¿Qué te dices a ti mismo?

“La persona más influenciable con la que hablaras todo el día eres tú.  Ten cuidado entonces con lo que te dices a ti mismo”, decía Zig Ziglar.

Todo el día nos estamos hablando a nosotros mismos, aunque no tengamos la boca abierta. Aunque hayas tenido un día en el que alguien te haya dicho: ¡Chico, que porque te vemos, que si no nos sabríamos que estuvieras aquí, no has dicho ni mu! .Seguro que tú habrás tenido un buen monologo contigo mismo.

Y ahora date cuenta, de que temas cuando hablas con los demás. El primer tema que sacas a relucir, es lo mal que estas en el trabajo, con tus familiares o con tu pareja, sobre tu falta de dinero o cariño, de los kilos que te sobran de cara al verano o les hablas de lo bien que te sientes en esos momentos, de lo feliz que eres por tal o cual circunstancia. Preguntante que es lo primero que sale de tu boca cuando hablas con los demás. Lo que dices a los demás es sobre los temas que mantienes el dialogo contigo mismo.

¿Te hablas en positivo o en negativo?

Pero por experiencia propia, la gran mayoría de nuestros problemas, tienen origen en estos diálogos que tenemos.  Porque a través de lo que nos decimos, es como las creencias se edifican en nosotros, como creamos nuestro mundo, como nos sentimos con lo que nos decimos. Nos decimos que somos lo peor, que no podremos conseguir nada que se nos ponga por delante en la vida…. o nos decimos en cualquier momento, lo buenos que somos porque hemos sabido resolver un tema o conseguido algo. Como bien expresa la foto,  siempre tenemos el ángel y al demonio a la vez dentro de nosotros.

Aunque todos elegiríamos el ángel blanco, el ángel motivador, solemos caer en el demonio desmotivador, en el demonio negativo, en el demonio limitador.

Ese demonio, nos suele decir:»  no tengo suerte, no tengo dinero, no podre hacerlo«…, pequeñas frases que nos llegamos a creer y  nos hacen creer que no somos capaces de nada, es imposible.

Y ahora te pregunto, ¿ en qué situación te das cuenta que no tienes a esas dos personas en tus oídos? Seguro que es una situación en la que confías en ti mismo, en las que se te pasan las horas realizándola. 

En esa situación, tienes todos tus recursos a tu entera disposición, haces la actividad sin ningún esfuerzo alguno, es como si cayera una bomba a tu lado y ni te dieras cuenta.

Estas en aquello en lo que te hace disfrutar, vibrar, estas realizando ese don que tienes para hacer esa actividad, aunque tú creas que no es un don.

Yo me he dado cuenta, que cuando escribo , leo sobre lenguaje no verbal, coaching o desarrollo personal… o respondo emails que me mandáis, no tengo a ese pequeño diablo dando mal y la verdad que disfruto y se me pasan las horas del día sin darme cuenta.

¿ Con qué se te pasa a ti las horas sin darte cuenta y no tienes a tu lado a ese pequeño limitador?

Y sin embargo, en algún momento, tendrás a ese pequeñajo dando mal. Pues cuando así sea, párate un momento y date cuenta de la situación, de que te estás hablando a ti mismo, negativamente. No es fácil, lo sé, pero empieza poco a poco, por ejemplo, cuando vayas a irte a dormir, haciendo memoria del día, enumeras las veces que así ha sido, y con el paso del tiempo ya verás como ese número primero, habrá ido bajando ostensiblemente.

Y luego, tienes que enfrentarte a esas creencias. ¿Cómo? ¿Cómo te motivas habitualmente?¿ A qué seguro te dirías a ti mismo: “ Si este puede, yo también, soy igual o mejor que él”? Pues es lo que tienes que hacer, es decir, dudar de lo que no puedes hacer y desafiarte a ti mismo. ¿ Y cuántas veces cuando has dicho en voz alta, te has dado cuenta de lo ridículo que era ese pensamiento? Pues hazlo también si puedes, claro,( si estas con gente o en la calle y gritas no puedo, no me quiero imaginar que pensaran de ti,) y ante todo , intenta calmar ese dialogo, relájate, ponte música, ponte una película, estate en silencio contigo mismo.

 Así, que  ahora pregúntate:  ¿Qué tipo de dialogo tienes contigo mismo en la actualidad?

¿Haces mas caso, al ángel o al demonio?

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