicar la atención plena y la gratitud me ayudó a apreciar cada pequeño paso en mi viaje. Aprendí a celebrar las pequeñas victorias y a encontrar alegría en el simple acto de intentarlo.

A lo largo de mi viaje, encontré inspiración en las historias de otros que también decidieron empezar desde cero. Personas que, a pesar de los obstáculos y las adversidades, encontraron el valor para comenzar de nuevo y lograron cosas increíbles.

Uno de los relatos más inspiradores fue el de J.K. Rowling, quien pasó de ser una madre soltera en apuros a la creadora de una de las sagas literarias más exitosas del mundo. Su historia me recordó que no importa cuán difíciles sean las circunstancias, siempre hay esperanza si estamos dispuestos a empezar de nuevo.

Al final, lo que importa no es dónde empezamos, sino la disposición a empezar. Cada nuevo comienzo es una oportunidad para reinventarnos y para construir una vida que realmente nos haga felices. Es mejor empezar desde cero que nunca intentarlo, porque cada día es una nueva oportunidad para crear algo hermoso y significativo.

Hoy, mientras escribo esta carta, me siento agradecido por todas las veces que tuve el valor de empezar de nuevo. Esos momentos de valentía me llevaron a donde estoy ahora, y sé que lo mejor está por venir.

Queridos lectores, si hay algo que quiero que se lleven de esta carta, es esto: nunca es tarde para empezar de nuevo. No importa cuántas veces hayas caído o cuántas puertas se hayan cerrado. Siempre hay una nueva oportunidad esperando, y todo lo que se necesita es el coraje para dar el primer paso.

Así que, si tienes un sueño, una meta o un deseo que has estado posponiendo, hazlo ahora. Empieza desde cero si es necesario, pero empieza. Porque es mejor empezar desde cero que quedarse atrapado en el nunca.

El éxito no se consigue de 9 a 2 y de Lunes a Jueves.

Vivimos en una sociedad que constantemente nos envía mensajes contradictorios sobre el trabajo y la pasión. Por un lado, se nos alienta a encontrar y seguir nuestras pasiones, a vivir una vida plena y significativa, y a convertirnos en las mejores versiones de nosotros mismos. Por otro lado, se nos dice que el fin de semana es un momento para desconectar, para alejarnos de nuestras actividades cotidianas, incluso de aquellas que nos apasionan, con el objetivo de evitar la autoexplotación.

Así que creo que es necesario examinar esta dicotomía y argumentar que perseguir nuestras pasiones, incluso durante el fin de semana, no solo es beneficioso, sino esencial para nuestra felicidad y desarrollo personal.

La pasión como motor de vida

El valor de encontrar tu pasión

Encontrar tu pasión es una de las experiencias más enriquecedoras de la vida. Nos proporciona un sentido de propósito y dirección, convirtiéndose en una fuerza motriz que impulsa nuestras acciones y decisiones. La pasión no es solo un interés o hobby; es aquello que nos hace sentir vivos, nos hace levantarnos de la cama cuando los demás están posponiendo la alarma 5 minutos más, energizados y enfocados. Cuando estamos apasionados por algo, nuestra motivación es intrínseca, lo que significa que no necesitamos recompensas externas para sentirnos satisfechos y realizados. Nosotros vamos a nuestra bola sin importar las consecuencias , solo queremos crear.

El impacto en la excelencia profesional

La pasión está íntimamente ligada al desarrollo de la excelencia profesional. Aquellos que trabajan en áreas que les apasionan tienden a invertir más tiempo y esfuerzo en perfeccionar sus habilidades y conocimientos. Esta dedicación se traduce en un alto nivel de competencia y un desempeño superior. ¿Cómo crees que Ilia Topuria ha llegado al campeonato del mundo? ¿Solo entrenando de 9 a 2 de lunes a viernes? Te aseguro que NO. Los profesionales apasionados no solo cumplen con los requisitos de su trabajo; buscan constantemente nuevas formas de mejorar y destacarse. Este deseo de superación personal y profesional es lo que lleva a la innovación y al éxito. Pero a día de hoy, como bien decía recientemente Toni Segarra, prologuista de «Mentes Creativas. De lo ordinario a lo Extraordinario«, parece que si el finde estás haciendo lo que te gusta, te estás sobre-explotando como le dijeron en una conferencia recientemente.

La cultura de la desconexión.

La idea de desconectar durante el fin de semana ha sido promovida como una necesidad para mantener el equilibrio entre la vida laboral y personal. Se nos dice que necesitamos descansar y recargar energías para evitar el agotamiento y la autoexplotación. Si bien es cierto que el descanso es fundamental para nuestra salud mental y física, la noción de que debemos alejarnos completamente de nuestras pasiones es contraproducente. Esto es una clara muestra que lo que haces entre semana, no te hace feliz o te sientes frustrado porqué sabes que podrías hacer otras cosas y no te atreves a hacerlo. Lo siento por decirte las cosas a la cara.

Pero tenemos un problema importante, no sabemos distinguir que es el trabajo y que es la pasión. Es crucial distinguir entre el trabajo que realizamos por obligación – para vivir, para pagarnos caprichos o lo que tú quieras – y la pasión que perseguimos por elección. El trabajo obligatorio puede ser agotador – el mío como contable así lo sentía. Aunque estoy muy agradecido a ello, los domingos por la tarde para mí era un autentico suplicio – y estresante, especialmente si no nos sentimos comprometidos o interesados en él. En contraste, las actividades que realizamos por pasión nos llenan de energía y satisfacción. A día de hoy si tengo que trabajar un sábado o un domingo, no lo considero un trabajo, porqué lo tomo como una diversión, estoy haciendo lo que me apasiona, crear. Para muchos, dedicar tiempo a su pasión durante el fin de semana no es una tarea pesada, sino una fuente de alegría y renovación.

La felicidad a través de la pasión

Numerosos estudios han demostrado que la felicidad está estrechamente relacionada con la realización de actividades que nos apasionan. Y para ello os recomiendo seguir a Margarita Álvarez, una EXPERTA sobre la felicidad que te dice la verdad y no mierdas de los Teletubbies como muchos gurús. Cuando estamos involucrados en estas actividades, experimentamos un estado de flujo, una sensación de inmersión total y pérdida de la noción del tiempo. Yo he estado escribiendo durante horas que al terminar he pensado que habían sido simples minutos. Este estado es altamente gratificante y se asocia con niveles más altos de bienestar y satisfacción en la vida.

¿Los apasionados se autoexplotan?

La acusación de autoexplotación surge de la percepción errónea de que dedicar tiempo a nuestras pasiones es lo mismo que trabajar sin descanso. Y basta ya de poner como excusas la moda de las Generaciones Z, la de «cristal» o la que esté de moda en ese momento… Basta ya de creernos y parapetarnos en tantas excusas. Sin embargo, la autoexplotación implica un sacrificio de bienestar y salud en aras de la productividad de tu felicidad, de sentir que has hecho lo que sentías que tenías que hacer, que has creado lo que imaginaste un día y así ha sido. En contraste, cuando seguimos nuestras pasiones, estamos invirtiendo en nuestra felicidad y desarrollo personal. Te aseguro que desde que lo hago, duermo mucho mejor, algo que no ocurría cuando era administrativo. La clave está en encontrar un equilibrio saludable, algo que recomiendo sin duda y asegurarnos de que nuestras actividades apasionadas no se conviertan en una carga.

Un país de envidiosos y faltos de empatía.

Una de las razones por las que algunas personas critican a quienes dedican sus fines de semana a sus pasiones es la envidia, deporte nacional por antonomasia. L Aquellos que no han encontrado su pasión o se sienten atrapados en trabajos insatisfactorios proyectan sus frustraciones en otros a través de sus comentarios . Ver a alguien disfrutar y prosperar en su pasión puede ser un recordatorio doloroso de sus propias insatisfacciones. Pues si así sabes que te ocurre…..¿Por qué no haces nada al respecto?

