No me encuentro…

«No me encuentro». Y no me avergüenzo de reconocerlo.

Creo que vivimos en una sociedad de etiquetas, en las que eres contable, eres el novio de, el hijo de., el amigo de …Creemos que somos las etiquetas que los demás nos han puesto por lo que hemos hecho, por lo que estamos haciendo o por lo que haremos.

¿Pero qué ocurre cuando muchas de esas cosas se caen?

Que no te encuentras.

Ya no eres el novio de… ya no eres el directivo de la empresa tal… Ya no eres el amigo de.. Y la consecuencia es que no sabes quién eres.

No te encuentras, estás perdido, te sientes indefenso.

Y no es la primera vez que me llegan emails diciéndome la misma frase: «David, no me encuentro». Y yo así lo he sentido también muchas veces.

Y no me avergüenzo en reconocerlo. Porqué al igual que pasa con el miedo, cuando reconoces que no te encuentras, la vergüenza cada vez más rápidamente, se va esfumando.

Todos tenemos momentos en la vida que no sabemos por dónde tirar. Dónde pensábamos que ya estábamos «encaminados» y en muchos casos sin esperarlo y en otros oliendonos algo, el camino se corta para decirnos «por aquí ya no más».

No sabemos qué hacer. No sabemos por dónde tirar. La rutina se ha parado en seco. Lo que pensabamos que iba a ser por mucho tiempo, se ha ido y quizá para no volver. ¿Qué hacer?

En este momento es imprescindible parar y pensar. Pero sobre todo echarse las culpas a uno de todo.

Pensamos que somos los culpables al 100% de la situación. Que la hemos cagado y a veces sin saber qué hemos hecho. Puedes ser la suerte, puede ser cualquier cosa, pero jamás te eches la culpa de todo a uno mismo, porqué sino aún nos iremos más abajo.

Ha podido ser cualquier cosa, si quieres echarle la culpa a algo o alguien. Pero antes de nada, para , piensa, se empático y te darás cuenta que quizá ya iba siendo hora que ocurriese lo que ha ocurrido. Que lo que ha pasado es una oportunidad para descubrir nuevos caminos, para quererte más, en definitiva una oportunidad para crecer. Pero lo siento, si no paras tu cabeza y miras la situación desde todas las vertientes y no solo desde tu ego, no te darás cuenta de la oportunidad que tienes ante ti. Y quizá hasta acabarás agradecido de no seguir el camino que pensabas que tenías que seguir. La vida aunque muchas veces es muy perra, a veces también nos da regalos increíbles. Algo que solo nos damos cuenta con el paso del tiempo.

Pero si, la mente es muy perra y sí no la paras, no dejara de lanzarte preguntas tipo: «¿Por qué ha pasado esto? ¿Qué he hecho mal para merecerme esto? ¿Qué será de mí después de esto?» . Relaja y no seamos tan drama Queen.

La vida es un Hola y un Adiós. Es un Gracias y un Bienvenido, nos guste o no. Y es lo que nos pasa, creemos que somos esa etiqueta a la que estábamos acostumbrados y que tanta paz/estatus/felicidad nos daba. Y si, la incertidumbre jode pero hay que mirarla como una oportunidad para mirarse al espejo y reconocerse o descubrir de lo que estás hecho realmente.

Te lo vuelvo a repetir, es y será jodido pasar el proceso hasta que te puedas reir por lo que estás pasando en estos momentos, pero tienes ante ti una oportunidad increíble.

Una oportunidad para:

.- Ver que has aprendido hasta la fecha y qué más puedes aprender de ahora en adelante.

.- Sentirte agradecido por todo lo que has vivido y vivir con curiosidad todo lo que tienes delante de ti.

.- Decir Adiós y decirte Hola a ti mismo.

.- Soltarte las riendas de la mediocridad y las expectativas que tienen los demás sobre ti y coger tus propias riendas, esas que tenías ocultas y siempre habías querido coger.

.- Descubrir, para potenciar tu curiosidad y abrazar tu creatividad

.- Disfrutar de tu turno en la vida y crear la vida que tú quieres y no basado en etiquetas impuestas por los demás, que seguro que alguna aborrecías.

No es que no te encuentres, eso lo piensas porqué ya no están las etiquetas y expectativas que tenían los demás sobre ti. La incertidumbre da miedo y más cuando no estamos acostumbrados a ella, pero hay que verla como una oportunidad y no como una losa.

Tienes ante ti una oportunidad, así que aprovéchala. Otros desearían tomar otro rumbo en su vida y nunca se les presentará la oportunidad que tú tienes.

Basta ya de decir «No me encuentro», lo que ocurre que te encuentras en medio de la erupción de un volcán y tienes dos opciones, reconocerte y la lava te disparará hacia arriba, o encogerte y la lava te engullirá, DEE TI DEPENDE.

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