¡¡Somos lo que nos decimos!!

«Hablar no es siempre conversar» decía William Cowper

Cuando era pequeño me reía a carcajada limpia cuando veía que mi madre hablaba a las plantas. Pensaba que estaba loca. Le decía «Si te contesta el geranio, házmelo saber que llamaremos a los periódicos».

Pasados unos años, yo soy el que habla a las plantas.  Menos mal que mi madre no lee el blog , porque sino sería ella quien se reiría en estos momentos de mí.

Hagamos un experimento. Por las calles de las ciudades oímos ruidos, pero si escucharamos a la gente, por las vías principales de nuestra ciudad, cada vez oímos menos a la gente hablar.

Entre los moviles, el estrés que llevamos… se han perdido el sonido de las conversaciones. Hasta hemos llegado a mandar un WhatsApp a una persona que teníamos al lado para que la otra persona que nos acompañaba no lo supiera.

Pero , ¿Qué pasa si vemos a alguien por la calle que habla solo? Lo primero que pensamos, es que está loco. Y si vemos que lleva los cascos, lo siguiente es que está loco.

Como bien dice Luis Rojas Marcos, en su libro «Somos lo que hablamos«, tiene un poder terapéutico más importante del que nos imaginamos, el hablarnos a nosotros mismos.

A las emociones hay que ponerles voz. Y no esperar a que los demás sepan lo que nos pasa.

Muchas veces nos preguntamos y , también en primera persona, como hemos reaccionado ante ese comentario que hemos recibido u observado.  Ponemos como excusa que perdonen por nuestra reacción, pero que estamos estresados.

Cuando realmente, lo que ha pasado es que el globo se ha hinchado de estar comiéndonos nuestras emociones, nuestros miedos,… y cuando menos lo esperamos y con la persona menos adecuada, saltamos.

Lo que tenemos que hacer antes de saltar, es introspección.

Es preguntarnos qué nos pasa, por qué actuamos como estamos actuando, por qué reaccionamos como lo estamos haciendo, por qué tenemos esos ataques de ira o ansiedad…

Somos nuestros propios médicos a la hora de diagnosticar lo que nos pasa. Otra cosa, que hagamos caso al ego, el que nos dice: «Déjate de decirte tonterías, de motivarte y de buenas palabras, porque no vas a conseguir nada. Hablar contigo mismo es de loco, no pienses y haz la pelota a ése, que te irá mejor la vida».

Dejemos de preguntarnos y cuando explotamos, nos preguntamos: ¿Qué ha pasado? Si me hubiera dado cuenta antes, lo hubiera cambiado... En el fondo lo sabías pero no querías focalizarte en la situación, que no es lo mismo, y todo por tu ego, por tu orgullo o por tu miedo.

¿Hace cuánto no mantienes una conversación contigo mismo?

Tranquil@s, las personas más inteligente e inteligentes emocionalmente se hablan a sí mismos, te lo aseguro. Hablarse a uno mismo, es el signo de inteligencia más importante que he visto hasta la fecha.

Tenemos que contar más nuestras penas como nuestros miedos. Nos da vergüenza. Pensamos que nadie nos entenderá y que es mejor , no contar nada, porque los demás ya tienen suficiente con lo suyo, como para aguantar un problema más.

Por tu salud, seguro que tienes a gente que estará encantado de escucharte y acompañarte por el momento que estás pasando. Pero si no es así, que no me lo creo, GRITA.

Veíamos en televisión, como había grupo de trabajadores que iban a los desguaces a darle con todas sus fuerzas con martillos a televisores, coches u ordenadores.  Pues grita tú tambien y luego ten en cuenta si tienes seguro por lo que rompas.

Gritar es soltar adrenalina y es empezar a dejar de lado al modo racional con el que vivimos, dando rienda suelta a las emociones y al lado emocional o subconsciente que tenemos.

Vivimos encorsetados en normas que nos cohíben mostrar nuestras emociones.

No digas esto, no hagas lo otro..y a la hora de expresar nuestras emociones no sabemos cómo hacerlo.

Las de alegría lo sabemos hacer todos, pero tampoco los desmenuces hasta el más mínimo detalle, porque luego te darás cuenta, que no habían sido para tanto.

Por otro lado tenemos las personas que están cada dos por tres excusándose y pidiendo perdon por sus faltas de puntualidad, malos actos en sus trabajos o relaciones. Es un patrón que han aprendido, ya que alguna vez no tuvieron problemas pidiendo perdon, y ahora siguen haciendo lo mismo, sin ser responsables de su vida.

Pero expresar arrepentimiento o reconocer los fallos SINCEROS por parte de uno, hace que el sentimiento de culpa, de la incertidumbre ante lo que nos va a pasar se disipe, ya que esa carga desaparece tras poner voz a nuestras emociones y fallos.  Que no quiere decir te libres del castigo, pero lo afrontaras de otra manera.

¿Y si hablamos de la situaciones en las que por callarnos hemos perdido la oportunidad de decir TE QUIERO a esa tan importante para nosotros? Situaciones en las que no hemos puesto voz a nuestras emociones y sin darnos cuenta, nunca se lo habremos dicho, ya que de un día para otro no se encuentra junto a ti.

No esperes siempre al ultimo momento como con la renta para decir lo que sientes y quieres, porque quizá no haya otra oportunidad.

Este mundo tan visual, no solo somos una imagen, sino también lo que transmitimos. Y no nos damos cuenta, que usamos mal una herramienta importante para mostrar quienes somos y dejar una marca en los demás.

Tú eres el mensaje que transmites. Y si no te motivas a ti mismo, sino te hablas a ti mismo diciéndote porqué lo has vuelto a hacer o qué coño te pasa cuando ves siempre a la misma persona… ¿Qué vas a transmitir a los demás? ¿Qué mensaje vas a dar al exterior si no sabes gestionar tus emociones, alentarte ni preguntarte qué te ocurre?

Un mensaje distorsionado, incoherente y si alguien te entiende, vamos bien.  Porqué sí tú mismo no te entiendes, ¿Alguien que no seas tú tiene ese poder?

Así que recuerda:

  • La relación más duradera que vas a tener es contigo mismo. Así que háblate, escúchate y cuídate.
  • Si no te motivas tú, ¿Quién te va a motivar? Si me vieras antes de una conferencia, como me hablo a mí mismo, dirías que estoy como una cabra, pero luego los trabajos me salen genial .
  • Exprésate antes de explotar. La onda expansiva será menos intensa y seguro que más beneficiosa.
  • Deja tus miedos y orgullos atrás y muestra lo que sientes, puede que no haya un mañana.
  • Habla, Háblate, pero eso si no produzcas dolor de cabeza. Menos es más en muchas situaciones.

¿Cuándo fue la última vez que hablaste contigo mismo?

 

2 comentarios

  1. Pingback: ¡¡Somos lo que nos decimos!! – Metabuscador de empleo
  2. enrique1935 · octubre 3, 2021

    GENIAL en mi opinion.pero a lo mejor porque coincide con la mia.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.