Cada dia creo que ser coherente con uno mismo es fundamental para vivir una vida plena. ¿Cuántos libros de la industria de la autoayuda se dejarían de publicar cuando empezásemos a apostar por uno mismo? Unos cuantos de cientos. Esto significa perseguir nuestras pasiones sin importar el juicio de los demás. Un día me atreveré a hablar de ello en un artículo. Ser uno mismo nos permite desarrollar una conexión más profunda con nosotros mismos y con el mundo que nos rodea. Al vivir de acuerdo con nuestras pasiones, inspiramos a otros a hacer lo mismo, creando una sociedad más rica y vibrante.

¿Y cómo lo hacemos?

La planificación consciente

Para aquellos que desean dedicar tiempo a sus pasiones sin descuidar otras áreas de su vida, la planificación consciente es esencial. Esto implica organizar nuestro tiempo de manera que podamos equilibrar el trabajo, el descanso y nuestras actividades apasionadas. Al hacerlo, podemos maximizar nuestra productividad y satisfacción sin sacrificar nuestra salud y bienestar.

La integración de la pasión en la vida diaria

Otra estrategia efectiva es integrar nuestras pasiones en nuestra vida diaria. Esto puede significar encontrar formas de incorporar nuestras actividades apasionadas en nuestro trabajo o dedicar pequeños bloques de tiempo a ellas durante la semana. La integración nos permite mantenernos conectados con nuestras pasiones sin sentir que estamos haciendo un esfuerzo extra.

¿Y cómo sería la sociedad si hubiera más apasionados?

Fomentar una cultura de pasión

Una sociedad que valora y fomenta la pasión es una sociedad que prospera. Cuando las personas están comprometidas y motivadas, son más creativas como decíamos en el libro «Mentes Creativas. De lo ordinario a lo extraordinario» , productivas y felices. Esto tiene un efecto dominó, mejorando no solo la vida individual sino también la comunidad en su conjunto. Alentar a las personas a seguir sus pasiones puede conducir a avances en diversas áreas, desde la tecnología hasta las artes. Queremos creatividad, queremos innovación, pero señores, el fin de semana hay que desconectar….¡QUÉ CADA UNO HAGA LO QUE QUIERA CON SU VIDA, PERO LUEGO NO NOS QUEJEMOS DE LOS RESULTADOS QUE TENEMOS!.

Por lo tanto, es hora de redefinir el éxito no solo como logros profesionales y financieros, sino también como la capacidad de vivir una vida que nos apasiona. Y no basarla solo en el número de seguidores que tienes en redes sociales. El éxito verdadero es tener la libertad y la valentía de perseguir nuestras pasiones y vivir de acuerdo con nuestros valores. Al hacerlo, nos convertimos en ejemplos a seguir, inspirando a otros a buscar y vivir sus propias pasiones.

Yo creo que dedicar tiempo a nuestras pasiones, incluso durante el fin de semana, es una de las mejores inversiones que podemos hacer en nuestra felicidad y desarrollo personal. En lugar de ver esto como autoexplotación, deberíamos reconocerlo como una forma de enriquecimiento personal y profesional. Vivir una vida apasionada no solo nos beneficia a nosotros, sino también a la sociedad en su conjunto. Así que la próxima vez que te encuentres juzgando a alguien por seguir su pasión durante el fin de semana, pregúntate a ti mismo: ¿Qué estás haciendo con tu vida si no estás persiguiendo lo que te apasiona?

Es hora de abrazar nuestras pasiones y vivir una vida que verdaderamente nos llene de alegría y propósito. Al final del día, no se trata solo de sobrevivir, sino de prosperar y vivir una vida que amemos. ¡Así que sigue tu pasión, todos los días de la semana!

No hace falta ser una celebridad para ser inolvidable.

Vivimos en una era digital en la que las redes sociales han adquirido una importancia sin precedentes. La medida del éxito y la influencia parece estar vinculada al número de seguidores, «me gusta» y comentarios que recibimos. Sin embargo, en nuestra búsqueda de reconocimiento y validación en el mundo virtual, podemos olvidar lo que realmente significa ser inolvidable para alguien en el mundo real.

Ser inolvidable es un acto de humanidad, de conexión genuina y de pequeños gestos que dejan una huella indeleble en el corazón de otra persona.

La trampa de los números

En la era de las redes sociales, estamos constantemente bombardeados con imágenes de personas que parecen tener vidas perfectas y exitosas. Las cuentas con miles o incluso millones de seguidores son vistas como símbolos de influencia y relevancia. Sin embargo, esta percepción es engañosa.

Los seguidores en las redes sociales no necesariamente se traducen en conexiones genuinas o en una influencia significativa. Muchos de estos seguidores pueden ser desconocidos que nunca interactúan personalmente con el creador de contenido. Además, el algoritmo de las redes sociales favorece el contenido que genera más interacción, no necesariamente el contenido que tiene un impacto profundo o significativo.

La fama en las redes sociales a menudo se basa en la superficialidad. Publicar fotos con gurús de la autoayuda, asistir a eventos populares y retransmitir en directo nuestras actividades más emocionantes puede generar muchos «me gusta», pero no necesariamente deja una impresión duradera en las personas. La fama digital puede ser efímera y fácilmente olvidable, especialmente si no está respaldada por acciones genuinas y significativas.

La verdadera esencia de ser inolvidable

Ser inolvidable para una persona no requiere una audiencia masiva ni una presencia en las redes sociales. A menudo, son los pequeños gestos de amabilidad y atención los que dejan una impresión duradera. Ayudar a alguien cuando se le ha caído la comida del supermercado, visitar a un amigo que está teniendo un mal día o sorprender a alguien que te importa sin razón aparente son actos que realmente importan.

Estos gestos no necesitan ser grandiosos ni con un alto coste económico. La autenticidad y la intención detrás de ellos es lo que realmente los hace especiales. Cuando mostramos empatía y nos tomamos el tiempo para apoyar a los demás, creamos conexiones profundas que van más allá de cualquier interacción digital.

En un mundo donde la comunicación está dominada por frases motivacionales y publicaciones en redes sociales, la presencia física y la escucha activa se han vuelto más valiosas que nunca. Estar presente para alguien, ya sea en momentos de alegría o de tristeza, y escuchar genuinamente sus preocupaciones y alegrías, es una forma poderosa de demostrar que te importa.

La capacidad de escuchar sin juzgar, de ofrecer un hombro sobre el que llorar o simplemente de compartir un momento de risa, crea un vínculo que es difícil de olvidar. Estas experiencias compartidas son las que realmente dejan una huella en el corazón de las personas.

El deseo de controlar y dominar

En nuestra sociedad actual, a menudo confundimos la influencia con la capacidad de controlar o dominar a los demás. Queremos que nuestras opiniones sean escuchadas y que nuestras acciones sean reconocidas, a menudo a expensas de las verdaderas necesidades y sentimientos de los demás. Este enfoque puede llevar a relaciones superficiales y a una sensación de vacío.

Manipular a las personas para que nos vean de cierta manera o para que hagan lo que queremos no crea una conexión auténtica. Las personas pueden sentirse utilizadas y, eventualmente, se distanciarán. Este tipo de comportamiento no nos hace inolvidables; nos hace temporales en sus vidas.

La verdad como clave de la conexión

Ser uno mismo y genuino es la clave para ser verdaderamente inolvidable. Esto significa ser honesto sobre quién eres, mostrar vulnerabilidad y estar dispuesto a ser abierto y sincero en tus relaciones. La autenticidad crea una base de confianza y respeto que es esencial para cualquier conexión duradera.

Cuando actuamos con autenticidad, las personas pueden ver nuestras verdaderas intenciones y sentir nuestra sinceridad. Esto no solo fortalece nuestras relaciones, sino que también nos permite influir de manera positiva y significativa en la vida de los demás.

El egoísmo disfrazado de ayuda

En una sociedad donde la autoayuda y el desarrollo personal son industrias en auge, a menudo confundimos la verdadera ayuda con la satisfacción de nuestros propios intereses. Ayudar a alguien solo porque esperamos algo a cambio, ya sea reconocimiento, gratitud o algún tipo de beneficio personal, no es un acto genuino de bondad.

El egoísmo disfrazado de ayuda puede ser perjudicial tanto para la persona que lo practica como para la que lo recibe. Cuando nuestras acciones están motivadas por intereses egoístas, no podemos crear conexiones genuinas ni ser realmente inolvidables para los demás.

