¡¡Simple, por favor!!

La verdad siempre se halla  en la simplicidad y no en la multiplicidad y confusión de las cosas” decía Isaac Newton.

menos es más.Por favor, me gustaría que alguien me ayude. Si alguien sabe la respuesta, mandarme un email, me haréis el hombre más feliz del mundo. ¿Qué me gustaría saber?

¿Por qué, nosotros, solamente nosotros, hacemos la vida tan difícil?

Te levantas y pones la televisión. Ves a los grandes “expertos” adoctrinarnos en la pantalla pequeña, diciendo qué tenemos y que no tenemos que hacer para salir de la crisis o del desempleo.  Y yo me pregunto: ¿Pues si es tan fácil por qué todavía estamos así?

 Apagas la televisión y sales a la calle. Solo oyes bocinazos, insultos y pitos de los coches parados en un atasco. ¿Provocado? Por una ambulancia que está recogiendo a una persona.  Llegas al trabajo y solo ves a gente corriendo, gritando, con el pelo alborotado. ¿Qué está pasando? No ha llegado todavía un email que se esperaba a una hora exacta. Tras 5 minutos, acaba llegando.  

Acabas la jornada laboral y te pones a buscar un nuevo trabajo o algún curso de formación. Ves nombres extraños, requisitos con una terminología que no sabes ni pronunciar. Tras leerla varias veces, te das cuenta, que solo era un curso de Gestión Administrativa para la empresa.

Llega la noche, y con ansias, esperas volver a ver a esa persona que te hace sentirte diferente. Pero recibes un mensaje suyo :»Esta vez no podrá ser«.  ¿Otro plantón? Sólo querías tomar un café con una persona con la que te sentías a gusto, hablabas desde tu corazón, te reías, te sentías bien. Algo que hacía tiempo no te pasaba con nadie. Nada más.

Y de camino a casa, te fijas, que los libros que tratan de felicidad, suelen contener más de 300 páginas. ¿Tan difícil es eso de la felicidad?

¿Qué tienen en común todos estos devenires del día a día? La complejidad.

Una de las cosas por las que doy gracias al desempleo, es haberme hecho parar y darme cuenta que la vida, SOMOS NOSOTROS QUIEN LA HACE DIFÍCIL.

¿Qué cuesta decir lo que sientes o no sientes por esa persona que tienes enfrente? ¿Qué cuesta decir “GRACIAS” a tus empleados? ¿Qué cuesta decir lo que estás viviendo y pedir ayuda porque quieres salir adelante? ¿Qué  cuesta decir NO? ¿Qué cuesta decir SI?

¿Poco? ¿Sí? Pues entonces , ¿Por qué nos complicamos tanto la vida?

Empezamos con los primeros amores, dudamos si decírselo o no, dudamos de nosotros mismos, nos sentimos “no aptos” para esa persona y quizá, era la pareja que tanto habías soñado. La vida sigue pasando y llegamos al momento de tomar la decisión sobre qué camino educativo elegir. En ocasiones, no, claro está, pero en otras muchas, se acaba decidiendo en función de la opinión familiar, por seguir la saga de todos los integrantes de la familia o por los momentos actuales que vive la sociedad.

¿Y qué decir en el ámbito profesional? Nos negamos a nosotros mismos, emprender nuestros sueños , por el qué dirán o por miedos.

Y si hablamos sobre las  relaciones personales, ¿Por qué nos complicamos tanto? ¿Por qué nos cuesta tanto decir lo que sentimos? ¿Por qué nos cuesta decir 4 cosas a esa persona que nos hace sentir mal cuando estamos con ella, pero nos da miedo por el qué podría pasar? ¿Por miedo a la soledad? ¿Por qué tenemos miedo a mostrarnos tal cual somos?

¡¡HAGÁMONOS LA VIDA MÁS SIMPLE, POR FAVOR!!

Me vienen a la mente dos ejemplos de simplicidad muy claros y que todos conocemos. Risto Mejide y Steve Jobs.

A Risto todos lo conocemos por su apariciones en televisión y sus libros. ¿Por qué gusta tanto a unos y provoca tanto odios a otros? Si lees sus artículos son sencillos, claros y directos al corazón. Y eso duele, queramos o no.

Recientemente, he leído “Increíblemente Simple” de Ken Segall. Trata sobre la religión que guió a Apple desde su creación en un garaje a la gran empresa como la conocemos ahora. ¿Qué religión era esa? La de la simplicidad. Desde el diseño, a la gestión de reuniones, a la gestión de la empresa, todo era y es simple. Y mira dónde están ahora. 

