¡¡Estamos hechos de consejos de los demás!!

«Pídeles consejos a los viejos y a los jóvenes, pero sigue tu propio sentido común» dice un proverbio árabe.

Canta Antonio Orozco en una de sus canciones: » El saber que sin ti no soy nada. Yo estoy hecho de pedacitos de ti...»

Yo a día de hoy, cambiaria el nombre.

La llamaría, «Estoy hecho de los consejitos de los demás«.

Nuestra vida no está formada solo por las experiencias vividas. No sólo estamos hecho de las acciones realizadas y de las decisiones no tomadas. Todo ello engloba los consejos que los demás nos dan por y para nuestro bien, por no hablar de aquellos que pedimos ante la toma de una decisión.

Una de las características de toda persona que he ido entrevistado es que hasta el momento de su cambio, siempre hacían caso más a los demás que así mismos.

Sus vida hasta la fecha estaba constituida por los consejos que los demás les habían dado sobre el devenir de su vida.

¿Qué debían hacer? ¿Qué carrera era la mejo y tenía más salidas profesionales r? ¿Qué relaciones debía tener a ciertas edades? ¿Qué se debía hacer y no en determinados momentos? ¿Trabajos que debía aceptar y cuáles debían rechazar?… Eran algunas de las preguntas que había lanzado al Universo y que fueron los demás quienes, por la falta de confianza en si mismo, acepto como verdades inexcusables a las que seguir por su bien.

¿Qué acabó ocurriendo?

Que una situación de malestar constante, de «quemado» con la vida, con el trabajo, les hacía plantearse qué estaba pasando con su vida.

Lo que estaba pasando que habían dando más poder a los demás, que a ellos mismos.

Queremos consejos, no porqué solamente creamos que los demás al tener más «experiencia o edad» sabrán más de la vida o del tema a tratar, sino porque no confiamos en nosotros mismos. Al no confiar en nosotros mismos, al tener miedo a lo que nos enfrentamos , preferimos que sean los demás quienes tomen el poder de nuestra vida, que nosotros mismos.

¿Qué pasa? Que tarde o temprano, la vida misma nos estará diciendo: «No es el camino que tenía pensando para ti». Y todo porqué habías dado más poder a los demás que a ti mismo.

Les damos el poder a los demás, ya que si se confunden, les podremos recriminar con más gusto qué es lo que han hecho con nuestra vida. Que ellos son los culpables de nuestra infelicidad. Cuando realmente el único culpable de todo lo que te está pasando, ERES TÚ MISMO.

¿Qué pasa, que cuando creíamos que las cosas iban bien, a qué no le recriminabas nada a quién te dijo que tomarás esa decisión? ¿Y ahora que las cosas no van como estaban yendo , la culpa es de los demás? ¡¡DEJA DE MENTIRTE, POR FAVOR!!.

En la niñez y en la juventud, nos dicen que es recomendable pedir consejo a los «mayores». Ya que al ser jóvenes, no tenemos ese Know-how que los demás podrán tener, esas experiencias y sobre todo no quieren que nos pase nada malo. Pero lo peor de todo, es que creemos que cuando lleguemos a mayores, ya no pediremos consejo, nos guiaremos por nuestros propios pensamientos y vivencias.

¡¡Qué confundidos estamos!!.

Cuando somos «mayores» seguimos buscando los consejos de los demás. ¿Qué no? Vamos a ello.

¿Qué buscas cuando lees artículos en los que nos dicen cómo alcanzar el éxito, mejorar las relaciones o alcanzar un gran número de seguidores?

Quieres los consejos de los demás para alcanzar lo que está establecido como «conveniente» por la mayoría. EN realidad no quieres alcanzar, lo que «deberías» estar alcanzando y recorriendo, que es tu camino, tu felicidad y con ello tu éxito.

¿Y qué pasa cuando lo conveniente y lo que se debería se separan? Al igual que las placas tectónicas que forman el planeta Tierra, se produce un terremoto en tu vida.

Unos optaran por las «pastillas» para dormir o calmarse pensando que será un periodo de estrés. Otros pensarán que ya se pasará, que es una locura o tontería y que sigamos haciendo la vida que tenemos hasta la fecha. Pero otros sin embargo, aquellos que no tienen el valor de ponerse delante del espejo y empezar a reconocer qué les está pasando, porqué y qué quieren de verdad en su vida, acabarán por otras opciones mucho más trágicas.

Optamos por los consejos de los demás, PORQUE NO CONFIAMOS EN NOSOTROS MISMOS. Claro que está bien aprender de los demás, tener gente que te inspire. Pero las cosas tienes que vivirlas tú, tienes que sentirlas tú, tienes que caerte TÚ y levantarte por ti mismo.

Eso es vivir. ¿Lo otro? Es ser un borrego más, creyendo que echando la Lotería nacional, tú vida ya cambiará sin que tengas que hacer nada más.

Pero lo que ocurre, es que ni en la escuela ,  ni en ningún sitio, en la «madurez»;nos han enseñado ni a pensar por nosotros mismos, ni a tener iniciativa, ni a confiar en la confianza.  Pero sobre todo , que hemos venido a SER no a CREER QUE SOMOS DIFERENTES DILUIDOS ENTRE LA HOMOGENEIDAD DE LA SOCIEDAD.

Recuerda que LOS CONSEJOS NO EXISTEN. Solamente es una expresión con palabras bonitas, de las experiencias vividas por esa persona. Simplemente y llanamente. Es una expresión de un momento de su vida, que en ese momento quizá se ha podido repetir en la tuya.

Te lo vuelvo a repetir: Está expresando su experiencia. Y como es SU experiencia, no tiene porqué ocurrir lo mismo contigo aunque la situación sea parecida. Porque si te das cuenta, seguro serán momentos diferentes, tú piensas de una manera, la sociedad es de otra… y aún ¿Por qué acabas creyendo que son la verdad absoluta?

Así que:

.- Está bien escuchar las experiencias de los demás. Puedes sacar ideas para ti. Pero te lo repito, tienes que hacerlas tuyas. Tienes que llenar tu vida, de tus experiencias, no de los demás.

.- Siempre serás uno más, si sigues las opiniones de los demás.

.- Los consejos de los demás no tienen porque ser la verdad absoluta, porqué seguro que son momentos diferentes, formas de pensar diferente aunque puedan ser situaciones similares.

.- SI haces lo mismo que los demás, piensas igual que los demás, ¿Crees que así serás señalado como alguien que causó un impacto diferente?

.- Si estás pidiendo muchos consejos, es qué no confías en ti mismo para nada.

.- Nunca olvides quién eres, qué quieres, porqué eso es tu marca, es tu diferenciación.

.- Los avances siempre se han producido haciendo caso omiso a los consejos de los demás.

¿Qué relación tienes con los consejos? ¿De qué crees que estás hecho?

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