La importancia de la verdadera empatía

La verdadera empatía implica ponerse en el lugar de la otra persona y actuar desde un lugar de comprensión y compasión genuina. Esto significa ofrecer nuestra ayuda sin esperar nada a cambio y estar dispuestos a apoyar a los demás en sus momentos de necesidad.

La empatía verdadera es lo que nos hace inolvidables. Cuando las personas sienten que realmente nos importan, que estamos dispuestos a escuchar y a ayudar sin condiciones, crean recuerdos y experiencias que permanecen con ellos para siempre.

Ejemplos de actos inolvidables

A lo largo de la historia y en nuestra vida cotidiana, podemos encontrar innumerables ejemplos de actos que han dejado una impresión duradera en las personas. Estas historias no siempre implican grandes gestos o acciones heroicas, sino pequeños momentos de conexión y humanidad.

  1. El amigo en necesidad: Una mujer recuerda cómo, durante un momento de crisis personal, un amigo cercano dejó todo lo que estaba haciendo para estar con ella. No dijo mucho, pero su presencia y disposición a escuchar hicieron toda la diferencia. Este acto de bondad le demostró que no estaba sola y dejó una huella imborrable en su corazón.
  2. El extraño amable: Un hombre cuenta cómo un día, al salir del supermercado, se le cayó una bolsa y todos sus artículos se esparcieron por el suelo. Mientras luchaba por recogerlos, una desconocida se acercó, le sonrió y le ayudó a recoger todo. Este simple acto de amabilidad le recordó la bondad de los desconocidos y lo marcó profundamente.
  3. La sorpresa inesperada: Un joven recuerda cómo, durante un período estresante en la universidad, su hermana menor viajó horas solo para visitarlo y animarlo. No había una ocasión especial, solo el deseo de mostrar su apoyo y amor. Este gesto inesperado lo hizo sentir valorado y amado, algo que nunca olvidará.

Estas historias muestran cómo los actos de bondad y la conexión humana pueden superar cualquier influencia digital. Las redes sociales pueden proporcionar una plataforma para compartir momentos y experiencias, pero es en la vida real donde se forman las conexiones más profundas y duraderas.

Los seguidores y los «me gusta» no pueden reemplazar la calidez de una sonrisa, el consuelo de un abrazo o la comprensión de una conversación sincera. Estos actos de humanidad y empatía son los que realmente nos hacen inolvidables.

Cómo cultivar la inolvidabilidad en tu vida diaria

Practicar la atención plena

La atención plena, o mindfulness, es una práctica que nos ayuda a estar presentes en el momento y a conectar con nuestras experiencias y emociones de manera más profunda. Al practicar la atención plena, podemos ser más conscientes de las necesidades y sentimientos de los demás, lo que nos permite actuar con más empatía y compasión.

Ser proactivo en tus relaciones

Ser inolvidable implica ser proactivo en nuestras relaciones. Esto significa tomar la iniciativa para conectar con los demás, ofrecer nuestra ayuda cuando vemos que alguien la necesita y hacer un esfuerzo consciente por mantener y fortalecer nuestras conexiones.

Mostrar gratitud y aprecio

Mostrar gratitud y aprecio es una forma poderosa de fortalecer nuestras relaciones y de ser inolvidable. Agradecer a las personas por su presencia y sus acciones, y expresar nuestro aprecio de manera sincera, puede crear una conexión emocional profunda que deja una impresión duradera.

Actuar con integridad y autenticidad

La integridad y la autenticidad son fundamentales para ser inolvidable. Actuar de acuerdo con nuestros valores y ser sinceros en nuestras interacciones crea confianza y respeto, que son esenciales para cualquier relación significativa.

En un mundo dominado por las redes sociales y la búsqueda de influencia digital, es importante recordar que ser inolvidable para una persona no tiene nada que ver con el número de seguidores o los «me gusta» que obtenemos. Los actos de bondad, la empatía genuina y las conexiones auténticas son lo que realmente dejan una huella duradera en los corazones de las personas.

Ser inolvidable implica estar presente, escuchar, apoyar y actuar con autenticidad. En lugar de buscar la validación en el mundo virtual, deberíamos centrarnos en las conexiones reales y significativas que podemos crear en nuestras vidas diarias. Al hacerlo, no solo seremos inolvidables para los demás, sino que también encontraremos un mayor sentido de propósito y satisfacción en nuestras propias vidas.

Es momento de reevaluar nuestras prioridades y de enfocarnos en lo que realmente importa.

La próxima vez que te sientas tentado a medir tu valor por tus seguidores en redes sociales, recuerda que ser inolvidable no se trata de la cantidad de personas que te conocen, sino de la calidad de las conexiones que creas y del impacto positivo que tienes en la vida de los demás.

La única noticia que no quieres escuchar…

Aunque lo sabes nunca quieres oírlo.

Aunque lo sabes siempre tienes la esperanza que nunca se haga realidad.

Aunque lo sabes, siempre tienes la ilusión de que nunca llegue la noticia.

Pero por mucha ilusión le pongas, si tiene que ser, así será.

Ya puedes gritar, ya puedes enfadarte con el mundo , llorar, lo que quieras, pero la noticia que sabías que un día llegaría y querías que nunca fuera así, ha llegado.

Lo que es, es.

Parece que aunque sabemos que cierta noticia puede hacerse realidad, tenemos la esperanza que no ocurra. De un día para otro, creemos en los milagros. Creemos que a nosotros no nos tocará. Como los niños pequeños, creemos que tapándonos debajo de la manta, el «coco» no nos encontrará.

Pero da igual, la noticia ha llegado y no es una mentira.

¿Qué ocurre durante el tiempo entre que sabemos que puede haber esa noticia y se hace realidad? Que nos intentamos «proteger». Pensamos que no ocurrirá, que será una pesadilla y que hemos tenido un mal sueño. Pensamos que «alguien» allá arriba o dónde sea, nos ayudará y que la noticia no nos encontrará. Nos estamos auto engañando.

Nos engañamos pensando que tenemos el poder de cambiar el rumbo de la vida y todo porqué somos nosotros. A nosotros no nos puede tocar una noticia así, no nos lo merecemos, no sabemos qué hemos hecho mal para recibir esa noticia…. Pero nos llega.

En vez de engañarnos pensando que tenemos más poder que cualquier persona o ente en el mundo estamos perdiendo un tiempo muy precioso, el tiempo de la vida.

El tiempo de la vida que nos dice que para vivir hay que aceptar. Aceptar que la noticia puede llegar y que hay asimilarlo, aceptarlo y transformar ese proceso en algo, valioso, ya que tarde o temprano, quieras o no, lo pasarás. Y quizá sea de una forma peor su transito si no lo quieres aceptar.

El tiempo que la vida te da es para que lo disfrutes. Podrás pensar que es mucho, que es poco, pero ¿para qué está la vida? Un momento puede ser recordado toda la vida y no por ser un espacio de tiempo largo va a ser más recordado.

Sabemos que puede venir una noticia, pues preparémonos.

Aceptemos lo que puede ocurrir y si no ocurre, pues mejor, pero ya has hecho un trabajo que tarde o temprano vas a tener que recorrer.

Pero sobre todo esa noticia te dice una cosa que no queremos darnos cuenta y que hay que tener presente, todos los días de nuestra vida:

HOY ESTAMOS AQUÍ Y ¿MAÑANA? QUIEN SABE.

Mañana no lo sabes, por mucho que tengas una agenda apretada en los próximos meses, lo siento, si mañana es el día, por mucho que hayas planificado, por mucho que te pilla mal, lo siento, es el día. Y mientras, ¿Qué has hecho? Seguir lo establecido, lo que esperaban de ti y todo porqué querías ser querido por los demás.

¿Y tú te quieres? ¿Estás haciendo lo que sientes que tienes que hacer por los demás o por ti?

No nos quejemos de la educación, del gobierno o de la crisis de turno, tenemos que tener tatuado en nuestras mentes o donde te de la gana, a lo que hemos venido a este mundo:

A VIVIR.

¿El trabajo? es una consecuencia de vivir

¿Los amigos? son una consecuencia de vivir.