Simple es mejor que complejo.

Son simples, claros, directos. Y triunfadores.

Con el paso de los años, perdemos o no conocemos todavía una cosa , que todos los padres nos recomiendan, el sentido común.

Nos ponemos más y más capas alrededor de nuestro corazón, por miedo al qué diran, a caer mal o no tener por enemigos a esos amigos de muchos años. ¿ Y qué acaba pasando? Que no pasa nada , y esas oportunidades que tenías delante de ti, acaban yéndose de tu lado.

Cuando nos dicen las cosas claras y sencillas, nos suele joder. ¿Por qué? Porque son las que van directas a nuestro corazón. Son las que nos hacen ver cosas que aunque sabíamos que eran así , no queríamos verlas.

Revisando en mi librería, tengo libros que tratan sobre la felicidad, que tienen una extensión hasta de 500 páginas. ¿Tan difícil es encontrar la felicidad? ¿O nos da miedo descubrir que es algo fácil de sentir?simple

¿Por qué nos complicamos la vida?

Por MIEDO. A no ser válidos en ese puesto de trabajo, al qué dirán, por desconfianza en nosotros mismos, pero principalmente, por MIEDO A SER NOSOTROS MISMOS.

Dentro de la sociedad, sentimos cobijo, como en un cobertizo. Sentimos que todo irá bien. Y en la puerta, hay un cartel que dice: “Pensar diferente  produce daño a la salud” Eso es lo que nos han enseñado desde pequeños.  Nos han adiestrado, que la vida es como es y tenemos que seguir lo que la experiencia popular ha dictaminado. Esperamos a que alguien haga algo, pero por iniciativa propia, no.

Por favor, DESPERTEMOS. Vivamos el placer de lo obvio.  ¿Sabes dónde está la felicidad? Dentro de nosotros y acabamos buscándola siempre fuera. La hacemos depender de tal o cual cosa, de tal o cual persona. ERROR.

Pensamos que la felicidad es algo a alcanzar, a tocar con las manos y no es así.

No está en cosas grandes, sino que está en las pequeñas cosas. Y en esas cosas con los años, las acabamos olvidando. 

 ¡¡La vida es mucho más sencilla de lo que pensamos, SEAMOS SIMPLES!!.  Hagámonos de la religión de la simplicidad, y vayamos desde ya a la esencia de todo asunto. Nos ahorraremos muchos quebraderos de cabeza.

¿Piensas que menos es más? ¿Crees que podrías simplificar tu vida? ¿ Y tu trabajo? ¿Qué hay de superfluo en ella?

 

 

 

 

 

 

3 comentarios

  1. jlsordo · febrero 3, 2014

    Me ha encantado este post. Y lo ha hecho porque precisamente hace… ¿dos días? me encontraba realizando labores domésticas y ordenando la casa y empecé a pensar un post para escribir ya mismo, con una idea en línea con lo que tu hablas: simplificar, optimizar, hacer todo un poco más sencillo. A nivel externo y material, y a nivel interno, de pensamientos, creencias, etc…
    Pienso que cuanto más complicado es algo, más malestar, sufrimiento y dolor de cabeza nos provoca. Ahorramos en tiempo, en recursos atencionales, en esfuerzos físicos y emocionales, etc…
    Ahora bien, hay un punto en tu post que no sólo está relacionado con esto, sino con nuestra capacidad para ser felices y avanzar en nuestros objetivos. El pensamiento grupal, la necesidad de satisfacer a todos por igual, de querer dar una imagen y no fijarnos en lo que para nosotros es fundamental defender… hay experimentos y anécdotas muy muy curiosos.
    Simplificar. Optimizar. Me encantan estas palabras. Efectivamente, complicamos muchísimo todo…

    • El Principio de un Comienzo · febrero 3, 2014

      Buenas tardes:
      Qué tal? Me alegro mucho que te haya aportado tanto el post. Es lo que aprendo, tanto a nivel personal como profesional. SImplificando nuestra vida, iría todo mucho mejor. Nos la complicamos nosotros, pensamos que cuanto más difícil, mejor. Y no vemos que yendo a la esencia, al por qué, la solución, sería más fácil, directa.
      Sabes que cualquier cosa, me tienes a tu disposición.
      Feliz semana y un abrazo.
      David.

  2. Pingback: Buenas Lecturas | MinimalSpot

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