La única noticia que no quieres escuchar…

Aunque lo sabes nunca quieres oírlo.

Aunque lo sabes siempre tienes la esperanza que nunca se haga realidad.

Aunque lo sabes, siempre tienes la ilusión de que nunca llegue la noticia.

Pero por mucha ilusión le pongas, si tiene que ser, así será.

Ya puedes gritar, ya puedes enfadarte con el mundo , llorar, lo que quieras, pero la noticia que sabías que un día llegaría y querías que nunca fuera así, ha llegado.

Lo que es, es.

Parece que aunque sabemos que cierta noticia puede hacerse realidad, tenemos la esperanza que no ocurra. De un día para otro, creemos en los milagros. Creemos que a nosotros no nos tocará. Como los niños pequeños, creemos que tapándonos debajo de la manta, el «coco» no nos encontrará.

Pero da igual, la noticia ha llegado y no es una mentira.

¿Qué ocurre durante el tiempo entre que sabemos que puede haber esa noticia y se hace realidad? Que nos intentamos «proteger». Pensamos que no ocurrirá, que será una pesadilla y que hemos tenido un mal sueño. Pensamos que «alguien» allá arriba o dónde sea, nos ayudará y que la noticia no nos encontrará. Nos estamos auto engañando.

Nos engañamos pensando que tenemos el poder de cambiar el rumbo de la vida y todo porqué somos nosotros. A nosotros no nos puede tocar una noticia así, no nos lo merecemos, no sabemos qué hemos hecho mal para recibir esa noticia…. Pero nos llega.

En vez de engañarnos pensando que tenemos más poder que cualquier persona o ente en el mundo estamos perdiendo un tiempo muy precioso, el tiempo de la vida.

El tiempo de la vida que nos dice que para vivir hay que aceptar. Aceptar que la noticia puede llegar y que hay asimilarlo, aceptarlo y transformar ese proceso en algo, valioso, ya que tarde o temprano, quieras o no, lo pasarás. Y quizá sea de una forma peor su transito si no lo quieres aceptar.

El tiempo que la vida te da es para que lo disfrutes. Podrás pensar que es mucho, que es poco, pero ¿para qué está la vida? Un momento puede ser recordado toda la vida y no por ser un espacio de tiempo largo va a ser más recordado.

Sabemos que puede venir una noticia, pues preparémonos.

Aceptemos lo que puede ocurrir y si no ocurre, pues mejor, pero ya has hecho un trabajo que tarde o temprano vas a tener que recorrer.

Pero sobre todo esa noticia te dice una cosa que no queremos darnos cuenta y que hay que tener presente, todos los días de nuestra vida:

HOY ESTAMOS AQUÍ Y ¿MAÑANA? QUIEN SABE.

Mañana no lo sabes, por mucho que tengas una agenda apretada en los próximos meses, lo siento, si mañana es el día, por mucho que hayas planificado, por mucho que te pilla mal, lo siento, es el día. Y mientras, ¿Qué has hecho? Seguir lo establecido, lo que esperaban de ti y todo porqué querías ser querido por los demás.

¿Y tú te quieres? ¿Estás haciendo lo que sientes que tienes que hacer por los demás o por ti?

No nos quejemos de la educación, del gobierno o de la crisis de turno, tenemos que tener tatuado en nuestras mentes o donde te de la gana, a lo que hemos venido a este mundo:

A VIVIR.

¿El trabajo? es una consecuencia de vivir

¿Los amigos? son una consecuencia de vivir.

¿Los éxitos? son una consecuencia de vivir.

¿Los Noes? son consecuencia de vivir.

Hacemos mal, primero vamos a las consecuencias de vivir y nos olvidamos de lo importante, de a lo que hemos venido aquí a Vivir.

No sabemos VIVIR y cuando queremos exprimir la vida, es cuando recibimos la noticia que el billete de ida está llegando a nuestro correo electrónico.

Se habla mucho de una vida con propósito. Nos volvemos locos buscando el por qué hemos venido aquí. Y mientras tanto nos olvidamos de vivir. De ver una exposición, de sentir un abrazo, de decir un te quiero o hacer lo que sentimos.

Es la vida, el vivir la que nos presentará el porqué hemos venido aquí. Y aunque te lo presente, sigue viviendo, porqué el propósito al que has venido aquí es aprender, a vivir, a experimentar, a dudar, a saltar… y los demás es pura consecuencia.

Quieras o no, llegará esa noticia que nunca hubieras querido escuchar. Es una muestra que nos seguimos creyendo inmortales, cuando somos los seres más mortales de la faz de la tierra.

Cuando recibas esa noticia, para, echa la vista atrás y si has sentido que has vivido todo lo que tenías que vivir, te irás en paz y con una sonrisa en los labios.

Vivamos que es a lo que hemos venido al mundo, A VIVIR.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.