¿Los éxitos? son una consecuencia de vivir.

¿Los Noes? son consecuencia de vivir.

Hacemos mal, primero vamos a las consecuencias de vivir y nos olvidamos de lo importante, de a lo que hemos venido aquí a Vivir.

No sabemos VIVIR y cuando queremos exprimir la vida, es cuando recibimos la noticia que el billete de ida está llegando a nuestro correo electrónico.

Se habla mucho de una vida con propósito. Nos volvemos locos buscando el por qué hemos venido aquí. Y mientras tanto nos olvidamos de vivir. De ver una exposición, de sentir un abrazo, de decir un te quiero o hacer lo que sentimos.

Es la vida, el vivir la que nos presentará el porqué hemos venido aquí. Y aunque te lo presente, sigue viviendo, porqué el propósito al que has venido aquí es aprender, a vivir, a experimentar, a dudar, a saltar… y los demás es pura consecuencia.

Quieras o no, llegará esa noticia que nunca hubieras querido escuchar. Es una muestra que nos seguimos creyendo inmortales, cuando somos los seres más mortales de la faz de la tierra.

Cuando recibas esa noticia, para, echa la vista atrás y si has sentido que has vivido todo lo que tenías que vivir, te irás en paz y con una sonrisa en los labios.

Vivamos que es a lo que hemos venido al mundo, A VIVIR.

La Sociedad de los Gurús.

En los últimos años, hemos sido testigos de un fenómeno en auge: la proliferación de gurús en el ámbito del desarrollo personal y empresarial .

Estamos en la Era de la Sociedad de los Gurús.

Ya sea en redes sociales, libros, conferencias, podcast, congresos «gratuitos» , blogs en formato revistas digitales o seminarios de 4 horas te puedes encontrar a una diversidad de «expertos» que nos llevarán al nivel máximo de éxito que te puedas imaginar. Ves un sitio y ya has visto lo que se cuece. Parece que en todas partes nos encontramos con las mismas caras y las mismas ideas repetidas una y otra vez. El tiempo pasa y más en estos momentos de transformación e incertidumbre, pero siempre ves las mismas formulas, las mismas caras, los mismos comentarios. Pero eso si, hay que ser innovadores, transgresores pero repitiendo siempre el mismo mantra, las mismas consignas.

La saturación de este mercado, algo que ya lleva ocurriendo mucho tiempo pero aún así no queremos verbalizarlo, no vaya a ser, que el gurú ya no me hable, me ha llevado a reflexionar sobre el impacto que esto tiene en nuestra búsqueda de crecimiento personal, en todos los aspectos de nuestra vida y, lo que es más importante, cómo podemos salir de esta sociedad de los gurús y cultivar un pensamiento crítico propio.

No me avergüenzo reconocer que he estado rodeado de gurús y de GURÚS. Gracias a la sección de entrevistas, eventos organizados y demás conversaciones he conocido a muchos de los expertos que hay en el mundo del desarrollo personal y empresarial. Y los divido en dos. Comienzas conociéndolos como los GURUS. Esas personas que han escrito algún librito, que tiene muchos seguidores en redes sociales (número de seguidores que lleva años sin aumentar) o por salir en medios de comunicación , ha creado un nombre. Con el paso del tiempo te das cuenta, lo «infantil» que eres. Cuando los conoces, te sientes igual que cuando eras niño y te sentaban en las piernas de Papa Noel para decirle todo lo que querías para Navidad. Estas nervioso, estás con ganas de hacerte una foto y que todo el mundo vea que lo conoces. ¿Por qué vas a dudar de esa persona? ¿Por qué vas a pensar que en realidad está vendiendo humo o que no cree en lo que repite como una cacatúa? Piensas que todo lo que dice es verdad , que te acompañará hasta «el infinito y más allá» de tu felicidad y éxito. ¿Pero cómo los pasas de GURÚ a gurú? Con el paso del tiempo y el dudar siempre de primeras lo que dicen.

Cuando empiezas a leer más allá de lo que dicen ellos, cuando empiezas a descubrir que lo que dicen y hacen es totalmente diferente, te «recomiendan» que los etiquetes en sus fotos pero ellos no lo hacen en las suyas o cuando les dices lo que piensas porqué es lo que te han pedido que hagas, no les gusta la respuesta y dejan de hablarte…. Te das cuenta que la diferencia entre un tipo de gurú y otro, es la humildad.

A unos les importa el ego y no ayudar los demás. A los otros les importa ayudar a los demás y no sus redes sociales. Cuando «rascas» en una persona y te das cuenta que lo que aparenta ser, no es, lo mejor es salir corriendo de ahí.

Desde luego que en los momentos que llevamos viviendo es imprescindible buscar ayuda si te sientes perdido. Y es lo que yo hice. Buscarme en los demás, cuando lo que tenía que haber hecho e hice tiempo después fue buscarme dentro de mí.

El ser humano solo aprende a base de «palos» y solo así aprendemos.

Ya puedes decirle a una persona que no vaya a una conferencia que es un timo, que irá. No le digas que ese libro te has leído es un remix de otros libros que se ha leído o que no vaya a tal cosa…si está «obnubilada» con ir , con esa persona, con esa filosofía por mucho que en el fondo no es lo que es, lo hará. Luego eso de reconocerte que tenías razón, no lo esperes.

Pero en medio de esta marabunta de información, eventos, libros…hay que saber elegir antes que las consecuencias sean demasiado serias para tu salud. ¿Por qué? Detrás de las imágenes brillantes y los mensajes motivadores, de libros que nos hablan que haremos «magia» con nuestra marca con solo leerlo, a menudo encontramos una falta de profundidad y originalidad. ¿No te ha pasado con un grupo de música que tras oír dos discos suyos, ya todos te parecen igual? Pues lo mismo pasa con algunos de los gurús, leído una cosa suya, leídas todas e incluidas sus conferencias. Pero aún así las compramos, porque, ¿Cómo no vamos a tener lo último de nuestro gurú?.

Nos enfrentamos a un mar de superficialidad disfrazada de sabiduría espiritual venida del más allá gracias a una inspiración en forma de sueño , donde el contenido se vuelve homogéneo y carente de sustancia. Dónde unos quieren avanzar pero no quieren que les «remueva» mucho y dónde otros solo «estiran el chicle» que les dio éxito años atrás, ¿Por qué para que pensar otra cosa nueva?, ¿Para qué crear algo nuevo y que se me acabe el chollo?. Así que mientras unos solo repiten lo mismo de siempre, porqué no quieren esforzarse más, dar cosas nuevas a sus seguidores, los otros quieren avanzar con fórmulas «fáciles» en las que no tengan que sudar y eslóganes prefabricados.

La felicidad no es algo de consecución simple.

Una marca personal no puede alcanzar su máximo pico tras un curso de 4 horas exprés.

Ni puedo ser ya creativo ni curar el duelo, con solo leer un artículo del psicólogo del momento que solo te dice que confíes en ti y te lances.

Vivimos en una sociedad que quiere todo para antes de ayer y gracias a eso, nos «comemos» todo lo que nos dicen los expertos. Solo pedimos que nos enseñen la felicidad absoluta, el éxito máximo, ser una marca de más éxito que Rosalía y si puede ser sin salir de casa y sin sudar, ¿DÓNDE HAY QUE FIRMAR?

Desde luego que no te estoy diciendo que dejes de leer a ese gurú si te hace bien de verdad. De todo tiene que haber en la viña del señor. Pero que nos intenten manipular en nombre de nuestra felicidad, NO. Pero si sientes que te está «cansando», que te huele «raro» lo que dice o es una copia barata de algún speaker de más allá del Océano Atlántico, tu mente ya ha tildado a esa persona de Gurú a gurú.

¿Y qué hay que hacer en estos casos?

El primer paso es desarrollar un pensamiento crítico agudo. Esto implica cuestionar activamente las afirmaciones que nos presentan los gurús y examinarlas desde diferentes perspectivas. ¿No hacías caso omiso de los consejos de tus padres y hasta que no te la pegabas no te dabas cuenta que tenían razón? Pues aquí igual. No aceptes ciegamente lo que te dicen, lo que dicen en sus redes sociales, incluso si suena reconfortante o inspirador. Interroga las suposiciones subyacentes, investiga las fuentes y evalúa la evidencia detrás de sus afirmaciones. Y ya si tienes la oportunidad de preguntarles en persona por alguna duda , te darás cuenta cómo se ponen nerviosos. Si es así, has dado en el blanco.

Además, es fundamental diversificar tus fuentes de conocimiento. Se curioso, lee libros de lo que te apasione pero no solo los que están acorde a tus creencias, sino aquellos que te tensan ya que no dicen lo que crees tú. Es la única manera de avanzar, con una mente abierta y oyendo todas las opiniones. Es la única manera de crear tu opinión, una opinión formada. No te limites a seguir a los mismos gurús de siempre o consumir el contenido de las mismas personas una y otra vez. Amplía tus horizontes buscando voces diversas y puntos de vista alternativos. La sabiduría no se encuentra en una sola fuente, sino en la síntesis de múltiples perspectivas y experiencias. Y además te aseguro que tu creatividad te lo agradecerá.

Otro aspecto crucial es mantener un sentido de autenticidad y discernimiento personal. No te compares constantemente con las imágenes idealizadas que proyectan los gurús en las redes sociales. La gente quiere de verdad, no a personas que hablen igual que el gurú, que repitan sus mismos gestos o que se vistan igual. Recuerda que todos somos seres humanos imperfectos, y el verdadero crecimiento personal viene de abrazar nuestras propias fortalezas y debilidades, en lugar de aspirar a ser como alguien más. Tu talento no está en ser igual que… TU TALENTO ESTÁ EN SER TÚ, con lo bueno y con lo malo que integras.

Además, es esencial no perder de vista la acción práctica. El desarrollo personal no se trata solo de consumir información, sino de aplicarla en nuestra vida diaria. No se trata de ir al evento de tu ciudad con el gurú de turno, hacerte las fotos con las mismas personas que van siempre a los mismos eventos y si tienes la oportunidad de ir al camerino y saludar al ponente, con el speaker para que todos vean que eres «molón». En lugar de obsesionarte con acumular conocimientos, fotos, números de teléfono y seguidores en redes sociales o seguir a ciegas los consejos de los gurús, enfócate en tomar acciones concretas que te acerquen a tus metas y valores personales. ¿Por qué no puedes poner en cuestión lo que dice el gurú si está en contra de tus valores? ¿Por qué no puedes decirlo? Si sientes que no puedes decirlo, es que estás en una dictadura y eso es malo.

Te aseguro que la sociedad de los gurús puede ser tentadora y seductora, pero también puede ser peligrosamente limitante si nos dejamos atrapar por su influencia.

Cultivar un pensamiento crítico sólido, diversificar nuestras fuentes de conocimiento, mantener nuestra autenticidad y tomar acciones concretas son pasos cruciales te llevará a salir de esta trampa y encontrar nuestro propio camino hacia el crecimiento personal genuino.

Pero tú mismo.

Nos conformamos con migajas

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Vivimos en una era en la que nos dicen que tenemos que luchar por todo… Por un trabajo mejor, por una relación de pareja excelente, por llegar a lo máximo…¿Y con qué nos quedamos?

CON MIGAJAS.

Desde que tenemos uso de razón nos encontramos constantemente buscando la plenitud en cada rincón: en el amor, en el trabajo, en las relaciones y más allá. Nos sentimos con el derecho y, en cierto modo, el deber de aspirar a todo, de tenerlo todo a nuestra disposición. ¿Cuál es el motivo? Porqué nos han dicho que si no alcanzamos el máximo nivel de éxito en todos los niveles de la vida, seremos unos fracasados. ¿Y quién quiere estar con un fracasado? NADIE.

Sin embargo, a menudo nos vemos aceptando migajas, conformándonos con una porción mínima de lo que realmente merecemos y creemos merecer.

Es una paradoja intrigante que me tiene cautivado.

Queremos la barra completa, pero en el proceso, nos resignamos a aceptar migajas.

En el ámbito laboral, por ejemplo, podemos estar dispuestos a sacrificar nuestros sueños y ambiciones, aceptando roles que apenas rozan la superficie de nuestro potencial. ¿Por qué? Para ser aceptados, para no ser etiquetados como egoístas o ambiciosos, para encajar en las expectativas de los demás, para tener un sueldo y luego cuando decimos que nos merecemos más ya que sabemos lo que valemos pero no damos un paso al frente tomando medidas en el asunto, no vaya a irse la seguridad que hemos conseguido.

Entonces, ¿En qué quedamos? ¿Sabes lo que vales pero no haces nada al respecto? Es un quiero pero no puedo.

En el amor, a veces nos conformamos con las migajas emocionales, aceptando relaciones que nos brindan solo una fracción de la felicidad que merecemos. Conozco algunas relaciones que siguen estando juntos a pesar de que saben que es una relación que no tiene futuro y que saben que se merecen más. ¿Pero por qué no dan un paso al frente? Porqué tienen miedo que a cierta edad no encuentren lo que creen que se merecen, que los demás les digan que se van » a quedar para vestir santos» o cualquier otro prejuicio que tiene la sociedad respecto a la soltería. Es decir es mejor la infelicidad que estar en paz con uno mismo.

En nuestras interacciones sociales, a menudo reducimos nuestras aspiraciones y deseos para no ser vistos como demasiado audaces o disruptivos. Nos callamos los sueños que tenemos, las propuestas que nos han hecho, los libros que queremos leer… y todo porqué tenemos miedo a quedarnos sin amigos porqué piensen que estamos locos o somos unos raros. Primero haz lo que sientes y segundo, sí es así, ellos no son tus amigos, te lo aseguro.

Como estamos viendo, aceptar migajas de los demás es un reflejo de una autoimagen limitada, de la creencia errónea de que no merecemos más, que es el tope a dónde hemos llegado y que tenemos que conformarnos con lo que hay. Y todo porqué así cumplimos los cánones de los demás. ¿Y quién satisface los nuestros? SOLO TÚ DEBERÍAS SATISFACERTELOS.

Es vital comprender que aceptar migajas no solo es un acto de conformismo, sino también una negación de nuestra propia valía, negar ese talento que sabemos que tenemos y que nos hace tan felices cuando lo desarrollamos o que somos más felices cuando estamos con esos amigos «ocultos» que comparten las mismas pasiones que nosotros . Al conformarnos con lo mínimo, estamos enviando un mensaje al mundo y a nosotros mismos de que no merecemos más, que nos conformamos con lo que tenemos y que los sueños que anhelamos, si algún día los hacemos realidad, será cuando nos demos cuenta que la vida es «aquí y ahora» y lo demás no importa . La aceptación de migajas se convierte en un acto de auto boicot, en el cual renunciamos a nuestras aspiraciones y sueños por miedo al juicio ajeno. Y lo único que tienes que hacer, es respetar las opiniones de los demás pero solo unas pocas te tienen que importar. Y aún así hacer lo que sientes tú, no lo que te digan los demás porqué está de moda o el qué dirán.

La verdad es que merecemos la barra completa del pan en todos los aspectos de la vida. Debemos desafiar la idea de conformarnos con menos de lo que merecemos y aspirar a la totalidad de nuestras metas y deseos. No se trata de ser egoístas o ambiciosos en exceso, sino de reconocer nuestro propio valor y tener la valentía de perseguir lo que realmente anhelamos.

Luego quizá no lo consigas pero «saborear» el proceso de ir hacia lo que uno siente y quiere, te aseguro que está para «chuparse los dedos».

Imagínate a ti mismo disfrutando de la barra completa del pan en tu carrera, en tus relaciones y en todas las áreas de tu vida. No te conformes con las migajas por temor al rechazo o al juicio. Al abrazar tus sueños con determinación, te posicionas para una vida más plena y satisfactoria.

Entonces, la próxima vez que te veas tentado a aceptar migajas, recuerda que mereces la totalidad de la barra del pan y ve a por ello.

Digan lo que digan los demás…

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Hablamos mucho de que somos individuales, que hacemos las cosas de manera diferente, que ofrecemos un valor incalculable,…. hablamos mucho de la autenticidad y la originalidad, pero si fuéramos sinceros, en el fondo, sabemos que estamos copiando lo que hacen los demás o siguiendo las tendencias del momento. Y ¿Dónde queda la autenticidad? ¿Qué hay de la originalidad? .

Sin embargo, en ocasiones, seguir la corriente y hacer lo que todos hacen puede limitar nuestro crecimiento personal y profesional. Creemos que somos diferentes por seguir una moda, una tendencia que siguen 100.000 personas, pero con nosotros no, nosotros somos diferentes al resto… Cada día que estudio más al ser humano a través de las redes sociales, con conversaciones, leyendo libros, creo firmemente que es imprescindible hacer lo contrario a lo que hacen los demás. Además es que es una fisolofía de vida, la de la autenticidad, la de la coherencia, que te lleva a una vida más plena y satisfactoria que los demás.

¿Y qué provoca una vida asi?

  1. Fomenta la creatividad y la innovación:

Cuando optamos por hacer lo contrario a lo que hace la mayoría, nos desafiamos a nosotros mismos a pensar de manera diferente y a buscar soluciones únicas. Sabemos que hacer lo mismo que hacen los demás, nos va a llevar a la mediocridad, a no conseguir resultados diferentes a los que puedan conseguir otros y que la gente con un poco de pensamiento critico, al vernos nos diga «Lo mismo de siempre». La creatividad florece cuando nos alejamos de las convenciones establecidas y exploramos nuevos enfoques. Cuando vamos un paso más allá de lo que hacen los demás. Al ser ellos mismos, al ser catalogados como originales por los demás, estamos innovando en un mundo en el que se sale de lo normal, es considerado como diferente. ¿Qué hace todo ello? Siempre marcar la diferencia.

  1. Permite descubrir nuevos caminos:

Siguiendo el camino trillado, es fácil perderse entre la multitud y pasar desapercibido. Otro más que hace lo que está de moda, otro más que dice lo mismo que los demás…y tú mientras tanto pensando que eres diferente a los demás porqué sigues una moda diferente… Solo estás siguiendo un método que provoca un mismo resultado en todos los que la siguen. Sin embargo, al hacer lo contrario a lo que hacen los demás, nos abrimos a la posibilidad de descubrir nuevos caminos y oportunidades. De ver aquello que a los demás les da miedo observar, de descubrir, de aprender muchas más cosas que los demás nunca se podrán imaginar…Al desafiar las normas y las expectativas sociales, podemos encontrar nuestro propio propósito ( y no el que esperan los demás para nosotros por tradición o beneficio propio ) y seguir un camino que se alinee con nuestros valores y pasiones.

  1. Fomenta el crecimiento personal:

Cuando elegimos hacer lo contrario a lo que hacen los demás, nos enfrentamos a desafíos y experiencias que nos ayudan a crecer y desarrollarnos como individuos. Sabes que 1+1=2, pero cuando intentas descubrir y vivir la respuesta a una pregunta a la que nadie tiene respuesta, siempre crecerás. La incertidumbre enseña, la mediocridad mata la curiosidad. Al salir de nuestra zona de confort y buscar nuevas perspectivas, adquirimos habilidades y conocimientos que de otra manera podríamos haber pasado por alto. Descubrimos de lo que somos capaces y nos sorprendemos a nosotros mismos. Esta búsqueda constante de crecimiento personal nos permite alcanzar un mayor potencial y vivir una vida más plena, enriquecedora y curiosa.

  1. Promueve la autenticidad:

En una sociedad donde la presión por encajar es alta, hacer lo contrario a lo que hacen los demás nos permite ser auténticos y mostrar nuestra verdadera esencia. A algunos les molestarás, a otros, te amaran. Y los que te odien, da gracias porqué te enseñan a avanzar hacia tu felicidad. Al liberarnos de la necesidad de ser aceptados por todos, podemos vivir de acuerdo con nuestras propias convicciones y valores. Duermes en paz y ese es el mejor ansiolítico que uno se puede tomar para dormir. Ser auténtico no solo nos brinda una mayor satisfacción personal, sino que también inspira a otros a hacer lo mismo y crea un entorno más inclusivo y diverso.

  1. Estimula el pensamiento crítico:

Hacer lo contrario a lo que hacen los demás nos obliga a cuestionar las normas y los paradigmas establecidos. A desarrollar nuestra creatividad y con ello, a innovar. Esto nos ayuda a desarrollar habilidades de pensamiento crítico ( del que tanto se habla pero en realidad, poco se quiere) y a tomar decisiones fundamentadas en lugar de simplemente seguir la corriente. Al cuestionar el status quo, podemos desafiar las injusticias y las desigualdades, abriendo el camino hacia un cambio positivo en nuestra sociedad.

En un mundo cada vez más homogéneo, hacer lo contrario a lo que hacen los demás se ha vuelto imprescindible para nuestro crecimiento y desarrollo tanto personal como profesional.

No temas ser diferente, pues solo así podrás marcar la diferencia y dejar tu huella en el mundo.

La mano que necesitamos para avanzar..

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SI A DIA DE HOY ME PREGUNTASEN MI DEFINICIÓN DE ÉXITO Y DE FELICIDAD, RESPONDERÍA LO MISMO: TENER LA POSIBILIDAD DE DESCUBRIR LOS LIMITES DE TU MENTE Y SUPERARLOS.

DESDE QUE NACEMOS, DEPENDEMOS DE OTROS. PERO EN LA MADUREZ, A PESAR DE NUESTRA EPOCA DE REBELDÍA, SIGUE PASANDO IGUAL. DEPENDEMOS DE LOS JEFES PARA QUE VAYA BIEN NUESTRA ESTANCIA EN LA EMPRESEA, DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN PARA ESTAR INFORMADOS , DE LLEVAR O NO UNA MARCA, DE IR O NO A UNA CONFERENCIA …. DEPENDEMOS DE MUCHAS COSAS PARA SEENTIRNOS REALIZADOS,  PARA DECIR A LOS 4 VIENTOS QUE SOMOS FELICES, PARA SENTIR QUE SOMOS PARTE IMPORTANTE DE LA SOCIEDAD.

¿PERO QUE ACABA OCURRIENDO? QUE LLEGA UN MOMENTO EN EL QUE NOS DAMOS CUENTA POR NOSOTROS MISMOS O POR AYUDA DE LA REALIDAD, QUE TODAS LAS COSAS QUE DEPENDIAMOS NO SERVÍAN DE NADA SINO TENÍAS TU CONCIENCIA CONSCIENTE. UNOS LO LLAMARAN SENTIDO COMUN, OTROS PENSAMIENTO CRITICO…PONLE EL NOMBRE QUE QUIERAS, PERO SI DICES QUE ERES ORIGINAL, AUTENTICO PERO SIN EMBARGO TU CONSCIENCIA ESTÁ CERRADA A TODO LO QUE TE RODEA Y NO PUEDES DOMINAR, OLVIDATE. PORQUÉ LUEGO NOS PASA LO QUE NOS PASA, QUE NO SABEMOS PORQUÉ NO AVANZAMOS SI HEMOS HECHO TAL CURSO, SI NOS HEMOS COMPRADO TAL MARCA DE ROPA O HEMOS HECHO LO QUE DECIA EL GURU DE TURNO.

CREEMOS QUE PENSAMOS POR NOSOTROS MISMOS, PERO NO ES ASÍ.

CREEMOS QUE CRAEMOS POR NUESTRA INSPIRACIÓN GENUINA, PERO ESTAMOS MUY EEQUIVOCADOS.

EN EL FONDO ESTAMOS SIGUIENDO LAS PAUTAS, QUE NOS REECOMIENDAN LOS DEMÁS.

CON EL PASO DEL TIEMPO, ME HE DADO CUENTA, QUE QUIEN HACE TODO ESO, NO LO DICE, LO DEMUESTRA CON SUS ACTOS. PERO ADEMÁS TIENE UNA VIDA MÁS EN PAZ CONSIGO MISMO, MÁS COHERENTE, MÁS CREATIVA Y UNA VIDA LLENA DE ÉXITOS… ¿Y ESO NO ES LO QUE QUEREMOS?

¿Y POR DÓNDE EMPEZAMOS? POR EL EQUIPO DE LITOMANCIA.

UN EQUIPO INTEGRADO POR GRANDES PROFESIONALES FOCALIZADOS EN EL SER HUMANO Y EN SU CONSCIENCIA A TRAVÉS DE LAS ÚLTIMAS HERRAMIENTAS Y FORMACIONES A TU DISPOSICIÓN.

LA EXPERIENCIA ME HA DICHO QUE UNO SOLO MUCHAS VECES PODEMOS LLEGAR A CAMBIAR Y CONSEGUIR RSEULTADOS. PERO ACOMPAÑADO, SIEMPRE LO CONSEGUIREMOS SI TENEMOS PROFESIONALES DE VERDAD OCUPADOS Y PREOCUPADOS EN TU BIENESTAR.

DURANTE MUCHO TIEMPO ME HAN AYUDADO A ABRIR MI CONSCIENCIA, AYUDANDO A SER MUCHO MÁS CREEATIVO, CONFIANZA EN MI MISMO Y SUPERAR BARRERAS QUE HASTA LA FECHA PENSABA QUE ERAN IMPOSIBLES.

MÁS QUE NUNCA QUEREMOS SER NOSOTROS MISMOS PERO ACABAMOS HACIENDO LO QUE HACEN LOS DEMÁS. PERO MÁS QUE NUNCA DEBEMOS DAR ESE PASO ADELANTE Y ABRIR NUESTRA CONSCIENCIA.

OS DEJO EL ENLACE DE LITOMANCIA PARA QUE OS PONGAIS EN CONTACTO CON ELLOS.  ADEMÁS TENGO EL HONOR DE DIRIGIR LAS FORMACIONES QUE EXPONEN , ASI QUE ¿A QUÉ ESPERAS? OS DEJO EL ENLACE A LAS FORMACIONES. QUE ESTOY IMPARTIENDO PARA ELLOS.

ADEMÁS ME ACABAN DE CONFIRMAR QUE TENÉIS PONIENDO Ra20, UN CÓDIGO DE DESCUENTO DEL 20% EN LOS SERVICIOS.

TE LANZO LA MANO QUE NECESITAS PARA TU CAMBIO, TE LANZO LA MANO PARA DESCUBRIR TU CONSCIENCIA Y EN DEFINITIVA, POR FIN DESCUBRIR QUIEN ERES TÚ.

Sabemos la teoría pero eso ya de la práctica…

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Es una realidad innegable: todos hemos experimentado en algún momento esa brecha entre lo que sabemos teóricamente y lo que somos capaces de llevar a la práctica. Esta discrepancia se hace evidente en diferentes ámbitos de nuestras vidas, ya sea en el trabajo, en la vida cotidiana o incluso en nuestras relaciones de amistad. Aunque tengamos conocimiento de cómo deberíamos actuar, por muchos libros que hayamos leído sobre autoayuda o felicidad, a menudo nos cuesta aplicar ese conocimiento de manera efectiva.

En el ámbito laboral, es común encontrar situaciones en las que las teorías de gestión, liderazgo o resolución de problemas parecen claras y lógicas. Sin embargo, cuando se trata de implementar esas teorías en situaciones reales, nos encontramos con dificultades. Por ejemplo, puede ser que sepamos cómo delegar tareas de manera eficiente, que hayamos hecho el último curso del gurú del momento, pero en la práctica nos cuesta confiar en los demás, desconfiamos de nosotros, lo que hemos aprendido no creemos en ello y solo nos interesa nuestro interés personal y acabamos asumiendo más trabajo del necesario. O tal vez sepamos cómo comunicarnos de manera efectiva, pero en situaciones de conflicto nos dejamos llevar por nuestras emociones, por nuestro ego y no logramos transmitir nuestro mensaje de forma clara y constructiva o no queremos transmitir lo que de los demás esperan.

Lo mismo ocurre en nuestra vida cotidiana. Todos hemos leído sobre la importancia de llevar una vida saludable, con una dieta equilibrada y ejercicio regular. Sabemos que debemos dormir lo suficiente y manejar el estrés de manera adecuada. Sin embargo, en la práctica, muchos de nosotros luchamos por seguir estas recomendaciones. Nos encontramos atrapados en hábitos poco saludables, con «placebos» para olvidarnos de nuestro problema y nos cuesta implementar los cambios necesarios para llevar una vida más equilibrada. ¿Realmente queremos hacer eso que nos habíamos propuestos? O ¿Era por seguir la moda?

Incluso en nuestras relaciones personales y amistades, la brecha entre la teoría y la práctica se hace evidente. Todos sabemos que la comunicación honesta y abierta es fundamental para mantener una amistad sólida. ¿Pero cuántas veces hemos mentido a nuestro «mejor amigo»? ¿Cuántas veces hemos dicho algo para no matar las ilusiones de nuestros amigos? Sin embargo, a menudo nos cuesta expresar nuestros sentimientos, a pesar que los consideramos nuestros mejores amigos y pensamientos de manera clara y directa. Si no lo haces con ellos, ¿Con quién eres de verdad? Podemos entender la importancia de establecer límites saludables en nuestras relaciones y desde luego que los recomiendo, pero nos encontramos luchando por decir «no» cuando es necesario o por expresar nuestras necesidades sin temor a ser rechazados.

Entonces, ¿por qué nos cuesta tanto poner en práctica lo que sabemos teóricamente? Hay varias razones para esto. En primer lugar, la teoría es más simple y estructurada que la realidad compleja y multifacética que encontramos en nuestra vida diaria. Las situaciones reales a menudo están llenas de matices y desafíos imprevistos que no se pueden anticipar en la teoría. Pero nunca lo utilices como una excusa para no ser tú.

Además, nuestras emociones y nuestra propia naturaleza humana pueden interferir con nuestra capacidad para actuar de acuerdo con lo que sabemos. El miedo al fracaso, la inseguridad, la comodidad de los viejos hábitos y la resistencia al cambio pueden sabotear nuestros intentos de llevar a la práctica lo que conocemos teóricamente. Pero aún así no son excusa, para no dar un paso adelante y mostrarte cómo eres, lo que te pasa.

Sin embargo, aunque nos cueste, es importante recordar que la práctica es fundamental para el crecimiento personal y profesional. La única manera de mejorar es enfrentar esos desafíos y trabajar en superar esa brecha entre el conocimiento teórico y la aplicación práctica.

Aquí hay algunas estrategias que pueden ayudarnos a cerrar esa brecha:

  1. La práctica deliberada: Enfócate en practicar habilidades específicas de manera intencional. Identifica áreas en las que sientas que hay una mayor discrepancia entre la teoría y la práctica y dedica tiempo y esfuerzo a practicar esas habilidades de manera consciente.
  2. La reflexión: Después de enfrentar una situación en la que te cueste aplicar lo que sabes, tómate un tiempo para reflexionar sobre lo que salió bien y lo que podrías mejorar. La reflexión te ayudará a aprender de la experiencia y a identificar posibles áreas de mejora.
  3. La paciencia y la autocompasión: No te castigues por no ser perfecto de inmediato. Cambiar nuestros comportamientos y hábitos lleva tiempo y esfuerzo. Sé amable contigo mismo y ten paciencia mientras trabajas en cerrar esa brecha.
  4. El apoyo y la retroalimentación: Busca el apoyo de otras personas que estén trabajando en el mismo objetivo. Comparte tus experiencias y busca su retroalimentación constructiva. A menudo, recibir perspectivas externas puede ayudarnos a identificar nuestras áreas ciegas y a encontrar nuevas formas de abordar los desafíos.

En conclusión, la brecha entre la teoría y la práctica es una realidad que muchos enfrentamos en diferentes áreas de nuestras vidas. Sin embargo, no debemos permitir que esta brecha nos desanime. Al final, es a través de la acción que verdaderamente incorporamos el conocimiento y nos convertimos en la versión más efectiva y auténtica de nosotros mismos.

La costumbre ensordece.

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La vida está llena de rutinas y hábitos que nos brindan comodidad, seguridad y una falsa estabilidad. Sin embargo, a menudo nos aferramos tanto a esas costumbres que nos vuelven sordos a las posibilidades y oportunidades que nos rodean. La rutina se convierte en un escudo que nos separa del mundo y nos impide experimentar y crecer como individuos. La rutina nos impide crecer y con ello, coarta nuestra creatividad. Esta inercia constante también puede afectar nuestras relaciones personales y alejarnos de las amistades más cercanas. Y no me vale la excusa: «Es que tengo una agenda apretada, los niños…» son excusas… Si quieres, puedes.

Cuando caemos en la trampa de la rutina, perdemos la capacidad de asombrarnos y de descubrir nuevas facetas de la vida, de descubrir nuevas personas, de nuevos pensamientos y sobre todo, de avanzar… Nuestro día a día se convierte en una serie de tareas automatizadas, en las que hacemos las cosas sin prestar atención real a lo que estamos experimentando, a lo que queremos de verdad o sentimos por nosotros mismos y no por exigencias de los demás. Nos levantamos, vamos al trabajo, cumplimos con nuestras responsabilidades y volvemos a casa sin detenernos a apreciar los detalles que nos rodean. El despertar se convierte en una repetición constante, y la vida pierde su brillo. Y luego nos preguntamos ¿Por qué no somos felices? Porqué no somos conscientes de lo que somos, qué estamos haciendo…

A medida que nos aferramos a nuestras costumbres, también corremos el riesgo de desconectar de nuestras amistades. Las relaciones personales requieren tiempo, atención y esfuerzo. Y no me vale la excusa: «Si es una relación de verdad entenderá que yo soy un dejado o que no tengo tiempo… «Que un simple mensaje, un simple hola estoy bien, a nadie le cuesta y más si luego ves su Instagram, ves que es su cumpleaños y no tienes la decencia ni siquiera de felicitarlo. Cuando nos dejamos llevar por la rutina, es fácil olvidar que nuestras amistades necesitan nutrirse y cultivarse. Nos volvemos distantes, predecibles y poco interesados en lo que nuestros amigos tienen para compartir. La falta de novedad en nuestras interacciones puede llevar al aburrimiento y al alejamiento gradual. Y no es porqué las relaciones crezcan, sino que es por tu dejadez.

Sin embargo, el mayor daño lo sufrimos nosotros mismos. La costumbre nos limita, nos encierra en una zona de confort que nos impide crecer y explorar nuevos horizontes. Nos apegamos a la seguridad de lo conocido y evitamos el riesgo de enfrentarnos a lo desconocido. Sin embargo luego queremos creatividad, innovación y que vean que somos una marca personal diferente. Solo quiere aparentar, pero nunca llegarás a ser. Pero es precisamente en esos momentos de incertidumbre donde podemos descubrir nuestras verdaderas fortalezas y capacidades. Al rechazar las oportunidades que se presentan, nos privamos de un crecimiento personal significativo.

Entonces, ¿cómo podemos romper este ciclo de rutina y redescubrir el valor de la novedad en nuestras vidas y amistades?

En primer lugar, debemos estar dispuestos a salir de nuestra zona de confort y probar cosas nuevas. Esto implica desafiar nuestros propios límites y buscar nuevas experiencias. Puede ser tan simple como tomar una ruta diferente para ir al trabajo, probar una actividad o hobby desconocido, o entablar conversaciones significativas con personas que normalmente no estaríamos dispuestos a conocer. Sin olvidarte de sorprender a los amigos que tienes hasta la fecha, rompe lo establecido, rompe la rutina.

También es esencial mantener una actitud de apertura y curiosidad. En lugar de dar por sentado el mundo que nos rodea, que una persona es así y que nunca cambiará,…debemos estar dispuestos a mirar con ojos frescos y descubrir la belleza y el potencial en cada momento. Esto implica practicar la atención plena y estar presentes en el aquí y ahora, QUÉ ES LO ÚNICO QUE TIENES.

Por último, es crucial recordar que las amistades requieren trabajo y dedicación. No debemos dar por sentado a aquellos que nos rodean, que siempre estarán para nosotros, que ante cualquier novedad nuestra siempre estarán ahí porqué lo valemos. Debemos invertir tiempo y esfuerzo en mantener conexiones significativas, escuchar atentamente, ser humildes y mostrar interés genuino en las vidas de nuestros amigos, no solo porqué tenemos que satisfacer un interés propio.

A continuación, te presento nueve medidas que pueden ayudarte a evitar que la costumbre te ensordezca y a redescubrir el encanto de la vida.

  1. Rompe la rutina Introduce cambios en tu rutina diaria. Puedes comenzar por hacer algo tan simple como tomar una ruta diferente para ir al trabajo, mandar un mensaje a un amigo que hace tiempo que no hablas con él y preguntarle cómo esta o realizar una actividad nueva al finalizar la jornada laboral. Romper con la monotonía despertará tu mente y estimulará tu creatividad en todos los aspectos de tu vida.
  2. Abraza la curiosidad: Cultiva una mentalidad curiosa y mantén tus sentidos alerta. Cuestiona las cosas que das por sentado, lo que dicen los medios de comunicación, lo que te dicen los demás y busca nuevas perspectivas. La curiosidad nos lleva a explorar, aprender y descubrir cosas nuevas, manteniéndonos activos y receptivos a las sorpresas de la vida.
  3. Prueba nuevas experiencias: Sal de tu zona de confort y atrévete a probar cosas nuevas. Como dicen las madres: ¿Cómo sabes que no te gusta algo si no lo has probado?. Ya sea un deporte, una actividad artística, conocer gente diferente o una cocina extraña para tu paladar, cada experiencia nueva ampliará tus horizontes y te brindará un enfoque fresco y emocionante.
  4. Cultiva las amistades: Las relaciones personales son fundamentales para nuestro bienestar emocional. Dedica tiempo y esfuerzo a cultivar tus amistades. ¿Crees que por qué tienes el teléfono de esa persona ya es tu amigo? Las cosas no son así. Organiza encuentros regulares con amigos, mandar videos, manda mensajes, comparte experiencias y escucha atentamente y de forma autentica sus historias y perspectivas. Mantén viva la chispa de la conexión humana. Las amistades como las plantas, hay que regarlas a menudo.
  5. Explora nuevos lugares: Viajar es una excelente manera de escapar de la rutina y explorar nuevos horizontes. Visita lugares que no conoces, seguro que hay lugares de tu ciudad que todavía son desconocidos para ti, sumérgete en diferentes culturas y atrévete a descubrir paisajes desconocidos. Cada viaje es una oportunidad para romper la monotonía y vivir experiencias enriquecedoras.
  6. Estimula tu mente: Mantén tu mente activa y en constante crecimiento. Lee libros de géneros diversos, de libros que hace tiempo pensarías que sería imposible que los leyeras, aprende un nuevo idioma, toma clases de baile o de música. Al ejercitar tu cerebro, mantendrás tu mente ágil y abierta a nuevas ideas y conocimientos.
  7. Practica la atención plena: La atención plena nos ayuda a estar presentes en el momento y a apreciar plenamente nuestras experiencias y no pensando en cómo te recibirá la parienta cuando llegues a casa mientras tu amigo te está diciendo que lo está pasando realmente mal. Dedica tiempo cada día para practicar la atención plena, ya sea a través de la meditación, la respiración consciente o simplemente prestando atención plena a tus acciones cotidianas.
  8. Desconéctate de la tecnología: Si bien la tecnología nos brinda muchas comodidades, también puede mantenernos atrapados en una rutina virtual. Dedica tiempo a desconectarte de las pantallas y conectarte con el mundo que te rodea. Déjate sorprender por la realidad y no por lo virtual. Disfruta de la naturaleza, ten conversaciones cara a cara y sumérgete en experiencias sin distracciones digitales. ¿Te atreves a no mirar el móvil mientras estás tomando café con ese amigo que hace tiempo no ves?
  9. Acepta los cambios: Aprende a abrazar los cambios en tu vida en lugar de resistirlos. Los cambios son inevitables y forman parte del crecimiento personal. Al estar dispuesto a adaptarte y fluir con las transformaciones, te abrirás a nuevas oportunidades y experiencias enriquecedoras.

Que la costumbre nunca te deje sordo. Te perderás sonidos increíbles y experiencias únicas.